Sentado sobre una piedra, el paladín está concentrado en repasar todos los detallles del viaje en busca de una pista que les permita abrir la puerta de la cripta, agotado por no dar con la solución.
Dos de esos detalles son sobre los demás los que más tienen en ascuas al bueno de Arnold, sin que logre acabarlos de entender. Uno, el curioso incidente de la brújula que dejó de apuntar al saco de cenizas para volverse loca apuntando a todos los miembros de la compañía. Como si quisiese decirles algo. Y dos...
En esos momentos, el enano tropieza y acciona accidentalmente el mecanismo que deja al descubierto los moldes con sus propias siluetas, sacándole de su ensimismamiento.
- ¿Nos estaban esperando? ¿Justamente a nosotros? -se plantea mientras se acerca y contempla el molde del paladín. Mira extrañado a Khelben, quien ha hecho la misma pregunta.
Instintivamente, Arnold pone la mano en su propio hueco, como si esperase que con ello ocurriese algo..
- Quizás...
... ¿los moldes están de forma "vertical" u "horizontal"? Quiero decir si son como pequeños recipientes donde podríamos poner las cenizas o son como huecos en una pared.
Las oquedades que han quedado al descubierto gracias a nuestro enano favorito estan colocadas de la siguiente manera:
tres a la derecha, tres a la izquierda, en forma vertical una encima de otra y a unos 20 cm de distancia de una a otra.
Las dimensiones de las oquedades son 10 cm de alto y 7 cm de ancho con un fondo de 3 cm.
Khelben, ya tienes todos tus pv a tope, tenias 24/29, ahora tienes 29/29. Has gastado una pocima mediana de salud. Tenias dos, ahora te queda una ;)
Fibbin mira extrañada aquellas oquedades que parecen grabados de ellos mismos. Parece una broma de mal gusto y un nerviosismo recorre su cuerpo. Sin saber muy bien porqué se pone alerta, lleva la mano hacia el saco con las cenizas para comprobar que siguen ahí y mira a su alrededor.
-No tiene sentido que nos estuvieran esperando...no será una trampa ¿no?-pregunta la opinión a sus compañeros mientras se acerca a ver el lugar donde tendría que ir su propia figura.
Wendel echa rápidamente sus manos a su arma para empuñarla fuertemente. El echo de que estén en medio de una posible trampa hace poner a cien todos sus sentidos.
En ese instante y gracias al brusco movimiento de sus manos, algo suena en su mochila. Entonces se da cuenta. Se relaja, deja su arma sobre el suelo y se descuelga la mochila de la espalda, la coloca en el suelo frente a el y la abre. Se queda perplejo, no podía dar crédito, mira el interior de su mochila y acto seguido las oquedades de la pared. Ese movimiento lo repite varias veces. Tenia la solución al problema justo colgado en su espalda, saca rápidamente una de las figurillas que había estado tallando a lo largo de su viaje y la mira una vez mas.
10 cm de alto, 7 de ancho, 3 cm de profundidad!!!!... esas figuritas tenían que encajar en las oquedades!!!! y lo mejor de todo, acababa de terminar de tallar la ultima figura.
La maga observaba con precaución aquellos huecos, sin llegar a tocarlos por lo que pudiera suceder, pero no podia evitar, al igual que el resto de los presentes, su asombro al percatarse de que los huecos estaban reservados para ellos mismos pero en miniatura.
- Peroo... ¿Como podrían saberlo? Como puede ser que estos huecos sean para nosotros??- preguntaba mirando al resto.
Wendel hurga en su mochila olvidándose de cuanto le rodea. De pronto, saca un puñado de objetos aparentemente de madera a los que se queda mirando perplejo murmurando algo como: "No es posible".
De pronto levanta la vista hacia Lúthien, alza uno de aquellos objetos y se lo muestra a la maga. Se trata de una especie de figura de madera hábilmente tallada que representa su figura y parece encajar en el hueco de la pared. Entonces le ofrece la figura para que ella la coja.
- Los he ido tallando durante el viaje -dice entregándole su figura a cada uno de ellos -Puede que solo sea una casualidad, pero parecen encajar a la perfección...
Cada uno tiene su figura, excepto Eddi, cuya figura permanece ante la mirada de Wendel.
- ¿Los metemos en la oquedad a la vez? -propone a los demás. Él se encargaría de la de Eddi.
- Tenéis alma de artista. -comenta el paladín embelesado por la figura de madera que sostiene en su mano.- Habéis sido capaz de plasmar todo mi porte y distinción en un sencillo trozo de madera. -le dice medio en serio medio en broma, pero gratamente sorprendido de la habilidad del enano.- Os felicito, Wendel.
¿A qué esperamos? -responde a la sugerencia de éste de hacer encajar las estatuillas en sus "moldes". Acerca la suya al hueco donde encaja y, suavemente, la comienza a introducir sin hacerlo del todo, a la espera de que todos estén dispuestos para hacerlo juntos.
Fibbin se sorprende ante las figuras del enano. Pero...¿Cómo puede ser?...extrañada por todo aquello coge la suya propia y la estudia con determinación. Es un buen reflejo de mi misma...piensa después de unos minutos.
Wendel, ¿Y porqué te dio por hacer esto?-le pregunta la mediana intrigada ante tanta coincidencia.
Wendel recibe los elogios sin mucho entusiasmo. Se mantiene ceñudo observando las figuras y las oquedades. ¿Cómo era posible? Reacciona cuando Fibbin se dirige directamente a él.
- Me sirve para calmar mi temperamento. Me relaja tallar los vírgenes pedazos de madera y darles forma...
Sin dar más explicaciones se acerca al hueco de su figura e imita el gesto de Arnold acercando la figura a la pared sin llegar a introducirla esperando por los demás, tanto con la suya como con la de Eddi.
- Wendel, eres todo un saco de sorpresas!!!- dijo la maga sonriente mientras se acercaba a la oquedad con su figura en la mano, preparada para colocar la talla a la vez.
- Y sin duda un hábil artesano tallando la madera- añadió disfrutando de su pequeña réplica de madera.
-Señor, Wendel, que más ases encondéis bajo las mangas!!!. Sois todo un prodigio en la talla -Comenta mientras observa la figura que lo representa.
Acercándose al resto de compañeros con la figurilla en la mano se acerca al hueco donde iría alojada la suya...
-Introduzcamos las estatuillas, compañeros, quizá sea la única forma de continuar y terminar nuestra sagrada misión. -Dice el guerrero firmemente al grupo mientras va acercando la figura al agujero.
De repente y ante el asombro de sus compañeros, Wendel saca de su mochila unas pequeñas estatuillas que parecen ser de la forma y tamaño justo para que encajen en las oquedades descubiertas en la pared.
Todos sus compañeros alaban la magistral talla trabajada sobre la madera. Wendel hincha el pecho y se enorgullece del trabajo realizado durante todo el viaje.
Todos tienes sus respectivas figurillas en la mano, a excepción de Wendel que también sujeta la de Eddi, quien lamentablemente tuvo que dejar el grupo. Nadie pudo reprimir sus sentimientos hacia Eddi cuando vieron su estatuilla.
Cuando el grupo lo creyó oportuno y simplemente comunicándose con la complicidad de una mirada que se va forjando día a día en un viaje tan largo y duro como este, ajustaron y colocaron al unísono sus figuras en las oquedades.
Con las figurillas en sus correspondientes lugares, el tiempo pareció detenerse indefinidamente, la respiración de los portadores se corto y todas las miradas se fijaron en la puerta esperando que sucediera algo rápidamente.
Fin del capitulo!!!
Continuamos en "Capitulo 5: La ultima puerta"