Partida Rol por web

Todo a acabado muy rápidamente, casi ni he podido reaccionar al combate. Afortunadamente en este caso, casi todos los cuerpos que hay en el suelo son de esos seres del caos, no había guardias caídos pero sí habitantes de la isla. Nos van contando los relatos de lo sucedido, la furia se apodera de mi ante las atrocidades que han sufrido los nuestros, pero como por arte de magia desaparece, ahora que no hay peligro pienso en los míos, tengo que buscarlos.

- ¿Tenéis noticias de la familia Ponce?, ¿alguno los habéis visto?. Voy recorriendo los grupos de refugiados, algunos también van buscando a los suyos supervivientes. Girando los cuerpos de la gente, algunos harapos, heridas diversas por el cuerpo, no lo han pasado muy bien aunque de momento su tormento ha pasado.

Repaso los rostros de la gente, ojos cansados, erráticos, algunos llenos de ira o de desesperación, pero entre ellos de momento no encuentro los que más busco, los ojos de los mios.

señores preparemosnos para partir en cuanto el capitán y el reducido grupo que le acompaña salgan del templo.
Los cuerpos de los caidos los llevaremos con en nuestros caballos para que sean enterraeos en la ciudad.

Los que tengan dotes o cualidades sanadoras que se encarguen de los que esten heridos para que aguanten el breve viaje lo mejor posible.
Cuando nos juntemos todos veremos como nos dividimos, deoendiendo de las necesidades del equipo.

Además creo que nos hará falta voluntarios si queremos terminar fon todos estos seres por que a mi me parece que esto solo era una avanzadilla, comparado con lo que nos espera

Aquellas noticias le dejaron frío, helado. Su respiración se ralentizó, como quien acechaba a una presa, mientras miraba discretamente hacia los otros mercenarios. Su rostro se volvió inerte, duro como la piedra, sin emoción ninguna. Si tenían razón, si Ashrac era un inquisidor del mal, significaba que muy probablemente sus otros dos compañeros también lo eran.

– Los dos... – pensó con rabia –. Atrus.

Había luchado con él. Había sangrado con él. Ambos, en algún momento durante aquella expedición, habían puesto su vida en manos del otro, y ambos habían sobrevivido. Aquél lazo, el lazo que se forjaba cuando uno se juega la vida, era ya importante para él. El asesino era un compañero, un camarada, y uno con el que trabajaba bien; además le había visto salvar la vida a una niña, le había visto arriesgar todo por proteger a unos niños, le había visto tomar decisiones difíciles con la misma crudeza y dureza, con el mismo dolor, con las que las había tenido que tomar él. ¿Acaso era posible que fuera malvado?

– Harold – dijo en un susurro quedo – ¿Puedes comprobarlo? ¿Serías capaz de descubrir a que fin sirven también Atrus y el mago?¹

Si se cumplían sus temores, si de verdad los tres eran inquisidores del mal, las cosas se podían poner feas. Había visto luchar a Atrus, y era peligroso; un golpe preciso con aquellos cuchillos que siempre llevaba podrían acabar con cualquiera, lo que significaba que en un espacio cerrado, sin posibilidad de moverse, él mismo no tendría nada que hacer. Frente a los otros dos, era diferente, pero sabía que eran igualmente peligrosos. Dark había demostrado su poder y sus conocimientos, y Ashrac, si era un clérigo maligno capaz de invocar muertos vivientes, sería igualmente mortífero, sobre todo, de nuevo, en una sala de un templo, sin escapatoria.

Por supuesto, eso sin contar con que, a lo mejor, era mejor acabar con ellos primero, y hacer el trabajo después. Al menos...

– De todas formas, en eso Gerald tiene razón, en parte. No hemos descansado, yo al menos no he dormido nada desde que nos separamos – sonrió –. Pero ellos tampoco. Atrus no posee habilidades ni hechizos que necesiten de reposo, pero los otros si. Tal vez, podríamos aprovechar la noche, antes de que estén totalmente repuestos, y sacar información a alguno de ellos. A Dark, por ejemplo. Es bien sabido que después de un combate se habrá quedado mermado en sus capacidades. Si logramos separarle...²

Atrus le devolvió el saludo a Damrod con una leve sonrisa y una inclinación de cabeza. Aquel hombre era de recursos y valiente, gran arquero y un hombre en el que confiar en el combate. Ojalá fueran más así...

-Capitán, ¿podría contarme qué sucedió en el tiempo que Damrod y yo no estuvimos?- preguntó el mercenario acercándose al susodicho.

Luego le contaría lo que había sucedido en el castillo, después de todo, Damrod también había estado y no sería bueno contarlo sin que estuviera él, para que no se le pasara ningún detalle.

-Tal vez pueda infiltrarme por la noche y consagrarlas a nuestros dioses, sin que nadie se dé cuenta- propuso el asesino -Sino, levantaremos sospechas... ¿qué opinan?-

Atrus estaba preparado, y confiaba en que no serían tan tontos como para comenzar un enfrentamiento cuando más se necesitaban mutuamente. Ni aunque lo tuviera a su merced mataría a Gerald, Damrod o Harold. Eran grandes guerreros y ahora necesitaban toda la ayuda posible.

Resumo: Que me despisto un fin de semana y hay que ver que revolución de post.

Lugares de interés:

1 La tumba del héroe, pequeño valle donde dejasteis los carromatos con el hierro, en ese lugar había una tumba.

2 Valle a mitad de camino entre el castillo y el volcán ( donde estáis actualmente ), en este valle había dos templos ( el de la derecha el dedicado a los Dioses de la Ley del combate y el de la izquierda dedicado a los Dioses de la Ley de la sabiduría ), que habían sido mancillados por Caos, Harold eliminó el enlace que le daba energía al sumo sacerdote de Caos y le conectaba con su Dios, pero estos siguen violados por la mano de los seguidores del Caos y ahora mismo son capillas vacías, no pertenecen a ningún Dios.

Purificar los dos templos gemelos: Limpiar la inmundicia y eliminar las runas malditas de cada una de las capillas llevará unas 100 horas ( medida para un solo humanoide ), además de 100 viales de agua bendita y 12 conjuros de consagrar. De esta manera los templos volverán a estar al servicio de la Ley.

3 El interior del volcán y origen de todos los males que azotan la isla, poco sabéis del lugar.

4 El castillo, ahora vació de los Ogros y su jefe, pero al parecer algún tipo de enemigo reside en su interior.

5 La ciudad, único lugar de la isla donde se puede proteger a los isleños hasta arreglar el asunto del casitllo y el volcán.

Que yo haya entendido, os separáis 

A Lannet y los héroes de la isla acompañan a los isleños hasta la ciudad

B  Fulgur, Andrómeda, Harold, Gerald, Damrod y quien quiera va con el capitán al interior de los templos gemelos (elegir uno)

C Resto ayuda a poner en marcha a los isleños ( estarán preparados para marchar sobre 3:44 )

D Vosotros mismos