Partida Rol por web

-Buenos días, agente. ¿Objetos perdidos, me dicen? La verdad no recuerdo haber perdido nada.

Vyktor sonríe por dentro. Sus dos nuevos objetivos ahora estaban relacionados. El puzzle de su cabeza no encajaba a la perfección... Aún no entendía cual era el verdadero objetivo del doctor Amber. 

- Me encantaría poder hablar también con el Dr. Amber... Resulta que ayer, el espectáculo de la casa vino precidido por un breve encuentro entre él y yo. Como entenderás, tengo asuntos que resolver con él también. El destino a querido que mis dos nuevos amigos estén ahora relacionados. Supongo que eso hace las cosas más sencillas... 

Vyktor mira a Aedalus, complacido. 

- Ya no queda nada que ver aquí, veamos que nos tiene preparado el espectáculo de esta noche. Lo que no prometo es estar del todo pendiente con el "problema" de Victoria, creo que existen otras prioridades. 

Parece que Vyktor va a comenzar a caminar, pero de pronto se detiene, parece que ha recordado algo. 

- Por cierto, tengo la teoría de que el Dr. Amber está implicado en el robo de la cabeza, no se si es él quien ordeno el robo y luego traicionó al ladrón... Pero si que parecía que el ladrón estaba especialmente preocupado de que Amber estuviera detrás de él. - Hace un pausa. - En todo caso esta claro de que existe un vinculo. Quizás podamos utilizar eso en su contra... O quizás el te brinde información interesante. - Entonces se gira. - Pero tendrás que prometerme que dejarás que lo "convenza", en caso de que no se muestre muy colaborativo. 

Pone especial enfasis en la palabra "convenza". Dicho esto, ahora si que se vuelve a dar la vuelta y comienza a caminar. 

-Yo creo que sí

Me dirijo a mis compañeros

-Esperad fuera tengo una materia a comentar con el señor Goulliard de carácter muy delicado

Salen de la habitación.

-Señor Goulliard, asumo me conoce

-¿No tengo el placer, Inspector...?

-Freimann, Lucius Freimann jefe de policía del puerto de Agartha, dos veces premio guardián de Agartha, cuatro intentos de asesinato a mi persona y diez años en el ejercito, viudo, viajé a los países de oriente en mi juventud y no bebo alcohol, he tenido una vida más trágica que larga y eso que ya estoy entrando en años grises, le resumo mi biografía y mi voluntad de proteger Agartha para resaltar el hecho de que ayer me enteré de una de las cosas más raras que he visto y usted está involucrado. Tranquilo, quiero ayudarle, se que ha perdido un objeto importante, creo saber quien lo tiene y estoy intentando limpiar la búsqueda.Hay siete individuos buscando el objeto robado, ninguno de ellos tiene intención de devolverlo y mi intención es hacer lo posible para que vuelva a sus manos señor Goulliard, eliminando a cualquier amenaza para Agartha por el camino.

-Puedo compartir mi información con usted, llegar a una cooperación por la cual haremos uso de su poder y el mío para obtener el objeto y salvaguardar los intereses de la ciudad, puede no querer trabajar conmigo y llevaré el caso a nivel de voluntad pública y no será informado de nada al respecto.

- Me gusta, agente. La verdad no le conocía...pero espero conocerle más de ahora en adelante. Me gusta rodearme de gente competente. De gente entregada. Y las primeras impresiones son muy importantes para mí. -Le mira atentamente- ¿Será usted leal, Inspector Freimann?- deja una pausa, una larga mirada con sus ojos bicolores, pequeños y brillantes- ¿Se refiere a la cabeza de mi Icarus? No me interesa recuperar la cabeza. Que se les atragante. ¡Me sobran cabezas! ¡Me sobran soldados mecánicos! Pero quiero saber quién ha tenido la valentía de entrar en lo más profundo de mi ciudad y delante mío robar y romper lo que es mío. Y, sobre todo, a quién le interesa tanto mi tecnología como para atreverse. Quiero saber a quién me enfrento en casa antes de salir a una gran guerra. Quiero la cabeza de aquel que lo hizo. La última persona a la que mandé con ese propósito no tuvo mucha suerte... Y dígame, Inspector Freimann, ¿a qué siete sujetos se refiere?

-Se a quién envió, resulta que Kavi es un viejo amigo mío y ahora está entre la vida y la muerte, asumo en el hospital del centro, le encontré con una grave herida en el abdomen e intoxicación por humo, en cuanto a las siete personas que buscamos...Cree en lo sobrenatural, señor Goulliard? podría identificar su mente si la tuviera cerca, es una cierta sensibilidad que he tenido desde joven y que me ha ayudado mucho a la hora de interrogar y buscar culpables a crímenes cometidos en mi jurisdicción, no se mucho más que eso.

-Tuvimos al que robó su cabeza señor Goulliard, y le interrogamos, él me dio esto:

Le doy un sobre con un trozo de papel con este símbolo.

Al volver de la casa en llamas que era su propiedad desapareció de su celda, aún no me lo explico.

-Me gustaría resaltar señor Goulliard, que los siete individuos involucrados también deben gozar de características especiales, lo que les hará especialmente difícil de abatir.

-Masones y monstruos, ¿eh? ¿Y el cardenal y los estudiantes?- Se sonreía mientras murumuraba, con una media sonrisa que tenía poco de tranquilizadora.- ¡Con que es usted un monstruo también, sr. Freimann! Uno amable, espero... - Esa sonrisa inquietante no desaparecía de su boca- ¿Puede leer mi mente, Sr. Freimann? Más bien ¿Lo hará? Porque más vale que yo no sepa que lo ha hecho. Hay finales peores que la muerte, y eso bien lo debe saber un hombre valiente. ¡Y el chino escapó! ¡Cuando se entere Bastian...! Bien... Bien... Le voy a explicar nuestro campo de batalla, Sr. Freimann. ¿O puedo llamarle Lucius? Ya somos aliados. -soltó una calculada carcajada. Su ojos brillaban aun.-Nuestra tecnología es ansiada por muchos y temida por otros tantos. La iglesia católica nos odia, y con ella todos los estados bárbaros simpatizantes como España, Italia o Polonia. Esa será una gran guerra. Pero aquí en casa nos odian otros tanto. La iglesia se infiltra, los Masones nos envidian y los estudiantes populistas quieren darle nuestro conocimiento y el poder estatal a la plebe. Estos últimos no me preocuparían si no fuera porque nos sabotean las pruebas y parecen querer imitarnos. Matar al Cardenal Grimm o a John Von Die o quemar las universidades parecen soluciones sencillas y cortoplacistas que en poco nos ayudarán, porque de la tierra surgirán nuevos fanáticos religiosos, más masones y más estudiantes dispuestos a hacer de esto una cruzada. Pero francamente, Lucius, esto me molesta. Me molesta en sobremanera. Nuestra fuerza tiene que ser evidente. No nos pueden atacar en público y salir indemnes. Ahora que sabemos que han sido los masones, dígame, Lucius. ¿Qué hacemos al respecto?- La media sonrisa no ha desaparecido de su boca en ningún momento durante el discurso, se sienta en un sillón y te indica el otro entre la orden y la invitación.

Se me encienden los ojos cuando escucho que quizás el Dr Amber tiene alguna relación con el robo de la cabeza. Es un gran hombre dentro de la ciudad pero lo que es más interesante. Es alguien cercano a Goullard and Sons. Quizás al final tengamos intereses parecidos. 

- interesante. - respondo a Vyktor mientras hago cavilaciones sobre qué hacer a continuación. 

Acabo interrumpiendóme a mi mismo diciendo. 

- Volvamos a casa, tenemos que prepararnos para esta noche. - miro a vyktor con una sonrisa y añado. - Creo que sacaremos bastante del espectáculo de esta noche. 

Me siento en el sillón poniéndome cómodo

-Puede llamarme Lucius, y no tengo la costumbre de leer mentes, sino más bien captar intenciones y perfiles mentales, siempre en sospechosos, nunca en aliados, entiendo su posición, el mundo y Agartha como reflejo de él no para de intentar hundir cualquier punta brillante del progreso, no me gusta meterme en política pero es inevitable con mi cargo, cómo meta para ambos considero la eliminación de esos siete individuos, primero porque causan inestabilidad al muy posiblemente estar en posesión de aquella cabeza y poder transmitir una imagen de debilidad de Goulliard and Sons. y segundo porque no dejan de ser monstruos, no tan dados al orden como yo.

-Y no tolero monstruos en mi ciudad.

-Podemos usar los medios policiales pero estaba pensando en actuar a través de cierto nexo que en caso de ser capturado no pueda relacionarse con nosotros en sus actuaciones ilícitas, también podemos convencer fácilmente a Joseph Brittia para que nos ayude, alegando una amenaza terrorista, mi idea general es tenderles una trampa para que se reunan en algún sitio todos, asignar fuerzas policiales y mercenarios alrededor, esperar a que estén dentro, quemar todo, y fusilar a cualquiera que intente escapar, en cuanto a las intrigas masónicas ustedes creo saben más del tema pero les ayudaré en lo que sea posible.

-Que le parece?
 

-Me alegra que no toleres monstruos en tu ciudad... Yo tampoco los tolero en la mía. Pero si por lo que sea lograses apresar a esos monstruos, me valen más vivos que muertos. Si no hubiera otra opción que matarlos, adelante. Pero si no, preferiría que me los trajeras. Y si os vierais tú y tus hombres obligados a disparar, que no disparen a la cabeza. Le aseguro querido amigo que no son caprichos de un loco... más me gustaría a mí que que lo fueran. ¡Le dejo en sus manos la exterminación de cuantos monstruos quiera!- Su gesto, ya serio desde que dio las especificaciones del arresto, cambió de nuevo a brillante y burlón.- Por mi parte, le voy a facilitar otra cabeza de otro de mis Icarus y va a conducir usted un arresto sobre John Von Die, encontrando la cabeza en su casa. No es su jurisdicción, pero da igual. Cuando termine usted será laureado lo indecible. Será el policía más alabado de Agartha. No sé cómo no le he conocido a usted antes. Llevo tres años sobornando al imbécil de Godoy y para nada... Pero eso tendrá que ser mañana o pasado. Cuando a usted le venga mejor. Hoy estarán todos en el teatro, comentando la humillación de ayer.

Por un momento el salón pareció muy grande, muy ancho y Goullard pareció muy humano, muy frágil. Pero fue un segundo. En el momento en el que afloró de nuevo la sonrisa esa suya volvió a parecer terrible.

-John Von Die... no tengo el placer de conocer a tal persona, quizás me pudiera usted hacer una breve introducción, y en cuanto a Godoy, se vende más que las mujeres de moral suelta que pululan el puerto.

-Godoy no tardará en ser hombre muerto en cuanto me canse de sus andanzas y me convezca de su competencia, Lucius.John Von Die es la cabeza "conocida" de los masones aquí en Agartha. Tras una vida de estricto militar y una familia...cuanto menos triste y misteriosa, se dedica al mecenazgo de las artes y las ciencias. Y a dirigir los movimientos de la organización en el país  influyendo al máximo en las Universidades y política. Es un hombre muy influyente y su red es más grande de lo que creemos. Quiere nuestros secretos para sí. Y llevar así el mundo a una sociedad justa. Dicen.- carcajada forzada.- Le facilitaré su dirección.

-Podemos poner en marcha nuestro proyecto pues. 

Me levanto y extiendo mi mano al sr. Goulliard.

-Por una gloriosa Agartha.

-Por una gloriosa Agartha, Mr. Lucius Freimann 

(Firme apretón de manos)

Salgo de la propiedad de Goulliard con un saco en el que yace una cabeza de Icarus y vuelvo a la comisaria con mis hombres.

Pocas horas después pido la inspección domiciliar y el arresto para John Von Die, entrando mis inspectores con "equipamiento de investigación" entre el cual se haya la cabeza.

En un barrio de gente acomodada se ve la extraña situación de un noble siendo arrestado por un policía, la gente se arremolina al sol del mediodía viendo la escena, el comisario recita con voz grave:

-Señor John Von Die, se le arresta por sospecha en un caso de robo, conspiración y asociación para cometer actos ilícitos, cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en un tribunal, tiene derecho a un abogado....

Informe provisional de recién llegados a Agartha para el Inspector Freimann:

Julius Hunt es un estudiante de arquitectura llegado hace poco de las provincias. Se ha dado a la mala vida en prostíbulos y fumaderos, pero ha hecho trabajos sobresalientes y creativos en su corta instancia según sus profesores. Ha llamado la atención por aparecer de la nada en mitad del semestre.

Malvive en una buhardilla en el barrio viejo, con posible tisis y malnutrición.

El va y ven del puerto, no es casi controlable, pero si buscases algo concreto...

Silvia Günter. Aparece en la lista de la tripulación de un barco venido de Italia. No se le conoce alojamiento ni propósito pero viaja en primera clase. Eso era llamativo. Se la rastreó e identificó viviendo en la propiedad del Cardenal Grimm. Se está pidiendo información sobre ella a contactos en Italia.