Partida Rol por web

El padre Karras desactivó su espada sierra y la limpió de sangre y vísceras con un giro ausente de muñeca, no del todo apuntado al servidor de Phi-Rho. - El Emperador Protege, incluso a sus hijos pródigos de Marte. Estoy de acuerdo, deberíamos intentar reunirnos con el resto de la escuadra. Pero primero... Markus! - Ladró Karras a su asistente.- Registra a estos Herejes, comprueba si llevan alguna identificación o documentos encima! Y una radio! - Karras se dirigió al donde se hallaba el traidor descabezado, guardando la espada, mientras hablaba para Phi-Rho.- No sé si nuestros vocomunicadores tienen radio suficiente para encontrar al resto, eso se lo dejo a usted. Si logra contactar con ellos, intentaremos reagruparnos cuanto antes. De todos modos, en cuanto acabemos de registrar a estos traidores, nos pondremos en marcha al punto de reunión.

Deberíamos salir de aquí cuanto antes -dijo el muchacho mientars recogía el equipo enemigo.

-943, debemos ir a ayudar a nuestros compañeros -Empecé a intentar usar el vocomunicador, pero sin éxito, asique me dirigí hacia el Sacerdote.

-Sacerdote, no puedo reestablecer las comunicaciones, deben de tener algún tipo de inhibidor de frecuencias o algo así... si lo encontramos me gustaría poder investigarlo y ver si puedo invertir su uso, para dejar incomunicado al enemigo.

Esperaba a que el sacerdote y su compañero acabaran de registrar los cuerpos, no iba a meterme solo en otra emboscada y mientras intentaba analizar el terreno para saber porqué un claro de los mapas era en realidad un pantano... ¿un traidor dentro del regimiento? podría ser...

El padre Karras escupió en el suelo, al lado del cadáver del traidor; no pensaba usar si equipo mancillado, y no había más que unas chapas de regimiento que no le decían nada. - "49º Regimiento de Línea". Ni idea sobre el planeta. Traidores todos! - escupió de nuevo, y se dirigió al tecnosacerdote.- Cree que sería capaz de ubicarnos y saber hacia dónde tenemos que dirigirnos, Firo? Si no, se me ocurre que el resto de la escuadra puede intentar rastrear la señal inhibidora. Tiene algún cacharro que pueda ayudarle a localizar su origen?

-Sin comunicaciones y sin ser capaces de poder encontrarlos... voy a ver si consigo hacer funcionar esto o una radio rival para saber en que coordenadas están el resto de la compañía.

Me acerco a un vocomunicador de un rebelde e intento activarlo a ver si dicen algo sobre la posición de los guardias leales

-Sacerdote, ¿puede intentar captar ruidos o sonidos escuchando a ver si puede averiguar desde donde se oyen los disparos? más que nada por si yo no consigo averiguarlo usando mis habilidades.

La muerte les rodeaba, podían ver siluetas iluminadas por los destellos de explosiones, pero poco a poco los gritos y los disparos se iban apagando. También las bengalas en el cielo, arrojando a los que estaban en el bosque y el pantano al velo de oscuridad. Aquello era una tragedia de graves consecuencias. Sin el 101º no se podría tomar Ishmael, si es que realmente había un objetivo Ishmael y toda la guerra se estancaría.

El padre Karras y Markus revisaron los cadáveres enemigos, seleccionando lo que era importante; ya llevaban un gran peso en la espalda (en varios sentidos) y tal vez pudieran prescindir de saquear al enemigo.

El tecnosacerdote Phi-Rho intentó manipular, con arcanos conocimientos del Adeptus Mechanicus las transmisiones enemigas, sin éxito. Todo lo que recibían era estática.

Salieron del pantano, ¿qué harían ahora?

Solté un chirrido de código binario por el fracaso... otro fracaso más en tan poco tiempo, asique solté el aparato sin ningún tipo de  precaución y me giré al sacerdote

-No he conseguido piratear la señal, asique no puedo saber que está haciendo el enemigo, ¿alguna idea de por donde continuar?

Me giré hacia el Sacerdote con la ¿esperanza se podría llamar? de que él tuviera experiencia en estos casos y supiera como actuar

El clérigo sopesó las opciones que tenían.- No podemos sortear la trampa de las comunicaciones, ni detectar su origen, con lo que la radio queda descartada.- Se rascó la rala barba, pensativo.- Si pudiésemos hacernos una idea exacta de la dirección en la que se desviaron el resto, podríamos intentar reunirnos con ellos. Aún así, me parece una apuesta arriesgada, dado que si nos equivocamos en la dirección, nos alejaremos más en territorio hostil. Inteligencia decía que Casilla está a cuatro kilómetros de aquí, podríamos intentar seguir el plan de ruta original para reunirnos con los nuestros. - Se frotó la parte de atrás del cuello.- Claro que ya nos encontramos conque la inteligencia que teníamos de la situación no era la correcta; quien sabe si Casilla existe siquiera.- El clérigo se encogió de hombros.- No es que ahora tengamos muchas alternativas, y todas serían un tiro a ciegas. Diría de marchar hacia Casilla, y el Emperador proveerá.

-Quizás ellos hayan sorteado la emboscada o salido de ella y nos hayan dado por muertos... la opción más viable es ir hacia Casilla, pero con cuidado, no sea que en realidad sea una fortaleza rebelde, ya nos han dado datos erróneos, no podemos fiarnos de ellos... y puede que encontremos ese inhibidor de frecuencias...

Solté un chirrido en código binario y 943 se acercó a mi lado, cogí la carabina, comprobé que estuviera bien preparada para su uso y la cogí como se "especificaba" en la base de datos que tenía.

-Intentémos no perdernos más aún.

El padre Karras podía leer la incertidumbre del sacerdote de Marte a pesar de las alteraciones mecánicas.- En marcha pues. - Dijo, ajustando el peso que llevaba a la espalda. Posiblemente se verían en la situación de abandonar su equipo en breve, pero si conseguían llegar a algo parecido a un campamento aliado, sería mucho mejor que dejar los espolios al enemigo.

Tras las líneas amigas
El bosque susurrante

Huyendo de la trampa mortal en la que se había convertido la zona de salto los dos sacerdotes, junto con sus ayudantes, tuvieron que atravesar un siniestro bosque en plena noche, mientras los disparos, los gritos y explosiones se iban difuminando en la distancia. La radio de corto alcance estaba salpicada de estática, sin duda de aquellos que buscaban orientación mientras eran exterminados en la ciénaga y los canales de largo alcance se hallaban bloqueados igualmente.

Llegó un punto donde el silencio se hizo total, y casi era un peor y más aterrador compañero en aquella mierda de misión. ¡Dónde estaba el este? ¿Dónde cojones estaba Casilla?

¡Vamos, muchachos! ¡Ya son nuestros! ¡Gloria para el primer en morir!

Alzando su espada sierra el sargento chapoteó a la carrera hasta salir del pantano.

Venria apretó los dientes cuando notó el calor de un impacto láser en su espalda, pero la mujer no retrocedió - Sanaia, a por el - dijo suavemente ya que la tenía al lado mientras vio por el rabillo del ojo como el resto de inútiles de la unidad se enfrentaban ellos solos a uno, cuando ella, al menos, estaba contra dos - ¡Estoy rodeada! - gritó furiosa y aprovechó aquel momento para abalanzarse sobre su enemigo y con la intención de clavarle el puñal directamente en la cabeza, pero no estuvo demasiado acertada y se lo hundió en el brazo derecho - muere hijo de puta traidor - maldijo entre dientes, con odio en sus palabras

Nuestra compañera estaba en peligro, así que señalando en su dirección, le dije a Drake que disparara una salva contra el enemigo que se acercaba hacia el árbol disparando. !Drake! !A por el del árbol! !Se va a cargar a tiros a Venria! Intenté impactarle viendo como la vida de mi compañera estaba en peligro. Puse el arma en fuego semi automatico, y apreté el gatillo. Los proyectiles salieron volando por todas partes menos a donde debían. Empezaba a pensar que el arma estaba mal calibrada, o tenía el cañón desviado o algo por el estilo, porque aquello no era normal.

     - Maldita sea... ¿Como iba a acertarle a nada con una oscuridad tan espesa? A cada momento parecía que la noche esperaba aun mas... o tal fuera el contraste entre los fogonazos de luz láser y en entorno nocturno, pero apenas podía distinguir hacia donde apuntaba su arma. Mark no parecía estar teniendo mas suerte que él...

Venria seguía luchando contra uno de los renegados, y otro se le aproximaba por detrás. Sin embargo sus compañeros disparaban contra sus oponetes, sin acertar pero intimidando al enemigo. Uno de ellos se revolvió y centó sus ráfagas láser en el médico, con asombrosa precisión. Había guiado su arma hasta donde creía que estaba el médico en aquella oscuridad.

Empecé a buscar y analizar toda mi base de datos y todo lo que tenía en la placa, dejándome la carabina colgando de la correa. Leía los datos que me pasaban por delante de los ojos a la vez que los que pasaban por la placa hasta que dí con lo que me interesaba.

-Casilla tiene que estar hacia el Este de aquí- dije con mi voz mecánica- que creo que es por esa dirección... pero no me fiaría mucho de esos datos, no creo que pusieran que la zona de aterrizaje fuera un pantanal- guardé la placa de datos y cogí la carabina de nuevo tal y como dicen en los manuales.

-Cuando queráis, Sacerdote... y por cierto, mi nombre es Phi-Rho 87 y el servidor bajo mi mando es 943..- entonces se quedó callado un momento, mirando hacia todos los lados... un silencio demasiado artificial... e intenté ver si había algo raro, si veía algo moviéndose.