Partida Rol por web

Lo que se ocultaba en la casa del tío Gustavo

Epílogo

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11/02/2014, 13:50
Director

 Una semana después te encontrabas en Roma. Habías sido citado por uno de los cardenales más influyentes pero la nota no decía exactamente para qué. El honor que esto representaba era casi glorioso pero para ti pocas cosas eran realmente valiosas luego de aquella terrible experiencia. La vida era una de esas cosas.

 La oficina en la que te encontrabas, del tamaño de un gran comedor, estaba finamente amoblada. El lujo brillaba por doquier. Los sillones de terciopelo con hilos de oro, las cortinas de seda y el cristal de fina fabricación, las estatuas representando divinidades en porcelana fina, los cuadros y el enorme escritorio de madera tallada a mano, todo era muy lujoso.

 Un hombre de estatura pequeña, calvo y regordete entró en la oficina y se acercó a una pequeña licorera de la cual sacó una bebida sin alcohol.

Bongiorno, signore de Guzman. ¿Gusta algo de beber? No sería correcto beber alcohol a esta hora, no podemos permitirnos el lujo del pecado, ¿ce vero?

El hombre sonrió y su rostro, igual de regordete que el resto de su cuerpo, se cubrió de tinte rojizo.

Siéntese, por favor. ¿Cómo le fue en su...visita por duelo? Sé que no son visitas placenteras, por supuesto. Espero que haya podido despedir a su ser querido en paz. Su tío, ¿cierto? 

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12/02/2014, 18:29
Gonzalo de Guzmán

Notas de juego

Entiendo que la intención aquí es cerrar la historia, así que te pido perdón por ser ponerme tan preguntón, pero creo que los detalles son buenos para cerrarla de una forma elegante.

Lo primero: ¿qué ha pasado en la última semana? Si quieres darme libertad de acción (negociada, claro, que seguro que tienes cosas en mente que no pueden haber pasado y otras que tienen que haber pasado), se me ocurren muchas cosas que Gonzalo haría a continuación de los hechos del capítulo 3:

1) Parar en el primer pueblo y avisar a la policía de lo que está pasando en la casa, sin mencionar nada de brujería (una loca peligrosa, Graciela en peligro, Palieri muerto). ¿Qué pasó cuando lo hice? Si no lo he hecho en toda la semana, ¿por qué? (Ya ves que aquí te doy rienda suelta para decidir por mí: sólo explícalo.)

2) Volver a su parroquia y contarle lo vivido al párroco viejo, un amigo de confianza. Pedirle consejo sobre qué hacer. ¿Cómo se lo tomó? ¿Qué me aconsejó?

3) Informar al señor obispo. ¿Qué pasó cuando intenté informarle? ¿Me recibió? ¿Tuve una charla con él? ¿Tuve que escribir una carta o llamarle por teléfono? No le contaría nada a ningún subalterno, claro: sólo a gente de mi confianza y al obispo. Si pude hablar con él, ¿qué me dijo?

4) Tratar de informarme sobre Graciela y lo que ha pasado al respecto desde que huí. ¿Cómo? Llamando a la casa, al despacho de Palieri (preguntando por él) y a la policía de Banderas (si no he llamado antes, diría que estoy preocupado por Graciela, que hace tiempo que no sé nada de ella y me preocupa lo que haya podido pasarle, pero sin contar nada de lo sucedido ni mencionar la brujería). ¿Qué descubrí con estas llamadas?

5) Tratar de hablar con Dinh Kah, pedirle que me explique cosas (qué ha pasado allí, qué puedo hacer) y que destruya o neutralice a la bruja (siempre que no suponga daño para Graciela).

Además, tengo dudas también sobre cosas que han pasado esos días. Y hay otras cosas que tendrían que pasarle, probablemente, como alguien pidiéndole explicaciones de por qué desatendió sus deberes tantos días.

6) ¿Alguien me ha pedido explicaciones de por qué tarde tanto en volver tanto?

7) ¿Cómo ha sido el proceso que le ha llevado a ese despacho: el obispo le ordenó que viajara, le llamaron, le enviaron una carta, alguien se presentó en su parroquia?

8) ¿Tal vez le han retirado de sus funciones por su (tal vez) patente pérdida de Cordura?

Todo esto influye en cómo se siente Gonzalo ahora mismo, sentado en el despacho del cardenal, y cómo va a reaccionar. Por ejemplo: si Gonzalo informó a alguien de lo que le pasó, supondrá probablemente que el cardenal sabe algo; si informó al obispo, sabrá que el cardenal lo sabe todo; y si no informó a nadie, entonces tendrá dudas sobre lo que está pasando.

En fin: creo que con estas preguntas (y lo que quieras añadir) me serviría. Si no quieres darle muchas vueltas a todo esto, me imaginaré lo que puede haber pasado y actuaré en consecuencia, tratando de no ponerte muchos problemas. Perdón por el rollo.

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13/02/2014, 05:08
Director

Notas de juego

Decide tú qué prefieres, si que hubieses dado aviso a la policía o si consultabas primero al párroco y de ahí te relataré qué sucedió con eso a modo de notas.

En cuanto a Dinh Kah, no responde por más que lo llames.

Disculpa que me saltease eso, estaba muy distraído concentrándome en mis exámenes. Sólo me queda uno el lunes y con eso ya termino así que trataré de escribir lo que pueda para cerrar la historia.

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13/02/2014, 16:53
Gonzalo de Guzmán

Notas de juego

Muy bien, vayamos tranquilamente por partes, sin la presión de escribir literatura... ¡Me mola! XD! Entonces digamos que lo primero que hice fue conducir en estado de shock y parar en el primer bar de carretera que encontré, y allí pasé horas sentado hasta que me tranquilicé (era por la mañana cuando huí, así que supongamos que estuve así hasta media tarde). Mientras me tranquilizaba, pensé en volver a Banderas y contarle todo a la poli, pero luego me di cuenta de que no quería volver allí, y menos de noche, y de que lo más probable era que la poli no me creyera y no pudiera hacer nada contra la bruja. Tampoco me atreví a llamar a la casa. Entonces decidí llamar a la policía de Banderas y explicarles que estaba preocupado por mi amiga Graciela Marcial, ama de llaves de la finca de los Guzmán, que no cogía el teléfono desde hace días. Lo hice desde un teléfono que pedí a la gente del bar y dando a la policía una identidad inventada: José Acosta, de Buenos Aires, viejo amigo de Graciela. Tú mueves.

(Por cierto, no tienes que pedir ninguna disculpa: este salto temporal no sólo entra dentro de tus derechos de máster (por mí, puedes indicarme simplemente lo que pasó y lo aceptaré, aunque agradezco que tengas en cuenta mi libertad), sino que además me parece un giro divertido e interesante de la partida (cambia la cosa: ahora tenemos que ver como unimos A, el final del capítulo 3, y B, el inicio del epílogo, de forma narrativa). Además, te pido disculpas porque sé que estás en exámenes (¡mucha suerte!) y porque sé que andas algo cansado ya de todo esto y te apetece acabar ya. Por lo primero, si quieres esperar hasta terminar exámenes, por mí perfecto (¡recuerda que esta es nuestra partida y vamos al ritmo que podamos los dos!). Por lo segundo, lo último que quiero es presionarte, así que si prefieres pasar cuanto antes de todo esto, de veras, podemos saltarnos todo esto e ir directamente al epílogo: supondré lo que pasó de la forma más neutra posible y ya está.)

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14/02/2014, 17:16
Director

Notas de juego

No, está bien, no te preocupes por la fecha de examen porque pasó algo bastante divertido (y humillante): olvidé inscribirme y ayer era el plazo para la inscripción a la mesa.

Con respecto a la llamada, la policía fue a investigar y, a los dos días, una noticia que te llamó la atención apareció en los diarios:

 El caserón, famoso en la zona por su lujo y su arquitectura impropias de la zona, estaba completamente desvalijado. El estado en el que la policía encontró al edificio daba a entender que la casa había estado deshabitada por mucho tiempo. En una fotografía se mostraba el salón comedor, inundado de policías. Sus paredes estaban completamente desnudas. El papel que las cubría estaba descascarado y se había caído a pedazos. Detrás, la escalera parecía a punto de quebrarse y hundirse bajo su propio peso ¡Nada encajaba con lo que habías vivido allí!

 Días más tarde, la nota en la que se te solicitaba en Roma llegó a tus manos y acudiste sin dudarlo. Te llamaba la atención, ya en el despacho, que aquel cardenal hablase como si estuviese al tanto de lo que realmente había ocurrido.

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14/02/2014, 19:04
Gonzalo de Guzmán

Notas de juego

¡¡ASOMBROSO!! Lo de la casa... ¡Me has sorprendido de veras! XDDD Tomo nota.

Por mi parte, en cuanto llegué a Buenos Aires me presenté ante mis compañeros de la parroquia (al menos tengo uno): (1) ¿no se extrañaron mi(s) compañero(s) de que hubiera tardado tanto en volver? También le conté a uno de ellos con el que tenía más confianza todo lo ocurrido (omitiendo la existencia de Dinh Kah): (2) ¿cómo reaccionó este amigo? (Esa noche, traté de hablar con Dinh Kah en secreto, pero no lo conseguí, como me has dicho, así que dejé la caja entre mis cosas y cada noche lo he seguido intentando llamar desde entonces, sin éxito.) Otra cosa que quise hacer fue informar al señor obispo, para lo que pedí pidiendo una entrevista directa: (3) ¿qué ocurrió cuando solicité esa cita? (Podemos suponer que el obispo no aceptó verse conmigo o aceptó pero puso cita para más tarde, que ya estoy en Roma.) Finalmente, ante la ausencia de noticias de la policía y temiendo llamarles de nuevo, llamé a la casa (sin éxito, por lo que me dices, supongo) y llamé también al despacho de Palieri, preguntando por él: (4) ¿qué me dijeron en el despacho? Por lo demás, la noticia del periódico sólo consiguió que entendiera menos si es posible y que me desesperara más.

Dos cosa más: durante esos días, (5) ¿no volvió a llamarme la policía para interrogarme por mi extraña pregunta? Al fin y al cabo, pregunté por una mujer que, según mi preguntaba, trabajaba en una casa que ha resultado llevar abandonada mucho tiempo... Es extraño, ¿no? Y les dejé mi teléfono de la parroquia para que pudieran devolverme la llamada e informarme. Finalmente, (6) ¿mi pérdida de Cordura se ha manifestado de alguna manera que haya hecho que mi(s) compañero(s) me haya(n) dicho o haya(n) hecho algo?

Y con esto (si no me surgen más preguntas), debería estar listo para responder. (Tomo nota de la forma en que llegué a la cita con el cardenal y mi extrañeza.)

Lamento oir lo del examen, jefe... Ánimo: estas cosas pasan.

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15/02/2014, 04:16
Director

Notas de juego

1) No, te habían dado mucho tiempo para que superes el duelo y descanses un poco. En la institución te tienen mucha estima y gracias a eso gozas de cierto acomodo inocente que te permite, como ahora, sacar provecho en las situaciones que lo requieren.

2) Se mostró escéptico aunque te ofreció orar para calmar tu alma y superar la confusión que tenías. En el fondo, creía que el relato se debía al estrés de perder a un ser querido y a la cantidad de trabajo previo.

3) No te respondieron afirmativamente. Sólo decidieron anunciar que estarían comunicándose cuando te cedieran una audiencia. Como bien sabes, esta respuesta es una forma educada de ignorarte.

4) Contestó la llamada la secretaria de Palieri, quien sonaba muy preocupada ya que hacía mucho tiempo que no tenía respuesta de su jefe y nadie sabía nada de él.

5) No, no te llamaron. La policía, así como las personas de los alrededores, también creía que la casa estaba habitada y en perfectas condiciones.

6) Por las noches sufres horrorosas pesadillas. Nunca las recuerdas pero sueles despertarte por la madrugada, empapado de sudor. Tus compañeros aseguran escuchar gritos de dolor y creen que provienen de tu habitación. Los gritos nunca se prolongan demasiado, por eso no pueden asegurar quién los produce. 

No te preocupes por el examen, ya que suelo ser positivo y ver el lado bueno de las cosas. En este caso...¡vacaciones a comienzo de año! 

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16/02/2014, 16:53
Gonzalo de Guzmán

Hundido en su fe y en su ánimo por la experiencia reciente, confuso y agotado tras una semana de no dormir bien, Gonzalo apenas podía atender adecuadamente a la conversación: nada salvo la extraña convocatoria del cardenal había conseguido despertar su interés desde que días atrás había leido aquella noticia en el periódico, y sólo el misterio de aquella cita conseguía mantenerle atento en aquel momento.

Fue por ello que no le pasó desapercibida la pregunta del cardenal [...], que a cualquier otro le habría parecido una cuestión de cortesía. ¿Sabe lo de mi visita a la casa del tío Gustavo?, se preguntó. ¿Cómo ha...? Pero una voz en su cabeza respondió rápidamente: No seas tonto, Gonzalito: aunque no hayas hablado con el señor obispo, este hombre te ha llamado por algo, así que habrá hecho sus deberes y sabrá quién eres y qué has estado haciendo últimamente. Esa respuesta satisfizo, más o menos, a Gonzalo.

Ah... Sí... Sí, Eminencia... Mi tío... —No sabía qué más decir: pensar en aquellos acontecimientos le producía una fuerte opresión en el corazón. Decidió no añadir nada más.— Gracias por preocuparse, Eminencia.

No preguntó todavía el motivo de aquella reunión, y no sólo por cortesía: en el despacho de un cardenal, es el cardenal el que hace las preguntas. Cuando le parezca el momento, me lo explicará.

Notas de juego

¡Estupendo, máster! ¡Has respondido fantásticamente a mis preguntas! ¡Sigamos!

¡Y mucho ánimo con tus repentinas "vacaciones"! Yo estoy más o menos igual XD

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16/02/2014, 18:42
Director

El cardenal te alcanza un vaso de cristal con un líquido de color verdoso claro y de un aroma muy agradable.

Tome, hombre. Es jugo de uvas verdes, mi "pecado" personal.

Luego de sus palabras, caminó hasta uno de los ventanales y siguió hablando mientras su mirada se perdía en el exterior.

Cuénteme, su tío, ¿era alguien querido? Quiero suponer que era alguien cercano a usted, pues sino porqué tomarse la molestia de viajar tan lejos sólo para firmar unos papeles de herencia y transposición de bienes.

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16/02/2014, 22:54
Gonzalo de Guzmán

Gonzalo, que no se había movido demasiado mientras su superior paseaba por el despacho, no pudo evitar girarse ante ese comentario y pestañear confundido. ¿Por qué...?, se preguntó: aquel interés por su tío... ¿No iba más allá de la cortesía? O no... Tal vez me estoy volviendo paranoico. No se demoró mucho en responder: habría resultado maleducado. Bebió un sorbo del mosto que le habían ofrecido, para justificar la tardanza.

Sí... Sí, quería a mi tío... —contestó, aunque se dio cuenta al momento de que no estaba siendo muy sincero—. Bueno: estuve muy unido a él de niño, cuando mis padres y yo todavía vivíamos en Argentina, pero lo cierto es que hacía muchos años que no nos veíamos. —La última vez que le había visto: la semana pasada. Se estremeció con sólo pensarlo.— En realidad, viajé al pueblo para volver a ver la casa de mi infancia, Eminencia.

Para cerrar su discurso, volvió a beber de su vaso.

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16/02/2014, 23:11
Director

Entiendo, claro.

Hubo una pausa muy larga en la que ninguno de los dos hizo otra cosa que respirar profundamente. La bebida, de sabor dulce, se te hizo amarga en aquel ambiente serio, tenso. 

La eminencia continuó su entrevista.

Sabe, nosotros sabemos mucho de su tío: quién era, qué hizo durante su vida, quiénes eran sus amigos...incluso quiénes eran sus enemigos. El hombre se dio vuelta. Su mirada se clavó en ti, seria, fría. Mi pregunta es, ¿sabe usted exactamente quién era su tío?

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17/02/2014, 01:13
Gonzalo de Guzmán

¿Que sabe qué...? Los malos presentimientos de Gonzalo cobraron fuerza. ¿A qué se estaba refiriéndose aquel hombre?

D-disculpe, Eminencia —dijo, y tragó saliva—, creo que no... que no le sigo...

Trataba de hacer tiempo para que el cardenal [...] hablara. ¿Era posible que supiera algo que pudiera ayudar a Gonzalo a comprender todo lo que había pasado en casa de su tío? Si hubiera estado más seguro, y menos chocado, Gonzalo tal vez no habría dudado en contar todo lo que había visto, pero aún tenía dudas... ¡Y no quería parecer un loco!

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17/02/2014, 02:39
Director

Claro que me comprende. - Respondió el cardenal mientras tomaba asiento frente a ti y cruzaba una pierna sobre otra para mantener una postura de confianza. Sé que es mucho para procesar pero debe saber que la Iglesia está al tanto de lo que sucedió en esa casa. Sabemos lo que pudo haber visto allí, con quién hablo. También sabemos que se trajo bajo el brazo un pequeño recuerdo de la casa. Una caja pequeña, con agradables detalles, y con un contenido tan maravilloso como increíble. ¿Le gustaría que hablemos sobre aquel sirviente suyo?

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17/02/2014, 17:08
Gonzalo de Guzmán

El párroco no podía creer lo que estaba oyendo. Permaneció aturullado unos instantes antes de reaccionar.

Yo... Eminencia... —Gonzalo se puso rojísimo.— Se lo conté a... pero no... Yo no...

El recuerdo de los acontecimientos traumáticos, la incomprensión de sus pares, la soledad, el silencio, las noches de pesadillas, la incertidumbre... Todo aquello había supuesto para el joven sacerdote una cantidad ingente de estrés, que en aquel momento comenzó a colapsarse sobre sí misma dejando en su lugar un alivio tan profundo que Gonzalo casi entra en shock: quería decir tantas cosas a la vez que no podía decir ni una sola. Al no conseguir más que tartamudear, Gonzalo se inclinó hacia adelante, se llevó las manos al rostro y rompió a llorar. Estuvo así casi un minuto, al cabo del cual, volvió a ser capaz de formar algunas frases.

-Yo no sé qué pasó... *sob, sob* Se lo conté a mi compañero y no me creyó, pensó que yo estaba ido... *snork!, sob, sob* Quisé contárselo al señor obispo, pero no me recibieron... *sob* No entiendo nada... *sob, snif, snif* no entiendo nada...

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17/02/2014, 17:24
Director

El cardenal se acercó a ti e intentó consolarte con una palmada en el hombro.

No se preocupe, hombre. El sumo pontífice envió esa respuesta para que ojos curiosos no se enterasen de la verdad. Decidió enviarme a mí, pues debo decirle algo de suma importancia: Nosotros le creemos y estamos al tanto de ese suceso y muchos más. No está solo en este mundo de luz y oscuridad, señor de Guzmán.

Un extraño anillo en el dedo índice regordete te llamó la atención. Era plateado y tenía un símbolo grabado que nunca habías visto. El sol, con la luna en su interior, atravesado por una espada de arriba abajo. La espada asemejaba una cruz, la cual tenía finos grabados rúnicos en todo su cuerpo. El agente continuó su discurso.

Le seré claro y directo, señor de Guzmán. Existe, en la sombra de la Iglesia, una orden de sacerdotes cuya vida se limita a la lucha contra la oscuridad y los demonios que caminan en este mundo. Es la orden de Haiayel. No quiero dar más vueltas con este asunto, simplemente queremos invitarlo a que se nos una y, quizás así, consiga averiguar qué sucedió con su tío. ¿Qué me dice, Padre?

 

Notas de juego

¡Se acerca el final! ¿Aceptas? ¿Te irás? ¿Sucumbes a la locura? No hay lugar para más preguntas...

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17/02/2014, 18:09
Gonzalo de Guzmán

Las inesperadas revelaciones del cardenal [...] sorprendieron tanto a Gonzalo que al momento dejó de llorar y atendió atónito a su superior. La tensión acumulada durante aquellas últimas semanas todavía no había sido disipada del todo por la marea de alivio y ya se encontraba ante nuevas e impactantes informaciones y el deber de tomar una importante decisión. Reuniendo tanto ánimo como fue capaz de encontrar, Gonzalo sopesó sus opciones: por un lado, podía unirse, sin más respuestas ni tiempo para reflexionar, a esa organización secreta de la que no sabía nada y a causa de la cual tal vez volvería a ver su vida en peligro; por otro lado, podía renunciar a aquella oferta, olvidar lo sucedido y volver a su vida normal en Buenos Aires y... ¿Y qué?, se dijo. ¿Cómo volver a la vida normal después de haber visto lo que vi y de haber escuchado lo que he escuchado? ¿Quería respuestas? Ahí las tenía. Cuando llegó a esa conclusión, se dio cuenta de que llevaban un rato en silencio y que él prácticamente había dejado de respirar. Suspiró profundamente antes de contestar.

Probablemente necesite aún semanas para volver a estar en condiciones, Eminencia, y debe saber que hay muchas preguntas que quiero hacerle... —comenzó Gonzalo, titubeante— ...pero en aquella casa sentí que el Señor tenía una misión especial para mí y nunca he puesto excusas cuando la Santa Madre Iglesia me ha reclamado. —Gonzalo se detuvo unos instantes para mirarse las manos y pensar bien en lo que estaba a punto de decir: tenía muchas, muchísimas dudas, pero también una fe inquebrantable en Dios y confianza en la Iglesia.— Así que mi respuesta es sí, Eminencia.

Notas de juego

En circunstancias "reales", Gonzalo pediría un tiempo para asimilar todo esto, reponerse y tomar una decisión sosegadamente, pero, por un lado, tal vez entonces me responderías que el cardenal X le exige una decisión inmediata (por cualquier razón) y, por otro lado, al final creo que tomaría la misma decisión, la única razonable, así que, para agilizar este final, lo he roleado de esta manera.

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18/02/2014, 01:39
Director

Mi piace escuchar esa respuesta, Padre. El cardenal te tendió su mano a modo de saludo y, ya de pie, continuó su discurso mientras marchaba hacia la puerta del despacho. Venga conmigo, por favor. Hay muchas cosas que debe saber y el día se presta favorable para charlar mientras paseamos. 

 La caminata duraría horas que en tu mente habrían sido semanas. Escuchabas lo que te decían pero tu cuerpo y tu mente estaban completamente separados el uno del otro. ¡Quién podría estar dispuesto a escuchar una cruda verdad capaz de destruir sin culpa la forma en la que un hombre entiende el mundo! No, aquello era más de lo que cualquiera podría soportar.  Aún así, lo hiciste, escuchaste cada sílaba que el cardenal te dedicaba.

A partir de mañana estará más cerca del Señor, Padre. Su trabajo salvará muchas más almas de las que cree. El cardenal se despidió calurosamente y te dejó partir.

Esa noche sería la última vez en la que podrías descansar en paz. A partir del día siguiente, estarías rodeado de las más horrorosas verdades. Quién sabe lo que descubrirías con el pasar del tiempo ¿Serías capaz de descubrir qué le sucedió a tu tío realmente? ¿Y qué había sido de Graciela? ¿Qué habría hecho la bruja con ella? Demasiadas preguntas sin responder...

Notas de juego

Aquí termina esta partida. Espero que la hayas disfrutado. Como verás, se presta para continuar jugando, lo cual seguro sucederá en poco tiempo (primero necesito pensar un poco cómo podría comenzar la siguiente investigación). Cuando tenga algo te escribiré para que asumas el papel de Gonzalo nuevamente. Fuiste un gran jugador, hacía mucho que no me sentía motivado y con verdaderas ganas de pensar y meditar las respuestas y el curso que debería tomar la historia. Gracias por haber participado :) Mañana se viene el positivo :D

Cargando editor
18/02/2014, 02:32
Gonzalo de Guzmán

Notas de juego

¡Gracias por los cumplidos, máster! ¡Y gracias por esta fantástica aventura! La he disfrutado, y mucho, puedes estar seguro. Si yo cumplí como jugador, tú lo hiciste estupendamente como máster, tanto en compromiso como en logro: ¡hubo varios momentos en los que sentí miedo de verdad! Me sentí implicado y me alegra ver que la partida tambien te mantuvo motivado (imagino que tanto como permiten estas largas partidas de rol por web).

Respecto a la continuación, tómatelo con toda la calma que necesites, porque ahora mismo necesitaré un descansito de estar en la piel de Gonzalo. Además, el final de esta partida me viene bien para rebajar la carga de posteo que tengo ahora mismo (me quedan otras cuatro partidas y me esfuerzo mucho en cada una), para no saturarme ni quemarme, poder seguir jugando con ganas y no caer en el "síndrome del umbriano quemado". Pero no dudes que querré volver a vestirme las ropas de Gonzalito, ¿eh? Ha sido una experiencia genial y aún quedan muchas preguntas por responder. ¡Gracias!, en resumen, y adelante con "La estatuilla...".

Editado: ¡No olvides marcar esta partida como finalizada! Eso siempre da mucho gusto ^^!