Partida Rol por web

Bárbara estaba agotada después de someterse a una durísima sesión de entrenamiento, en la que había practicado artes marciales y tiro con arco y ballesta, y repasado todos los protocolos básicos de supervivencia que conocía. En el salón del hotel había hecho uso de su habilidad natural para parecer casi una parte más del mobiliario, comiendo bien y haciendo como que no escuchaba mientras absorbía cada detalle de lo que sus futuros contrincantes decía. En ningún momento soltó prenda hasta que Jessica le llamó, ni siquiera cuando Nim planteó la idea, a todas luces suicida, de rebelarse contra el juego.

La muchacha del distrito farmacéutico escuchó con atención a Jessica y Annie. No era que confiase en ninguna de ellas, ni en los chicos -sabía demasiado bien lo que se jugaban todos como para ser tan ingenua- y la verdad era que Annie tendía a ponerle de los nervios con su actuación de "mira qué adorable y repelente soy", pero se sentía más identificada con los profesionales que con el resto de participantes.

- Estoy de acuerdo también. Si vamos en solitario al comienzo, nos arriesgamos a que Kim logre montar su grupo, y él y sus amigos nos despedacen uno a uno. O que nos pille en solitario alguno de los más bestias: por ejemplo, Lenny Chavez parece un lobo solitario, pero me da la sensación de que no le van a temblar las manos a la hora de matar. Y si en algún momento el grupo resulta demasiado grande, siempre podemos dividirnos en dos e ir emboscando a los demás.

No hacía falta decir que eso llevaba implícito que, una vez se les acabaran las víctimas, ambos subgrupos irían el uno a por el otro. Pero, después de todo, la negociación del grupo llevaba implícita siempre una futura lucha a muerte entre sus componentes.

- También podríamos esperar un poco. Dice que algunos quieren rebelarse. Seguro que los organizadores los eliminan si encuentran posibilidad de irse. Chicos, de aqui solo se escapa muerto o como ganador. Si esperamos, a lo mejor la Organización nos avienta un poco el trabajo.

 Annie no estaba nerviosa. Tal vez fuera como siempre cuando hace un examen, que solo se pone nerviosa mientras estudia pero nunca durante el examen. Total, no vale la pena ponerse nervioso, o apruebas o suspendes, pero lo que hayas estudiado ya lo has estudiado, luego, sabrás si suspenderás o no. Aqui pasa lo mismo. O se vive o se muere. No hay termino medio, y los nervios traicionan a la gente. Aunque puede que una vez que todo esto comience, a Annie le suba de pronto el desayuno.

 Annie estudió a sus posibles compañeros de equipo. Eran majos. Las chicas parecían bastante buenas personas. De ese tipo de persona que a una le gustaría tener como amiga. Maduras, listas, no como las niñatas de su edad que aún juegan a las barbies y sonríen como bobas cuando ven a los niños jugar al baloncesto.

Observo a la joven que le miraba y comenzaba hablar, la reconocia del distrito.... le habia visto un par de veces....  Bien te ayudare, lograremos salir de aqui.... Sonrio de lado, por lo menos ahora tenia con quien compartir un grupo.... por lo que habia visto varios ya habian arreglado cosas aunque no estaba del todo seguro.

Tu di y los haremos

- Mi otro aliado... Se llama Lenny, y es del distrito 3. No es el tipo más agradable, pero parece fuerte y sabe cuál es su situación. No estoy seguro de que tú lo tengas tan claro. - dijo, mirándolo fijamente. - Y lo digo por tu comentario de "mas vale que no me la juegues". Aquí no hay victoria por equipo, chico. Podemos ayudarnos un tiempo, pero tarde o temprano tu me la jugarás a mí o yo a ti... No te estoy diciendo que vaya a asesinarte la primera noche mientras duermes, pero quiero que tengas las cosas claras. Nos guste más o menos, sólo puede ganar uno.

Suspiró. No le gustaba tener que hablar así. No le gustaban tener que pensar así siquiera... Pero no quería que la matasen por no ser consciente de dónde estaba. Eso eran los Juegos del Hambre. Tenías que pensar sólo por ti mismo o no durarías mucho.

- Creo que no hay tiempo para hablar los tres. Lenny y yo tenemos un plan para la cornucópia. Tu preocúpate de coger un arma. Si eres bueno con un arco, sería una buena elección, si no, coge cualquier otra cosa. Cuando tengas el arma, coge un botiquín, comida, y síguenos. Lenny se hará con un arma rápidamente y me cubrirá mientras cojo una mochila y la lleno con todo lo que tenga cerca. Si alguien nos ataca, ayuda a Lenny, así nos quitaremos algo de competencia nada mas empezar. Cuando tengamos unas cuantas cosas, correremos hacia el bosque, y allí ya decidiremos el plan de acción. ¿Hecho?

Ahora fue Amanda quien le tendió la mano. No le gustaba dar instrucciones, pero el plan que tenía ya con Lenny le parecía sólido. Si su compañero de distrito quería apuntarse, sería más sólido aún, y podrían empezar con buen pie. Y eso era muy importante. Se dio cuenta de que no sabía el nombre del chico con el que estaba hablando.

- Por cierto, me llamo Amanda. ¿Y tú eres...?

Comienzo a escuchar los susurro de mis compañeros mas cercanos, a lo cual añado:

-Por mi no hay problema, haremos piña, pero si comienzo a pensar que el grupo se me queda pequeño lo abandonare, con previo aviso y un pacto de un día de no agresión, espero que aceptéis mis reglas, nunca me gusta jugar con las reglas de los demás.

Ahora decido acomodarme cerca del grupo y añado a lo anterior:

-Así, que si estáis dispuestos a aceptar con mi regla, os escucho.

-Por mí bien. Y claro, habría un momento en que nos tendríamos que separar, pero cuanto más de los otros quitemos de en medio, más fácil lo tendremos. Y además, hay que quedarse con la Cornucopia, eso está claro. Si peleamos por ella nos podremos quedar todas las provisiones mientras que los demás huirán. Os propongo que cada uno cojamos un arma y nos libremos de la competencia...

Jessica parecía joven, pero tenía una cabeza bien situada. Había devorado cada edición de los Juegos hasta estar segura de que podría. Al fin y al cabo, no tenían por qué ganar siempre los mayores.

-El número es nuestra mejor baza, aprovechémosla.

-Perfecto entonces, así que el plan es coger un arma y matar a todos los otros no?¿ justo lo que tenia en mente ^^, cuando esto termine echare de menos este lugarMientras pone cara de desequilibrado mental, algo realmente curioso en alguien que su primera arma en el mundo real es la bonita cara que tiene.
-Bueno, ahora que eso esta resuelto, volvamos a un tema que me importa mucho, a alguna le apetece pasar un buen rato?¿

Ya, ya se que solo puede quedar uno. Solo digo que a mi me gusta jugar limpio. Cuando solo quedemos nosotros, ya nos las apañaremos.

El plan me está bien.

No quiere darle mas vueltas al asunto.

Me llamo Scoth. Nos vemos en la Cornucopia.

Sale de la habitación y se va en busca de Lenny. Tiene prisa.

 Toc Toc.

Scoth se apoya en el marco de la puerta abierta, esperando la respuesta del que se encuentra dentro. Ya es tarde pero ha tenido que esperar mucho hasta encontrarlo solo.

Lenny, verdad? del distrito 3?

Sin mas preámbulo entra y se coloca ha su lado.

-Vengo de hablar con Amanda. Le he propuesto alianza y me ha contado lo vuestro. Me gustaría entrar.

Ya, ya se que estas cosas son provisionales,que acabaremos matándonos todos. Pero mejor que quede entre nosotros cuando todos los demás estén fuera. No? 

Cuando Lenny se dio la vuelta, observó a Scoth de arriba a abajo, tanteando sus posibilidades en el terreno. Después escuchó atentamente y sonrió como alguien que sonrié cuando está a punto de derrar un trato multimillonario.

-Pareces fuerte y estás concienciado... -murmuró y frunció el ceño-. Hecho. Este año aprece que va a haber grupos potentes, así que cuantos más mejor para sobrevivir a la Cornucopia.

Al terminar de hablar levantó la mano y se la ofreció a Scoth para cerrar el trato.

-Nada de trampas.

- Montar guardia en la Cornucopia me parece buena idea, aunque no sé si el primer día nos conviene ir muy a saco. Si los demás se dan cuenta desde el primer instante de que intentamos asegurar la zona, podrían llegar a hacer piña para acabar con nosotros. Si queremos atacar en el primer momento, creo que convendría esperar a que los demás estén distraídos huyendo del lugar o peleándose entre ellos para dar el golpe... A no ser, claro, que cometan el error de atacar a uno de nosotros.

-Vale -dijo Jessica-. Cogeré cuchillos, que es mi mejor arma, y una mochila, y después me pondré a lanzárselos por la espalda a todo el que vea solo o distraido.

-Yo habia pensado algo mas curioso..conseguir armas, cargarnos unos cuantos semi-asegurar la zona y luego desplazarnos a los bosques para hacer creer al enemigo que lo hemos abandonado, espera un par de horas que se crean seguros y zas! en toda la boca!!! así un poco mas detallado es lo que creo que seria la mejor accion, un enemigo confiado es un enemigo derrotado.

- Bien pensado, John. Claro que, si este año no nos toca en una zona boscosa, preparar una buena emboscada de esa manera puede ser difícil. Si eso ocurriera, tal vez deberíamos sorprenderles antes de llegar a la Cornucopia, o justo después de salir de ella... claro que eso último supondría el problema de enfrentarnos a unos adversarios recién pertrechados, y puede que con armas nuevas incluso. Eso lo podríamos compensar, por ejemplo, usando plantas tóxicas de la zona para envenenar algunas de las provisiones, y golpeando cuando el veneno empiece a hacer efecto... aunque eso también dependería de que encontráramos plantas útiles para ello en la zona de juego.

-Humm...suena muy interesante, pero yo no se nada de botanica. Creo que deberiamos decir en que destacamos cada uno, tal vez viendo los posibles roles a desarollar consigamos un plan muy adaptado a nosotros y dificil de esquivar por los enemigos. Empiezo yo, soy muy bueno en sigilo y en que no me cogan distraido, y luego soy bueno tanto en c/c con/sin armas y a distancia.

 - Todo me parece perfecto... incluso... podriamos recopilar armas para poder cambiarlas. Así tendremos aún más facilidad de deshacernos del resto. Yo voto por llegar, coger lo que podamos y eliminar a la competencia. Si podemos ayudarnos entre nosotros, mejor que mejor.

 Espetó la joven niña, más madura que muchos de su edad. Escuchaba con atención y no hablaba demasiado. No cuando había que ponerse serio. En esos momentos pasaba de ser una barbie del sistema Capitolino, tal y como deberían ser todas las niñas de su edad, a una mente escalofriantemente fría.

 - Sin más... suerte a todos, chicos.

- Otro tributo se acercó a mi antes, Stan Kendrik, del 6. No me fío especialmente de él, pero si podemos hacer un grupo de tres, al principio será bien necesario. La idea es agruparnos después de salir de la Cornucopia. ¿Te parece bien? Realmente me gustaría que ganaras tú si yo muero. Y si podrías, bien, cuidar un poco de mi familia... te estaría muy agradecida.

Darius sonrio - Solo di quienes son y yo me acupare del resto..... pero trabajemos juntos y ganemos... es tiempo de mostrar que distrito es el mejor aqui - Dijo a modo de aliento mientras extendia la mano