Fulbert, notas como la mirada condescendiente de Orlais te desafía a poner en práctica tus palabras.- Por lo que a vosotros respecta, el libro os llevará hasta el Gato Negro. - se dirige ahora a Sybille. - Y no, no lo tengo. Estuve junto con Gabrielle en el monasterio donde se suponía guardaban una de las copias pero alguien se nos había adelantado y no quedaba ningún monje con vida. - Al escuchar su nombre os percatáis como Gabrielle se ha ido colocando silenciosamente detrás de vosotros. - Ahora sabemos que fue ese tal Roger quien lo hizo.
- Nosotros volvemos al pueblo. Tenemos que saber quien es y donde se esconde ese asesino y ladrón. Vosotros podéis hacer lo que os plazca.
Estos dos se vuelven al pueblo pero vosotros podéis seguir explorando la casa, volver con ellos o seguir explorando la campiña que rodea el pueblo.
Incluso podéis visitar el bosque si así lo preferís.
Asiento a las palabras de Orlais, poniéndome al lado de Fulbert para intentar reprimirlo si es que intentaba algo. Recordaba bien el rayo que había matado a la pobre mujer
Cuando se fueron los miró, tenían que trazar un plan antes que ese encontrara lo que sea estuviera buscando - Me enteré de poca cosa en el pueblo, lo protegen y la hermana del sacerdote es la que está muerta aquí abajo. No se si, después de nuestras investigaciones, deberíamos ir a comunicarle la mala noticia
Espera a que los elfos se hayan alejado antes de hablar
-Parecía que esperaban encontrar el libro aquí, por eso no me despegué de ellos. -Hace una pausa, reordenando pensamientos -Por una parte, no es buena idea perderles la pista, pero por otra... tampoco podemos dejar de revisar esta casa, y los alrededores, en busca de alguna pista.
Se vuelve al resto, decidida
-Creo que lo mejor es que eche un vistazo por los alrededores, por si hay algún otro de "esos" merodeando, y para encontrar alguna pista, sobre lo que pasó aquí realmente, porque no confío en las palabras de quien ha sido corrompido y sacia su hambre con carne humana.