Todos se agolparon alrededor de Sadie, hablando al mismo tiempo. La moza era guapa y tal, pero no creo que fuera el momento para ligar y babear como un adolescente. ¿O sí? El caso es que estábamos todos preguntándola lo mismo. Nos habíamos quedado de piedra al oírla decir que era la hija de Willy el Manco. Si de verdad era su hija, sabría sacarnos de aquí sin peligro. ¡Estábamos salvados!
-"Sadie, sácanos de aquí, por favor. Y danos algo de comer, estoy hambriento."
Las preguntas se agolpaban en los oídos de la pobre Sadie, que retrocedió como si estuviese angustiada. De repente, había pasado de estar sola a tener a un montón de niños a su alrededor... y un hombre mayor, lo cual era más extraño todavía. Hacía mucho tiempo que no veía uno.
-Es... eso. Yo soy el tesoro más preciado de mi padre, y él... bueno, dice que lo que es suyo, ningún otro puede acercarse para verlo o tocarlo, bajo pena de muerte. Por eso me esconde aquí, en estas cuevas, y me rodea de criaturas y trampas para que nadie pueda entrar o salir.
La chica se da la vuelta y se sienta en el suelo. Más allá veis los restos de comida, agua y también ropas.
Vosotros sois los primeros en hacerlo, aunque no sé cómo vais a salir ahora. Pero me alegra que hayáis venido. No hay mucho qué hacer por aquí.
Después, señaló hacia arriba, el techo de la cueva. Un tragaluz en la roca, situado a más de veinte metros de altura, como si fuese un pozo, permitía la llegada de luz y aire a aquel lugar.
-Todos los días lanza una cuerda con un cubo que contiene todo lo que necesito y vuelve a subirla. De vez en cuando baja aquí y se queda conmigo durante un tiempo, pero no suelo tener tanta suerte. Creo que no toca que vuelva a venir hasta... dentro de cuatro días. Supongo que ese es el único lugar por donde escapar, pero no creo que podamos. No saldremos de aquí hasta que él no lo quiera.
La voz de Sadie mostraba resignación.
TIRADA DE PERCEPCIÓN. DIFICULTAD 10.
Miro hacia arriba para ver lo alto que está el agujero, pero subrepticiamente me voy acercando a la comida que se ve al lado. A ver qué tiene...
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 4(+4)=8 (Fracaso) [4]
¡Já! Acerté, pensó Becca. Sedie era el tesoro. Así que Willy tenía su corazoncito. Qué cosas. ¿Los piratas poseían corazón? Debería preguntárselo al experto Billy.
Qué triste, se dijo Becca, con una mueca de pena en la boca. -Lo lamento mucho, Sedie. Eres una prisionera. ¡Eso no puede ser!
Tomó a su hermanita por el hombro y la acercó a ella, de pronto observando mejor a la muchacha, con cierta suspicacia.-Oye, aquí todo son trampas. -se dirigió a sus amigos.- ¿Y si esto es una nueva trampa? Y...y qué pasa si es...si es una bruja...o una sirena.¡Eso es! Una sirena. ¡Profe! ¿Se sabe si Willy tuvo una hija?
Desconfiada, no se acercó a la niña ni la abrazó, que creía necesitaría Sedie. Tanto tiempo sola. Si era verdad y no un rollo.
Alzó la cabeza y miró a la claraboya y después a toda la zona.
Motivo: PERC
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 4(+3)=7 (Fracaso) [4]
Escuché estupefacto las palabras de la chica, sin querer creérmelas. ¿Qué clase de padre dejaba a su hija desamparada en un lugar tan sombrío, frío y repleto de peligros? Si papá supiera esta nueva información, su admiración por la vida del capitán pirata descendería en picado.
—Tranquila, las sirenas no exis... —me callé, porque después de lo vivido no podía negar nada—. Dudo que sea una trampa, Rebecca. Si fuera así, no nos hubiese ayudado... —afirmé, mirándola fijamente aunque al final tuve que apartar la mirada para no ruborizarme.
Mantener el contacto visual durante mucho tiempo no era mi punto fuerte, menos con alguien cuyo rostro rezumaba belleza. Suspiré, centrándome en lo importante en estos momentos. Y lo importante era buscar una escapatoria.
—Sadie, es imposible que la única manera de llegar al exterior sea por esa abertura. ¡Tiene que haber alguna otra manera de salir de aquí que no sea esa! —exclamé haciendo aspavientos, ocultando mi habitual templanza—. No aguantaremos cuatro días sin apenas alimentos y eso contando con que pudiésemos subir todos por la cuerda sin que no la corten antes... —apostillé dejando caer los hombros, un tanto afligido.
Me separé unos pasos del resto, masajeándome las sienes, pensativo. Debía existir alguna salida de la cueva que estuviese bajo agua u oculta a simple vista, que se nos estuviese pasando por alto. Tenía esa corazonada. O, más bien, quería creer en que era real.
Motivo: Sexto sentido
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 4(+4)=8 (Fracaso) [4]
Mientras devoraba todo lo que pillaba oía una voz muy lejana que decía algo así...
No aguantaremos cuatro días sin apenas alimentos...
-¿A qué alimentos se refería?
¿Veinte metlos? Mmmm - dije, pragmático como siempre, mientras me colocaba bajo el tragaluz. Siempre se me había dado bien estimar distancias y ahora, estaba seguro que lo que nos separaba de la libertad era eso. Justo veinte metros. Ni más ni menos.
Me puse a rebuscar en los bolsillo, buscando algo que pudiera servir para intentar el ascenso. Pero, por desgracia, esta vez no llevaba nada encima.
¿Qué opciones tenemos? Escalag no podemos... podlíamos haceg una "cuegda" con la lopa de todos, pego no cleo que nos alcanzala, y de todos modos, alguien tendlía que subig y luego echag la cuelda...
Volag. ¿Alguno sabéis volag? Me temo que no... ¿Sadie, sabes? Pego... ¡un momento! ¿Y si atlaemos una de esas cliatula y hacemos que nos suban al agujelo?
Dije, fantaseando con la posibilidad de que los pájaros mutantes nos hicieran de taxi mientras miraba alrededor buscando otra posible salida.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 9(+4)=13 (Exito) [9]
Mientras todos hablabais sobre cómo podríais salir de allí y lo que sería, te parece oír un extraño murmullo, como de agua discurriendo cerca de vosotros. Siguiendo el sonido, caminas alejándote del grupo hasta llegar a uno de los laterales de la plataforma de roca y al asomarte al agua ves una especie de agujero en la pared de roca, bajo la superficie, hacia donde va el agua.
Y parece lo bastante grande hasta para que entre Gordi.
Mi gozo en un pozo. Si era verdad que llevaba encerrada aquí mucho tiempo, no había más salida que esa abertura en el techo de la caverna. Sería imposible salir escalando, así que de nuevo me sentí triste. Moriríamos definitivamente aquí y no podría volver a comerme una hamburguesa nunca más.
-"Sadie, llevas aquí mucho tiempo, pero... ¿de verdad que no conoces otro camino para salir de aquí? Aunque sea peligroso..."
Asique un cubo... pensaba dando vueltas y pensando.
- Una pregunta Sadie, si somos capaces de sacarte de aquí ¿nos acompañarías? - pregunte mientras una idea iba cobrando forma en mi mente...
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 10(+3)=13 (Exito) [10]
Me temo que no conozco ninguna otra manera de salir. Si no, ¿Crees que me habría quedado tanto tiempo? Esto es aburridísimo. Creo que he debido contar todas las rocas que hay en el fondo de la laguna. Y me he leído ese libro no sé cuántas veces. Creo que alguien de fuera se lo dejó y que mi padre me lo dio para que pensara que podía escaparme de alguna manera, pero no, no se puede.
Cuando Alex se dirigió a ella, Sadie se quedó pensativa durante unos momentos. ¿Le acompañaría? ¿Se escaparía?
No necesitó demasiado para tener clara su respuesta.
-¡Claro que sí! ¡Pero no encontraréis ninguna salida por aquí! No la hay, salvo esa abertura de allí arriba.
Mientras todos hablabais sobre cómo podríais salir de allí y lo que sería, te parece oír un extraño murmullo, como de agua discurriendo cerca de vosotros. Siguiendo el sonido, caminas alejándote del grupo hasta llegar a uno de los laterales de la plataforma de roca y al asomarte al agua ves una especie de agujero en la pared de roca, bajo la superficie, hacia donde va el agua.
Y parece lo bastante grande hasta para que entre Gordi.
Sadie no hizo comentario alguno sobre las sirenas, sospechoso. Y solo Billy prestó atención a su hipótesis. Que igual era muy loco, pero no se fiaba.
-El padre de Pinocho...no me acuerdo de su nombre, se escapa en la barriga de una ballena. -dijo así, distraída. No es que pensara en que se los comiese esos bichos...
Se fijó mucho en la novela- ¡Alguien de fuera! Alguien más ha venido a este mundo. No somos los primeros, ¿habrá regresado? Tiene que haber una forma.
No tenía idea de lo que iba ese libro. Se lo preguntó. ¿Y por qué tu padre es tan retorcido que te regala un libro así? Sabes, eres afortunada, al menos no tienes a una madrasta tonta y de plástico toda ella. Eh! Ese hombre de la portada está en una roca en el mar.
¡Chicos, venid a veg esto! - exclamé desde la distancia.
No es que tuviera sentidos de superhéroes, no, para nada, pero noté algo mientras todos hablaban con la hija de Willy. No sabría decir que era, pero semejaba el sonido que hace una canalización de esas antiguas, esas que eran de piedra y llenas de musgo, y el correr del agua.
Fui siguiendo el sonido, o lo que creía que era el sonido hasta llegar a un extremo del lugar donde estábamos. Ahí abajo se podía ver, pese a la poca luz...
Milad... ¿lo veis? - pregunté cuando fueron llegando a mi lado - es una especie de poza, el agua cole, y si cole, es que hay una salida... ¿lo intentamos?
Pog cielto, Sadie, Edmundo abandona la plisión pala buscag el tesolo, su compañelo le indica donde está, aquí, tu "compañelo" es el dueño del tesolo, y no lo quiele compagtig... ese libgo es peligloso...
A pesar de mis intentos, fui incapaz de descubrir nada extraño en los alrededores. Parecía que la chica tenía razón y que no había escapatoria posible. Empecé a sentirme muy inseguro y nervioso, pensando que nunca más volvería a los brazos de papá. "No debimos entrar en el museo. Sabía que entrañaría peligro y aún así he sido un inconsciente por no hacer caso a mi instinto..." —pensé, exhalando un suspiro. Caminé unos pasos en dirección a Sadie para preguntarle algo más, intentando hallar un clavo ardiendo al que agarrarme; cualquier halo de esperanza, por pequeño e insignificante que fuera, sería suficiente para aplacar mi inquietud. Pero justo entonces, Paul nos llamó y me acerqué con rapidez para averiguar qué había descubierto.
—¡Buen oído, Paul! —exclamé de pronto, más animado, apoyando una mano en el hombro de mi amigo—. Chicos, como bien dice, tenemos que probar a meternos por ahí. No sé cuán profundo es o lo lejos que estará la salida, pero es nuestra oportunidad de regresar al exterior —dije intercambiando miradas con unos y otros.
Empecé a golpearme el pecho, insistentemente...
Vamossss...
Dije, mientras seguía dándome golpecitos por todo el pecho... de repente... ocurrió... y unos aplausos comenzaron a sonar a través de mi chaqueta...
¡Que bien! No se ha loto.. jajaja...
Tenemos un valiente. Estoy con Billy... ¿alguien más?
Y es que, venía al pelo. Los aplausos que puse en mi generador de sonidos de Galactica (obviamente modificados con una base de datos con más de diez mil voces diferentes) iban dirigidos al joven Walsh.
- Tu también te has dado cuenta, ¿eh Paul? - le pregunte con una sonrisa al ver que nervioso señalaba el conducto. - Esta caverna en realidad es un vaso comunicante... si hay agua que entra... tiene que haber agua que sale o de lo contrario estarías totalmente inundada.
Ahora era el momento de comprobar si el camino era transitable o por el contrario era demasiado largo y estaba claro que no podía dejar que los niños se arriesgaran inutilmente... y mucho menos Billy.
- Tu y yo somos los mayores - le dije a Paul - y creo que estoy en mejor forma física que tú... así que yo bajaré y probaré si es una salida válidad, ¿de acuerdo?
Aunque tenía algo de miedo, podía notar la adrenalina corriendo por mis venas... después de todo ¿qué podía salir mal?
- Pues tenemos un trato Sadie... yo busco la salida y tú te vienes con nosotros - añadí con una sonrisa...
El profesor se puso en pie, más recuperado; se acercó a Sadie y la miró con una sonrisa. Después, se volvió hacia Paul y Alex.
-Nos iremos todos de aquí. Willy tendrá que atraparnos a todos si quiere volver a dejar a su hija encerrada en este lugar. Así que venga, chicos. Empezad a lanzaros. Yo cerraré el grupo. Sadie, tú irás después de Paul. ¿Estamos de acuerdo?
Era como si el profesor hubiese vuelto a la vida, quizás debido a que habíais encontrado una manera de salir de allí y además, de salvar a una joven inocente que había pasado quién sabía cuánto tiempo en aquel lugar.
Sadie miró al profesor y le devolvió la sonrisa.
-Estoy dispuesta -dijo en voz alta. Después, se preparó para lanzarse.
Uno detrás de otro fuisteis lanzandoos al agua y entrando por aquel túnel. La pequeña Hailee era quien más problemas tendría pero hasta ella estaba animada y no era la primera vez que contenía la respiración, así que empujada por su hermana, también hizo lo mismo.
El profesor fue el último en lanzarse, mirando a su alrededor y despidiéndose con un saludo militar. Esperaba no volver a ver una cueva en toda su vida.