Ruth arranca sin miramientos sin pensar en los zombies que rodean el coche y que no paran de golpear los cristales con ansias.
El silencio parece inundar el coche y sólo se escuchan los sonidos de esos zombies fuera del coche y vuestras respiraciones ansiosas dentro de éste.
Ruth, tírame conducir^^
Chicos queda muy poco... :D
Motivo: Conducir
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+3)=6
Ruth trata de mover el coche, pero no sabe si es por los nervios o por las ansias de salir de allí, éste da una especia de frenazo en seco y se para. Ella lo arranca ferbientemente mientras miles de golpes los deja claramente claro que están rodeados de esas bestias.
Después de tres intentos el coche vuelve a arrancar y Ruth comienza a caminar entre los zombies, sin hacerlo demasiado rápido para que no se descontrole el coche, aunque el coche le da tirones.
A lo lejos pueden ver el color del horizonte, cais sentir el olor de su libertad.
Tira otraaaaaa vez^^
Lágrimas silenciosas caen por mis mejillas y casi doy un grito de histeria al ver que el coche se para. Intento respirar tranquila, no quiero poner a mi hermana más nerviosa de lo que está.
-Claudia, pon la radio-digo seria pensando que tal vez con el sonido de la radio los gemidos de esos seres quedaran ocultos al menos para relajarnos un poco y darnos una falsa sensación de seguridad.
-¡Ni hablar!- espeto de repente a lo dicho por mi hermana aunque luego me arrepiento un poco porque probablemente suene un algo duro pero me ha salido sin pensar, producto de la necesidad y los nervios -Si ponemos la radio probablemente todavía vendrán más, estaremos fuera de aquí en apenas cinco minutos, ya lo veréis...- les aseguro mientras todo el sudor recorriendo mi espalda y mis sienes a pesar de que en realidad no hace demasiada calor. La verdad es que no tiene nada que ver con la temperatura es que encima me siento mortalmente responsable de que podamos salir de esta enteros.
Motivo: conducir
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+3)=5
vaya caca de tiradas chavales xD
Ruth parece estar demasiado nerviosa para conducir bien, o debe de ser demadiado complicado moverse entre tanto ser enfermo. El coche da bandazos, parece que se va frenando constantemente mientras desde dentro, silencioso como se encuentra, sólo se escucha el sonido de los gemidos de los enfermos al otro lado de las ventanillas y los golpes contra los cristales.
En el último momento sin saber por qué Ruth acelera enormemente atropellando con rabia a todos los enfermos que hay frente al coche. Notais como pasais encima de vaios, casi podeis sentir el crugir de sus piernas bajo las pesadas ruedas del coche.
Luego simplemente acelera hacia el espeso horizonte dejando a trás a todos los enfermos.
Motivo: Seguir conduciendo Ruth
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+3)=6
Motivo: Seguir conduciendo Ruth
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+3)=12
-¡Ruth, Ruth, lo has conseguido!-digo emocionada abrazándola por detrás, rodeandola los hombros.
Luego enciendo la radio.
-No creo que ahora venga mal un poco de ambiente. ¡Larguémonos de aquí!-digo contenta aunque aún siento el nudo de los nervios en mi estómago-. Y ahora ¿qué?-pregunto a los demás.
Venga chicos que se acerca el final!!!!!!!!^^
Roy suspiró aliviado cuando salieron de aquel lugar, y dejaron atas aquellos monstruos dementes.
Levantó la cabeza hacia el techo de la furgoneta. Pensó de nuevo en su hija, y en su ex-mujer. Tenía la esperanza que estuvieran donde estuvieran, habrían podido escapar de aquella pesadilla por la que estaba pasando él, y estarían en un lugar seguro y muy lejos del horror.
Estaba cansado, y le dolía la herida de la pierna. Cuando cerraba los ojos, aun podía ver el rostro de Tony gritando, así que decidió no dormir. De momento.
Volvió a mirar al frente, con la mirada perdida en el paisaje que se abría ante él, a través del cristal de la furgoneta en marcha.
- Teníamos un plan ¿No? Parecía que hubiera pasado una eternidad desde que decidieron lo que tenían que hacer tras salir del pueblo. - Creo que deberíamos seguirlo, es lo mejor que tenemos... Dijo con voz grabe.
- ¿Plan? ¿Qué plan? Están por todas partes, nunca conseguiremos llegar lejos... - musita con tono derrotado.
Cierra los ojos, siente un vacío que la invade como no había sentido nunca. Los últimos meses habían sido una tensión permanente, había sido natural la transición de una situación de riesgo a otra. Pero desaparecida la primera amenaza, parecía que también se le había ido la fuerza, las ganas de vivir. Porque, ¿qué tenía ahora? Ella sola, en un mundo irreal, sin nada por lo que luchar, ni siquiera su orgullo.
Abre los ojos, mira a su alrededor, todo le parece nuevo. Se han alejado lo suficiente como para que por la ventanilla no se vea sólo un mar de cuerpos putrefactos. La alegría de Nidia le invade un poco, a pesar de todo. Tal vez debería apartar el pesimismo durante unos minutos, aprovechar la situación y alegrarse de que durante un rato más van a seguir vivos. Mira a Roy y sonríe, como una disculpa.
- Una fortaleza. Necesitamos una fortaleza... ¿Alguien sabe dónde hay un castillo por aquí cerca? - pregunta con un tono que muestra que no está del todo de broma.
Todavía puedes luchar un poco más.
El coche continuó su camino en silencio durante unos cinco minutos. Los ojos de Ruth pasaban de la carretera al indicador de gasolina en el salpicadero. Parece que queda bastante, pero no será la suficiente como para viajar sin rumbo fijo con destino a ninguna parte.
Como salido del cielo y en respuesta a la pregunta, que quedó en el aire, hecha por Caroline la radio comienza a tener interferencias mientras suena una canción que Nidia tarareaba.
-La zona... estamos a salvo... guien... mensaje...-comeinzan a escucharse palabras claramente cortadas por interferencias-. Calle... número 45... repito... si al... escucha este... vayan a la... South... estamos a salvo... tenemos comida... planes... esperaremos un par de días más...-luego la comunicación se cortó.
Sí...la calle me la he inventado... ni siquiera sé sie xiste...¿y que???XDDDDD
El estómago intenta salírsele por la boca al escuchar el mensaje entrecortado. Había alguien más ahí fuera, ¡había alguien vivo!
- ¿Sabéis dónde está? - dice moviéndose en el asiento, mirando las caras de todo el mundo - ¿Alguien sabe dónde está ese sitio? - pregunta con voz cada vez más apremiante.
Si se paraba a pensarlo un momento, juntarse con más gente era lo mejor que podían hacer. Más brazos, más armas, más ojos para vigilar y sobrevivir. El resto probablemente querría ir a buscar a sus familias, pero ella la daba por perdida desde el principio, estaban demasiado lejos como para tan siquiera intentarlo. Esperaba que sus compañeros entendieran que lo mejor era ir a buscar a más gente, los conocieran o no.
- Tenemos que ir a buscarlos...
- Por mi vale. Dijo escuetamente Roy, mientras se recostaba en el asiento con todo su peso.
Las palabras de la radio le habían sorprendido. Alguien más estaba vivo, y tenían una radio, provisiones y a saber que más. Claro que también podrían intentar joderlos, pero ahora mismo, no tenía nada que perder. Su hija estaba en la otra punta del continente, su amigo devorado, y la mujer de este seguramente había corrido la misma suerte.
Roy intentaba recordar donde había escuchado el nombre de aquella calle. No estaba seguro de saber donde se encontraba. - Menuda mierda...
Roy ha vivido los últimos años en el lugar ¿Le suena el nombre de la calle?
Casi no puedo creerme lo que suena en la radio.
"¿De verdad son voces?" me pregunto a mi misma casi sin entender lo que estan diciendo.
Luego escucho como todos quieren ir. Claudia no parece opinar y Ruth se tranquilizará pues podrá dejar de mirar el salpicadero y el depósito de gasolina.
-Vamos allá, no está lejos-digo convencida.
Ruth se encamina sin pensarlo a la calle que mencionan en la radio. Casi parece que haya sido un sueño pues de repente sigue sonando la misma canción que tarareaba Nidia hacía tan solo unos segundos.
No pienso, simplemente giro el volante para tomar la dirección adecuada. Todo esto ha parecido una cosa de locos, y, aunque me niego profundamente a la idea, Nidia puso la radio. Eso parece habernos dado una dirección a la que ir, un camino a seguir en esta especia de pesadilla. Me relajo bastante al saber que iremos para allá y que no tendremos que depender de nuevo de la gasolina de un coche.
"Si es que esa zona noe sta infestada de Zombies" pienso siempre procurando ser más realista que soñadora.
Miro por el retrovisor y todavía puedo apreciar a los lejos el tumulto de esos seres. En el asiento de atrás mi hermana, mi querida y dulce hermana. Hacía tanto que no nos veíamos y el poco tiempo que hemos compartido ha sido así. ME alegra que se haya salvado, por contra no quiero pensar en mi madre ni en mi padre. Sólo quiero buscar uan esperanza y pensar que todo esto tendrá un final.
Mi pie pisa el acelerador, mis ojos se centran en la carretera.
Mis manos temblorosas encienden un cigarrillo aprovechando que en este momento puedo bajar la ventanilla y echar el humo fuera apra no molestar a nadie. Tiendo la cajetilla para atrás esperando por si alguien coge alguno. La primera calada invade mis pulmones y me dan una tranquilidad enorme, mis manos comienzan a relajarse y mi corazón comienza a latir tranquilamente.
Hago un trsite balance de mi vida. En mi vida no he hecho nada más que estudiar y estudiar. Casi no recuerdo tiempos en los que haya disfrutado de verdad. Recuerdo el día que vi lo dle viaje y el mercado. Creo que en mi vida nunca volveré a viajar para ver un mercado. Sonrío mientras le doy otra calada al cigarro.
"Pero estoy viva... ahora estoy viva" pienso soltando el humo por la ventanilla.
Luego, subo el volumen de la radio y comienzo a cantar junto a los incesante tarareos de Nidia esperando que nuestro camino nos lleve a la libertad.
Tengo la certeza de que todo saldrá bien a partir de ahora. Miro a todos los integrantes del coche. Roy es el único chico normal después de todo y está herido, también esta Rivers, pero es policía es elq ue más papeletas tenía de salir bien de allí.
"Espero que allí puedan curar a Roy" pienso mientras cojo uno de los cigarrillos que tiende Claudia.
Cojo su ejemplo y abro la ventanilla, pero le doy un par de caladas y lo apago.
"Nunca me ha gustado fumar con el estómago vacío" pienso mientras vuelvo a cerrar la ventanilla.
Mi hermana acelera. Mi hermana. Mi hermana. Hemos salido de esto juntas, por segundos pensé que yo no lo contaría. No puedo evitar pensar en mi madre y en Richard, y eso me pone un poco triste, pero al fin y al cabo, estoy con mi hermana, con la única con la que mejor podría estar.
ME inclino hacia delante y le rodeo el cuello con los barzos dándole un fuerte abrazo. Ella acaricia mi brazo con su mano.
-Te quiero-le susurro tan bajito que sólo ella puede oírlo.
Luego me reclino en el sillón de nuevo en el momento en que Claudia sube la música y se pone a cantar. Canto junto a ella sonriendo. Luego mis ojos miran el camino, el camino que nos llevará a nuestra libertad, o al menos que nos guía por el camino de la esperanza.
Intenta colocar el fusil de manera que lo pueda tener a mano, pero también tenerlo apartado de la vista durante un rato. No estaba muy segura de querer un arma el día que lo compró, y a decir verdad seguía sin gustarle. Quiere volver un rato a su yo del pasado, la chica que no había cogido una pistola en su vida hasta el día que su ex había decidido volverse loco. La chica que disfrutaba en las montañas, paseando sin rumbo fijo y sin preocuparse de otra cosa que observar lo que la rodeaba. Una chica pasiva.
Ahora todo había cambiado. Tiene un lugar a donde ir, un propósito momentaneo de supervivencia que no tiene muy claro de donde sale. Probablemente era cosa del resto, se deja arrastrar por ellos porque es más fácil que guiarse a si misma. De momento no parece malo, la ayuda. Más adelante... más adelante probablemente esté muerta, así que no vale la pena replantearse las cosas. Lo único importante ahora es que la furgoneta siga funcionando, que la carretera no esté cortada, que cuando lleguen a su destino haya algun tipo de ayuda. Y no quedarse sola, eso es lo único que importa.
No podía cerrar los ojos, aun tenía muy fresca la cara de Tony, y la de los gemelos, y los gritos de aquella chica ¿Como se llamaba la que le había vendado la pierna? Ni siquiera se acordaba. Simplemente se relajó. Su hija estaba demasiado lejos para ayudarla, y solo le quedaba la esperanza de que estuviera bien, que estuviera bien, y sobrevivir para verla. Eso era, tenía que sobrevivir, costara lo que le costara.
Se llevó una mano a la pierna vendada, aun le dolía, pero menos. Necesitaba reposo, y eso era justamente lo que hacia, descansar. Descansar mientras Ruth conducía la furgoneta hacia un hipotético lugar seguro.
Realmente no quería pensar en ello, realmente no importaba. Importaba el ahora, y ahora era un momento tranquilo de paz. Era como el tiempo muerto de un partido, el tiempo justo para recargar fuerzas, recibir instrucciones, y volver a salir al terreno de juego. La diferencia era que esta vez se jugaban la vida.
Roy sonrió. Después de mucho tiempo, volvía a sentirse vivo, y aunque todo estaba muy jodido, le gustaba tener esa sensación.
- ¿Sabéis que? Dijo Roy. - Me siento de puta madre estando vivo.
La tensión en la furgoneta parece ir desapareciendo, casi puede decirse que comiencen a estar relajados. Recuerdan los momentos vividos, recuerdan las personas perdidas, recuerdan las herdias recibidas, los llantos, el hambre, el miedo, el cansancio, la sensación que les recorrió cuando vieron al primer enfermo... pero todo eso parece lejano, casi olvidado, casi como si hubiera ocurrido años atrás, en otra vida, en otra ciudad, pero con la misma gente.
Ahora, sólo les queda enfrentarse al camino que les llena de esperanza, al camino que, tal vez, los lleve a la libertad, al camino que les llama a la posibilidad. Ahora sólo les queda mirar hacia delante... juntos.