Partida Rol por web

El viaje de vuelta a Puerto Granito es mucho más rápido, aunque igual de duro, montaña abajo.

El grupo llega a la ciudad que como la vez anterior se encuentra en constante actividad y se dirige rápidamente al cuartel de los Exploradores Grises. La gran entrada del edificio se encuentra llena de enanos y exploradores, gritando, riendo y bebiendo en algún tipo de fiesta. Llama la atención la ausencia de comida y la gran variedad de cervezas que se encuentran en las mesas.

Uno de los pocos exploradores sobrios saluda y sonríe al grupo:

- Bienvenidos y felicidades por vuestro éxito - dice con un guiño - Frank os espera arriba, por favor seguidme.

-De acuerdo, pero ya podíaz zervirme una copa de ezo que tomáiz, que venimoz de un largo viaje-exclamó el goblin, algo molesto por la falta de modales del capa gris-Qué menoz que ezo.

El goblin siguió al explorador refunfuñando algo por lo bajo.

El explorador se apresura a tomar una jarra de cerveza de un mostrador y se la ofrece a Flog. Un grupo cercano de enanos miran fijamente la situación frunciendo el ceño en silencio, mientras el anfitrión lleva rápidamente al grupo por una puerta.

- Disculpa, pero algunos enanos son idiotas. - comenta intentando quitarle hierro al asunto.

Unos pocos incómodos segundos después los aprendices de exploradores acaban en un pequeño despacho en el que esta instalado Frank.

- Felicidades por los resultados de la primera misión. - comenta serio - Todos menos uno vivos y continuando.

- Pero como siempre el tiempo para descansar y beber es escaso - mira de reojo a Flog - En el puerto os espera un barco que va a partir hacia Puertoeste. La ciudad esta en cuarentena en estos momentos por causa de una extraña enfermedad. Es posible que no exista una cura, pero la ciudad necesita desesperadamente gente sana y este es exactamente nuestro "tipo de misión".

- Esto es una carta de presentación para Jerin Thorian, Señor Gris de PuertoEste. Poneros a su servicio.

Había una fiesta a nuestra llegada. No tomé de momento nada, primero había que hablar con los superiores. Me había acostumbrado a viajar con mis nuevos compañeros. A pesar de que ninguno era humano, me sentía seguro entre ellos. 

Flog sin embargo si se pilló una jarra, y había algunos enanos idiotas. ¿Qué más les daba que pilláramos jarras, no éramos todos exploradores grises?

Frank nos saludó y "felicitó". Y antes casi de que nos pudiéramos sentar ya nos estaba mandando a otra misión.

Norm abrió y cerró la boca. Ni les había dejado contar cómo había ido todo. Al parecer ya lo sabía. 

—Iremos allí al momento... —Aunque vaya, aquí de fiesta y nosotros sin poder parar un instante. 

~~En el puerto os espera un barco que va a partir hacia Puertoeste. La ciudad esta en cuarentena en estos momentos por causa de una extraña enfermedad.

Varag pensó un momento sobre ello. Era cierto que yendo hacia Paraiso el barco no habia hecho escala en Puertoeste (como era lo habitual) si no en Puerto Central, en el Dominio. Varag no le habia dado mucha importancia en ese momento, pero esta debía ser la explicación. Intentó acordarse de lo que sabia sobre Puertoeste, pero no era demasiado.

Puertoeste se habia construido en el delta del rio Shaintar, entre las tierras del Dominio y la Nacion Elfica y, por ello, era un centro comercial muy importante. Por lo visto, tambien tenían un carnaval para las fiestas de los Ascendidos que era espectacular o, al menos, eso se decía. Era una ciudad estado, similar en ese aspecto a Almahrad. Puertoeste, sin embargo, tenia una dotación de Exploradores Grises ya que contribuian economicamente a la causa y habian firmado el Acta, junto a otros Reinos del Sur. Varag sospechaba que lo habian hecho para mantener a raya al Dominio cuyas fronteras colindaban con la ciudad, más que por una cuestion de principios. Más allá de eso, el orco no sabía casi nada de la ciudad, ni como estaba gobernada. Al no ser parte de los Reinos, no le habia prestado mucha atención.

Si tienen su propia dotación de Exploradores Grises... Para que nos necesitan a nosotros?

~~- Esto es una carta de presentación para Jerin Thorian, Señor Gris de PuertoEste. Poneros a su servicio

A Varag le sonaba el nombre de Evan Granger. Quizas les necesitaban a ellos porque esa enfermedad habia diezmado a los Exploradores Grises de la ciudad? Varag no temía enfermedad ninguna (ni, al fin y al cabo, la muerte en acto de servicio) pero si los Exploradores estaban debilitados, habría que andarse con ojo. El Dominio (o algo peor) se aprovecharía para intentar expandir su influencia.

Frank, ha afectado la plaga a nuestros hombres en Puertoeste? Creo recordar que el Teniente Granger lideraba ese puesto. Se sabe algo de la enfermedad?

El gesto enfadado de Bastia era patente la mañana que salieron de Almahrad y solo maldijo a los estupidos herreros que no sabían ni por dónde coger el martillo como única explicación.

Cuando por fin llegaron al cuartel, no tomó ninguna bebida pero sí se colocó junto a Flog cuando los enanos comenzaron a mirarle mal, dejando claro que ella estaba del lado del goblinoide si había algún problema.

Por suerte, no hubo tiempo para ello y les llevaron frente a Frank rápidamente.

¿Se sabe algo sobre la enfermedad? - preguntó Bastia. - ¿Cómo se pilla o en qué afecta?

~~¿Se sabe algo sobre la enfermedad? - preguntó Bastia. - ¿Cómo se pilla o en qué afecta?

El orco miró de reojo a la brinchie. Bastia le había ignorado desde que salieron de Almahrad y Varag se temía que era por haber encontrado una armadura, ya que ella se habia quejado amargamente de los herreros. Hacer como que no habia escuchado al orco era otra muestra más de agresion pasiva, algo que el orco agradecia. Era una formidable guerrera y no le gustaría tener que defenderse de agresion agresiva. O como se llamase.

El orco se encogió (mentalmente) de hombros. Bastia era honorable y leal y se le pasaría el cabreo. En estas cosas lo mejor solía ser dejar que se le pasase sola y no intentar arreglarlo, dado su caracter explosivo. Y, por supuesto, ir con ella la proxima vez que fuese a comprar equipo.

Flog asintió con complicidad a las palabras del explorador sobre los enanos, cuando este le tendió la jarra de cerveza.

Dio un trago largo. El líquido bajó rápidamente por su garganta reseca resfrescándola. Algo suave para su gusto, pero deliciosa.

-¿Qué se celebra?-preguntó con curiosidad.

Pero su pregunta fue interrumpida. Frank les estaba esperando.

Flog se llevó la jarra consigo y tomó asiento sobre una cómoda que había en un extremo de la habitación, desde la que escuchó los cumplidos y exigencias del jefe de los capas grises. Apuró la cerveza y se limpió la espuma de la comisura de los labios con el dorso de la mano, asintiendo para confirmar que por su parte, estaba listo para partir.

Una pregunta estuvo a punto de surgir de sus labios, pero Varag y Bastia se le adelantaron.

-...y zobre todo...¿hay algo que pozamos hacer para protegernoz de ella?-dijo finalmente, completando las preguntas de sus compañeros.

-¿Qué se celebra?

Antes de que al puerta se cierre el Explorador que les llevó hasta la sala tiene tiempo a encogerse de hombros.

- Cualquier cosa, los enanos son los mejores encontrando disculpas para beber.

Frank, ha afectado la plaga a nuestros hombres en Puertoeste? Creo recordar que el Teniente Granger lideraba ese puesto. Se sabe algo de la enfermedad?

 - Por supuesto, las últimas noticias hablan de casi un tercio de la guarnición enferma. No sabemos nada de ella, pero los Druidas están investigando. Thorian podrá daros más detalles. Quizá para cuando lleguéis sepa ya como se transmite o si es posible protegerse de alguna manera. - contesta Frank mientras le da una calada a su pipa. El rojo del tabaco ardiendo destaca en la oscuridad de la habitación sin ventanas.

- Yo creo que renuncio. No he sido de utilidad en Almaharad y la verdad tampoco me apetece morir enfermo lejos de casa. Los Exploradores no son para mi. - comenta el chacal al que casi todos habían olvidado.

Frank asiente y el segundo aspirante deja la habitación, nunca será un Explorador Gris.

~~Los Exploradores no son para mi.

Varag sabia que era mejor no intentar convencer al pequeño goblin. La vida de los Exploradores era dura (salvo, aparentemente, en Puerto Granito) y desagradecida. Yabiz nunca se habia sentido comodo en todo el viaje y habia estado taciturno. Mejor que siguiese su propia senda.

No hay verguenza en ello - dijo el orco poniendo la rodilla en el suelo con un chasquido metalico - Todos tenemos un papel que jugar contra la Llama y cada uno debe encontrar el suyo. - en lo poco que se habia abierto a sus compañeros, el Chacal habia comentado como su pueblo habia sido arrasado por servidores de esta. Al fin y al cabo, no era necesario ser Explorador para luchar por la causa correcta - Ha sido un honor - le dijo con honestidad, cogiendole amablemente del hombro   - Buena suerte y, quizás, un dia nuestros caminos vuelvan a cruzarse.

Se giró hacia Frank

Si no hay más que contar sobre la situacion de Puertoeste, saldremos de inmediato. - miró a sus compañeros. Esperaba que no lo tomasen como una orden. Varag no era un lider, al fin y al cabo.

Que el viento limpie la arena de tu senda. - Bastia se despedió solemnemente de Yabiz junto con una inclinación de cabeza, ya que el goblin había aguantado todo el viaje sin ser una carga ni quejarse y había sido lo suficientemente consciente de sus limitaciones para saber cuándo apartarse.

Ante las palabras de Varag, solamente asintió, lista para cumplir con su deber.

Norm despidió a Yabbitz. Había sido un compañero callado y tranquilo. Casi ni se había notado su presencia. 

Varag sugirió partir ya, y Norm asintió —En el puerto podemos comprar botas y flechas y otros pertrechos necesarios en un momento antes de partir. A ver si el capitán de este barco está más predispuesto que el que nos bajó por el río la otra vez. Aunque al final acabamos la mar de amigos. 

—¿Cómo se llama el barco que tenemos que tomar? —Creía que Frank no les había dado esa información. 

- La nave se llama el Amor Perdido - comenta Frank - Y no se que más contaros. En cuanto lleguéis dirigiros al Templo de la Luz, preguntar allí por Thorin. Podéis disfrutar de la fiesta antes de embarcar, el descanso os vendrá bien.

Flogdegnurt miró a Yabiz con incomprensión. Lo cierto es que para él este trabajo estaba siendo una bicoca. Le permitía conocer lugares extraños, poner a prueba sus habilidades, le pagaban e incluso les invitaban a fiestas. Y aún no había recibido ningún latigazo. Comparado con lo que era vivir en el clan, era una bicoca.

-Bueno, que te vaya bien-dijo encogiéndose de hombros-.

La reunión terminó sin mucho más que decir. Frank era un tipo serio, pero parecía buena gente. Antes de salir para cogerse otra cerveza se giró hacia él.

-¿Noz acompañaraz?-dijo dirigiéndose a él-a la fiezta, digo.

~~-¿Noz acompañaraz?-dijo dirigiéndose a él-a la fiezta, digo.

Varag no necesitaba descansar teniendo una mision y un viaje de varios dias en barco donde poco podria hacer salvo descansar pero sus compañeros si parecian interesados. Tampoco vendría mal conocer a otros Exploradores, de todas formas. A lo mejor alguno tenia noticias sobre Kator y sus alrededores. Y asi también tenia tiempo de mandarle una misiva a Oberwald contandole que habian pasado la primera prueba. Esperó a la respuesta de Frank, que intuia negativa, antes de acompañar al grupo.

Frank niega con la cabeza.

- No, ya he bebido con enanos en el pasado y se como suele acabar. - contesta con algo que quizá sea una sonrisa.

En principio iban a tener que partir para la ciudad enferma en poco tiempo, pero luego Frank se descolgó dejándoles participar en la "fiesta". Norm no tenía mucha experiencia en fiestas en su pueblo apenas tenían. Sólo las de los Ascendidos, que eran más bien religiosas y cuando había un druida errante que pasaba por allí... ah, y la de cuando lograban esquivar al recaudador de impuestos que venía regularmente, si los aldeanos escondían parte de la cosecha y también algunos cochinos y aparentaban estar muy fastidiados y que los cultivos habían ido fatal, normalmente tenían que dar menos parte de su producción al recaudador, y podían hacer fiesta con el resto. 

La "cueva donde esconder cosas" era una sagrada tradición en la aldea de Norm. Hasta que uno de los aldeanos se había chivado cuando tenía él trece inviernos. Ese año no hubo fiesta y se comió muy mal, además que hubo sucesos trágicos en el pueblo, como que la casa del que todos sabían que les había delatado ardió hasta los cimientos y murió toda la familia del tipo (menos él, que estaba en el pueblo grande de al lado, en la casa de lenocinio, gastándose los cuartos que le había dado el recaudador de impuestos). 

Al año siguiente volvió a haber fiesta, había muchas cuevas cerca del pueblo. Norm recordó todo eso mientras bajaba y tomaba una jarra tímidamente. Esperando que le miraran mal en todo momento. Él no había contribuido a pagar aquellas jarras. 

Varag estuvo un rato largo socializando y bebiendo (prudentemente) con el resto de exploradores. Ninguno traia noticias de la tierra, desgraciadamente, pero todos tenian conocidos comunes, con lo que rapidamente el orco se sintió como en casa. Los Exploradores eran, al fin y al cabo, la unica familia que habia tenido o, al menos, que recordaba.

Bastia no unió a la fiesta y se dirigió a su camastro tan pronto terminaron la reunión con intención de estar descansada tan pronto levantase el sol al día siguiente para prepararse para el viaje.