Partida Rol por web

Tras oirle, Yabiz sonrió orgulloso, se ajustó la capa gris y caminó junto a Varag y el resto de vuelta a la ciudad.

El grupo vuelve a la ciudad, cargado de perlas y de prisioneros. Allí son recibidos por la reina en un lugar algo más ceremonioso que el despacho de la última vez.

La brinchie escucha atentamente la historia de los exploradores y finalmente contesta:

- Gracias. Si realmente querían revivir a Bonesinger no sabéis lo que habéis hecho por esta ciudad. Eon esta en deuda con vosotros.

- Podéis quedaros en palacio, mañana llegara Frank y supongo que querrá hablar con vosotros - añade con una sonrisa - Si no tenéis nada más que despachar, podéis retiraros - añade ocupada como siempre.

Al día siguiente tal como había dicho Panta el grupo es convocado al mediodía para ver a Frank. El lugar el templo supremo de los Ascendidos en el palacio real.

El templo es el lugar más suntuoso del palacio. El único adornado por tapices, con grandes vidrieras, techos altos y aparentemente construido más para impresionar que de forma utilitaria como el resto del edificio.

Allí frente al altar se encuentra Frank y tras él la reina. Sobre el altar perfectamente dobladas seis capas grises con el reverso verdoso, la verdadera capa de los exploradores de pleno derecho. Delante de cada capa, la fibula del circulo y las dos espadas cruzadas (1), símbolo de los exploradores.

Un guardia conduce al grupo a los asientos delanteros. Frank los va llamando uno a uno, les hace colocarse de cara al altar y recitar solemnemente el juramento de los exploradores:

- Yo, aquí mismo y solemnemente, juro, a la vista de los Ascendidos: Que mantendré el Código y la Causa de los Exploradores. Que no tomaré ninguna acción que deshonre a los Exploradores o que cause daño injusto a aquellos que la orden protege y sirve. Que obedeceré todas las ordenes legales y correctamente dadas hasta donde lleguen mis mejores habilidades. Y que nunca abandonaré mi deber hacía mis compañeros exploradores, las tierras que servimos y la propia Vida.

Tras lo cual les hace entrega de la capa y el emblema. La reina se acerca y añade a los regalos una perla rosa en la que han grabado el circulo y las espadas cruzadas de los exploradores.

Finalmente cuando todo el mundo ha jurado Frank toma la palabra para simplemente decir:

- En nombre de las tierras libres y de los exploradores: Gracias

- Y ahora hemos preparado una pequeña fiesta para celebrarlo - añade la reina con una sonrisa.

Los compañeros volvieron a palacio con las perlas y los prisioneros, todo había ido viento en popa y habían evitado la resurrección de un nigromante, eso era mejor que evitar la propagación de las bibliotecas. Una maravilla. 

Pudieron descansar y al día siguiente en una gran ceremonia, tenían que jurar —Es una pena que Softy no pueda estar aquí para recibir una de estas capas. Debe de estar invitando al capitán a pescado, o algo —dijo Norm.

Sin embargo, él no avanzó a tomar la capa. Sino que abandonó el templo cuando sus compañeros hubieron jurado. Cuando pudo, trató de hacer un aparte con Frank. Quizá en mitad de la fiesta. 

—Frank, lo siento, no puedo hacer un juramento tan solemne con pesar o traición en mi corazón, quiero confesar que una flecha mía fue la que acabó con la vida de Alice Saddler. La odiaba  por su trampa y su traición y el daño que había hecho a mis compañeros, además de la pérdida de vidas Eldakar que habíamos tenido que extinguir... Además... quizás en mi descargo, no sabía lo que acarrearía... sólo quería acabar con una asesina. En el fondo no soy digno de esa capa. 

—Estoy dispuesto a poner mi arco y vida a disposición de los exploradores, como ha mandado mi rey, pero no soy digno. 

Norm estaba desolado, Pero un juramento tan solemne, no, no lo haría con tanta culpa en el corazón.  

Frank se queda sin palabras ante la confesión de Norm.

- Lo que has hecho es grave. Mucho más de lo que crees. Sin embargo creo que no esta en contra del código ni del juramento. Alice Saddler desde luego no es alguien a quien los exploradores debamos proteger. Y no has desobedecido ordenes. Creo que has perjudicado gravemente a las tierras, los exploradores y las gentes de PuertoEste. Pero tu objetivo era protegerlas. No has cometido deslealtad Norm Alman. Has hecho una estupidez. Una muy grande.

- Si echáramos de los exploradores a cualquiera que comete una estupidez yo hace tiempo que estaría expulsado. Y has tenido aciertos, has salvado muchas vidas al lograr la cura y quizá otras tantas al evitar que levantaran al lich. Si quieres haz tu juramento sin cargo de conciencia. Te lo mereces sin lugar a dudas.

Se saca su pipa de la boca.

- Pero hay otro problema. Me has mentido. A un superior. Y eso si que esta claramente en contra del código. Si haces hoy el juramento, en cuanto salgas del templo, dirígete a los calabozos. Estas arrestado durante una semana.

—Creí que era una villana que se dedicaba a asesinar gente, y que el mundo estaría mejor sin ella. Luego cuando nos dijiste las consecuencias, me quedé de piedra —se excusó como pudo. ¿Quién iba a pensar que los poderes del mal actuaban así poniendo de excusa la muerte de un esbirro? ¿Habría que dejarlos vivos para que no se enfadaran y los arrasaran? En fin, era verdad que no había dicho la verdad a Frank, así que entró, hizo su juramento, aunque ya todo el mundo se había ido a la fiesta. Tomó su capa y se dirigió al calabozo más cercano. 

No tendrían ni que cerrarlo. 

Bastia había vivido siempre en una caravana y para ella el sentido de pertenencia a un grupo cerrado era algo que llevaba impregnado en el pelaje por lo que, tras haber sido puesta a disposición de los Exploradores, no dudó en suplir los carromatos y la arena por la capa y el honor de los seguidores de Graysons.

Pronunció el juramento solemnemente y celebró haber pasado el rito con sus compañeros pero sin dejarse llevar por los excesos.

Cuando se enteró de lo sucedido con Norm y de cómo había reconocido sus errores, se ocupó de visitarle todos los días en los calabozos cuando terminaba sus labores como Exploradora. Habían sangrado unos por otros y Norm solo había intentado vengar el daño sufrido por el grupo, por lo que su castigo era en parte responsabilidad de todos.

A Varag le costó creerse, a la mañana siguiente a la fiesta, que Norm se habia cargado a Alice Saddler y que la habia liado parda. No porque no pudiese (su capacidad como arquero estaba mas que acreditada), si no por la audacia y, porque no decirlo, por la soberana estupidez de aquel acto.

Pero... Pero... Si Alice no tenia ni un boligrafo en la mesa - acertó a decir el orco, incredulo.

Se alegró de que no ahorcaran al humano, con el que habia tenido sus roces y a veces perdia los papeles (algo, a todas luces, ironico) pero del que su compromiso con los pueblos libres era indiscutible. Se aseguró de complementar la comida de la prision con algo más contundente, pidiendo el favor de uno de los guardias (grises) de la carcel, para que la semana se le pasase lo mas rapido posible al arquero. 

El joven goblin hizo engarzar la perla rosada con la talla. Sería un excelente adorno que le traería recuerdos en el futuro.

Llegado el momento, prestó su apoyo a Norm en su confesión. Aunque no tenía la menor duda sobre que habían hecho lo correcto eliminando a Alice Saddler, estaba dispuesto a acatar las complejas normas humanas y a aceptar lo que la justicia humanda le deparase. Y le sabía mal que Norm pagase el pato por los dos, de forma que antes de pronunciar el juramento, se atrevió a hablar. 

-Yo mentí Frank. Alice Saddler culpa mía. Ella quiso matar exploradorez grizez. Yo quize matar ella. Norm ayuda Flogdegnurt. Ella mala perzona. Zin Alice Saddler el mundo ez un poco mejor. Zi ezto problema para juramento, yo no pronunciaré. Si tengo que ir a mazmorraz con norm iré.  Si tu dice que Flogdegurt es un explorador griz, pronunciaré el juramento. Tú decide, yo obedezco.

Frank arruga la nariz ante la confesión más tardía de Flog. Ciertamente le ha gustado menos que la de Norm.

- Acompaña a Norm a la mazmorra explorador. Mismo delito, mismo castigo - dice secamente el explorador, claramente menos convencido.