Partida Rol por web

-¿Cuántos días han pasado? ¿Cuánta distancia me habré alejado? ¿Cuánto tiempo más aguantaré sin llevarme nada a la boca? ¿Prefiero morir por qué no pueda sobrevivir a que me pillen? Soy ridicula... No puedo más, y mi temor solo me obliga a andar y andar... El sol me confunde con su fulgor... Mis orejas, mi cola, ya no puedo moverlas bien... Apenas si escucho más que un pequeño ulular sin sentido, sin voz, como yo. Ya no soy capaz de entender lo que me dices porque mi mente está intentando pensar en mantenerme despierta todo el rato. Mis piernas me duelen mucho, tengo heridas en los pies, en los dedos, mis garras/uñas destrozadas por el suelo. Estoy sucia y humeda. El olor a mi alrededor desapareció hace días sustituyendose tan solo por mi repugnante esencia. Mi visión no es clara, y ya no se si creer si quiera lo que veo... Siento que moriré en cualquier momento... Siento que mis fuerzas me abandonan, y que aquello que se acerca tan rápido a mi cara, en lugar del suelo, es mi final...

Con una ruidosa respiración al igual que una incorporación muy brusca, empecé a mirar a mi alrededor - ¿Qué ocurre? ¿Que pasa? ¿Por qué no hay sol? ¿Por qué siento calor? ¿Estoy muerta? ¿Por qué me sigue doliendo la garganta? A... ¿acaso sigo viva? M-me encontraron... V-voy a morir, p-por tortura - Mis ojos se cristalizaron y rompieron a llorar en el momento en que ese pensamiento se cruzó por mi cabeza, y al girar la misma me encontré con ella.

Casi de un salto me arrinconé en la esquina de la cama protegiendome con todo mi cuerpo, pero cuando sus palabras confirmaron que no quería hacerme nada, fue cuando no la creí - Miente, quiere matarme, lo sé. O hacerme sufrir. Quiere verme llena de sangre, o terminar de arrancarme mi voz... Mi dolorosa voz... P-pero le daré una razón para que no pueda matarme, la razón que todos quieren de mi. La razón por la cual fuí creada - De manera automatica, y tu ya lo sabías, me lancé a ella tirandola contra el suelo, besandola y metiendole la lengua lo más que pudiera en su boca para jugar con ella de una manera desesperada y quizás bruta, dentro de lo que mi fuerza podía, mientras que mis lagrimas aterrizaban en su cara y mi rostro solo mostraba desesperación, miedo y tristeza.

No obstante, no me di cuenta hasta ese momento... Todo me estaba dando vueltas, tantas vueltas que empecé a preguntarme cual de las paredes o incluso el techo, era realmente el suelo.

No había despertado correctamente, no había descansado lo suficiente y había reaccionado de mala manera con movimientos agitados... Por lo cual cuando me detuvo de nuevo, me aparté a un lado vomitando lo poco que tenía en el estomago, lo poco que me devolvió hacia la vida tan solo unos segundos atrás... La pregunta era ¿Quién lo había hecho? Y ¿Por qué? Tan solo soy un objeto sin necesidad de sentir compasión o piedad por el... ¿Por qué sentía mi estomago lleno y ahora revuelto al igual que mis labios humedecidos y no por el vomito?

- Quieta, por todos los demonios, quédate ahí, o no servirá de nada haberte traído de donde te encontré.

Empezaba a arrepentirme de haber salvado a aquella mocosa, pero estaba aburrida y quizás ella pudiese ser mi nuevo juguete, al fin y al cabo la vida no me daba demasiadas sorpresas desde hacía un tiempo.

- Si quieres puedes comer algo - digo señalando un poco de comida de una esquina - pero por favor, no vuelvas a intentar hacer eso, al menos que yo te de una orden, ¿lo has entendido? Si me obedeces estarás bien, no te maltrataré ni nada por el estilo, pero procura hacerme caso, o me aburriré pronto de ti y volverás a estar sola. ¿Lo has entendido? Asiente al menos para que vea que puedes procesar lo que digo.

Esperaba que no fuese retrasada o algo por el estilo, quizás le abrumaba un poco la situación y después se soltase a hablar, quizás. 

Además parecía tener miedo de todo, ¿qué le habrían hecho sus antiguos dueños? No la había encontrado en muy buen estado que digamos, así que suponía que nada bueno.

Me quedé totalmente inmovil cuando me lo dijo temiendo lo peor e incluso cerrando los ojos ante cualquier tipo de violencia que pudiera realizar ahora la demonio que tenía enfrente de mi por simple puro miedo. Tragué, levemente, tanto que apenas se notó, pero en mi interior lo noté, como cada vez que tragaba... El tiempo parecía ralentizarse y yo ya esperaba un latigazo u otra cosa similar... Solo que el latigazo no fue fisico.

Aquellas palabras de amabilidad me desgarraron por dentro obligandome a mirarla, a ver a donde ella decía y a mirar confusa por la situación. Mi estomago estaba revuelto, pero al ver dicha comida rugió levemente... Aún así no me moví cuestionandome si aquello era real, si su ofrecimiento real. Fueron el resto de palabras las que anclaron un tanto de realidad a aquella leve amabilidad ensoñada.

Asentí ante su primera pregunta - ¿Que no le de placer sin su orden? - me pregunté a mi misma cuando realmente no entendía que alguien pudiera pedir eso, pero su siguiente petición o regla me dejó aún más confusa obligandome a ladear la cabeza y enarcar las cejas - ¿No me maltratará? ¿Que clase de demonio es ella? T-todos maltratan a los demás... ¿Acaso puedo fiarme de su palabra... N-no... No debo cuestionar la palabra de un superior y... Ahora ella me ha hecho su propiedad... P-pero me resulta tan dificil creerla - Con un sobresalto que di cuando me pidió que asintiera asentir fuertemente temiendo un golpe... pero nada.

Miré a su cara... sin centrarme en sus ojos. Luego miré a la comida, y luego de nuevo a ella. Puse una mano sobre mi barriga y señalé la comida con la otra mano, como pidiendo permiso para comer. En caso afirmativo por parte suyo, me levantaría rodeandola e iría a saciar mi estomago con lo poco que pudiera tragar.

Me había tocado la esclava corta... Uf.

Me levanto y le ofrezco la comida desde mis manos, si estaba desnutrida no iba a servirme de mucho, así que invertiría un pelín de mi tiempo para enseñarla y luego ya esperaba que fuese ella la que pusiese la comida en el plato, en fin, yo solita me lo había buscado.

Me siento y la observo, ¿de dónde habría salido? Tenía muchas dudas acerca de ella y me picaba la curiosidad, sería un reto, así al menos estaría entretenida durante un tiempo.

Suspiro y espero con impaciencia.

La observé extrañada al ver que me acercaba la comida - ¿Desde cuando existen demonios tan amables? - Me preuntaba a mi misma sin entender nada.

Tome la comida que me ofrecía y nada más tome un poco en la boca, mi estomago se abrió de forma abrupta siendo que me lancé a por la comida que aquella demonio me había puesto para mi devorando cada trozo y... sin darme cuenta llorando por ello.

No paré de comer hasta que estuve llena o más bien los platos limpios, incluso lamiendolo la suciedad de comida que quedase de ellos. Ahí se notaba mi desesperación y el punto final de inhanición. Nada más dejarlo todo en su sitio me fuí al suelo poniendo mi frente al suelo, en señal de completo y puro agradecimiento, y sin moverme de allí.

Mis orejas no estaban alicaidas, pero tampoco estaban de punta, y mi cola se movía suavemente, mostrando la señal de que estaba en un estado de felicidad y tristeza al mismo tiempo, pero sobretodo y más que nada, agradecida ante el regalo sin motivo alguno de quien sería ahora mi nueva ama...

Por otro lado, también empecé a pensar que a raiz de ahi se iniciarían los problemas... Las miles de preguntas que tuviera y que por el mismo lado no sabría como resolverla salvo mediante con gestos... No obstante no expliqué nada, pensando que pudiera molestarla que hiciera puros gestos sin que me llegara a entender, y esperando precisamente esas preguntas que estarían a punto de venir.

- Tranquila, tranquila, no te faltará comida mientras estés conmigo si me obedeces, dalo por hecho - la observo una vez ha acabado de comer, realmente parece más una mascota que una esclava, pero bueno, sea lo que sea espero que sepa hacer lo que le mande y no me de más quehaceres que otra cosa.

- Veamos, ¿por dónde podría empezar? Sí, ya sé, podrías demostrarme cuan hábil eres y adecentar este sitio, si lo dejas limpio te compensaré, ¿me entiendes?

Quería evitar de momento el tema de su pasado, parecía que lo había pasado mal ¿y quién no en este mundo? así que primero debía ganarme su confianza, después quizás empezase a articular palabra y podría averiguar que le había pasado.

- ¿Y bien?

Asentí segun fue hablando, y cuando me preguntó por aquello volví a asentír e hice un gesto de barrer y otro de limpiar como si tuviera un trapo. Justo entonces me levanté dejando los trastos en un lugar donde no estorbara y busqué por la casa el lugar donde se guardaran los útiles de limpieza, hasta encontrar algo medianamente útil y así empezar a limpiar y lustrar el lugar con mañan y suma obediencia.

Me concentré tanto en mi tarea, que empecé hacerla de forma automatica, mientras en mi cabeza pensaba - ¿Por qué es tan buena? ¿Y esas promesas? ¿De verdad las mantendrá? Da igual... es mejor obedecer y hacer lo que me dice antes de tener que sufrir algún castigo por intento de rebeldía... Suficiente castigo recibí. - Entonces mientras limpiaba el polvo de un lugar alto calló este sobre mi haciendo que tosiera y perdiera el equilibro cayendo al suelo.

Tras un par de toses en donde se podía apreciar que el sonido era ahogado, casi como forzado a que existiera un sonido más bien, me agarré la garganta con sumo dolor en la expresión de mi rostro y lagrimas en mis ojos

Un ruido llama mi atención, ¿qué habrá hecho ahora?

Cuando la veo no entiendo que es lo que le sucede, parece que va a ahogarse en cualquier momento, ¿qué habrá ocurrido?

- ¿Qué te pasa? - me acerco a ella - sino me dices qué te pasa o qué ha sucedido aquí no voy a poder ayudarte.

Esperaba que en aquellas condiciones empezase a hablar, sino, tendría que comerse aquello ella solita, a ver no parecía que fuese a morirse, pero sí que estaba pasándolo mal a juzgar por las caras que ponía.

- Vamos, ¡di algo!

Rápidamente nada más mi nueva ama vino, articulé la palabra agua, pero mi voz no salía, por lo que acto seguido hice el gesto de beber, antes de juntar las manos en forma de ruego. Necesitaba aquel infernal liquido que siempre he tenido que pedir que me dieran y siempre me obligaban beber como la forma animal de mi raza mixta.

Una vez me hubiera aliviado la sequedad del polvo, miré a mi nueva dueña con miedo... Y entonces en el suelo, en lo poco que dejaba mover con facilidad (ya sea arena, tierra o polvo), escribí tres letras "ELI". Tras ello señalé esas letras y luego me señalé a mi. Una y otra vez, hasta que entendiera que era mi nombre, y luego, señalé mi nombre, negué con la cabeza y marqué mi garganta con la mano dando leves (sin fuerza solo para denotarla) golpes a la garganta.

No obstante por sino se entendiera, dibujé el cuello en el suelo y señalé primero mi nombre, luego el cuello dibujado, y luego con el primer palo que encontré golpeé varias veces el centro del cuello siendo que mientras lo hacía empecé a llorar, de forma muda, pues el llanto no salía de mi voz, sino de mis ojos, y mis quejidos ahogados eran respuésta de ello.

No era muda, me habían quitado la voz.

Finalmente logro entender lo que necesita, agua, así que le hago un gesto para que espere un momento, y tras unos instantes regreso con un vaso lleno.

- Ten.

La observo mientras bebe, cuando acaba parece querer comunicarse conmigo, escribe algo en el suelo...

- ¿Eli? ¿Ese es tu nombre? Así te llamaré entonces, el mío es Sekhmet Lath ¿lo entiendes? - digo señalándome a mi misma pronunciando exageradamente mi nombre.

Tras aquel intercambio de nombres empieza a golpearse en el cuello, ¿pero qué le pasa ahora? Ah, espera, podría ser...

- ¿Quieres decir que te golpearon en el cuello hasta que te dejaron sin voz?

Pues si que iba a resultar difícil comunicarnos...

Agradecí con una inclinación de cabeza el agua antes de ponerme a explicarle todo a mi nueva dueña, y parece que entendió... Al menos una gran parte. Ahora sabía que mi nueva dueña se llamaba Sekhmet ¿Pero de que servía eso? Siempre la llamaría mi ama a partir de ahora... Si tuviera voz.

Por desgracia lo que no entendió del todo fue la parte del cuello y me balanceé a un lado y a otro sin decir ni si ni no. Agarré el palo con el dibujo del cuello ya hecho y lo rajé varias veces en vertical. Abrí la boca y señalicé el interior de mi garganta. Obviamente quería decir que me habían cortado algo en el interior de mi garganta... Y si bien se fijaba notaría una cicatriz en el cuello chiquita.

Algo dentro de mi garganta rajado varias veces y con una sola cicatriz apenas visible por la palidez de mi piel. ¿Notaría que le estaría hablando de lo que reproducía la voz en mi interior. Había acertado conque me habían hecho tanto daño que no tenía voz... Pero esto era más exacto.