Una vez en el carromato del mercader, Tania intentó acomodar su falda pero al tener dos buenos tajos a los costados, era inevitable que una buena parte de sus muslos estuvieran expuestos sin querer. De todos modos la actitud risueña—por no decir infantiloide—de la rubia de momento era lo que más destacaba, debido a sus gestos dulces y esa risilla melodiosa que según el comentario, le surgía con más ímpetu.
Cuando comenzaron con las presentaciones, escuchó atentamente a cada uno y ella con su cetro, se encogió de hombros cuando le llegó el turno. No tenía nada bueno, no destacaba en alguna disciplina y lo que ella tenía por conocimiento, tampoco era válido a la hora de comentar porque la Santa Sacerdotisa se lo había prohibido. Así que intentó juntas sus manos sobre sus muslo y les dedicó una dulce sonrisa.
—Yo tengo siempre buen humor, es mi primer viaje así que no sé hacer muchas cosas. Pero... ¡Aprendo rápido!
Esa fue toda su presentación, no era una gran campeona o alguien que se vaya a enfrentar a muchísimos monstruos, pero al menos el viaje será ameno.
Cada día era más extraño que el anterior en aquellas cuevas. Lucifer o más bien…Ethan, se sentía cada vez más en una especie de campamento de guerrilleros o refugiados de guerra. Jester iba dando ordenes a los grupos que iban y venían a por provisiones y encima también le mandaba a que fuera a dar discursos y ayudara a le gente, pero aquello era lo más bizarro, ya que Ethan no tenía madera de líder.
Si, hace días era aprendiz de consejero y aconsejó un par de veces al rey o a la familia, o daba ordenes a guardias…pero aquello no era lo mismo. En el castillo estaba cómodo, sabía que podía contar con todos y desde luego no le miraban como si sus vidas estuvieran en sus manos. Más de una vez deseó volver a ser simplemente Ethan y con más motivos cada vez que se veía al espejo, ya que…por muy guapo, agradable o genial que fuera su nueva apariencia, sentía que no era el.
Aún así, tras aquellos días tuvieron que movilizarse para terminar en un pueblo habitado por miembros del gremio.
Una vez ahí, Jester le llamó. Necesitaba hablar con el sobre algo…a solas. Aquello hizo que Lucifer se pusiera alerta, principalmente porque dudaba de las intenciones del enmascarado, pero cuando prometió y juró que no habían trampas se destensó un poco, siguiéndolo obedientemente y abrazado al enorme libro de hechizos.
-Que…¿Qué quieres hablar Jester?.-Preguntó de forma cautelosa.
Según se fueron presentando, Malzahar se acarició la barbilla, pensativo, al escuchar a Liones.
-¡Oh! ¿Eres el enano de la iglesia del que tanto he escuchado? Creo que nos llevaremos bien -aseguraría, con una amplia sonrisa.
Por otro lado, la presentación de Tania haría que recibiese una leve sonrisa por parte de Tifa, quién extendería una mano para colocarla en el hombro de la chica.
-Lamento que tu primer viaje sea con estos dos degenerados, pero me tienes a mí por cualquier cosa: ya verás que serás más útil de lo que piensas -le aseguraría la semi-bestia, intentando darle motivación a la sacerdotisa rubia sin importarle mucho lo que opinasen Liones y Malzahar de su comentario. -. Por mi parte, soy una diestra aventurera y superviviente: Hay... rumores, sobre que traigo mala suerte, ¡pero son especulaciones de la gente!
-Da mala suerte -afirmaría Malzahar, ganándose una mirada de muerte de la gata. -. De mí seguramente ya hayan escuchado: soy el aventurero legendario, el héroe del reino, el portador de la espada mágica...
-Por cierto, ¿y dónde está? -preguntaría entonces Tifa, pues la espada que llevaba el hombre en el cinturón parecía una espada común y corriente.
-Oh, la rompí...
-...
Y de ese modo, comenzaron su viaje...
-Verás, me sorprende haberte llevado a este punto sin que preguntes al respecto, pero incluso yo tengo mis límites, ¿sabes? No puedo dejarte ir adelante sin una explicación -aseguraría el chico, aunque igual tú podías cuestionarle bastante lo que acababa de decir, porque si para algo era bueno era para NO dar explicaciones y que de alguna manera todo saliese "bien". -. En la ciudad que nos dirigimos se encuentra una importante familia de la que debemos conseguir su ayuda: es un tema político, ¿sabes? Será algo más bien elaborado entre las sombras, que ellos no manchen su reputación aliándose con nosotros, pero que aun así muevan un poco sus influencias por nuestra gente... Dime, Ethan, ¿no te ha parecido familiar el camino que hemos recorrido hasta aquí...?
Ahora que Jester lo mencionaba, sí que te resultaba familiar las rutas que habían tomado: eran desvíos, pero consultando un poco el mapa de tu cabeza podías hacerte una idea de hacia donde se habían dirigido desde la capital del reino.
-Llegaremos a Bastion Rojo, Ethan, y conseguiremos la confianza de los Von Karstein.
De ese modo, mientras un recién formado grupo de aventureros partían en su misión para capturar a los responsables de aquel horrible día para Betestal, el carro mercante que los llevaba era observado desde la cima del castillo, donde el nuevo rey encontraba sus aposentos, con la compañía de su nuevo sirviente.
-Aún no comprendo... ¿Por qué dejarlos ir? ¿Acaso no era mejor tenerlos bajo nuestro control? -preguntaría el chico al felino.
-¡Porqué así las cosas serán más entretenidas! Ahora tienen potencial, pero deben salir de sus cascarones y descubrirse para que sean piezas claves en todo lo que vendrá -se explicaría el chico gato. -. Confía en mi: he apostado mucho en esto, ¡y yo nunca pierdo en estos juegos! -aseguraría mientras dejaba caer un dado sobre la baranda del balcón, rodando hasta quedar justo delante del príncipe, quién solo miraría en silencio al gato ante el resultado del dado. -. B-Bueno, a veces se necesita una segunda tirada...
Motivo: [Nyhamda] Dado de la Suerte
Tirada: 1d10
Resultado: 1 [1]
Mientras tanto, en la gran catedral de la capital, la figura de aquella voluptuosa mujer rubia pedía el consejo de su más fiel amigo, aquel al que le debía la vida y que había llegado a la ciudad con un mensaje de su dios.
-Dime, Gabriel, ¿realmente es Lucifer a quién nos enfrentamos? -quiso saber la sacerdotisa.
-En lo absoluto -respondería el hombre sin tono de duda. -. Lucifer murió: El Coloso lo mató. Pero he estado al tanto de otras apariciones de "Lucifer", y todas suelen hablar de que fue escogido por alguien... Creo que el pobre chico detrás de esto solo es una marioneta del verdadero enemigo, y nosotros también somos parte de su obra...
-Espero que su alma pueda ser salvada... Así como lo fue la mía...