Partida Rol por web

Lost in the Blue Sky [+18]

En alguna parte de Nekrodum...

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20/09/2019, 03:51
Director

A pesar de que en su momento te temieron, tras tus palabras los ex-esclavos se quedaron sin nada que hacer más que verse entre ellos, como si nadie hubiese estado preparado para una situación como esa. Basto conque uno de ellos se armase de valor y deseo de cambio, avanzando hacia ti decidido a seguirte, para que el resto se pusiese de pie uno tras otro y se posicionase junto a ti, esperando para seguir tus pasos no por miedo o respeto, si no por voluntad propia.

Tras curar a los más graves, abandonaste los restos de aquella mansión junto a los nuevos seguidores, caminando por las negras llanuras de Nekrodum con aquel viento frío que traía el olor a muerte y sangre consigo. Sin un atisbo de luz en el cielo, guiaste a los perdidos hasta las ruinas que hacían de guarida a la secta, solo para encontrarte con una gran sorpresa...

En la entrada estaba parado un carruaje, uno negro con cuatro linternas colgando en las esquinas, con dos caballos no-muertos que solo te hacían pensar en un visitante inesperado. El conductor del carruaje seguía allí, sonriendo al verte llegar con los demás.

-Él ya esta aquí... Sera mejor que disfruten de vuestra libertad mientras les dure -aseguró antes de soltar una carcajada, cosa que hizo que aquellos que le habían escuchado empezasen a verte dudosos y temerosos nuevamente.

Sabías tanto como tu compañera que solo había una persona que amenazaba la integridad del culto, y si él estaba allí no podía significar nada bueno, o al menos no para vuestros planes...

-Einär... ¿Que harás? -nuevamente aquel pequeño se puso a tu lado, preguntando lo que todos querían saber. Podías sentir las miradas de todos sobre ti, esperando por otro acto de quién consideraban su héroe, pero... ¿serias capaz de ir a encarar aquella amenaza?

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20/09/2019, 15:50
N - Einar Stälnve
Sólo para el director

Llegar a nuestra base de operaciones, al menos la actual, y encontrarme aquel carruaje tan peculiar no eran buenos presagios, pero en ese momento no podía dejarme llevar por el temor o vacilar en mis actos. Yo me había hecho un juramento a mi mismo sobre lo que haría con cada esclavo que me topase y con cada esclavista que conociera. Mas a la larga o a corto plazo, me aseguraría de que cada persona en este mundo entendiese que su libertad solo les pertenecía a ellos y estaba bien luchar por ella.

Me mostraría estoico ante la risa de aquel del carruaje, sabía que sus palabras no me harían dudar de mi misión en la vida y menos delante de personas a las que acababa de liberar. Di un paso al frente sin mostrar miedo alguno, no me dejaría intimidar a pesar de que sabía que los problemas habían llegado a la puerta de mi casa, haría como mi madre hizo toda la vida con visitas indeseadas en medio de una comida familiar, mostrarles hospitalidad.

-Tranquilo pequeño, todo saldrá bien, y si no me asegurare de ganarles tiempo- No le mentiría, si las cosas salían mal, que era una gran posibilidad, al menos les conseguiría todo el tiempo necesario para que ellos y Lavinia, escapasen, algo que me recordó que quizás ella estuviese ahora con nuestro invitado, esperaba realmente que estuviese bien.

Pasando junto al conductor de la carroza le mostraría una amigable sonrisa a pesar de mi siniestro porte. -Le ofrecería una bebida pero me imagino que esta de servicio, espero que alguien haya recibido a su señor- Les haría señas con la mano a los que me seguían para llamar su atención.

-Pueden quedarse aquí si lo desean o marcharse, si me esperan les traeré comida y agua y probablemente ya tenga organizado habitaciones para los que quieran quedarse a dormir, como les dije, haré lo mejor que pueda por ustedes, pero no tengo recursos ilimitados, espero que entiendan eso.- Nada mas que la mas pura realidad, a menos que el culto floreciera y consiguiera adeptos y donaciones, no habría forma de sustentar cada ocasión en la que trajera ex esclavos a nuestro refugio, no quería simplemente liberarlos y mandarlos a correr por su suerte en el mundo cruel que mas pronto que tarde volvería a ponerles cepos en los cuellos. Quería que entendieran que quizás su mejor forma de sobrevivir era en un grupo donde pudieran fortalecerse, por que solos estaba claro que resultado tendría.

Avisados todos, iría en busca de nuestro invitado, con un nudo en la garganta que trataría de desanudar antes de toparme con el causante del mismo.

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20/09/2019, 18:00
N - Lavinia Astartea

Envuelta o más bien acechada por los ominosos brazos del que tenía nombre de serpiente, la hija de Astaroth permaneció atenta pero en silencio, dejándose alcanzar por las elegantes palabras ajenas que en su espíritu se sentían como pesada lluvia de agujas; el toque de Leviathan, tan seguro de sí mismo y de la imponencia de su autor, dio a Lavinia cierta ansiedad, pero además hizo tiritar a su ánimo, lo que en conjunto con lo antes dicho terminó haciendo aparecer una sonrisa hasta cierto punto infantil en la que de cría tenía poco, sin contar el aspecto digo…

Lo mínimo que puedo hacer es mostrar algo de hospitalidad, tanto para usted como para quien lo acompaña… — primero que nada dijo, manteniendo el ya mentado tono dulzón en su voz aguda — En cuanto a sus inquietudes…podría decirse que el Rey mismo nos envuelve, como a todo en territorio Nekrodum… ¿no es enorme su poder? Si al Coloso lo consideran omnipresente, con más razón a nuestro Señor… — diligente dijo — además estamos rodeados de oscuridad, de blasfemia, de almas corruptas ¡lo homenajeamos y lo invitamos a nuestras vidas día tras día, en cada misa negra, en cada rito orgiástico! — aseguró dando paso a lo que parecía una alegría intensa, fanática.

El asunto con las cadenas y los collares es que… — poco a poco su tono volvió a ser más solemne, aunque mantenía la traviesa sonrisa — por cruel que sea, la esperanza es el mejor motor para avanzar y luchar, así como la desesperación supone resurgimiento. Si usted ve hacia el futuro con más razón insisto en mis palabras: yo no le miento a la gente sobre la identidad del que adoramos, sino que la festejo; el dichoso “engaño” del culto se basa únicamente en darle sensación de libertad a los que por habilidad o mérito propios no llegarían nunca a alcanzar la verdadera; lo que hacemos es quitar los grilletes de metal, que torturan y matan, con tal de mostrar el panorama lleno de oportunidades: oportunidades de entregarse en cuerpo y alma al Rey, de reconocer su lugar como piezas en vez de parteaguas… — cara a cara con el gran demonio, víctima de un leve estremecimiento en su piel gracias al actuar ajeno, Astartea ensanchó todavía más su mueca de plenitud ante la opinión de aquel sobre ella.

No me siento especial… yo SOY especial, sin embargo el serlo no me asegura que no haya otros que también puedan ser considerados así o incluso más allá…mi ego no me produce ceguera — ya que se dio la vuelta, siguió al mayor andando de puntitas, solo un poco por detrás de él — ¿Qué hay de malo en aprovecharme de ello? A como lo veo, mientras mantenga dispuestas a las masas y continúe perpetrando la corrupción a través de ellas y dentro de ellas no estoy yendo para nada en contra del Rey Oscuro… — aguda insistió — Lo mejor para mi entonces es hacer crecer mis negocios tan diligente como ahora, si así lo solicitas pagando el correspondiente tributo al ejército demoniaco, y para ellos, los cultistas, lo ideal es y será dedicarse a servir pero siempre bajo su propia voluntad…así estarán felices, dispuestos para cuando sea necesario disponer de sus existencias…Carpe diem — ¿para qué mentirle? Leviathan no era un incauto, un competidor ni un contrario, o al menos no que ella supiera, más desde la perspectiva de la híbrida sí que podía llegar a ser cuando menos un contacto interesante, a tener en cuenta, dado que en su retorcido plan la meta más clara así fuera a largo plazo era plantarle cara con su culto a la afamada vocera del Coloso, esa vaca de Betestal que se las daba de pura y magnánima, tal como en Nekrodum la parricida presumía sus vicios; por lo mismo, llegar a buen entendimiento o al menos cordialidad con la mano derecha de R’lyeh suponía algo invaluable.

Así que, en serio… ¿qué quiere de este culto, de mí? — dijo afilando su mirada, inquieta ante el acompañante ajeno ya que no parecía ser alguien de alto rango, ni siquiera un demonio… ¿porqué Leviathan le mostraría ese tipo de amabilidad, así fuera igual de hipócrita que la que ella extendía hacia los subordinados propios?

Si bien ignoraba mucho de las intenciones del hombre ante ella, no por la capacidad de este para intimidar o lo atrevido de su toque Lavinia pecaría de crédula, al fin y al cabo las palabras también eran su terreno…

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21/09/2019, 18:47
N - Nasai Gomen

Yo, como siempre... pasé en segundo plano completamente mientras que mi jefe hablaba y se trabajaba psicológicamente a la sacerdotisa. Desde luego el hombre sabía desequilibrar a cualquiera con sus palabras... pero algo me decía que esta tipa no iba a ser tan fácil de someter que a otros herejes a los que Maese Leviathan se ha enfrentado... o por lo menos mucho más orgullosa y... ególatra que otras personas a los que se ha enfrentado.

Por mucho que yo estuviera... seguía estando como una pieza de mobiliario más del lugar. Sin voz, ni voto, ni presencia... ya estaba increíblemente acostumbrado, por lo que no me fue nada difícil abstraerme un poco mientras que los "mayores" hablaban, pensando en algún libro que había leído hace poco o cosas así... así intentaba olvidarme del miedo que tenía durante este rato.

No "volví" al mundo real hasta que Leviathan desvió mi atención con el ofrecimiento de una uva y una sonrisa -Maese Leviathan... m-me d-da mi-miedo...- le dije al demonio con obvio terror en mi mirada sobre la fruta. Pero por no enfadarle por rechazar ese "regalo", me atreví a estirar el brazo hacia la uva y cogerla -Gra-gracias... a-aunque n-no lo merezca...- terminé diciendo mientras lo cogía... mirando la uva con temor... ¿y esto como se comía? Nunca me habían dado una... sin saber como, simplemente me la metí en la boca y la mordí... haciéndome daño en los dientes -¡Ti-tiene hu-hueso...! ¡Agh... ag... agg...!- y así, uno de los trozos de uva se me alojó en la garganta de forma muy penosa, provocándome asfixia mientras que me alejaba un poco de ellos por no molestar mientras me agarraba la garganta intentando expulsar el fruto... ¡lo sabía, iba a morir por probar cosas desconocidas!

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23/09/2019, 03:01
Leviathan

Ni siquiera la mano derecha del rey divino podía negar la capacidad de oratoria que tenía la maldita sacerdotisa: escuchándola en persona ya no le parecía tan sorprendente que lograse conseguir tantos seguidores. Si no se estuviese combatiendo con las puertas de la muerte en aquel preciso momento, Nasai podría comprobar la honesta sonrisa de su superior, una sonrisa que solo mostraba ante situaciones que le resultasen interesantes.

-Deseas convencerme de un nuevo punto de vista... Uno donde se siembra el sentimiento más fuerte, el más poderoso, el más falso... -con destreza, el demonio sacó de su cinturón un cuchillo de buen tamaño, con una empuñadura más grande que su mano; sin perder ni un segundo, lo arrojo directo a Nasai, pero no para clavárselo, si no para golpear un punto de su espalda con la parte baja del mango, ayudando a que expulsase el trozo de fruta. -. La esperanza...

Nuevamente Leviathan centró su atención en la líder del culto, dedicándole otro choque de sonrisas antes de sentarse; ambos fueron testigos de sus artes oscuras, las cuales servían incluso para crear un elegante mueble hecho puramente de sombras, que tomaban forma de cojines, reposa-brazos, calaveras... Alguien como él encontraría la comodidad hasta en los rincones más oscuros.

-¿De verdad quieres que yo te diga que es lo que quiero? Si eres tan fiel seguidora del Dios Oscuro sabrías bien que es lo que él desea... Y debo decir que no estas muy alejado de su visión... -nuevamente, por incontable vez, Leviathan mostró una sonrisa maliciosa llena de intensiones oscuras. -. Quiero... Un renacer: Quiero que cuando el verdadero rey gobierne sobre Terra, todos entiendan su lugar. Que ninguna pieza intente mover a otras para crear un cambio; no me gustan los héroes desinteresados... Deseo... Que el clan Nekrodum recuperé su gloria, y conquiste todo Terra: no solo los dos continentes, si no las tierras más allá del mar... -durante su discurso, hizo un gesto con su mano a la demonio para que se acercase a él, lo suficiente para poder alcanzar su cintura nuevamente y ayudarla, o más bien obligarla, a sentarse sobre una de sus piernas. -. Quiero que todos acepten que están condenados... ¿Puedo contar contigo para eso?

Pero entonces, una nueva figura abrió la puerta de aquella sala, interrumpiendo la reunión y llamando vuestra atención...

Notas de juego

1/2

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23/09/2019, 03:20
Director

Tras tus palabras, todos se miraron nuevamente antes de asentir ante la misma decisión, esperarte.

Ya habías pasado por esa situación: Enseñar a distintas personas la libertad que tenían en su mano, enseñarles un camino más allá del que le tenían acostumbrado, y que estos confiasen en ti ciegamente hasta sentirse seguros con ellos mismos y así poder seguir adelante... ¿Pero tendría el mismo resultado esta vez?

Así te adentraste en las ruinas que hacían de base oculta. Con aquella visita inesperada seguramente les tocaría cambiar de lugar, pero para eso primero deberían salir de allí en una pieza, al menos ella debería hacerlo...

Atravesaste el laberíntico lugar, hasta que finalmente llegaste a lo que serian los aposentos de Lavinia. Sin titubear, abriste la puerta improvisada para encarar a la amenaza que, por las voces que escuchabas, seguramente se encontraba al otro lado con ella...

Notas de juego

1/2

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23/09/2019, 03:24
Leviathan

La puerta finalmente se vino abajo de tantas veces que había sido abierta y cerrada ya, nada que una verdadera puerta no hubiese soportado. Los que allí estaban recibieron con sus miradas a aquel viejo enano, quién andaba con un bastón y un cuervo en su hombro, el cual no tardó en revolotear a alguna otra parte donde no estorbase mucho a la reunión.

He allí, junto a una mesa con algunas frutas, la maldita sacerdotisa se encontraba sentada sobre una de las piernas del temible Leviathan, quién se había encargado de formar un mueble de sombras para poder tomar asiento cómodamente. Además de estos dos individuos, más apartado estaba "algo" intentando pasar desapercibido, aunque su presencia resultaba bastante... deprimente, daba cierta sensación de pena solo verle sin siquiera conocerle, y aún así no resultaba importante en ningún sentido.

-Oh, mira quién ha llegado... -Leviathan no pudo evitar relamer sus labios antes de peinar su cabello hacia atrás con su mano, misma mano con la que luego rodearía las caderas de Lavinia para posarla en una de sus piernas, abrazándola. -. Parece que tu amigo de negocios vino a hacernos compañía... Aunque creo que todo ya esta hablado. Es una pena: De verdad pudieron haberme ganado siendo tres contra uno... -el demonio hizo un leve asentimiento de cabeza al enano a modo de saludo, dirigiendo entonces su atención a la demonio en su pierna. -. ¿Te importaría ponerlo al día?

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23/09/2019, 03:41
Director

Definitivamente no resulto un viaje ni aburrido ni pesado, al contrario: Con cada cierto tiempo ibas descubriendo cosas nuevas, sobre todo porque tu acompañante se tomaba las molestias de presentarte todo.

"Es dinero. Se usa para comprar otras cosas, como comida o ropa."

"Ehhh... En algunos clanes no llevar nada debajo es incluso un delito... En Nekrodum supongo que puedes ir así, con tu tamaño nadie se atreverá a molestarte por ello."

"Vengo del clan Ilfly, uno de los dos clanes que están en guerra con el tuyo..."

"Puedes llamarme... Schwi."

-Oh, pues... Normalmente los padres son quienes escogen en nombre de sus hijos. Pero como parece que no sabes mucho de tu pasado... Es justo que elijas tu propio nombre -opinó sonriente antes de que surgiese el tema del mar, el cual para ella era tan común... Pero no podía decir nada ante ti, que parecías disfrutar esos descubrimientos como nadie.

Finalmente, la chica no pudo evitar reír un poco ante tu forma tan caballerosa de invitarla a seguir, aunque sabía que ella tenía más experiencia que tu en aquellos lugares o en cualquier otro.

-Adelante, O'lupent... -hizo una pequeña reverencia digna de una dama antes de acompañarte a través de aquel pueblo.

Las personas los miraban, susurraban entre ellos, comentaban cosas a sus espaldas... Schwi no parecía molestarse por ello, por lo que te llevó directo a un establecimiento donde habían otros demonios reunidos: aquel amplio cuarto contaba con múltiples mesas, en las cuales estaban distintos clientes disfrutando de comida y bebida. Al fondo, una barra con varias botellas de fuerte olor en exhibición, teniendo también unos escalones en el rincón que llevaban a lo que parecía un segundo piso.

-Este pueblo es pequeño, pero como todos cuenta con una taberna. Aquí podemos pedir algo, y tal vez descansar... -Schwi se adelantó hacia la barra, tomando asiento en una de las sillas delante de ella. Los demonios presentes hablaban tanto como los de afuera, sobre todo cuando tu tamaño te dificultaba un poco tomar asiento en las sillas tan pequeñas para ti... Pero con un poco de esfuerzo pudiste sentarte, aunque la silla se rompiese un poco para lograrlo... -. Queremos... -deteniéndose, tu compañera te volvió a mirar. -. ¿Que es lo que comes? Aparte de... Personas...

El encargado de la taberna les daría lo que pidiesen, luego de que Schwi pagase con aquellas "piedras brillantes" que conseguiste en tu ropa. Mientras disfrutabas de aquella deliciosa comida alejada de lo que acostumbrabas en tu pantano, tu atención fue llamada por una risa en una mesa tras de ti...

-Oye, grandote, ¿de donde eres? ¿de un pantano? -aquel demonio flacucho, y los otros dos que le acompañaban en su mesa, soltaron una carcajada digna de un buen chiste. Los demás presentes se rieron por lo bajo, intentando disimular lo más posible.

Aquel "bromista" tenía en su mesa varias botellas con aquel licor tan fuerte que podías oler incluso con la botella tapada; sus caras estaban rojas, y no parecían estar muy cuerdos... Pero aún así tenía cabeza para reírse un rato, de ti.

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23/09/2019, 05:48
N - O'lupent

... Nekrodum... Ilfly... Schwi... clanes...

  Cada una de estas palabras tan importante como la anterior, resonando en mi cabeza y tentandome a detenerme y seguirle preguntando por más cosas a mi compañera, pero los aromas y el bullicio de aquél poblado tentaban a mis sentidos y mi interés ... Hay cierto magnétismo natural...

   Recorrer las calles tenía su encantó, la gente gesticulaba en voz baja... miraban de reojo... evitaban el contacto directo ... La gente de la superficie y sus extrañas costumbres..., pero era cierto que nuestra razón de venir primero aquí era por la comida y un sitio en donde la señorita pudiera descansar tranquila.

   Nunca lo había considerado un problema, pero era ciertamente molestó el pasar por las entradas de las casa y el como ponian tantas cosas en el camino de las personas que entraban en el sitio. Siguiendo por detrás a la señorita  Schwi, me terminó resbalando sobre un asiento mientras el pobre crujía debido a mi peso natural ... Humm..  necestio una forma de solucionar esto antes de llegar a la capital... 

   Ahhh, ¡Comida!, ehhh... Humm, la verdad cualquier cosa está bien... solo asegúrese de qué estubo previamente Vivó... Aquella sensación le da cierto sabor a la comida - mientras me revolvía de una lado a otro del asiento evitando poner demasiado peso en uno de sus lados y que el pobre mueble se quebrará por mi avasalladora talla.

 ... La risa de esa gente... Tenía algo... no sé ...

 Pues no sé equivoca mi estimado... soy de las ciénagas y pantanos cercanos, un gustó soy O'lupent - mientras me quitaba el sombrero a modo de saludo a la gente de la mesa detrás nuestro a la vez que mostraba mi enorme sonrisa y los afilados dientes que la formaban, aunque  luego de eso, no les presté demasiada atención a lo que siguieran asiendo aquel extraño grupo ...¿ porque debería ?...

 Hummm~mm... ¿ pero que le echan a su comida señorita ? - mientras torpemente raspaba la cuchara contra el plato como si ésto de alguna manera hiciera llenar el plato de alguna manera - es tan cálido cada bocado*... y lo libre de rastros de lodo, fiushhhh... no sabe lo que puede llegar a amargar la comida una simple pizca de lodo en la carne... simplemente no puedo dejar de maravillarme de su mundo señorita - mientras miraba a la señorita Schwi con ojos totalmente brillante y espectantes de cuál sería su siguiente demostración.

Notas de juego

* tragar en mitad de un pantano dificulta el poder probar la carne asada o un buen estofado XD.

 

 Reírse a sus espaldas es algo demasiado complicado para que O'lupent entienda, pero si le tocan un pelo a la señorita Schwi.... pues ahí sí que salte el sapo >XD

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23/09/2019, 17:08
N - Lavinia Astartea

Curiosa como era, a Lavinia le fue imposible ignorar como mientras ella y el Verdugo debatían el cosito que llegó acompañando al mayor ahí comenzó a… ¿morir? al parecer por su plena incapacidad para tragar una simple uva.

Y eso que no estaba envenenada…” pensó fingiendo preocupación, ya que más bien aquella escena le divertía por la terrible suerte que debía tener el ajeno como para sufrir algo así; la pequeña Astartea, no en la misma medida no pudo evitar comenzar a desarrollar cierto interés por el desgraciado, por su relación con Leviatán y por los motivos que este pudiera tener para llevarlo consigo.

Hablando de la serpiente, impresionó más a la sacerdotisa el hecho de que la mano derecha del Rey ayudara al torturado tan pronto que la demostración de destreza que el mayor realizó, dejando en claro (por si no fuera ya lo suficientemente obvio) que él era un demonio altamente peligroso en más de una forma. Ya desearía la híbrida una puntería así…

Ante la demostración de artes oscuras del regente, sin embargo, Lavinia sí que mostró clara fascinación, dado que llegar a desarrollar sus propias habilidades hasta ese punto ya no le haría falta gastar fondos en mármol y madera para los muebles de sus aposentos, por improvisados que fueran. Solo se guardó su opinión sobre tal despliegue porque no pretendía interrumpirle al hablar, ya que el mayor estaba matizando sus puntos a la par que respondiendo a la pregunta hecha…

Devolviéndole la sonrisa (pues le estaba gustando lo que escuchaba), la enana se acercó e hizo como las manos contrarias le iban indicando, si bien sorprendiéndose al ser obligada a acercarse tanto como para sentarse en las piernas del otro, de cualquier forma para nada ajena a situaciones de similar aire, además, independientemente de todo el gran demonio era de muy buen ver como para desaprovechar… ¿no?

Sé lo que yo deseo, además de tener una buena idea de lo que desea la gente que me sigue… ¿pero el Dios Oscuro? Nunca ha hablado conmigo directamente, pero podría decir que esto es un tipo de señal ¿no? O de oportunidad para preguntarle, dado que en Terra no hay quien lo entienda mejor que usted… — quiso puntualizar, aprovechando para palpar el instantáneo mueble ya que no solía dejar sin saciar su curiosidad — Cuando el Señor vuelva, la gente que de cualquier manera haya sido abrazada por el culto entenderá… aquí no hay héroes: los que caen en nuestras manos suelen estar tan agradecidos de no ser más esclavos que sin darse cuenta entregan sus esencias, dado que son libres para comer, beber, fornicar y vengarse, se sacrificarán para proteger esa “libertad”, que al fin y al cabo se les garantiza en nombre del Rey…y si llegado el momento les pidiera hacer arder al mundo con tal de conseguir más… —  sumamente divertida la parricida se carcajeó, cubriendo su boca con tal de no perder elegancia, luego subió la mano con la que había estado tocando el mueble para hacerla aterrizar de nuevo pero sobre el pecho ajeno, dando una suave caricia…

Si les pidiera eso, ninguno dudaría en prenderse fuego y lanzarse hacia los muros, las ciudades, las iglesias; no solo aceptarían plenamente el condenarse, puedo asegurar que lo desearían con todo su ser ¿por qué? pues porque le deben todo lo que tienen al Rey Oscuro… — sus pequeños y delgados dedos subieron cautos hasta el mentón ajeno, deteniéndose a escasos milímetros de llegar a los labios dado que alguien más llegó, eso sí, Lavinia se acurrucó casualmente en el regazo que tenía a su alcance…

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23/09/2019, 17:09
N - Lavinia Astartea

¡Hermano Einar, querido! — la alegría en su mirada fue casi infantil, sin duda efusiva, aunque no por ello desmereciendo la atención hacia el que la tenía sentada sobre las piernas, así pues la híbrida siguió acurrucada…

Es más que un amigo de negocios…él fundó el culto junto a mí, sabe lo que sé y cree lo que yo creo, por más que su visión sea un poco más seria — explicó — y aún juntos no le atacaríamos ¿para qué? No es que fuéramos a sacar algún beneficio de eso… ¿verdad querido? — eso último lo dirigió hacia Einar, luego ante la petición del Verdugo se estremeció un poco pues recordó que hasta entonces solo habían hablado entre ellos.

Es cierto — asintió — El señor Leviatán aquí presente vino a comprobar nuestras intenciones y nuestra fe — mentó aguda — comparó puntos de vista y me comentó sobre sus ambiciones, las del Rey Oscuro: la señal que buscábamos; platicar con él me ha dado ideas para nuestras próximas acciones, Einar, y creo que de ahora en más contaremos con el visto bueno directo de la mano derecha de R’lyeh ¿no es así? — obviamente no podía desaprovechar la oportunidad de afianzar la posición del grupo, así como de ellos dos y por encima de todo la propia, ambiciosa como solo la hija de Lavinus podía ser y sin embargo tan lógico en sus circunstancias, pues tal certeza sin duda reforzaría en mucho el mensaje de los adoradores. Dicho eso la mirada de la enana diablesa volvió a Leviatán…

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23/09/2019, 18:10
N - Einar Stälnve

Escuchar tan animada a Lavinia me trajo un poco de paz a mis dudas aunque no por aquello podía relajarme del todo, estábamos ante aquel que hacía resonar más fuerte que nadie los deseos del rey divino y claramente hubiera sido la peor de las imprudencias atacarlo, salvo que fuera la última opción, afortunadamente no era el caso.

Una risa tosca surgió de entre mis labios y mi diestra comenzó a acariciar mi propia barba.

-Es bueno verte Lavinia, luego te comentaré como me fue, veo que ya le mostraste hospitalidad a nuestro invitado- me acercaría hasta la mesa para mostrar un saludo respetuoso con una leve reverencia dándole a él el respeto que se merecía.

-Señor queremos ver este culto a la libertad real que nos ha otorgado el rey divino, sería contraproducente ponernos en su contra- aquel era el dios que me otorgaba mis poderes, mi devoción era auténtica solo que yo profesaba de una forma más atractiva un aspecto suyo que muchos no podían ve con claridad.

Sin embargo las palabras de Lavinia me trajeron gran felicidad, contar con su apoyo era algo sumamente beneficioso, aunque sentía gran curiosidad por aquellas ideas que le habían dado a mi compañero, no era momento para preguntar.

-Maravilloso, simplemente maravilloso, créame señor Leviathan, no pretendo otra cosa que no sea que el nombre de nuestro señor se haga oír en todos los clanes y que aquellos estúpidos que creen en el coloso se den cuenta de quién es el auténtico dios al que deben venerar por propia voluntad-

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23/09/2019, 20:13
N - Nasai Gomen

Ya estaba viendo mi triste y penosa vida por delante, cuando noté un golpe seco en mi espalda que me hizo escupir el trozo atragantado de golpe -¡COF, COF, COF! ¡AGHHH... aghh...!- pegué una bocanada de aire enorme después de toser mucho. Estaba sofocado, pero parecía que hoy seguiría vivo... ¿eso era algo bueno o algo malo? Por un lado obviamente quería vivir un día más... por otro, seguía siendo mi vida... mi triste, desgraciada, dolorosa y penosa vida. Cuanto más vueltas le doy, me doy cuenta de algo: Como siempre en mi vida... no había opción buena.

En fin, aún algo sofocado y respirando con pesadez, cogí el cuchillo de Leviathan y me acerqué al trono que había confeccionado con su magia... eso ya no me sorprendía lo más mínimo. Con gesto de servidumbre, le entregué el cuchillo al demonio aprovechando que ahora la mujer parecía más centrada en observar y fascinarse que en hablar -A-aquí... ti-tiene su cu-cuchillo Maese Leviathan... n-no m-me merezco que m-me ha-haya sa-salvado la vi-vida... se-se lo a-agradezco y la-lamento mi... i-inutilidad...- le terminé diciendo. todavía tratando de recuperar el aire de los pulmones. Una vez le di el cuchillo me retire un poco para dejarles hablar.

Noté la sonrisa de Leviathan... también noté que a la diablesa este comportamiento le gustaba... no me hacía falta sumar dos y dos para saber que podría estarse cociendo entre ambos seres infernales... Y la verdad no me apetecía ser un espectador de lo que podría ocurrir -Maese Leviathan... s-si n-no re-requerís de mí... ¿po-podría i-irme al ca-carruaje a e-esperaros leye~?- el nuevo invitado a la reunión me cortó la petición que le hacía sin atreverme a acercarme a él ni moverme de mi sitio.

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23/09/2019, 20:42
N - Nasai Gomen

Entonces, las puertas se vinieron abajo -¡AHHHHH!- y menudo grito y susto me pegué. El salto que pegué para atrás también era digno de mención, además de la pose de semi-preparación y semi-huida que había adquirido mirando a ese sujeto... aunque sin duda parecía más de huida. Tambien se pudo notar que durante el segundo en el que pensaba que estaba en verdadero peligro mis manos brillaron levemente, seguramente preparando un hechizo para escapar de esta situación.

Hiperventilaba y miraba a todos los presentes con mucho miedo en el cuerpo, alerta a cualquier movimiento raro entre Lavinia y Einar que pudiera suponer un peligro. Pero al parecer no era nadie peligroso... bueno, en realidad a mi todo el mundo me parece peligroso; pero en este caso parecía que no suponía un peligro para mi ni para mi amo... aún. Tardé un poco en serenarme... y una vez conseguido... volví a aquel segundo plano que tanto me gustaba mientras que los tres hablaban entre ellos... Parecía que Maese Leviathan ya los tenía donde quería... creo, así solo debía observar como se desarrollaba todo en silencio y ya esta... Sigo sin saber para que me trae a estas cosas tan importantes mi señor... pero supongo que tendrá su motivo.

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24/09/2019, 21:36
Director

A pesar de que Einar entró con el pensamiento que todos tenían de Leviathan, el cual era no poder siquiera mirarle a los ojos para no enfadarle, la realidad era muy diferente. Allí, acomodado en su sillón sombrío, recibió con una sonrisa al enano luego de que la demonio en sus piernas solo confirmase lo que quería escuchar, lo que quería conseguir al haber llegado a aquel lugar. Apartado de todo estaba Nasai, luchando nuevamente por no morir del susto.

-Tu fe es fuerte, enano. Tu y los tuyos ya no tienen que temer. La maldita sacerdotisa ya ha hablado conmigo y, como no, esta en lo correcto -como si de una niña se tratase, subió la mano hasta la cabeza de Lavinia para darle un par de palmadas, siendo la caricia más inocente que le había hecho en toda la reunión. -. Los ayudaré a conseguir su objetivo, y a la vez ustedes me ayudarán. Cuentan con mi apoyo en todo momento, pero... Tengamos algo claro -repentinamente, el demonio detuvo su mano y el ambiente se volvió levemente más "pesado", aunque Leviathan no perdía la sonrisa en sus labios. -. Si en algún momento descubro que planean algo en contra del Rey Divino, conoceréis en carne propia porque temían mi visita -y tras unos segundos de silencio, volvió a acariciar la cabeza de la chica, pasando a acariciar un poco uno de sus cuernos. -. Con eso dicho... ¿Que tal si vamos a recibir a los ex-esclavos que esperan afuera de estas mazmorras? No te preocupes por los preparativos, Einar, tengo algo en mente...

Y así culmino la reunión. Todos acompañaron, o más bien escoltaron, a Leviathan por las ruinas hasta la salida, donde además de su carruaje esperaban un montón de hombres y mujeres, niños y niñas, con ropas sucias y marcas por todo el cuerpo. Aunque su primer sentimiento seria el de confusión al ver que Einar no traía el agua ni la comida, por orden de Leviathan, el temor fue lo que los invadió nada más observar quién venía con el enano: la mano derecha de R'lyeh.

-¡T-Tu! ¡Farsante! ¡Piensas entregarnos al maldito de Leviathan! -se atrevió a decir alguien en la muchedumbre, acusando a Einar de haberles tracionado. Así, todo el grupo empezó a retroceder, ocultando a los niños en un intento de protegerles de lo inevitable. Mientras tanto, el conductor del carruaje estaba fascinado, esperando una gran demostración de su jefe...

-No temáis de mi: He hablado con los representantes de este culto y... Hemos llegado a un acuerdo -con una amplia sonrisa, Leviathan abrió sus brazos a todos. -. Los recibiré en mi castillo: pasarán el resto de sus días bajo la protección del Rey Divino, y nadie les pondrá un dedo encima sin vuestro permiso.

Tras aquellas palabras, la confusión llegó a superar el temor. Todos miraron a Einar, esperando que dijese algo para saber si debían creer o no en la serpiente de Nekrodum... Mientras tanto, Leviathan volvió a acariciar la cabeza de la sacerdotisa del culto, cosa que no era difícil por la diferencia de altura considerable.

-Nasai, quiero que anotes el nombre de todos y cada uno de los seguidores traídos por Einar -le ordeno el demonio. -. Iremos con ellos hasta la capital.

-No puede ser... ¡Usted no es así! -exclamó el conductor, considerablemente molesto. -. ¡Debería haber matado ya a todos estos inútiles! ¡No son más que seres débiles que merecen ser sometidos! ¡Usted se ha hecho d-

Las palabras del conductor se vieron cortadas por aquel cuchillo que antes salvó la vida de Nasai, ahora atravesando en un instante la garganta del hombre tras ser arrojado por aquel al que intentaba reclamarle. Tras desangrarse, el hombre quedaría colgado del cuello a una de las puertas del carruaje.

-Muy bien... Como dije. Iremos a la capital juntos -repitió Leviathan sonriendo a los seguidores. Entonces, mientras Nasai se encargaba de hacer lista, el demonio centró su atención en la líder del culto. -. Lavinia, cuento con variascasas desalojadas en la subida al castillo donde los seguidores podrán hacer sus hogares; por desgracia, parecen ser bastantes, así que tendrán que compartir... Tu no te preocupes: ya tengo pensado un lugar para ti -entonces, se dirigió a su compañero. -. Einar, quiero que sepas que tendrás toda libertad de hacer de voz entre yo y los seguidores: Se que no confían en mi firmemente, pero demuestrales que seguimos al mismo Dios. Encargate de que si hay alguna queja, llegue a mis oídos, ¿okey? Así mismo, todo lo que quieras decirme, puedes hacerlo.

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24/09/2019, 22:14
Director

Mientras pasabas lista y te perdías un poco entre la multitud, sentiste como alguien tiraba un poco de tu ropa para llamar tu atención, o tal vez fuese un bicho queriendo comerte por la espalda. El caso es que te giraste, y te encontraste a un pequeño niño de cabello negro, casi tanto como sus ojos casi inexpresivos a pesar de ser grandes e inocentes.

-El juicio esta cerca... -te dijo con toda firmeza, antes de que te perdieses un poco por ese mismo comentario tan inesperado. Entonces, el niño se te quedo viendo confundido, como si creyese que no le habías oído. -. Dije que si el castillo esta cerca... -¿será verdad que dijo eso, o...? El caso es que no tenías tiempo que perder: no seria bueno para ti hacer esperar a Leviathan por la lista más de lo necesario...

 

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24/09/2019, 22:17
Director

A los hombres en la mesa no les hizo mucha gracia tu forma de responder, y no entendías por qué. Dejando a los curiosos de lado, Schwi no pudo evitar reír un poco al escuchar tu punto de vista de la comida.

-Bueno, nada con lodo debe saber bien... Aquí cuidan que todo sea comestible y le guste a la gente, aunque ya te digo que la comida de Nekrodum no es la mejor. Los otros clanes tienen mucho mejor toque, aunque supongo que en todos lados hay buenos y malos lugares... -mencionó antes de llevarse otro bocado de comida a la boca, terminando así su platillo.

Entonces escuchaste las sillas removerse detrás, y te fijaste en que los hombres de antes se habían levantado para acercarse.

-¿Te crees muy gracioso, grandulon? -te dijo uno de ellos, quién a pesar de desear empujarte no se atrevería a ponerte un dedo encima. Por otro lado... -. ¿Quién es tu amiga, eh? No parecéis de por aquí... -aquel hombre con gran olor a alcohol se atrevió a dar un pequeño empujón a Schwi, el cual a pesar de no ser nada de otro mundo obligó a la chica a sujetarse de la barra para no caer; resultaba ser bastante, bastante ligera, y un hombre borracho no controlaba su fuerza...

-O'lupent... Vamos a descansar... -tu compañera se levantó de la silla y se dispuso a rodear a los hombres para ir a las escaleras, pero uno de ellos se interpuso en su camino.

-No, no... Tu amigo el sapo se cree la gran cosa. ¿Por qué no le enseñas modales, enana? -nuevamente, este hombre que le bloqueaba el paso le dio un pequeño golpe con su dedo en la frente, haciéndola retroceder hasta ti.

De un momento a otro te encontrabas con Schwi rodeados por tres hombres con ganas de problemas. No parecían una amenaza mayor que aquella que hubo en las afueras de tu pantano, por lo que serían pan comido...

Notas de juego

Son hombres super débiles; puedes acabar con ellos narrativamente sin necesidad de dados.

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25/09/2019, 01:16
N - Lavinia Astartea

Obviamente Lavinia no perdió de vista esa mano aunque sí que se estremeció siendo “reconocida” de esa forma, una que no vivía desde sus primeros días, cuando su padre la tomaba por ideal heredera; curiosamente solo esa misma caricia la hizo ruborizar. — Sería poco coherente de nuestra parte ir en contra del mismo a quien dedicamos nuestros rezos blasfemos ¿no? — sentir uno de sus “cuernitos” atrapados la inquietó un poco…

Por fin que, no sin una pequeña dosis de pasajera intimidación, acompañó al Verdugo tal y como este había indicado, curiosa por lo que llevaría Einar, que al parecer estuvo antes en conocimiento de Leviatán en el propio, aunque no por ello celosa. Viendo a los esclavos, la sacerdotisa reconoció a típicos miembros potenciales del culto: todos jodidos por la vida en mente, espíritu y cuerpo, pieles sucias, ropas hechas de harapos, peste aquí y allí, mirada de acomplejados inferiores, desesperanzados incautos: materia lista para moldear.

…Y como necios que eran, ignorantes de todo, no tardaron en hacer un vano intento por sublevarse al saberse en manos del representante del Rey Oscuro — Forest fortuna adiuvat — así que luego de Leviatán Astartea tuvo que intervenir — No sean precipitados, mis pequeños desesperados, tendrán la libertad que se les prometió: nosotros no somos esclavistas… — extendió entonces sus brazos para “enmarcar” a Leviatán pero se alejó un poco dando un par de pasos hacia un lado — merced de este hombre, que es el representante más directo de nuestro Señor Oscuro, los destinos que creían sellados podrán renacer… ¡este es el mejor día de SUS vidas! — puntualizó la pertenencia, obviamente, dado que era parte de “liberarlos”.

Lavinia no intervendría en la tarea de Nasai, pero tampoco la complicaría, ya que de hecho en paralelo a eso se dedicó a observar con mórbido interés el cadáver del caído, la muestra de sangre fría de Leviatán que para nada le sorprendía dada la fama de este, pero que de alguna forma le excitó…

— Así que tenía planeado todo de antemano ¿huh? — curiosa preguntó — pero…¿Einar no vendrá también? Es mi compañero indispensable para muchos ritos, me sabría mal dejarlo… — luego agregó un poco seria — ¿dónde me quedaré? — preguntó tratando de atar cabos, tan aguda como la situación le permitía — además…imagino que podremos estar en contacto ¿cierto? Él y yo… —aunque eso más bien lo decía en voz relativamente baja, como para gente que estuviera tan lejos como los esclavos fuera incapaz de entender del todo pero el enano si pudiera; en cualquier caso cuando Lavinia terminó de hablar recuperó la delirante sonrisa anterior, atreviéndose a aumentar la cercanía con la serpiente de Nekrodum — ¿es que acaso quiere presenciar una misa negra personalmente? — poniéndose de puntitas para susurrar, aunque era obvio hasta para el más ciego de los observadores que ni así llegaba a la altura necesaria…

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25/09/2019, 03:09
N - O'lupent

   .... ¿ S-se atrevieron a...a tocarla ?...

   Grrrrr...- gruñía mientras miraba al tipejo aquel meditando en saber si con lo poco que conocía aquella cuchara que tenia en mi mano seria capaz de raspar cada parte del molesto sujeto ... un postre luego de tan deliciosa comida... , pero viendo que la señorita estaba mas interesada en dejar esta zona del edificio ... ademas no le quiero meter en problemas... y la comida me dejo bastante feliz...

  Hmmm... Bien...- y con tanta dificultad como antes, me deslizaba hacia un lado para bajarme del taburete sin destrozarlo en el proceso, para luego... tener que ver mas temeridad de aquel desechable grupo ... ¿ han estado bebiendo bastante de aquel liquido de aroma curioso.. me pregunto que tan sabroso pueden estar ? ...

  Jajajjaja....- reía con la boca abierta mientras aseguraba a la señorita a mi lado - Ohhhh... ya veo~ya veo... puede que si, que fueran mis modales...- dejando que mi lengua empiece a descender, pero sin que esto afecte a mi pronunciación -  Señor de la comida sabrosa...-  girándome al hombre detrás de la barra a la vez que me quitaba con una de mis manos mi sobrero para dibujar una rápida reverencia- tiene talento para esto, espero que en la mañana tenga algo tan sabroso como lo de antes... pero si me disculpa... - disparada mi lengua salia golpeando como látigo rápidamente al par mas cercano de "valiente aperitivos" - La señorita y yo queremos ir a descansar en estos momentos... deje que nuestros amigables nuevos amigos se encargaran de pagar el resto de la noche...- haciendo que mi lengua agarrara al ultimo de éstos, de un pie para luego atraerlo hasta mis pies... - ¿ verdad que lo aras muchacho...? - retrayendo mi lengua dejando su pies cada vez mas cerca de mis colmillos - ¿ verdad ?  

Notas de juego

no los mato... siempre los puedo usar de lacayos y guías dentro de mi visita por el pueblo XD ?

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25/09/2019, 13:48
N - Einar Stälnve

Me sentiría mas que halagado por escuchar aquel reconocimiento de la mismísima mano derecha de mi dios y mis agradecimientos eran mostrados en una honesta sonrisa y un leve asentimiento de mi cabeza, y al escuchar sus palabras sobre colaboración y aprobación de nuestro culto no podía sentir otra cosa que no fuera felicidad aunque aquello no me haría bajar la guardia y confiar ciegamente, la vida ya me había enseñado sobre la confianza y esta tomaría tiempo en forjarse, por el momento solo lidiaría con aquella amenaza con la misma amigable sonrisa, tenuemente perturbada por mis intentos de no mostrar del todo mi temor. Ser valiente no me hacía estúpido.

-Jamas, mi fe en el Rey Divino fue la que me dio la fuerza para tomar mi destino en mis manos, solo quiero que la gente vea ese aspecto de el, ni mas ni menos.-

Mis palabras tras las de Lavinia seguro demostrarían nuestras intenciones y ahora tocaba enfrentar a los rescatados, claramente no sería algo de lo mas común el llegar junto a Leviathan a su encuentro. No los culpe en el momento de acusarme de traidor, menos podía mellar mi orgullo aquella acusación errada, y el mismo que me acompañaba sería quien respondiese de forma magnánima al ofrecer sus propios dominios para resguardarlos y protegerlos, un buen movimiento pero muy poco creíble viniendo de el y su reputación, misma que el se volvería un cadaver por creerse en el derecho de reclamar algo a su señor; pobre tonto, realmente solo había vivido su último tiempo siguiendo a quien tirase de la cadena y ahora que creyó entender como funcionaba el mundo el frió metal le silenciaría para siempre. El problema con ello es que sería difícil hacer que la gente se tranquilizase y aceptara de buena gana venir a los dominios del ejecutor de la voluntad del Rey Divino.

Lavinia, ahh, el magnetismo que irradiaba al tratar de calmar las aguas era algo que siempre resultaba de mi agrado observar. Aquella mujer había nacido para gobernar las almas de los demás con su peculiar atractivo tanto en lo físico como en lo mental y emocional, por ello tenía tanto aprecio por su persona, ella mas que nadie tenía una libertad envidiable. Sus palabras parecieron lograr que al menos se acallasen las acusaciones de los recién liberados, eso sería suficiente para oír lo que tenía para decirme Leviathan, aunque agradecía que mi compañera intentase mantenerse junto a mi, entendía lo que debía hacer en ese momento y sumarme a ese pedido solo traería mas complicaciones que beneficios, en su lugar tenía algo mas en mente.

-Por su puesto, me asegurare de que este bien informado- Saber que no tendría que luchar por mi libre albedrio era un descanso a mi mente y cuerpo. Teniendo eso en claro dejaría que ellos dos hablasen, pues necesitaba hablar con aquellos a los que les había recordado lo esencial para vivir, al menos desde mis ojos. -Entiendo su miedo, su ira y su confusión, crean que los eslabones en mis brazos no son un mero adorno- Mostraría mis brazos para captar su atención en ese punto antes de bajar los brazos y asegurarme de hacer reverberar mi voz a puntos de que pudiese ser escuchada con claridad por los presentes sin destrozar sus tímpanos. -Pero crean que esta visita sorpresa ha resultado ser de lo mas beneficiosa, Leviathan ha ofrecido sus dominios para que puedan rehacer sus vidas, eso ya lo escucharon y no hay nada mas detrás de eso...No les mentire eso no quiere decir que viviran de el o de nosotros, mi único regalo fue liberarlos, el de el sera darles cuatro paredes y un techo, habrá que compartir techo y sera necesario organizarse, pero depende de ustedes seguir viviendo según sus ideales, entiendan que el Rey Divino aprecia la fuerza y solo los fuertes deciden que hacer con sus destinos...pero la fuerza no esta solo en el músculo o la magia, esta en ustedes y su voluntad, esa es la fuerza que yo he visto en el Rey Divino, no es un falso dios como el Coloso que quiere mostrarse como noble pero hace distinción entre sus seguidores, puedes venerarlo toda la vida pero si te vuelves un esclavo dejas de ser persona ante sus ojos...No es así con aquel a quien yo decidí dedicarle mis rezos y a quien, nuestro invitado aquí presente, hace efectiva la voluntad del mismo.-

Les indicaría con la mano al joven llamado Nasai, aquel designado a registrar los nombres de cada uno de los presentes.

-Aquellos que quieran un nuevo comienzo con algo de ayuda, pueden acercarse al joven y solo con ello lo tendrán...aquellos que quieran marcharse pueden hacerlo, pero tengan en cuenta que no podre ofrecerles protección, mi único regalo es romper sus cadenas, solo ustedes pueden evitar que se las vuelvan a poner...recuerden que no vivimos en un mundo apto para cualquiera, no sean como aquel que creyó que por someterse estaría exento de enfadar a alguien que podía acabar con su vida fácilmente, y si ven, esa daga fue por creer que tenía derecho sobre la libertad de Leviathan, deberían aspirar a ser como el no temerle, aspiren a su fuerza para controlar su destino, como el hace con el suyo- al terminar de entonar aquella última frase, volvería a ir donde estaba el único niño entre todo ese grupo que se había atrevido a hablarme anteriormente y con una mano gentil, despeinaría un poco su cabello. -Ese es mi consejo-

Notas de juego

Tu dime si hay que tirar o algo, saque al predicador que llevo dentro xD