Partida Rol por web

9 de octubre del 2015.

Es por la mañana y el despertador suena con fuerza, interrumpiendo el sueño que estabas teniendo ¡Hora de trabajar! La buena noticia, que por fin era viernes.

Por la ventana se podía apreciar que hacía un día horrible, soplaba el viento y parecía que iba a llover. Aunque no te podías quejar del paisaje, había hojas caídas en el suelo, dejando una vista que bien podía ser la de un cuadro.

Nada más mirar tu teléfono móvil, ves que tienes un correo de José Ávila, recursos humanos: “hoy hay una reunión muy importante, piso 8, sala de reuniones 3C. Nada más llegar a primera hora, todos debéis acudir allí. Buenos días”

Era raro que os metieran tanta prisa con una reunión y que surgiera así de repente, pero desde luego era mejor asistir y no enfadar al señor Ávila, porque podía tener muy mal carácter.

Cuando sales de tu habitación, tu compañero de piso, Miguel, está en la cocina, hablando por teléfono mientras se hace un café.

Buenos días, te saluda al verte ¿quieres uno? Dice señalando el café. Luego sigue con su conversación.

“No cariño, se lo decía a Gabriel que se acaba de levantar. Ya…ya….si, ahora se lo digo, tranquilo Bueno lo harás genial, peinar al grupo más famoso del país es algo que puedes hacer sin duda…” Parecía que hablaba con Ángel, y que este estaba nervioso por algo.

Mmmmmmmmmeeeeehhh es el elaboradísimo pensamiento que cruza la cabeza de Gabriel mientras manotea para apagar la alarma de su móvil y desconectarlo del cargador como cada mañana. Como odia madrugar, es una de las sensaciones más molestas que le pueden echar al cuerpo. Pero hay que hacerlo. Malditas responsabilidades adultas, maldito trabajo, maldito dinero... ¿quién me mandaba a mi aprobar las asignaturas y terminar la universidad? Joder... dice entre pensamientos hoscos y murmullos enfurruñados mientras lee el mensaje en su móvil y se va vistiendo precariamente, más zombi que persona. Gabriel no es una persona de mañanas, obviamente.

Pero todo esto se debe al caracter naturalmente vago del muchacho, en realidad sí disfruta de su vida adulta, de tener dinero e independencia. Solo que también disfruta de quejarse, somos humanos, ¿no? Cuando termina de adecentarse camina arrastrando los pies hacia la cocina, donde encuentra a Miguel. Su ofrecimiento le cambia la cara a una sonrisa. ¡Café! Si señor, esto ya es otra cosa.

 - Si please. - le contesta a su compañero de piso mientras se acerca a poner unas rebanadas de pan en la tostadora - Me salvas la vida como de costumbre. - añade dándole una palmadita de agradecimiento en el hombro cuando pasa a su lado.

Cuando escucha como sigue hablando con, probablemente Ángel, su pareja, alza una ceja. ¿Problemas en el paraiso? No, no suena a eso... ¿Un grupo famoso? Curioso... piensa para si mientras saca la mantequilla del frigorífico.

- ¿Todo bien con Ángel colega? - le pregunta cuando termine su llamada.

Miguel le prepara otro café a Gabriel y se lo pasa, mientras sigue con el teléfono.

Sí....sí, bueno...tu tranquilo. Un beso cariño, adiós. Cuelga y pone cara de alivio, quería mucho a Ángel, pero cuando se ponía nervioso no paraba de hablar y de hablar, y podía ser agotador.

Le da un sorbo a su café. Está nervioso porque al parecer mañana hay un evento importante. El grupo Red Rose toca en el club "Gótica", un club muy exclusivo dónde se escuchaba música metal, con una ambientación oscura y siniestra. La clientela de esa club, eran gente importante, con dinero, famosos o políticos. Y es él, el que debe peinar al grupo. Habrá allí todo tipo de personas importantes y su carrera puede depender de esos peinados. Está como loca. Le contó Miguel. Además, ya le conoces, tendrá oportunidad de cotillear todo lo que pueda y lo está deseando. Sonrió con la idea.

El chico sonríe viendo quizás una oportunidad para matar el aburrimiento temporalmente.

- Suena bien eso, normal que esté nervioso jeje - Aunque la verdad no creo que sea capaz de sacar nada productivo de ir allí, es un poco cortillo... piensa para si mismo. Sin embargo yo... - Montan unas fiestas guapas en el Gótica ¿eh? - continua mientras le da un sorbo al café. Mhm, notar como el cálido brebaje baja por su garganta cuando aún está medio dormido es lo mejor del mundo. - ¿Tu irás con él? Yo quizás intento sacar alguna entrada.

Lo dice con tono despreocupado mientras se gira a untar mantequilla en una de las tostadas, como si no le diera apenas importancia al asunto, aunque la verdad es que se le ha antojado. Por varios motivos, pero lo principal es que la gente rica suele ser muy divertida de manipular considerando que tienen muchos recursos para hacer lo que se les antoje. Y que las pijas suelen tener las piernas con abrefácil en cuanto escuchan un par de palabras melosas.

Una entrada? amigo te diré algo, ni siquiera yo he podido conseguir una. Se lo han quedado bien claro a Ángel, no puede invitar a nadie. A menos que tengas millones en tu cuenta corriente o seas alguien muy importante, no creo que consigas entrar….. ya ves, hasta es difícil conseguir ser camarero en ese lugar... Parecía un poco molesto, ya que le hubiera gustado ir con su chico, pero lo entendía, gente normal y corriente como él no podía soñar con acceder a ese tipo de lugares. Bebió de su taza de nuevo. Será mejor que me espabile o llegaré tarde.

Chasquea la lengua con decepción cuando le escucha decir eso. - Tsss, una lástima, sonaba divertido. Aunque bueno... no subestimemos mi suerte, jejeje. A saber que ocurre... - se termina su tostada y su café mojando la primera en el segundo. Ese sabor siempre le trae recuerdos de su infancia, cuando su madre le daba a probar de ese mismo desayuno, para él una exquisitez.

Tras eso friega rápidamente su plato y taza y tras dejarlos le da un par de palmadas en la espalda a Miguel. - Si, yo también tengo que ir tirando ya. A saber que quiere ese buitre de Ávila tan pronto en la mañana, tenemos una reunión o algo de ese palo. Luego estamos - le dice antes de salir de la cocina, lavarse la cara y los dientes en el cuarto, echarse algo de colonia y salir cogiendo su chaqueta, directo hacia M2 Sistemas.