9 de octubre del 2015.
Es por la mañana y el despertador suena con fuerza, interrumpiendo el sueño que estabas teniendo ¡Hora de trabajar! La buena noticia, que por fin era viernes.
Por la ventana se podía apreciar que hacía un día horrible, soplaba el viento y parecía que iba a llover. Aunque no te podías quejar del paisaje, había hojas caídas en el suelo, dejando una vista que bien podía ser la de un cuadro.
Además, había mucho jaleo para ser tan temprano. Gente entrando y saliendo de tu edificio y un camión enorme con muchas cajas y muebles.
Una chica pelirroja bastante guapa, daba indicaciones y les pedía a los del camión que tuvieran cuidado con sus cosas ¿una mudanza? Hacía tiempo que el piso que estaba justo debajo del tuyo estaba vacío.
la chica en cuestión es así:
Nada más mirar tu teléfono móvil, ves que tienes un correo de José Ávila, recursos humanos: “hoy hay una reunión muy importante, piso 8, sala de reuniones 3C. Nada más llegar a primera hora, todos debéis acudir allí. Buenos días”
Era raro que os metieran tanta prisa con una reunión y que surgiera así de repente, pero desde luego era mejor asistir y no enfadar al señor Ávila, porque podía tener muy mal carácter.
Después de bostezar y desperezarme, me levante parando la alarma “Al fin viernes” Pensé, las pocas alegrías que podía darme era ver que la semana se acababa. Me asee y luego me prepare algo para desayunar y un café para acabar de despertarme.
Mientras lo bebía veía el desagradable tiempo que hacía y pude escuchar algo de jaleo fuera “Maldita sea, quien tuviera dinero para no tener que aguantar a nadie” Me dije. Fregué lo del desayuno y tome mis cosas para salir. Justo leí el mail que había mandado el estúpido de Jose Ávila. No me gustaba eso de la reunión, normalmente no era buena cosa y yo estaba en el escalón más bajo de todos y la mierda solía caer hacia abajo.
Al salir vi una chica que guiaba a los tipos que bajaban cajas de un camión “Una mudanza, perfecto otro vecino más”
Buenas. La dije con un saludo de cabeza, tras cerrar la puerta con llave. Que pase buen día adiós. Salí “Bien pasamos esa prueba sin tener que entablar esas molestas conversaciones” Mire la hora, por el momento todo controlado, tomar el metro y llegar al trabajo.
Salí a la calle, me cerré bien el abrigo y me coloque el gorro bien para evitar el frio, luego con cuidado abrí el pequeño paraguas, pero resistente, para ser de un chino el tipo era el tercer invierno al que se encaminaba. Encamine mis pasos hasta el metro para tomarlo y llegar a la oficina.
La saludas, y ella deja un momento lo que está haciendo, para salir detrás de ti y presentarse como es debido. Te sonríe. No lleva paraguas, pero a pesar de que caen algunas gotitas, no parece importarle.
Hola! soy Linda Owen, encantada. Me he mudado hace poco a este barrio, porque he abierto una pastelería por aquí cerca. Hablaba rápido, como si lo hubiera ensayado mil veces y lo quisiera soltar todo antes de olvidarse de algo. No soy de aquí y no conozco mucho este sitio ni a nadie, espero que no te moleste que te haya parado de esta manera. Se puso colorada. Supongo que te vas a trabajar, debería dejarte tranquilo, no querría que llegases tarde por mi culpa. Después si quieres me paso por tu casa y te subo uno de mis pasteles para que los pruebes, soy muy buena pastelera! Hablaba rápido y acelerada, además parecía nerviosa.
Cuando se acercó para hablarme sentí algo de alegría “Vaya alguien que se fijó en el gordito” Aunque luego volví a mi ser “¿Es que no les vale ser solamente educados?” Pensé. Me gire sonriente, como siempre no me gustaba quedar de maleducado.
No pasa nada ¿Así que pastelera? Pues seguro que te ira bien, no recuerdo que haya una cerca. Conteste en algo tenía razón, iba al trabajo y no quería perder más tiempo. Ah sí bueno claro, puedes pasarte, aunque hoy llegare tarde igual si eso mañana u otro día, pero muchas gracias. Acabe por decir. Si me disculpas se me escapa el metro para llegar al curro. Suerte en la mudanza. Dije mientras me giraba e iba hacia la calle.
“Bueno al menos quede bien. Pero es que no me apetece aguantar a nadie después de llegar de trabajar. Este fin de, toca partidos en la tv, cervezas y algo de pc, esperando que llegue el maldito lunes” Con esa idea me encamine al metro.
Hola! Me salvas la vida. Te respondió ella. No te preocupes, ha sido mi culpa, a veces soy muy impulsiva y mi madre siempre me dice que hablo demasiado. Te miró con una amplia sonrisa. Me encanta el vino!! Y sí, me encantaría probar esos bollos, a cambio te dejaré probar mi pastel de manzana, gané un concurso de cocina con él, el año pasado. Y eso que participaba un cocinero muy famoso, como se llamaba? Ainss que memoria más mala tengo, no recuerdo su nombre….bueno, ya lo estoy haciendo otra vez, no? jejejeje. Hablo demasiado. Hablaba muy rápido. Paró un momento para respirar y no asfixiarse.
Ella entró en su casa, y quedasteis en la suya en unos minutos. Tú te fuiste a por el “vino” y preparaste las pastillas, dentro de uno de los bollos; cuando estuvo listo, volviste a su casa. *
La decoración de su casa, no era excesiva, tenía pocos muebles y una decoración hippie. Te pidió que te sentaras en el sofá, mientras ella iba a por las copas de vino y mil historias más que se moría por que probaras.
Bueno, volvamos de nuevo a tu escena.
* imagino que haces eso en tu casa, por lo que me lo salto.
Entre al piso, la mujer parecía muy confiada, no dudo y me invito a su piso "¿O se lo está oliendo?" Pensé, igual esa mujer sabía que buscaba su daga. Rápido trate de quitarme esa idea de la cabeza, las películas y series a veces hacían mucho daño. Deje el bollo y el vino en la mesa, luego me senté.
Oh gracias, pero no puedo probar los dulces, es un tema raro de alergia y metabolismo, lo siento. Comente por lo de comer comida que ella me ofrecía. Aunque si eso se lo puedo llevar a mi madre, es una enferma de los dulces, casi una catadora de los mismos. La dije, para justificar que no comiera nada.
Vaya sí que te diste prisa colocando todo. Comente mientras miraba alrededor, por si casualidad veía algo como esa maldita daga. Creo que si yo tuviera que hacer una mudanza me volvería loco y ya no te digo un colega mío enfermo de esos cachivaches viejos, colecciona de todo. Dios hasta una armadura vieja tiene y algunas armas antiguas.
Si esa era la idea.
En serio? Vaya….lo siento mucho. Oh, qué vergüenza! Y yo hablando todo el tiempo de dulces y pasteles. Ahora me siento tan culpable! Te los prepararé para tu madre, espero que le gusten, cuáles son sus preferidos??? A mí me vuelve loca el chocolate! Bueno, le pongo un poco de todo y ya me dirás que les ha parecido. Se llevó rápido todos los pasteles que había sacado a la cocina, para prepararlos y que te los llevaras.
Bueno, aún me faltan algunas cosas, pero ha sido una mañana dura, toda la mañana colocando muebles. Te contaba ella desde la cocina. En el salón, al menos a primera vista, no viste nada parecido a la daga.
Terminó de prepararte los dulces, y volvió al salón. Aquí los tienes, espero que le gusten a tu madre. Armas? Uy a mi esas cosas me gustan muy poco! Me dan mucho miedo! Por cierto, no querrás comer otra cosa, puedo prepararte algo?? Que es lo que te gusta?
Motivo: Ver daga
Dificultad: 15
Habilidad: 7
Tirada: 3 5 9
Total: 5 +7 = 12 Fracaso
Oh no gracias, estoy con un nutricionista y si me salto sus órdenes me mata. Comento jocosamente.
Maldije al no ver la puñetera daga, pero claro igual estaba en su cuarto, o en alguna caja de esas que tenía por ahí apiladas. La mujer hablaba mucho, era casi una ametralladora. Pero aproveche para servir el vino y lo deje en la mesa.
Gracias si se las llevare, seguro que estará encantada con que tenga una vecina que haga dulces. Pero debes probar este, a ver qué te parece, según mi madre es algo indescriptible, pero prefiero la opinión de una profesional. Reí al decirlo mientras esperaba.
Ah, sí. Mi hermana también iba a una nutricionista, son muy estrictos!! Aunque una vez al mes la dejaba comer lo que quisiera! Y se ponía hasta el culo! Aunque ella los viernes quedaba con su novio y también se la saltaba, pero bueno, por un día no pasa nada, o eso dicen. Jejeje. Me pareces una persona con mucha fuerza de voluntad. Yo si viera tantos pasteles creo que no me resistiría, ahora me estoy sintiendo como el mismísimo satanás, aquí tentando con dulces y pasteles. Dio un sorbo al vino, y aprovechó para respirar. Después cogió el bollo que le ofrecías, y cuando le dio un muerdo, puso una cara de decepción. Está delicioso. Dijo.
Se dejó caer en el sofá y te miró sin decir nada más, sólo suspiró. A los 10 minutos, cerró los ojos.
Cuando tomo el vino y se comió el bollo casi salte de alegría, pero tuve que mantener la compostura durante 10 minutos que se hicieron eternos, hasta que la mujer cerro los ojos y se dejó caer en el sofá.
Me mantuve quieto. Oye ¿Estas bien? La dije, luego la moví un poco para ver si reaccionaba. Al ver que parecía estar inconsciente. Empecé a moverme, lo primero fue ir a la cocina, con cuidado tome unos guantes de fregar, con ello evitaría dejar huellas “Igual es demasiado, pero es lo que tiene ser fanático de Grisom” Después empecé la búsqueda de la daga, siempre echando un ojo a la mujer y dejando las cosas en su sitio de nuevo.
Decidí empezar por la habitación, a lo mejor la había ocultado en alguna parte de la misma. Con cuidado y meticulosidad revise la instancia, luego sería cosa de seguir con las cajas, por si no las había sacado. La cuestión era encontrar la dichosa daga.
Tirada oculta
Motivo: Percepcion
Dificultad: 0
Habilidad: 0+7
Tirada: 5 6 6
Total: 6 +7 = 13 Éxito
En su habitación, viste un pequeño baúl, con símbolos extraños que no reconociste. Fue fácil abrirlo, aunque sentiste una extraña energía al hacerlo. y ahí estaba la daga, sin duda era la de la foto! Pero que fácil había sido!!! No habías tardado ni 15 minutos en encontrarla.
La daga te daba una sensación muy extraña; y es que nada más abrir ese baúl, sentías como si te estuviera hablando, no sabías que decía, pero era como si te incitara a que la cogieras y mataras con ella a tu vecina.
Una energía oscura, que te empujaba a comerte las peores atrocidades, y eso que aún no la habías tocado.
Aquella sensación me dejo helado. No era alguien creyente ni muy supersticioso, pero el escalofrió que me recorrió al sentir aquello fue real. Dude durante unos segundos que hacer, por ello tome un par de trapos de la cocina. Luego con ellos tome la daga pero evitando tocarla, como si estuviera infectada de algún virus.
No es que eso me pudiera aislar de todos los virus, pero al menos me dio la tranquilidad suficiente para tomarla. Una vez la tuve cerré el baúl como estaba, comprobé que todo estuviera igual. Por ultimo oculte la daga entre mi ropa y tape con una manta a la vecina “Diré que se quedó dormida y me fui tras taparla”
Tras ello saldría de la casa y me dirigiría a la mansión del señor Rusell y así acabar la maldita tarea. Quería deshacerme de esa daga cuanto antes.
Dejo todo como abierto por si pasa algo, solo dejo expuesto que haria.
La sensación fue aún mayor cuando la cogiste, aunque fuera con trapos, y se te hacía bastante pesada, más de lo que se esperaría de una daga.
Cuando entraste en el salón, escuchaste una voz en tu interior, pero no era un pensamiento tuyo, más bien como si alguien se hubiera metido en tu cabeza, y te hablara.
Mátala, mátala, mátala, mátala. decía aquella voz. Esa daga tenía mucha sed de sangre. Con cada palabra, era más pesada y las manos te quemaban, un dolor, que por alguna razón, tenías claro que sólo podía apagarse si la matabas.
Fue entonces, cuando tu vecina se levantó. Se quedó mirándote, no estaba extrañada, tampoco parecía enfadada. Las pastillas para el insomnio que me has puesto en los bollitos, no tienen efecto en mí. Será mejor que sueltes esa daga, es la daga de un demonio y sirve para matar ángeles. fuera de esta casa, podría ser muy peligrosa.
No te vas a librar tan facilmente XD
Mire a la chica que hablaba, al parecer había resistido una dosis fuerte de esas pastillas, desde luego hubieran tumbado hasta el puñetero hulk, por lo que me vi sorprendido. Pero lo que comento de matar demonios y ángeles, por alguna razón lo creí. Aquella daga exigía muerte, sangre, matar.
“Entonces ella debe ser de los buenos” Pensé, era fácil si fuera de los malos hubiera acabado conmigo. Entonces desenvolví la daga la tome y mire a la mujer.
Entiendo. No comente más, me deje llevar por las ansias del arma. En mi cabeza se metió la idea que esa mujer se interponía entre mi destino como multimillonario y yo. Estaba tan cerca que no permitiría que nadie me quitara aquello.
Pues trato de usar la daga contra la mujer.
Sentiste un poder oscuro en tu interior. Algo que sin duda sacaba lo peor de ti, te daba igual el resto del mundo, tu objetivo era lo principal, tanto que no dudaste en atacar a aquella mujer. La energía te recorría el cuerpo, una energía oscura que te hacía sentir poderoso, fuerte…casi…casi como inmortal, como si nadie te pudiera hacer daño. Si eso era, te sentías como si estuvieras por encima de todos y de todo, como si el resto sólo fueran hormiguitas que podían ser pisadas. Eras Dios!! No, mejor aún, eras el demonio!!
No no no no no….decía ella, asustada y triste. Era demasiado tarde para ti. Tus actos habían sido lo suficientemente malos, como para despertarte como demonio. Y lo sabía, no había nada que hacer, estabas despertando…..
Mierda! En un primer momento no sabía porque la habías drogado, se había hecho la tonta para pillarte, una vez te había visto con la daga, había dado por sentado que la soltarías, aunque fuera para escuchar lo que tenía que decirte. Pero a ti todo eso te había dado igual. No te importaba en absoluto su vida, sólo te importaba la tuya.
La energía de un despertar era tan poderosa, que lo único que podía hacer ella en aquél momento, era huir, y eso hizo, Linda dijo unas palabras en un idioma desconocido, y desapareció.
Y tú….tú te sentías inmortal, ya no eras humano, eras de demonio. Un demonio inexperto que necesitaba de algún otro demonio para que le explicase cómo iban las cosas.
“¿Qué es esto?¿Que sucedía?” Me preguntaba, pero no tenía miedo. Ahora no, en ese momento sentía fluir un poder como nunca había sentido, sonreía a la mujer. La mire desafiante, nadie podría detenerme ahora. Reclamaría lo que era mio, lo que se me había robado. Era momento de cobrármelo todo.
Pero antes que pudiera hacer nada la mujer huyo diciendo algo en un extraño idioma. Después de eso solo pude rugir y gritar de alegría. Los cristales retumbaron. Después de eso me pare, sabía que necesitaba guía, ayuda para descubrir bien que era y que pasaba “El Señor Rusell” Me dije, demasiadas casualidades en las que no creía. Él me había hecho ir por esa daga.
Por ello salí de la casa, pase de largo de la mía, ahora solo tenía un destino la mansión de Rusell. Busque un taxi para ir a ella, sin esperar. Tenía dudas y quería respuestas, pero si el no era lo que yo creía, pues sería una buena primera víctima, me haría con sus posesiones antes de eliminarlo.
Pues voy a casa de Rusell.