Partida Rol por web

La noche ya estaba cayendo, y hacía rato que tenías las luces de la tienda encendidas, que parpadeaban demasiado, más que nunca.

 Lo entiendo, no me conoces de nada, no sabes si digo la verdad o simplemente me he inventado una historia para malmeter, pero si eres inteligente, pensarás las cosas antes de hacerlas y…

Buscó en su bolsillo un papel y escribió un número de teléfono.

En ese momento entró Alexa en la tienda.

 TÚ!? QUE HACES AQUÍ!? HAS VENIDO A ACOSARME?? LO NUESTRO TERMINÓ  Y NO PIENSO VOLVER CONTIGO. Le gritó.

Él la miró como si no tuviera ni idea de lo que estaba hablando.

Y las luces de la tienda se apagaron, quedándolo todo a oscuras. Sólo sombras, que se movían.

Escuchaste como los dos se movían de lugar, un golpe. Una estantería se cae al suelo.  Después algo pasa volando cerca de tu cabeza.

Me escondí bajo el mostrador y busqué rápidamente mi móvil para activar la linterna y ver que demonios estaba pasando.

La luz de la linterna no te dejaba ver mucho, pero algo si que viste, un hacha volando por los aires, que iba directo a alguien, alumbraste con la linterna, pero la persona en cuestión se movió rápido y la perdiste. Se clavó en una estantería, que tiró la instante. La persona a la que iba dirigida, se movió con rapidez, alumbraste, pero pillaste, una espada???

Volví a esconderme bajo el mostrador. Podría salir de la tienda aun a oscuras pero ni de broma me metería en lo que parecía una batalla. ¿Estaban peleando esos dos? Mi intuición me ha estado advirtiendo todo el día pero no esperaba, de ninguna de las maneras, que la situación se pusiera así.

Apagué como pude la luz del móvil. Notaba el temblor de mis manos, de mis piernas. Mi corazón quería salir del pecho. Me obligué a tranquilizarme pellizcándome con fuerza en el muslo y me concentré en escuchar lo mejor posible.

Golpes, carreras, choque de espadas, estanterías caerse….esos dos estaban luchando, no había duda. Y además tenían armas.

Se escuchó entonces la voz de Alexa. No me mates por favor, ayuda! Que alguien me ayude!!!  

El grito hizo despertarme del todo. Rápidamente, volví a encender la linterna del móvil y busqué con su luz a Alexa para ayudarla saliendo del mostrador.

Una de las luces se encendió, y el panorama era el siguiente: había un montón de muebles caídos y destrozados; videojugos por el suelo, fuera de su funda. Cortes por todos los sitios, cortes producidos por espadas y por algo mucho más gordo y tosco. Alexa estaba en el suelo, desarmanda; y a unos metros de ella, Roland, con una espada. La espada apuntaba hacia ella, pero no estaba tan cerca, como quizás hubieras imaginado al escuchar su grito de ayuda. Además, cerca del mostrador, a tu lado, había un hacha.

Roland parecía algo sorprendido y tenía una herida en el costado. Alexa no parecía herida y su cara era de miedo.

"¿Qué coj...?" Me pregunté al ver el desastroso y caótico panorama.

Actué por lógica a pesar de que había muchas cosas que debían explicarse. Me lancé entre ambos y use mi cuerpo para proteger al de Alexa.

-¡Detente!-Grité aun que con voz temblorosa. Da igual cuanto recordase de kárate, ese hombre estaba armado...-¡Vete! ¡He llamado a la policía y llegará enseguida! ¡Márchate!

Era mentira que había llamado pero él no lo sabía. Sólo espero que hubiese sonado lo suficientemente convincente.

De repente la espada que él sostenía en las manos empezó a brillar y desapareció. Con un clic de la mano de aquél muchacho, todo se puso en orden de nuevo. Estanterías, paredes, juegos….

Tosió con fuerza, y se llenó la mano de sangre. Parecía herido gravemente. Ella aprovechó el despiste del muchacho, y cogió el hacha que había en el suelo. Ha intentado matarme, no podré vivir tranquila si él sigue con vida…. Te dijo levantando el hacha y acercándose al muchacho para clavársela.  Te miró antes de hacer nada. Lo entiendes, verdad?

-¡Para nada!-Dije asombrado, tanto por lo ocurrido como por lo que ella insinuaba. Ahora defendía al joven con mi cuerpo poniendome entre ambos-Yo respeto toda vida y no pienso permitir que le hagas daño. ¡Ha... "bajado" su arma! Se ha rendido y está herido... Déjalo marchar, por favor.

Aun que lo había pedido educadamente, mi mirada mostraba mi determinación. Odiaba los conflictos y si había que matar, se hacía pero él cesó su ataque y estaba notablemente mal. Puede que me arrepintiese luego de mi decisión pero en ese momento, me parecía lo más correcto.

Ella hizo desaparecer aquél hacha, tal como lo había hecho él. Y él se marchó enseguida, agradeciéndote con una sonrisa sincera lo que acababas de hacer.

Hay cosas que nunca podrás hacer. Le dijo a la chica, antes de irse. Esta le miró con desprecio.

Te has librado, hoy. Pero no vuelvas, o te mataré. Le amenazó ella.

Cuando él se marchó, Alexa se acercó a ti, estoy segura de que tienes muchas preguntas que hacerme. Te responderé a todas.

-¿Cómo...?¿Qué...?- Tenía la cabeza totalmente saturada de preguntas. Hace un segundo mi tienda estaba en ruinas y ahora volvía a estar como estaba. Y ellos habían invocado armas, peleado y luego hecho desaparecer. Nada tenía sentido pero recordé la pregunta que ella me hizo horas antes.-...¿Eres un ángel o un demonio? ¿Y él? ¿Por eso podéis... "invocar" armas? ¿Y qué es lo que quieres de mi?

Existen los seres inmortales, ángeles y demonios como lo llamáis vosotros, yo prefiero pensar que simplemente son dos bandos con puntos de vista diferentes.  Estaba cansada de que se les catalogara como “buenos” y “malos” , ella era como era y punto. Yo soy uno de esos seres inmortales, pero no fue siempre así, también fui humana, como tú; aunque hace ya bastante, la verdad….. ya casi no recordaba su humanidad, tan sólo tenía algunas imágenes de su infancia, que preferiría olvidar. Y es que ciertos humanos tienen  el potencial de “despertarse” y llegar a ser inmortal. Normalmente, para pertenecer a uno de los bandos. Tú tienes ese potencial Hector, yo sólo quiero ayudarte a que lo despiertes, pero tendrás que confiar en mí. Te extendió su mano y te sonrió. Quieres que te ayude? Quieres ser inmortal y tener todo lo que te puedas imaginar y más?

-No me has respondido a mi pregunta.-Dije dando por cierto lo que me contaba. Todo cuanto había pasado era suficiente prueba para ello.-¿Qué eres tú? ¿Ángel o demonio? ¿Y a cual es el precio de ser inmortal y de "tener cuanto pueda imaginar"?

Se acercó a ti y te cogió de las manos. Si te respondo a esa pregunta, prometes no salir corriendo?? Te susurró en el oído. Vosotros me llamáis demonio, pero yo prefiero pensar que soy una persona que mira por sus intereses.  El precio? Por qué piensas que lo hay? Se quedó pensativa. No quiero tener a otro angelito tras de mí con intenciones de matarme. Yo sólo quiero vivir mi vida tranquila, pero ellos no me dejan en paz.

-¿Eres... un demonio?- No pude evitar retroceder un paso, algo asustado. Pero de querer hacerme daño, lo habría hecho. Ha tenido mil oportunidades. Entonces vino dos preguntas a mi.- ¿Qué es lo que buscas de mi? ¿Y por que dices que no paran de perseguirte? Se supone que... Bueno, eres malvada. ¿Qué es para ti vivir tu vida tranquila?

No te asustes tanto, no voy a comerte, sólo quiero despertarte, ya te lo he dicho. Sigo siendo la misma chica que has conocido. Resopló resignada. Por qué siempre es igual, os alegráis de conocer a angelitos pero os asustan los demonios?  Por qué tanto miedo? No vas a ir al infierno y no te va a torturar un hombre con cola de pincho y de color rojo, relájate. Además, los ángeles han matado a más humanos que nosotros. Deberías temerlos a ellos, no a nosotros. Hizo una pausa, demasiada información para asimilarlo todo. estaba resignada, el cuento siempre era igual, quién no se alegraba de conocer a un ángel? pues menudos genocidas que estaban hechos! eran insolente, hipócritas, egocéntricos...estaba claro que no tenía ni idea de lo que era verdaderamente un ángel... Los ángeles y los demonios estamos en guerra, ambos bandos nos perseguimos, y debo decirte, que empezaron ellos. Se entrometen todo el tiempo en nuestros asuntos, yo no los juzgo con sus actos, que cada uno haga lo que le dé la gana! Pero ellos no piensas así, lo tienen que controlar todo…

-Para.-Le dije a Alexa. Tenía razón, era demasiada información. Deambulé un momento por la tienda. Yo creía en el bien y era posible que Alexa me mintiera pero... ¿y si no era así? Supuestamente, Dios ha provocado más muertes que el propio diablo. Además, ¿quién dice que sea el señor del infierno el malvado? Siempre tuve esa duda respecto al infierno y al cielo. ¿Quien era realmente el malvado? ¿Hay realmente un señor del mal y otro del bien? 

Miré a Alexa... Eran preguntas cuya respuesta eran una gran incertidumbre para mi y mi curiosidad comenzaba a reinar en mi mente. ¿Y si todo cuanto nos había enseñado la Iglesia, escrito en la Biblia, era mentira? Al fin y al cabo, los libros de historia eran escritos por los ganadores.

-¿Quieres que despierte en tu bando?-Pregunté de forma retórica. Me acerqué a ella bastante, a unos escasos centímetros, tomándola de la mano y mirándola a los ojos- Bien... Alexa. Llévame contigo.