Exhaló el aire de forma brusca, aquel pobre diablo se había librado por los pelos, si su expulso no hubiera dado en el blanco…
El tipo salió corriendo sin parar hasta el puente y todo aquello se ponía cada vez más peligroso, concentrándose cada vez más y más gente, sin duda magos oscuros también como pudo distinguir a lo lejos, ese tío era realmente influyente.
Acortó distancias con el resto sin perder de vista al tipo que había lanzado el avada, en cualquier momento podría volver a intentarlo.
-¡Joshua ! – gritó al ver que su compañero se que daba atrás para llamar su atención.
Pero el no la escuchó, ya estaba conjurando un fenomenal avifors. “Bién”, susurró y siguió corriendo hasta el puente, sabiendo que él no tardaría en alcanzarles, y los otros dos ya llegaban, uno llevando al otro encima, en shock.
Llegaron a la avenida y entraron en un patio de un edificio cercano al puente, estaban a salvo.
Los hombres se presentaron, resultaron ser reporteros, y el otro, ¿lo habían encontrado en un baúl? Así es, y había ido a aquel lugar a encontrarse con su padre… para intercambiar información sobre su árbol genealógico y… para llevarle su ejemplar del… Necronomicón, cuando lo describió, Diana le miró fijamente, si, era por aquello por lo que le habían matado, estaba totalmente segura, y ese libro…
-Si, era capitán de auores, y yo soy Diana Selwyn, su hija, él es mi compañero, el señor Joshua Woodbridge, somos auores, veníamos a investigar la escena del crimen…
Se fijó en el hombre, aunque no con claridad, le recordaba, y también a ese libro… ¿se lo habrían llevado? Estaba claro que eso era lo que andaba buscando el mago tenebroso. Diana se apoyó en la pared dejando caer su peso en uno de los hombros, se sentía cansada, física y psicológicamente, ni siguiera había podido desahogarse aún por la perdida de su padre, le había visto muerto y tirado de cualquier forma en ese muelle… y allí seguía…
Entonces el tal Roman hizo en voz alta la pregunta que todos se estaban haciendo, qué hacia ese libro y la mujer miró al historiador interesada. Si esos malnacidos lo querían, debía ser muy poderoso… ¿cómo lo tenía su padre?
-¿Sabe usted si mi padre lo llevaba encima hoy? aunque me temo que si quería compararlos así era... esos malditos se habrán hecho con el...
Montgomery no pudo evitar maldecir su mala suerte. Había intentado salvar a aquel chico y, sin embargo, lo único que había logrado era ser alcanzado por dos hechizos que habían impedido la fuga de ambos. Aturdido e inmovilizado en el suelo como estaba, no podía hacer mucho. Fue entonces cuando recibió aquel mensaje de Riley a través de su acreditación. No pudo evitar reírse para sus adentros, pensando en lo irónico de que justo en esos instantes Jonathan Riley se hubiera comunicado con él.
-Acreditación... cógela... varita... mano... -le indicó Montgomery a Jones, entre dientes, sin saber si el muchacho lograría hacer lo que le ordenaba y sobreponerse a sus miedos.
Afortunadamente, parecía que Calvin Jones había conseguido tranquilizarse y entender lo que le estaba pidiendo el jefe auror, por lo que cuando Calvin le puso la varita en la mano y colocó la acreditación enfrente, Montgomery se dispuso a transmitir a Riley el mensaje de ayuda.
-Madison Square. Inmediaciones. Tiroteo Hylan. Testigo en Peligro. Azotea. Urgente -comunicó Montgomery a su subordinado con la esperanza de que supiera llegar hasta él. Con suerte, daría con el vehículo de los mafiosos y sabría cómo llegar hasta él.
Motivo: Aturdimiento - duración
Tirada: 1d3
Resultado: 3 [3]
Motivo: Persuasión a Calvin
Dificultad: 15
Habilidad: 11
Tirada: 1 6 8
Total: 6 +11 = 17 Éxito
Motivo: Conocimientos Mágicos
Dificultad: 12
Habilidad: 10
Tirada: 2 7 8
Total: 7 +10 = 17 Éxito
Algo extraño estaba ocurriendo, dado que el jefe Mongomery jamás tardaba tanto en devolver una respuesta salvo que fuese una situación sumamente delicada o de vida o muerte. Riley estaba empezando a sospechar que algo no iba bien, cuando de pronto empezó a parapadear en rojo el círculo adyacente al nombre del jefe Montgomery que venía en la acreditación, y lentamente, como si fuese complicado realizar una acción tan trivial como mandar un mensaje de texto, fueron apareciendo unas palabras bastante concisas y directas. Definitivamente se trataba de una señal de auxilio.
-Madison Square. Inmediaciones. Tiroteo Hylan. Testigo en Peligro. Azotea. Urgente
¿Qué significaría aquel mensaje que más bien parecía un telegrama escueto? Riley tenía una imagen nítida del Madison Square, por lo que aparecerse allí no iba a suponer ningún problema. También recordaba vagamente que el jefe Montgomery y Gunnar Grimmson iban a verse e interrogar a un testigo que supuestamente había visto el ataque al alcalde Hylan, ¿se estaría refiriendo a eso en aquel mensaje? Como fuese, la acreditación no dejaba de parpadear, señal inequívoca de que Richard Montgomery estaba en peligro y solicitaba ayuda, y solo en caso de que la luz parpadeante quedase fija, indicaría que Montgomery había perecido en acción. No sería ni el primer ni el último auror que fallecín en cumplimiento de una misión...
Una vez asumido mi handicap a la hora de hacer daño a los demás magos, por muy oscuros que fuesen, la suerte cambió. Convoqué un avifors que, pese a ser un hechizo complicado, hizo que cada objeto a mi alcance se convirtiera en un ave... y al volar mil y una de ellas, provocó tal caos que nos dio el tiempo que necesitábamos... no todos teníamos el físico de Glasier.
Y luego el azar... ese condicionante caprichoso... entramos todos a un patio oculto del camino para recuperar el aliento. Un hecho primordial, de no haberlo hecho, nos hubiésemos encontrado en mitad del enorme puente de acero sin escapatoria, como un cerdo en las guías que lo conducen al matadero...
Como digo... la vida a veces es cuestión de suerte.
El caso es que allí, en aquel microcosmos, encontramos ese momento para recomponernos, identificarnos, establecer los vínculos entre todos y decidir un curso de acción.
Primero fueron los reporteros, Glasier y Petri, aunque algo ya sospechaba de ellos... anoté mentalmente el nombre de Aaron Harms para cotejarlo así como la otra información, reducido al final al tráfico de bebida.
Luego la parte más interesante, Nott. Y ahí algo me hizo ver que ese era el quid de todo el embrollo. Ese parecía ser el nexo de unión de la conspiración. ¿Sería la copia del necronomicon de Nott realmente el original? ¿Por eso tenía concertada una cita con Lovecraft después de verse con Nott? - pensé.
De repente Diana puso sobre la mesa todas las cartas... se identificó, me identificó... confiaba en esos tres hombres que teníamos delante, y rara vez me fallaba ese juicio a primera vista, pero quizás fue demasiado precipitado, teníamos algo de margen antes de dar el paso... pero lo hecho, hecho estaba.
Dejé que acabara su intervención mientras continuaba tomando nota de todo, estableciendo relaciones... observando... todo... gestos... palabras... tics... reuniendo toda la información que podía... por ello no me sorprendió el arranque de Glasier, cuando se mencionó el tema de la pureza de sangre... su lenguaje no corporal ya lo anticipó. Era un tema accesorio...
Señor Glasier, no creo que sea el momento de discutir sobre la pureza de sangre. Que Nott sea “ferviente” purista no quiere decir, necesariamente que reniegue del mestizaje. Tan solo está escribiendo sobre ello. Negar la historia no nos hace mejores y, por desgracia, le puedo anticipar que la pureza de sangre estará siempre ligada al mundo mágico. Yo soy puro, aunque es un término que no me gusta usar, y le diré más, les diré más, creo que el futuro deparará grandes magos de sangre mestiza, y creo que así debe de ser. La comunidad mágica y la nomaj están condenadas a entenderse o a desaparecer.
Pero hay otra cosa... el libro. Señor Nott - dije dirigiéndome al comerciante londinés - ¿el libro ha desaparecido? ¿Sabe si puede estar en alguno de los almaces del puerto ahora mismo? Si es así, deberíamos recuperarlo. Iré solo, de ese modo podré hacerlo sin que nadie se percate. Si no cree que esté aquí... bueno, en ese caso no podemos hacer ya nada. Le ruego, si es tan amable, que me permita su diario, donde tiene recopilada toda la información sobre las familias puras. Tengo una corazonada que me gustaría comprobar. Le prometo cuidarlo y protegerlo, aun con mi vida, y devolvérselo en las mismas condiciones.
Y ahora, si lo desean, pueden dirigirse a la sede del MACUSA, si preguntan por el jefe de aurores Montgómery y que les envía Woodbridge y Selwyn lo dejarán pasar, aunque es probable que los retengan e incomuniquen. Pero mejor así, pues al menos estarán a salvo hasta que lleguémos nosotros. O, si lo desean, pueden acompañarnos a Diana y a mi a la cita con Lovecraft, quizás él pueda decirnos algo más sobre su copia del necronomicon.
Y tras recomponer mi ya maltrecha levita me encaminé hacia la city. Teníamos el tiempo justo.
Alma terminé mi misión, voy a brindar apoyo a Montgomery, te contactaré en cuanto termine, si necesitas apoyo no dudes en pedirlo, rescato al testigo y vuelvo a llamar.
Una vez dicho esto salgo del MACUSA y procedo a aparecerme en la azotea del Hylan con la varita lista.
Se me hacía raro que el jefe usara la palabra tiroteo, por lo que antes de aparecerme lancé sobre mi un protego duo, el cual, confiaba que me daría el tiempo suficiente para encontrar cobertura y poder brindar asistencia a mis compañeros.
Cantankerus se percató de que sus palabras habían sido tomadas como un agravio, y precisamente en aquellos instantes no deseaba ningún problema con aquellos que le habían salvado la vida, por lo que levantando las manos en son de paz, se guardó para sí mismo su ideología y pensamientos en cuando a las líneas de sangre. Más todavía fue su impacto al escuchar de primera mano que Diana era la joven que le hablaba, la cual inicialmente no había reconocido pero que ahora reparaba en su error.
- Yo no pretendía ofender a nadie, y pese a mis ideas y convicciones en cuanto a la pureza de sangre, no niego la realidad de que existan grandes magos meztizos, o incluso de ambos progenitores... - ahí terminó su frase, dado que aunque Roman hubiese usado aquel calificativo despectivo, no era un debate en el que desease entrar. Válgame Dios, ¿Diana Selwyn? No le había reconocido... La última vez que la vi era una jovencita impetuosa, curiosa y divertida que correteaba en la Mansión de los Selwyn. ¿Puede que me recordáseis más joven, con la mitad de las arrugas que poblan mi rostro y sin tantas canas? Disculpadme, de veras no la reconocí hasta ahora... y siento muchísimo su reciente pérdida. Su padre era un gran hombre, honorable y leal, siempre fiel a sus principios y un gran amigo del que siempre guardaré un buen recuerdo. ¿Es cierto que se casó y que tuvo una pequeña? Ahora debería tener la misma edad que la última vez que le vi a usted...
Las preguntas en cuanto al libro le hicieron regresar a lo realmente importante, aunque se advertía que se alegraba de ver a la hija del señor Selwyn tras largos años.
- No llegué a ver al señor Selwyn en ningún momento, tal y como le expresé al señor Glaser cuando me liberó de mi encierro en aquel frío y lúgubre baúl... - reveló al resto aquel dato, aunque si que había más información reveladora que añadir - Habíamos acordado vernos esta madrugada aquí en el muelle. Me comuniqué mediante lechuza ayer mismo de que llegaría desde Canadá en un mercante sobre la 2 de la madrugada al muelle II de este astillero, y en verdad era a él a quién esperaba encontrar tras bajar la pasarela justo a la hora acordada, pero nada más lejos de la realidad. No se cuantos serían, me rodearon y me noquearon antes si quiera de que pudiese hablar o requerir ninguna explicación, y al abrir los ojos y recuperar la consciencia estaba dentro de aquel baúl semidesnudo y maniatado. Jamás llegué si quiera a ser interrogado, ni vi al señor Selwyn... - expresó lo más conciso posible, siendo evidente que no mentía y que no llegaba a entender el propósito por el que le habían noqueado. ¿puede que quienes le secuestraron cumplían órdenes y esperaban la llegada del dueño del astillero para interrogarle? Por los lapsos de tiempo, parecía evidente de que la muerte del capitán de aurores se había producido poco antes de la llegada de Cantankerus Nott al puerto. Si hubiesen encontrado el tomo original, ¿habrían aguardado la llegada de Nott? Conociendo al señor John Selwyn, siendo tan precavido y metódico en sus formas, dudo que hubiese traído consigo el tomo original del necronomicón, eso en caso de serlo, que tampoco es una certeza que sepamos a ciencia cierta ahora mismo. Aunque la descripción y notas que mencionó haber transcrito en su diario personal en su misiva, lo cierto es que eran muy fidedignas al ejemplar que traía conmigo para verificar su autenticidad. Puede que ahora mismo mis atacantes crean tener en posesión el tomo original, sumamente parecidos y casi indistinguibles entre sí, pero nada más lejos de la realidad... Es posible que el tomo original siga escondido en algún lugar que él mismo dispusiese...
En cuanto a que hace el Libro de los Muertos, como también se le conoce al Necronomicón, es una especie de grimorio oscuro en el que vienen descritos al detalle conjuros y maldiciones capaces de invocar o incluso resucitar a demonios, muertos vivientes o potenciar a los seres de la noche como vampiros, licántropos, ghouls... Fue escrito por un demonólogo árabe nacido en Yemen en el año 730, Abdul Alhazred. Se rumorea que la piedra que viene engarzada en su portada es la piedra de la resurrección, con la cual sería posible devolver la vida a los muertos, aunque no sabría decir en que condiciones. ¿Os suena el concepto Inferi? Los inferius serían cadáveres humanos devueltos a la vida mediante estas artes oscuras que vienen impresas en las páginas de este libro maldito, y se supone que el mago que ejecute el complejo hechizo sería capaz de controlarlos y usarlos a su placer. Imaginad ejércitos de cientos de miles, quién sabe si millones de estos seres, campando a sus anchas y trayendo la desolación... - fue relatando, ya siendo dificil discernir que era realidad o ficción en sus palabras. Aunque desde luego, no era poca la información contrastada de que Gellert Grindelwald, el mago oscuro más poderoso de todos los tiempos estaba en busca de las Reliquias de le Muerte. ¿Estaría tratando de hacerse con el control de ellas para convertirse en el señor de La Muerte? Como sea, no se quién es ese tal Lovecraft ni me lo mencionó el señor Selwyn antes de venir aquí. ¿Les importa si les acompaño? Quizá tenga el original, y aunque ahora mismo no tengamos mi copia, sabría capaz de discernir si es o no el que buscamos... Tampoco negaré que todo esto me da mucha curiosidad...
Diana y Joshua empezaban a hilar algunas cosas. ¿A caso no contaban con una llave y el diario personal del señor Selwyn? ¿Por qué se los habría facilitado el día anterior a su muerte?
Espero algunas de vuestras reacciones y os muevo a la reunión con Lovecraft (salvo que alguno me indique querer ir a algún otro lugar).
Joshua y Diana, podéis confiar o no en Cantankerus y enseñarle el diario a vuestra elección, y es posible que el historiador sea capaz de aportar más luz al asunto. ¡Acción libre!
Nota informativa: Último post en esta escena y seguiremos en el siguiente y último capítulo de esta aventura :)
Riley era consciente de que algo iba mal con el jefe Montgomery, por lo que tras enviarle aquel mensaje a la joven Rhydderch, no tardó en conjurar sobre sí mismo un protego duo y aparecerse en una ubicación cercana al Madison Square de la cual tenía una imagen nítida. No sabía con que iba a encontrarse, pero era necesario estar preparado por si la zona era una balacera y había que encontrar cobertura de inmediato.
La aparición la realizó encima de uno de los hoteles del centro que ya había visitado con anterioridad, y desde allí no tardó en percibir sonidos evidentes de pelea con varitas en uno de los edificios adyacentes. En una de las terrazas, una puerta acababa de estallar en cientos de pedazos, apareciendo a la carrera dos tipos italoamericanos con sus característicos trajes de mafiosos, sombreros panamá jack y gabardinas oscuras, varitas en mano. Parecían estar buscando a alguien por las inmediaciones, revisando las escalerillas de emergencia pegadas a la pared, pero no parecía haber rastro alguno de sus perseguidores. A solo unos metros de distancia, en la misma azotea, una puerta metálica de un pequeño almacén permanecía entornada, y hacia allí se dirigían ambos dispuestos a acabar con quién hubiese tras aquella puerta. ¿Estaría allí dentro el jefe Montgomery? Desde luego no era una situación muy común, pero aún había más detalles relevantes a tener en cuenta...
Justo en la misma calle, un Cadillac negro estaba apostado frente a la puerta del edificio con un mafioso en el asiento del conductor y con el motor en ralentí, probablemente para que una vez secuestrado el testigo, salir pitando de allí. Según recordaba Jhonatan cuando el jefe auror distribuyó los casos por parejas, aquella era la dirección del testigo que presenció el atentado al alcalde Hylan, por lo que quizá habían ido a terminar el trabajo y no dejar cabos sueltos. En ese mismo momento llegaba otro Cadillac verde oscuro, que se estacionó justo detrás del otro, y del que descendieron otros cuatro tipos con atuendos de mafiosos sosteniendo ametralladoras Thompson, y un quinto sonriente, el cual parecía haber dado las órdenes a sus subordinados, con las manos en los bolsillos. ¿Qué diantres estaba ocurriendo en aquel lugar? ¿Dónde estaban Montgomery y el supuesto testigo? ¿Quiénes eran todos esos mafiosos y quién les dirigía?
Estás en la azotea del edificio adyacente a donde acaban de acceder los dos mafiosos.
En primer lugar haz dos tiradas, la primera de iniciativa sin indicar dificultad y la segunda de reflejos a dificulad 15 para ver si te da tiempo a esconderte antes de que te detecten los dos tipos que acaban de llegar a la azotea.
Intuyes que Montgomery podría estar cerca, ya sea escondido dentro del pequeño almacén entreabierto o usando algún hechizo que le confiera invisibilidad.
Abajo en la calle ua había un vehículo negro, un Cadillac en el que aguarda un mafioso en el asiento del conductor, y acaba de llegar otro cadillac verde igual al de la imagen, del que han bajado 5 individuos, cuatro mafiosos con ametralladoras y un quinto que parece su jefe (el de la última imagen)
En caso de sacar la tirada de reflejos, puedes realizar una acción previa, prillándolos por sorpresa. Si fallas reflejos, directamente te ven y dependiendo de las tirads enfrentadas de iniciativa, puede que ataques o que ataquen ellos antes.
Si hablas en alta voz, puede que Montgomery te escuche, por lo que le transmitiría en un post tus palabras. Si ambos os veís y habláis, podréis empezar a etiquetaros en los siguientes post, de momento aún no.
Cualquier duda me comentas!
Montgomery sabía que estaba en una de las peores situaciones posibles, inmovilizado y medio aturdido, encerrado junto a Calvin en aquel pequeño almacén de la azotea. Era consciente que la puerta de acceso a la azotea cedería de inmediato, y por poco que aquellos mafiosos inspeccionaran los alrededores darían con el jefe auror incapacitado y un asustado jovencito incapaz a penas de sostener la acreditación del jefe de aurores. ¿A caso no los ejecutarían allí mismo o se los llevarían para ser torturados? La única noticia positiva es que el mensaje había sido transmitido a su subordinado, el señor Riley. Con suerte, el experto interrogador sería capaz de aparecerse y llegar cerca del lugar con presteza pudiendo cambiar las tornas, pero tampoco sabía si la información transmitida sería suficiente.
Aún meditando en las posibilidades de salir con vida, se escuchó la bombarda que hizo saltar por los aires la puerta de acceso a aquella terraza, junto a pasos raudos de al menos dos mafiosos dispersándose para mirar por las inmediaciones. No tardarían en verificar que Montgomery y Calvin Jones no habían descendido por aquellas escaleras metálicas ni se habían encaramado al tejado del edificio adyacente para escapar por los tejados, a lo que casi con total seguridad se dirigirían a la puerta metálica de aquel pequeño almacén. ¿Qué opciones les quedaban?
- ¿Los ves? ¡No pueden andar muy lejos! El viejo ese ha dejado ciego al "cuchillos" y no se si sigue con vida Malarkey... Debemos encontrarles y acabar el puto trabajo, el jefe no quería cabos sueltos... - expresó uno de los italoamericanos restantes a su socio.
Justo en ese instante se escuchó desde la calle la llegada de otro vehículo, aunque desde el interior de aquel pequeño almacén Montgomery no podía saber si se trataba de amigos o enemigos.
- ¿De quién se trata, es Snorky? No jodas en que ha venido el jefe en persona... joder, joder... date prisa y acabemos con esto rápido... - mencionó el segundo de los sujetos, probablemente asomado a la barandilla y viendo descender a más mafiosos.
La situación parecía complicarse más y más por momentos...
Segundo turno inmovilizado y aturdido.
Sabes que Riley ha recibido el mensaje y que no debería tardar más que unos pocos segundos en llegar a las inmediaciones del Madison Square.
Al aparecerme en la azotea, el sonido de algunos pasos terminaron por alertarme sobre la presencia del enemigo, por lo que, sin perder tiempo busqué un lugar en dónde esconderme y desde el cual atacarlos por sorpresa.
Por fortuna, conocía un hechizo con el cual podría dejar fuera de combate a ese par de mafiosos, todo dependía que tan fuerte sería el golpe que recibirían ambos mafiosos.
Es así que, aprovechando el elemento sorpresa, apunté mi varita hacia uno de los maleantes y lo convertí en un proyectil humano arrojándolo contra su colega con bastante violencia.
¡Expulso! - digo con firmeza mientras arrojo a uno de los mafiosos contra su compañero como si se tratase de un saco de arena, intentando lograr que ambos atravesaran la puerta por la que habían salido.
Motivo: Reflejos
Dificultad: 15
Habilidad: 5+8
Tirada: 2 7 10
Total: 7 +5 +8 = 20 Éxito
Motivo: Iniciativa
Dificultad: 0
Habilidad: 13
Tirada: 4 5 5
Total: 5 +13 = 18 Éxito
Motivo: Expulso
Dificultad: 0
Habilidad: 8+8
Tirada: 4 5 6
Total: 6 +8 +8 = 22 Éxito
Pues hombre, estaba buscando repulso pero no lo veo en la lista que es la versión con esteroides de depulso que funciona con personas y cosas, pero no lo veo en la lista.
Así que, Expulso será, la intención es arrojar a uno de los maleantes contra la puerta y que en el camino se lleve al compañero o lo obligue a realizar una tirada de reflejos para esquivar el bólido humano que va contra él costándole una acción adicional para poder incapacitarlo con un Incarcerous o algo parecido.
A ver si cuela y arrojo a los dos de vuelta por la escalera atravesando la puerta.
Otra cosa, he usado dado alto por especialidad. ¿Está bien o tomo sólo dado medio? Lo pregunto porque no recuerdo bien como iba en la partida lo de la especialidad, así que aplico regla general.
Azoteas. Siempre las malditas azoteas... Mientras permanecía encerrado en aquel pequeño almacén de la azotea, el jefe auror no podía dejar de pensar en los numerosos crímenes entre no-maj de los que tenía recuerdo que se habían producido estando en azoteas. No era el mejor pensamiento que podía tener en esos instantes, desde luego, aunque inevitablemente su mente ya se ponía en lo peor.
Al oír la explosión por la bombarda, Montgomery supo que no tardarían mucho en acceder al almacén. Paralizado como estaba el auror, no podía hacer gran cosa. Para colmo, ambos hombres comenzaron a hablar entre ellos y, al parecer, todo indicaba que el jefe de ambos también había decidido presentarse en el edificio para asegurarse de que sus subordinados completaban el trabajo de forma eficiente.
Paralizado como se encontraba, Montgomery le dirigió a Calvin Jones una mirada cargada de impotencia, sabiendo que lo más probable es que les descubrieran de un momento a otro. Para colmo, ya no serían solo dos adversarios a los que hacer frente, sino que además el jefe de estos también había acudido, además del hombre que había quedado como chófer en el primero de los vehículos. Sin la ayuda de Riley, dudaba que pudiera sacar vivo a aquel no-maj de semejante situación.
En lugar de calmarlo, las palabras de Nott y Woodbridge lo estaban enfureciendo.
— Ahorrense su condescendencia: mientras haya distinciones, magos como Petri y yo tendremos que emigrar por culpa de engreídos de mierda que se creen con el derecho a hacernos menos. O peor, a asesinarnos. — Estaba comenzando a perder la paciencia, y donde le siguieran tocando la moral con ese tema, iba a volar un puño limpio contra la quijada de alguien.
Volvió a escuchar el relato, pendiente de lo que se le estuviera escapándo. El recordatorio de que una de los aurores acababa de perder a su padre bajó su enojo y le hizo volver a sentir compasión. Pese a su estilo de vida, si algo le pasaba a sus viejos se volvería loco, y ellos casi lo hicieron cuando desapareció.
Parece que hay una reliquia perdida. Esto rápidamente evolucionó de un asesinato a una peligrosa conspiración. Podría desear dejar sin pantalones y a su suerte a Nott, porque ya había cumplido con su deber ciudadano al salvarle el endogámico trasero, y el otro auror tampoco le caía bien, pero así como rescató a un desconocido de un baúl por civismo, con más razón iba a detener a estos terroristas cabrones que querían jugar a resucitar a los muertos.
— Somos reporteros, pero hemos estado en guerras. — miró a su mejor amigo. — Aun no entregaremos información al periódico para evitar fugas de información peligrosa. Voy a ir a ver qué podemos hacer antes de que nos suelten el cabrón apocalipsis. — aunque era leal, le estaba dejando elegir a Petri. Casi lo mataron y no iba a exponerlo innecesariamente.
Señor Glasier, no es necesario que use ese lenguaje... somos personas civilizadas, y está la señorita presente que, no me gusta tener que recordárselo, acaba de perder a su padre en las condiciones que han podido comprobar.
Ahora bien, no se volverá a tratar el tema de la pureza de sangre, ¿le parece bien? Lo que piense cada uno quedara en la intimidad de cada uno, ahora solo podemos colaborar y, por supuesto que no va a hacer entrega de la información a su periódico. No porque se lo ordene, que también, sino por ética. Estamos en mitad de una investigación muy compleja en la que el mundo mágico y el nomaj se juegan su propia existencia, con todas las agencias implicadas - miré inquisitivamente a Roman, dejando que mis palabras calaran en él y, por que no decirlo, no estaba acostumbrado a hablar tanto, por todos los demonios, yo era un medimago, era feliz en mi laboratorio, no aquí, haciendo trabajo de campo... ordené mis pensamientos y continué.
No obstante, señor Glasier, le ruego que no me malinterprete. No soy su enemigo. Si está del lado de la gente de bien, le garantizo no solo una exclusiva, sino poder participar en parar todo este complot. Decidan que quieren hacer, pero la señorita y yo tenemos una cita con el señor Lovecraft.
Saqué mi reloj de bolsillo, constatando que aun teníamos algo de margen para llegar...
Miré a Cantankerus y le dije - señor Cantankerus, si es tan amable, acompáñenos. Y ustedes - añadí mirando a Petri y Roman - pueden acompañarnos (aunque no entraran) o bien pueden ir a la sede del MACUSA como les dije antes. Lo dejo a su elección.
Mientras les dejaba unos segundos para que decidieran saqué un pequeño vial del bolsillo interior de la levita, con la esperanza de que el gesto pasara inadvertido. Eran muchos años de práctica, así que confiaba en ello. A las malas, pensarían que le daba a la bebida, y tampoco era algo que me importara demasiado.
¿Y bien?...
Diana (si está de acuerdo) y yo salimos ya para la cita con Lovecraft. Cantankerus nos acompaña. Los otros deben decidirlo.
Mientras los demás hablaban en voz baja, sin duda estableciendo una estrategia que les pusiera en mejor posición (eran periodistas, no tenían la culpa, las cosas son como son) le susurré a Diana...
Señorita Selwyn... no confío plenamente en Cantankerus, hay demasiadas casualidades en todo esto. Vayamos a hablar con Lovecraft... después ya veremos. Nos queda el diario y revisar el desván...
Pureza de sangre. Siempre tenía que salir aquel tema agotador, pero Diana no intervino y se guardó su opinión para sí, entornando levemente los ojos.
Cuando el historiador habló de su juventud ella sonrió y asintió a su pregunta de si tenía una hija, pero no quiso comentar nada más, no se sentía cómoda hablando tanto de su vida allí con los desconocidos, y tampoco quería entretenerse más. Sí, su cara le sonaba ahora que se fijaba más detenidamente.
Aquel hombre tenía razón, conociendo a su padre… nunca habría sacado de lugar seguro aquel tomo tan valioso, precavido, inteligente. Mejor sería que lo encontraran antes que aquellos malnacidos… ¿estarían pensando en hacer un ejército de inferi como Cantankerus sugería?
-Gracias señor Glaser, mientras menos personas conozcan lo que está sucediendo en estos momentos mejor. – le agradeció al reportero que aseguraba no publicar nada de lo sucedido hasta ahora aún en el periódico, pues que se filtrara aquella información podría ser desastroso.
Cuando su compañero intervino ante las palabras del reportero, Diana puso su mano en el hombro de este para intentar transmitirle algo de tranquilidad, mejor sería centrarse en lo que habían ido a hacer allí, y no entrar en disputas.
-Si, acompáñenos, sus conocimientos serán de gran ayuda. – dijo apoyando la decisión de su compañero.
Diana asintió, debían ir ya a la cita, pero también debía buscar aquel libro lo antes posible, lo pensó unos segundos, ¿dejaría solo a su compañero con el historiador en la cita con el “desconocido”? Recordó la cantidad de impostores que se habían filtrado en el MACUSA, y bien podrían estar también suplantando la identidad del historiador…
No, mejor sería ir juntos, después, sin perder tiempo, deberían revisar el diario y buscar el Necronomicón.
La llegada del nuevo vehículo del que salieron mafiosos armados con metralletas Thompson no auguraba nada bueno, más cuando Johua pudo escuchar nítidamente las palabras del líder de aquel grupo dando instrucciones a sus esbirros de subir al edificio y acabar de una vez por todas con el transportista que les vio actuar y el supuesto auror que le estaba ayudando y que intuía que metería las narices donde no le concernía.
- Bien muchachos, no quiero cabos sueltos... - enunció el tipo italoamericano a sus hombres, señalando el edificio en el que permanecían Calvin Jones y el jefe Montgomery, y en el que ya se podían evidenciar múltiples destrozos, entre ellos la puerta de entrada volatilizada con una bombarda. Quiero un trabajo limpio, entrar acabar con las ratas y salir pitando, ¿entendido? Ese chavalín sabe demasiado y el viejo que le acompaña, si mis deducciones no son erróneas, es un veterano auror del MACUSA que sería bueno deshacernos de él de una buena vez... ¡En marcha! - y sin mayores preámbulos, Riley pudo observar tras su llegada como aquella comitiva, entraba en el edificio sin tener tiempo a actuar en su contra, dado que otros problemas más acuciantes se vislumbraban en aquella azotea adyacente a la suya.
En efecto, aquellos dos matones estaban buscando a Montgomery y el joven testigo, y de no ser por la rapidez de movimientos de Jhonatan buscando esconderse tras el murete, de seguro lo hubiesen detectado y lanzado sendos hechizos en su contra. No obstante, eso no fue lo que ocurrió, si no que por el contrario, justo cuando uno de los mafiosos abría la puerta de golpe mostrando en el interior de aquel almacén a un incapacitado jefe de aurores tumbado en el suelo bajo el efecto de un inmobilus o similar, y un tanto aturdido, y antes de que pudiese lanzar el Adava Kedavra que terminase con su existencia, Riley logró conjurar un potente expulso que si bien el primero de los mafiosos logró esquivar haciendo alarde de unos reflejos increíbles, el segundo de ellos, quién iba a conjurar la maldición imperdonable, fue impactado de lleno por la espalda para acabar dentro del almacen golpeando su cabeza con dureza contra la pared. Calvin no dudó en aprovechar para lanzarse contra el sujeto, tratando de darle puñetazos y terminar de dejarle noqueado.
- ¡Cabrón hideputa! ¡querías asesinarnos! ¡No te lo perdonaré! - gritó entre sollozos, derramando lágrimas mientras le atizaba una buena somanta de mamporros al mafioso aturdido, que no sabía de donde le venía.
El mago mafioso que había logrado esquivar el ataque de Riley respondió con la misma contundencia, tratando de devolverle el mismo ataque a Jhonatan. ¡expulso!
Mientras tanto, Montgomery solo podía ver impotente como Riley se batía en un duelo, consciente de que muchos más enemigos estarían en esos instantes ya dentro de la casa con sus metralletas Thompson y sus varitas, dispuestos a acabar con sus vidas. ¿Lograrían salir con vida de aquel avispero?
Tirada oculta
Motivo: Esquivar mafioso 1
Dificultad: 22
Habilidad: 18
Tirada: 5 7 9
Total: 7 +18 = 25 Éxito
Tirada oculta
Motivo: Esquivar mafioso 1
Dificultad: 22
Habilidad: 15
Tirada: 1 2 7
Total: 2 +15 = 17 Fracaso
Tirada oculta
Motivo: Expulso mafiosos 1
Dificultad: 0
Habilidad: 15
Tirada: 1 3 9
Total: 3 +15 = 18 Éxito
Tirada oculta
Motivo: Calvin puñetazos
Dificultad: 10
Habilidad: 7
Tirada: 1 3 4
Total: 3 +7 = 10 Éxito
Último turno de Montgomery en el que no puede rolear acciones directas al estar incapacitado y medio aturdido en el suelo. Solo podría rolear moderle la pierna al mafioso o rodar su cuerpo cual gusano para dificultarle al tipo el poder revolverse y atacar a Calvin. Pelea a dificultad 12, si superas la tirada, el mafioso tiene penalizador -2
El otro mafioso está en duelo con Riley, y tras haber esquivado el ataque haciendo alarde de unos grandes reflejos, ha lanzado un Expulso en dirección a Riley. Haz tirada de Esquivar a dificultad 18 para bloquearlo o moverte a un lado, y si superas la tirada, puedes volver a atacarle con cualquier hechizo sin indicar dificultad (tiradas enfrentadas). Si fallas, recibes 1d6 de daño y rolea que impactas contra una pared del fondo, sin poder realizar acción combativa al precisar reponerte.
Los enemigos que llegan atravesando la casa están a dos turnos de llegar a la azotea.
Lejos de tranquilizarle, las palabras de Cantankerus Nott y Joshua Woodbridge estaban enervando la sangre de Glaser, quién no pudo sentir las ganas incontenibles de solatrle un puñetazo al historiador y artífice del directorio de Pureza de sangre, los sagrado Veintiocho. Petri conocía de sobras a su socio y camarada, y al ver como se le hinchaba la vena de la sien y movia el hombro hacia atrás, se antepuso llevándose un golpe en la mejilla que la mayoría hubiesen terminado en el suelo noqueados. No obstante, el tipo aguantó estoico, y sujetándole de los hombros, lo forzó a mirarle a los ojos, al tiempo que se enrojecía la zona golpeada y amenazaba con volverse del tamaño de una pelota de golf.
- Joder Roman, ¿no ves que estamos todos juntos en esto? - expresó un tanto conmocionado, sujetándole ya no por detenerle, si no porque sentía flaquear sus piernas tras el duro golpe que le habían asestado - El problema que nos atañe es muchísimo peor y mucho más serio que el libro que pueda escribir este señor. Dejemos el tema y centrémonos en lo importante, ¿quieres? Yo quiero llegar hasta el fondo de esta investigación... Hablamos del mago oscuro más poderoso de todos los tiempos, si lográsemos torcer sus planes y enviarlo a Azkabam... ¿No habría valido la pena? No quiero un ejercito de inferius ni nada similar pululando por la gran manzana... Son muchos años detrás de algo como esto, no lo echemos a perder, por favor... - y escuchar de su socio aquella súplica implicaba muchísimo más de lo que cualquiera pudies imaginar. Roman sabía que Petrov había perdido a sus seres queridos por culpa de Gellert Grindelwald, y que su única obsesión era lograr atraparle y que pagase por sus crímenes. ¿A caso no era algo que merecía la pena? Yo al menos quiero acompañarles y ayudarles en la investigación, socio. Hazlo por mí...
Seguiremos en el capítulo 3