Partida Rol por web

Al llegar cerca de donde habíamos escuchado la explosión comenzamos a recibir disparos. ¿En que puto momento habían entrado estos enjendros? No importaba, solo importaba la seguridad del amo... Y nadie le ponía cosas en la boca!!! Eso era al revés... y solo conmigo!!!

En mi desesperación de haber quedado en medio de la balacera, no puedo menos que fijarme rápidamente en protegerme y ver como llego a la habitación... Veo a Marika como posible proyectil humano... pero lo descarto de inmediato, no vaya a ser que se lastime. Y después un jarrón. Eso serviría.

Con una fuerza descomunal que pocas veces se de donde viene (también aparece durante los orgasmos pero ahí si se cual es la fuente de mi fuerza ;) ) agarro el jarrón y lo arrojo hacia donde está el que me dispara.

- COME TIERRA HIJO DE PUTA!!!!!!!

Se queda parada al ver el sótano. Todo parece tan irreal. ¿Qué ha hecho Doe? ¿Qué es eso blanco que sale del vertedero? ¿Qué es esa masa de porquería que quiere perseguir a Doe? Se le olvida lo que está pasando arriba, con las explosiones y esas cosas, y se centra en ayudar a Doe a salir de allí... visto de otra forma... son las dos las que tienen que huir del sótano... y cerrarlo. A cal y canto. Tirar la llave por el desagüe.

Sí, eso es lo que tienen que hacer.

Hace acopio de toda su fuerza y de toda su habilidad para salir huyendo de los peligros y tira de Doe para sacarla de allí y ayudarla a subir por las escaleras hasta una zona segura.

-¡Tenemos que salir de aquí, Doe! ¡Y atrancar la puerta! ¡Sobre todo, atrancar la puerta!

-¡QUIEN COÑO OSA PERTURBAR EL SUEÑO DE MI AMO!- grito como una osa justo antes de empezar a esquivar las balas ayudándome de mi super lanza. Me explico porque es muy de película: avanzo por las paredes del pasillo usando mi lanza como apoyo al suelo, además voy dando saltos de una pared a otra para esquivar cada una de las balas. ¡Mi potorro lo vale!

Al llegar a la habitación del amo me lio a lanzazos con todo el mundo exepto mi queridito. Ataco como un huracán sureño a todos los integrantes de esta masacre, no pienso dejar a ninguno vivo.

¡Oh Mari! ¡Mi salvadora! Siempre me ha encantado esta chica, tan mona ella y recatada, un cielito de maid entre tanta arpía.

-¡Mariiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii amigaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!- grito en su oido cuando coge mi mano. Si soy un poco de efecto retardados. -Si, corramos. Estaba allí abajo buscando una zanahoria que echarme a la boca y eso me atacó. Yo quería ser su amiguita pero solo le gustan las cochinadas.

Cojo un poco del líquido blanco que me cae por mis orejotas y me lo meto en la boca. -A mí las cochinadas no me van jijiji.- está muy rico mmmmm.

Rápidamente salimos del sótano y atrancamos la puerta como podemos. Que si un armario, que si la vajilla, una silla,¡un arcón! ¡Y porque no está Marika que sino también!

-Vamos Mai, creo que algo malo está ocurriendo arriba.- digo justo antes de salir corriendo al piso superior.

Pese a haber sido ligeramente herida en su brazo izquierdo por un par de balas, Tiffania hace uso de una fuerza descomunal levantando un enorme-enormísimo-gigantesco jarrón y lanzándolo contra el asaltante, acertándole de lleno en toda su enmascarada carita. Aun así, no es suficiente como para acabar con él, ya que rápidamente se levanta y trata de volver a posicionarse en la metralleta para disparar...

Pero... ¿qué es eso? ¿es un pájaro? ¿un avión? ¡No! Es super Marika rompiendo todas la leyes de la gravedad con su seductor cuerpazo y arreándole todo un lanzazo al villano villanísimo.

—¡Ugh...!— suelta mientras cae al suelo a cámara lenta. De fondo se escucha un... "Fatality". Ehm... ¿de dónde vendrá ese sonidito? :O

En cualquier caso, Marika no se detiene ahí, y... una vez derrotado al primero, va toda decidida a entrar en la habitación del amo y destrozar al resto. Pero... ¡es demasiado tarde! Los asaltantes ya se están llevando el amo a todo correr hacia un enorme furgón situado abajo del todo. Han salido por un enorme agujero que hay en la pared mientras vosotras luchabais contra el enmascarado de la metralleta... la cuerda aún permanece en la pared, pero no tenéis tiempo suficiente como para bajar por ella y perseguirlos.

A todo correr, una Doe manchada de un liquidito de extraño color blanco y una Mai tan guapísima ella como siempre aparecen subiendo por la escaleritas. Pero, por desgracia para ellas... todo parece finiquitado ya.

Por un lado, Tiffania permanece apoyada en la pared con el brazo izquierdo ligeramente herido por un par de balas; por otro, Marika, situada en el fondo del pasillo, mira hacia la habitación del amo con su lanza en ristre y con cara de pocos amigos; mientras tanto un malhechor enmascarado permanece jadeante en el suelo y de fondo se escucha el ruido de un furgón acelerando a toda pastilla.

—Jejeje, habéis llegado demasiado tarde, ¿eh? — ala, la voz del malhechor es la de una chica —. Pobres Maids... perder a vuestro amo en el primer día de trabajo. ¿Ahora qué haréis?

A toda prisa, la mujer suelta una última carcajada y saca de su bolsillo una píldora negra, dispuesta a tragársela.

—Au revoir, babies...

Al oír a la despreciable mercenaria, no puedo más que adelantarme hacia ella con un claro intento de abofetearla, en cambio, cuando veo que saca una píldora negra, y a sabiendas que ello significa que nos quedamos sin fuente de información, tomo velocidad, hago un salto lo suficientemente fuerte como para hacer una mediavuelta en el aire y con el filo de uno de mis tacos golpear de lleno la mano que tiene la píldora y hacer que esta vuele a cualquier lado menos a la boca de la mujer.

- O no, no te será tan fácil muchacha, nos dirás lo que sabes y a donde se llevaron al amo. 

Tras su gran acción y dejar a Maria Unpajote exhausta Rabbot se queda sin fuerzas y vuelve a su cápsula Sex-poi. ¿COMO? ¿HA CAMBIADO DE NOMBRE? SI.

¡CHOF!

Salgo por el agujero, con toda la intención de dar un gran salto de pértiga y caer sobre el furgón.

Soy muy peliculera y quizá sea muy peligroso, pero no podía dejar que secuestraran el amo. Ah no, sí que no.
Visualizo la furgoneta como si fuera un chorizo gigantesco, para estar motivada y caer justo en el centro.
Se iban a llevar un buen susto.

"Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo mi zanahoriooooooooooooooooooooooo" piensa mi conejito de la cabeza al ver el percal. Tengo un conejito en la cabeza que a veces me dice que haga maldades pero es bonito y suave.

"¿QUÉ HAGO SEÑOR CONEJITO?"

...

"¿AYUDO A MARIKA O A TIFFANIA?"

...

"¿TIFFANIA O MARIKA?"

...

"¿CONEJITO? ¿ESTÁS AHÍ?"

...

Y el conejito no contesta... "¿Dónde estará metido? ¿Se habrá quedado en el ya llamado GRAN BUKAKE? Ay no sé... Pito pito gorgorito... ¡Espera! ¿Qué epicidad acaba de hacer Marika. ¡Quiero hacerlo!" pienso justo antes de salir corriendo detrás de la morena.

Le ayudo de alguna manera a que logre alcanzar la furgoneta, si no llegamos los dos que por lo menos lo consiga ella y salve a nuestro amito.

-¡Martinika tu puedes!

Las demás son rápidas, no como ella. Pero secuestrar a las personas no está bien, así que intenta ayudar en lo que puede. Como está lejos de la pared, lo que hace es intentar evitar que la delincuente acabe con su vida, al igual que Tiffania. ¿Lo conseguirá? Por lo pronto, Tiffania ya se ha acercado a ella... super rápido.

Se acerca tras ella, intentando evitar que la secuestradora haga otra de las suyas.

Veloces como rayos, todas os ponéis en acción. Además, tan compenetradas estáis que sin decir ni pío os habéis dividido en dos grupetes... un par de vosotras con la intención de evitar que la extraña se tome la pastilla negra, y las otras dos para tratar de alcanzar la furgoneta en la que han metido al amo.

Pero vayamos por orden:

Tiffania es la primera en actuar dándole todo un taconazo con mucho arte a la píldorita negra y haciendo que ésta salga volando hasta dios sepa dónde. La mujercilla enmascarada ni siquiera tiene tiempo de reaccionar cuando Mai salta encima de ella y la sujeta bien fuerte para evitar que pueda hacer cualquier movimiento.

—Malditas — gruñe —, no os diré nada por mucho que lo intentéis. ¡Soltadme!

En cuanto a las otras dos chicas, saltan con total premura tratando de alcanzar a la furgoneta que lleva al amo. Primero Marika y su lanza, seguida de la más blanquecina que nunca Doe. Pero, pese a que el salto con pértiga de Marika ha estado a un pelo de acabar con la chica incrustada sobre el techo del furgón, ninguna de las dos llega a alcanzar su objetivo. Lo único que pueden hacer es ver con resignación cómo el humo y el polvo que ha desprendido el automóvil a su paso va disolviéndose poco a poco.

Jummm, ¡se han escapado!

No conseguimos alcanzar la furgoneta de los captores del amo, UNA DECEPCIÓN. Solo queda por hacer una cosa... arqueo mi espalda elevando mis pechotes y espiro el rastro que ha dejado el vehículo para después poder buscarlo con más facilidad, auque no sé como de bien lo habré hecho.

-Vamos Marika, volvamos a ver si las demás han capturado a la golfa de la pastillita- digo mirando hacia el café con aires melancólicos de haber perdido al amo...

Dicho esto camino basculando mi culo de manera sexy y cuando mi compañera me lo mire, que lo hará, me daré una palmadita en el.

Echando humo por las orejas (literalmente), más enfadada incluso que si me hubieran robado un trozo de chorizo (bueno no, tampoco nos pasemos), decido que esto no ha terminado todavía, al menos para la chica de la pastillita.

Decidida, me impulso de nuevo con la lanza a modo de pértiga para poder entrar por el agujero de la habitación.

- A ver so puta, o nos dices dónde está el amito o vas a gozar de mucho sufrimiento anal extremo.

Si sus compañeras ya se habían escandalizado con la Marika que habian conocido, ahora iban a salir huyendo aterrorizadas. Tenía una lanza de más de dos metros de largo y una mochila llena de chorizos bien gordos.
Ahí lo dejo.

Suspiro aliviada al ver que pudimos retener al menos a una de las que atacó al amo.

La agarro de los pelos y comienzo a arrastrarla hasta mi habitación. Tenía ciertamente en mente que era lo que podía llegar a hacerle para "convencerla" de decirnos que había sucedido y a donde se habían llevado a mi juguete sexual preferido... de esta semana.

No había escatimado en arreglos en mi habitación y tenía una hermosa silla con separación de piernas y esposas. Un lujito que planeaba usar esa misma noche con el amo y esta perra me quitó la oportunidad... pero le daría uso igualmente.

- Vas a hablar. Eso te lo puedo asegurar. - le digo con una hermosa sonrisa en mis labios.