Partida Rol por web

Jayson echó a reír con Keanu tras su broma. Algunas veces resultaba un alivio ver reír a Jayson pues nunca sabías con que te podía salir, su vena psicópata le hacía un poco impredecible. Cuando se reía así realmente aparentaba tener los diecisiete años que tenía, ya que por lo general aparentaba ser mucho mayor.

-Claro que lo celebraremos, tío. Llama a Dennis y Curtis y diles que esta noche iremos a una fiesta. Me han dicho que pincha Freedom.

Freedom era uno de los mejores DJ´s jóvenes de Brooklyn, se le podía ver pinchar en las mejores salas y garitos de hiphop y ademas era un beatmaker cuyos ritmos estaban sonando fuerte en aquellos momentos. Incluso se comentaba que estaba preparando algo grande con raperos de primera fila como Nas o Jay-Z.

-Una fiesta por todo lo alto, esto si que es empezar con buen pie. ¿Dónde es esa fiesta?

Si pinchaba Freedom no podría ser una fiesta cualquiera, tendría que ser algo a lo que merece la pena asistir. Además, está el reciente ascenso, que añadía algo que celebrar. Esta noche marcará un antes y un después en nuestras vidas, sólo espero poder acordarme mañana de lo que pase esta noche.

-Iré a avisar al resto pero, ¿qué pasa con lo que queda en el escondrijo? ¿lo vamos a dejar aquí sin más? -una cosa era soltarle un guantazo al gordo con sus reglas y otra hacerle perder pasta. No le sentaría bien aunque, ya que estamos, podría morirse-.

-En ese bar nuevo que hay en Lafayette. -Conocía el sitio, llevaba un par de meses abierto y se había trasladado desde otro sitio en Brooklyn. El dueño era un negro algo refinado pero que había apostado fuerte por el hiphop local y traía a grupos del barrio como Freedom y mucha gente joven que estaba empezando. Para ser un negro estirado con estudios se lo montaba bastante bien.

-Acabaremos con lo que tenemos y después nos piraremos. -Un tipo se acercó a Jayson y le pidió dos viales en aquella jerga callejera que usaban para camuflar el producto, aunque todo el mundo supiera a que se referían. Jayson tomó el dinero disimuladamente, fingiendo un saludo con el yonki. Lo hacía tan bien y natural que parecían hermanos. Después contó el dinero con el mismo disimulo y hizo un gesto con la cabeza a Keanu señalando hacía el escondrijo para que fuera a por lo que había pedido.

Cuando regresó, el mismo Keanu le dio la mano al yonki para pasarle la mercancía y el tipo se despidió tras darles las gracias. Tenía los ojos inyectados en sangre y las pupilas tan dilatadas que era difícil saber si aquel pobre desgraciado podía ver realmente algo. Se rascaba nerviosamente el brazo derecho y tenía un mono de cojones. Sólo sintió alivio cuando Keanu le dio lo suyo y se largó a toda prisa a por el próximo chute.

-Ve a llamar a estos. Yo me encargo aquí. -Le dijo Jayson señalando las cabinas. -No quiero que ese empanado de Curtis llegue tarde como siempre y nos quedemos fuera por su culpa.

Tras el apretón de mano al yonki, Jayson se quedaría vigilando la esquina mientras yo avisaba al resto sobre la fiesta de esta noche. Un gran evento en el que estaríamos todos en ese nuevo garito que se estaba poniendo cada vez más de moda.

Voy directo a la cabina, agarro el teléfono y miro de reojo a Jayson, que aguarda como un perro amaestrado. Meto un par de monedas y voy marcando los números. Ya tenía ganas que llegara esta noche y empezara la diversión, que nos lo habíamos merecido.

-¡Eh, Curtis! Lávate bien las orejas y apúntate esto en la frente, así cuando te mires al espejo para ver tu sucia cara lo verás y no se te olvidará... Esta noche, en el bar nuevo de Lafayette, fiesta por todo lo alto...

Curtis contestó al teléfono con su voz adormilada y entre bostezos. Aquel chico siempre estaba perdido en su propio mundo imaginario o escribiendo alguna letra para luego ponerse a rapearla. Y eso le hacía pasar más horas en aquel puto mundo de su mente aislado del resto del mundo. El poco rato que pasaba fuera de allí lo pasaba fumando marihuana como un cabrón, por lo que eso tampoco ayudaba a que se mantuviera muy despierto.

-Vale tío... ¿qué celebramos?. ¿Quieres que avise a Dennis?. -Si Keanu quería asegurarse de que Dennis se enteraba de que había una fiesta aquella noche más le valía no dejar en manos de Curtis la tarea de informarle. Es más, si quería que el propio Curtis asistiera tendría que ir a buscarle de propio o se quedaría en su habitación sin enterarse de la hora que era.

-Tú estate listo para esta noche, no voy a adelantar acontecimientos. No te preocupes por Dennis, ahora le aviso yo. Por tu madre, que no se te vaya a olvidar como siempre. Esta noche -se lo volví a repetir para ver si así no se le olvidaba- en el bar nuevo de Lafayette.

Tras colgar el teléfono, vuelvo a descolgarlo, introducir una moneda más y marcar los números que me pondrían con contacto con Dennis.

-Ey, tio, esta noche tenemos una fiesta por todo lo alto en el nuevo bar de Lafayette. Ya he avisado a Curtis, le conocemos y sabemos que se olvidará. ¿Te encargas de que llegue a tiempo y no se le olvide como siempre?

-De puta madre tronco. ¡Nos vemos allí! Y no te preocupes por ese cabeza de chorlito, yo me encargo de pasar a recogerle. -Dijo Dennis entusiasmado por la noticia.

Dennis podía vivir en un mundo algo alejado de la realidad, él andaba por la calle y sentía que vivía un videoclip de NWA o algo parecido, pero cuando se trataba de contar con él siempre estaba allí y siempre daba la cara. Era algo fantasma y siempre aseguraba conocer a alguien famoso o se creía un matón del barrio, pero en realidad era un buen tipo.

Cuando Keanu regresó de avisar a los chicos con Jayson este le hizo un gesto con la cabeza de asentimiento. No necesitó preguntarle nada para saber que había cumplido. Jayson tenía una fe ciega en Keanu, y eso era para sentirse orgulloso, aunque también era cierto que pobre de aquel al que se le ocurriera traicionar a aquel loco hijo de puta...