El potente ataque del mediano elimina toda capacidad de reacción de su oponente, que cae fulminado.
El muerto viviente que queda, impertérrito a la suerte de sus compañeros, prosigue con su propósito y ataca a Kune... fallando estrepitosamente.
Tirada oculta
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 2(-1)=1 (Fracaso)
Kune, vas tú.
Vi como mis compañeros atacaban a aquellas... cosas!
Sus cuerpos fantasmales parecía que no aguantaban demasiado bien los golpes, de modo que me disponía a atacar cuando escuché las palabras de Lonefelow
"¿¡que depongan las armas?! ¡son putos cadáveres andantes!"
ante aquella declaración de intenciones por parte de mi compañero de equipo me quedé sumamente perplejo. La había cagado con anterioridad por no hacerle caso al tratar de torturar al bandido ¿qué debía hacer ahora?
El ataque fallido del monstruo me sacó de dudas y lancé un hachazo en respuesta de forma refleja.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 3(+4)=7 (Fracaso)
Fin del asalto. Volvemos a empezar.
Korav, vas tú.
Solo queda un enemigo, pero tengo entendido que los seres de ultratumba no son especialmente dados a parlamentar o rendirse. Dudo por un momento si sacar del ostracismo a mi pequeña ballesta, que ya debe estar llena de telarañas, pero con Kune en medio me parece arriesgado, mi puntería no es infalible y un virote en el trasero de tan feroz compañero de armas podría no ser bien recibido. Así que...
—¡Fenece, ser del averno!
Para lanzar mi simple proyectil mágico, me entretengo en hacer unos aspavientos la mar de vistosos...¿teatrales? Sí, un poco demasiado quizás. Pero allá va.
Motivo: Proyectil mágico
Tirada: 1d4
Resultado: 1(+1)=2
Otro uno...más que proyectiles, parecen perdigones mágicos, leches.
El enemigo se resiente de los proyectiles, pero no se detiene en su frenesí homicida.
Eisa, tu turno.
Mira el muerto viviente que queda y se lanza a por él con el bastón en alto, pero al intentar darle, pero falla estrepitosamente.
Motivo: Bastonazo
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 4 (Fracaso)
Sorry, post cortito >_<
Tras abatir a uno de aquellos seres el Vedran se encaró con el único que aún quedaba en pie. Eras cinco contra uno, por lo que la victoria estaba claramente de su lado.
Tal vez fuera por eso que se confiara y su golpe tuviera tan poca fuerza.
Motivo: Ataque cachiporra
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 13(+5)=18 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+1)=2
¿Está muerto? o sea.. ¿muerto, muerto?
El enemigo, pese a acusar los impactos, se resiste a caer.
Lonfelow, vas tú.
Y el enemigo parece un muerto recién alzado de la tumba.
Me muevo con presteza hacia el único enemigo que resta. Sin embargo mis ataque es tímido, ya que mis compañeros lo rodean y un tajo mal dado podría ser generar un fatal desenlace. Necesitamos más tiempo para saber como combatir juntos.
Mientras que mis ataques son casi siempre un barrido seguido de ataques rectos, Kune es impredecible y da tajos tan locos, como mortíferos. Eisa mueve el bastón muy rápido pasando por encima de nuestras cabezas con habilidad. Vendran se mueve aquí y allí buscando los puntos débiles siempre. Poco a poco, voy entendiendo a mis compañeros.
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 5(+3)=8 (Fracaso)
Lonfelow falla, y el enemigo sigue tratando de acertar a Kune con su guadaña.
Por suerte para el bárbaro, el daño sufrido parece haberle dejado aún más confuso, y falla.
Motivo: ¿Cambia?
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Tirada oculta
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 5(-1)=4 (Fracaso)
Kune, vas tú para cerrar el asalto.
pegué un salto tratando de esquivar como podía los ataques de aquel bicho
- rwarrrrhhh!!
Gruñi al tiempo que lanzaba otro hachazo desesperado
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 13(+4)=17 (Exito)
Motivo: ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 5(+4)=9 (Fracaso)
Motivo: Daño Gran hacha
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+2)=6
mierda, Pulse dos veces sin querer. Estoy escribiendo desde el móvil
El poderoso ataque del bárbaro acaba de tumbar a la criatura, que cae sin decir ni 'ay'.
Se hace el silencio en el granero y os miráis, comprobando que el peligro ha pasado.
Cuento sólo el primer ataque.
¿Qué hacéis ahora?
Parece que se acabó. Respiro un poco agitado, no me hace ninguna gracia enfrentarme a criaturas tan desagradables.
—¿Vedran, dónde está ese muchacho?— digo, mirando alrededor por encima de los anteojos.
Estoy dubitativo.
—Podemos investigar a ver si vemos algo que nos llame la atención en el almacén, al menos llevarnos una muestra de ese veneno para ver si averiguamos algo, o echarle un vistazo a los cuerpos de esas criaturas repulsivas. Pero yo creo que realmente tenemos prisa...—miro hacia la entrada— ¡Señor Yargos, ya no hay peligro!
No me cae muy simpático ese tipejo, pero tenemos que encontrar a Antorcha cuanto antes, debemos averiguar el paradero del libro. Por otra parte...
—Encontrar el libro es lo principal, pero...¿deberíamos avisar ahora a las autoridades de que unos lunáticos están intentando envenenar los graneros y quién sabe qué catástrofes más? No es cuestión de que empiece a morir gente inocente, así sin más... ¿O vamos a saco por nuestra cuenta, para ganar tiempo y cortar el problema de raíz?
Me muevo nervioso de un pie a otro, esperando las opiniones de los demás compañeros.
"Uff por momentos pensé que estaba en serios apuros..."
cuando cae el último de mis enemigos, rápida y silenciosamente recobré la compostura.
Mis ojos inquietos empezaron a bailar por el suelo de los graneros tratando de reconocer los últimos movimientos de quien fuera que hubiera invocado aquellos seres.
*Rastrear el granero
Los enemigos parecen (y huelen como) muertos acabados de desenterrar. Llevan una especie de raras guadañas como armas, y entre todos juntan cuatro frascos de un líquido que huele muy mal, y que estaban vertiendo sobre el grano. Afortunadamente, han podido verter muy poco, y la parte presuntamente contaminada puede aislarse facilmente.
No hay nada más.
Yargos entra en el granero y examina con interés de erudito los cuerpos de los enemigos, aunque poco es lo que puede decir sobre ellos, aparte que sus vestimentas coinciden con la época del intento de invasión taldana contemporáneo del libro de claves.
Hay que aligerar hacia la guarida de Antorcha, que está en los Sifones dice. Cuanto más tiempo tengan los Sabuesos Aullantes el libro de claves, más cosas malas pueden pasar.
¿Y a qué estamos esperando? Avisar a la guardia de la ciudad supone tiempo, algo de lo que parece no vamos muy sobrados ¿Verdad? - Dijo el mediano saliendo de las sombras desde las que había estado oculto hasta ese momento tras escuchar lo dicho por Yargos y darse cuenta que poco más de valor iban a encontrar de aquellos muertos vivientes.
Cuando pasemos por un puesto de guardia ya les diremos que envíen alguien aquí, dice el erudito.
Vamos, que ya vamos tarde.
Dado que es fácil separar el grano contaminado del bueno, me pongo manos a la obra, con una pala o con algunos de los elementos que usen para estibar, creo que serán cinco minutos de tiempo bien invertidos. Que se siga propagando el veneno a otros montones.
Asiento satisfecho cuando ya estamos, por decirlo así, en camino del héroe. Nadie ha resultado herido y la cosa se complicaba, ya que teníamos que seguir el rastro del libro. Siento apremio en el pecho, pero también emoción como un niño que entra en un laberinto de setos, es divertido, pero tiene peligros.
Cojo los viales y se los entrego al mago.
-Guárdalos para su posterior estudio señor Korav, quizás sea importante encontrar un contra-veneno- se los doy, porque él tiene recipientes más apropiados que yo para llevarlos.
Me desperecé y estiré los músculos mientras Loneflow empezaba con su trabajo frenético y los otros se apresuraban a llevar a cabo las otras tareas preventivas.
Por lo que había entendido, íbamos tras la pista de un libro, tsk... ¿que daño puede hacer un maldito libro? me preocuparía cuando hubieran más guadañas intentando decapitarme. Por el momento nos habíamos cargado la amenaza de aquellos bichos que eran lo que apremiaba la prisa.
Miré a los allí presentes y esperé a que alguien tomara la iniciativa para acompañarle donde fuera que estuviera la acción.
espero y sigo