Misión sencilla de la Sociedad Pathfinder, para novatos.
Un mal del pasado amenaza a Absalom, la Ciudad del Centro del Mundo. ¿Podrán nuestros héroes impedirlo?
Esta escena la utilizaremos para crear los personajes de cada cual. Partiremos de la suposicion de que nadie domina el juego, asi que empezaremos por el principio.
La base de los juegos de rol de fantasia es la raza y la clase del personaje, asi que empezad a pensar que os gustaria ser. Las clases basicas son once: barbaro, bardo, clerigo, druida, guerrero, hechicero, mago, monje, paladin, y picaro.
Las razas basicas son elfo, enano, gnomo, humano, mediano, semielfo y semiorco.
Lo que vuestros personajes tienen en comun es pertenecer a Sociedad Pthfinder, formada por aventureros de todo pelaje, que comparten la aficion por el conocimiento y que colaboran en busca del conocimiento.
Para quienes tengan alguna idea idea de como funciona la creacion de personajes, utilizaremos el sistema de puntos, con 20 puntos de creacion.
Sois todos agentes pathfinder novatos, recién graduados en la Gran Logia de Absalom, la Ciudad del Centro del Mundo, y habéis recibido una invitación (léase orden) para presentaros a uno de los capitanes de expedición allí basados. Esto en sí no es inusual porque a los novatos se les suele enviar en misiones sencillas para que se fogueen.
Uno de los locales menos cutres de Los Charcos, lo que no es decir mucho.
Los muelles de Absalom son un emporio donde todo se puede comprar y vender, y personajes de todo Golarion se cruzan, indiferentes a lo que no sea el negocio.
Recorréis a la carrera las calles de Absalom, hasta llegar al granero principal donde se almacenan las reservas de trigo de la ciudad.
Por debajo de Los Charcos, se dice que existe un submundo. Entre susurros se le denomina Los Sifones.