Preferiste ser natural con Esme, sonriéndole y explicando que habíais confundido el sexo de Febo. Al oír eso tu novia se sorprendió, pero acabó sonriendo tranquilamente.
-Y supongo que las dos están bien -Te dijo, casi como pregunta pero conociendo la respuesta- Al final no vas a tener que preocuparte de dejar de ser un príncipe para todas -Comentó Esme con cariño, recibiendo tu beso en la mejilla mientras ella cerraba los ojos y te daba una caricia en el costado.
Tras eso le comentaste a la loba sobre lo de quedaros a solas en casa por si tus padres necesitaban algo, haciendo que asintiera.
-Me parece bien. Así pueden llamarte y les preparamos lo que necesiten -Te dijo con calma- ¿Te apetece, entonces, que hoy no vayamos al Midnight y disfrutemos de una noche “humanísima”? -Te preguntó con una sonrisita
Esme llamaba “Noche humanísima” a aquella en la que os quedabais tranquilamente en la casa, veíais una película, cenabais algo humano, bebíais un poco y luego os ibais a la cama.
Tendríais la casa para vosotros, así que podíais hacer lo que quisierais.
Ash sonrió ante lo de ser el príncipe de casa... Pero en el fondo y aún así, se sentía triste, deseaba que tanto Febo como su nueva hermanita hubieran llegado bien, pero todo pareció truncarse.
Aun así, cuando Esme habló sobre como pasarían una noche humana, el chico río. -De normal ya hacemos lo que todos los humanos... Simplemente aprovechemos que podemos estar solos y pasar el tiempo juntos, ¿vale? -Sonrió con calma. -Venga, vamos que te voy a enseñar mi película favorita. -Terminó diciéndole mientras la guiaba al cine privado.
Iba a ser una noche larga, a fin de cuentas Ash se sentía preocupado en cierta medida.
Deseaba que todos volvieran a casa, pero hasta pasado un par de días no sería así.