Partida Rol por web

-¡Porque ocurrirá, Ash! -Te dijo, con el ceño fruncido- Vas muy motivado a hacer esto, pero acabarás viendo lo duro que es todo. Levantándote a las tantas, haciendo que Esme se coma todos tus marrones. Empezarás a meter a tus amigos en el piso, a descuidar tus tareas y Esme acabará trabajando por ti y por ella. Porque ella es madura, pero tú no -Soltó- ¿Qué harás hasta que aprendas a cocinar? ¡Si no sabes ni encender el horno, Ash! Esme se mata a trabajar y llegará a haceros la comida a los dos, sonriéndote a pesar de estar destrozada -Te dijo, frunciendo el ceño- Sin nadie que os controle, acabareis viviendo entre mierda, drogas… Le harás pasar el calvario que nos haces pasar a nosotros… ¿Y dejarás que se mantenga a tu lado? Sí, posiblemente sí, porque eres así de egoísta e inconsciente. -Gruñó

-Daniel, para -Le dijo Eve- Estás sobrepasándote. Has bebido…

-¡No estoy borracho, Eve! ¡Es que soy el único que tiene cabeza aquí! -Le gritó Daniel- Desde hace años hemos permitido que haga lo que quiera, salvándole el trasero para que no sea un fracasado, y ahora quiere joderse la vida él y joder la vida a Esme. ¿Me preocupo por él y aun se atreve a decir que dejo que mis hijas sufran y que no me preocupo por ninguno de ellos? ¡No quiero que se convierta en un nini de la vida! ¡A este paso acabará en la cárcel o en un centro de desintoxicación, Eve! ¡No puede irse porque nos va a traer la ruina y la deshonra!

Ash se mantuvo como una roca, aguantando aquel chaparrón de como su padre le pintaba de esa forma, como un pringado, un fracasado, alguien incapaz de cuidar de un ser querido, como le haría pasar por un calvario a Esme porque era un egoísta y un inconsciente.

Eve trató de detenerle, pero Daniel no paró, volvió a decir que era un fracasado, un nini, que acabaría en la cárcel o un centro de desintoxicación, como iba a traer la ruina y la deshonra a la familia.-Que te jodan…que te jodan…¡QUE TE JODAN, TE ODIO, TE ODIO A MUERTE, CABRÓN!.-Exclamó Ash con ojos llorosos, era la primera persona que realmente le hacía sentirse así, ni siquiera Hyde le hizo llegar a ese extremo.

-¡OJALÁ TE ATRAGANTES, ERES UN CABRÓN, UN CERDO!.-Espetó furioso y fuera de si.-¡TU ERES EL QUE TRAE LA RUINA Y LA DESHONRA A LA FAMILIA Y MEJOR EN UN PUTO CENTRO DE DESINTOXCIACIÓN QUE CONTIGO COMO PADRE!.-Gritó nuevamente mientras le apartaba de un empujón y bajaba las escaleras corriendo.

-¡NOS LARGAMOS, NO QUIERO VOLVER A SABER DE VOSOTROS, QUE OS JODAN!  

Tenía claro que no iba a pasar un solo segundo más bajo el techo de Daniel, aquellas palabras, el como le había tratado...fue la gota que colmó el vaso. 

Tu padre había estallado contra ti y tú contra él hasta el punto de darle un empujón que hizo que casi cayera por la escalera y tuviera que agarrarse al pasamanos, saliendo, corriendo de allí.

 -¡Ash, espera! -Oíste decir a Esme, que corrió detrás de ti

-¡Ash! -Oíste a Eve llamarte, pero no te paraste en ningún momento.

Sephora y Jazz también se asomaron a ver qué pasaba, pero ninguna pudo pararte. La rabia hizo que apartaras a Sephora de un buen empujón, tirándola al suelo y Jazz no se atrevió contra ti. En un impulso abriste la puerta del garaje, montaste a Esme en la moto y le pusiste el casco. Tu novia estaba descompuesta en lágrimas, al igual que tú y te abrazó un momento antes de que montaras en la moto y arrancaras fuera de allí, sin mirar atrás.

No llegaste a ver a Eve corriendo tras de vosotros, sin poder alcanzaros mientras Esme y tú desaparecíais de vuestro barrio.

No sabías bien dónde ir ni qué hacer mientras salías de tu zona habitual de la ciudad, metiéndote en la autovía, con Esme abrazada a ti, llorosa y temblando por el frío de ir en pijama en la moto.

-¡Ash! ¿D-dónde vamos? -Preguntó

Eve trató de detenerle, al igual que Sephora o Jazz…aunque bueno, la última no quiso interponerse entre Ash y su salida del hogar. Al chico solo le dio tiempo al abrir la puerta del garaje, montase en la moto , darle el casco a Esme y arrancar con fuerza mientras notaba que ella se abrazaba a el.

Ash salió del barrio, de la zona en dirección al autovía. Estaba llorando a lágrima viva, aquello le hacía escocer los ojos y le cegaba, pero no importaba, le daba igual, iba a marcharse con Esme, no volverían, a lo mejor podía ir al midnight o al hotel de la playa, ahí estuvo bien con Esme, o incluso ir a buscar a Sam, ella sabría que hacer, pero ni siquiera contestó a Esme de lo empecinado que estaba en centrarse en la carretera y aún así no veía por donde iba cuando en realidad comenzaba a hacer “eses”.

Ash apretaba la mandibula con fuerza, cabreado, frustrado, quería joder a su padre, hubiera dado lo que fuera por destrozarle el despacho, por demostrarle el daño que le había hecho, pero era imposible, ahora no podía, ahora tenía que conducir y no sabía siquiera donde terminaría yendo.

En una de esas Ash se secó las lágrimas con el antebrazo y…  

No escuchaste a Esme, que empezaba a temblar no sólo del frío, si no también porque empezabas a hacer cosas extrañas con la moto. No oías cómo te pedía que fueras despacio o que pararais… Pero sí escuchaste la bocina que llamó tu atención cuando te cruzaste de frente al carril contrario. El sobresalto hizo que dieras un giro brusco que os llevó de golpe contra el quitamiedos, recibiendo un enorme impacto de otro coche que venía, sacandoos de la carretera.

Lo siguiente que sentiste fue cómo rodabas por un terraplén y te golpeabas la cabeza. Tu pierna dolía, tu costado dolía… Y tu cabeza sangraba.

Varios metros más abajo, los restos de la Triumph se iban dispersando y, frenada por un matorral… Esme… La escuchabas llorar y gimotear de dolor, llamándote con angustia, cada vez más débil… Podías oler su sangre… Una enorme cantidad…

Antes de darse cuenta, Ash se encontraba tumbado en el suelo, podía escuchar a Esme, llorar…gimotear...olía a sangre, a su sangre. Pero ahí tendido…apenas podía hacer nada, Ash no sabía donde estaba, que había pasado o que…escuchaba aún un pitido en su oreja, un pitido muy fuerte, igual que el bocinazo del coche.

Trató de moverse, arrastrarse hacía el olor de la sangre, pero las piernas no le respondían y le dolía todo horrores…no podía moverse, no podía hacer nada y aún así trató de usar todas sus fuerzas para comenzar a arrastrarse, pero apenas fueron unos centímetros antes de caer rendido.

Temblorosamente trató de sacar su teléfono móvil…pero…no lo tenía encima...tampoco sabía bien si eso que sobresalía era un hueso o una rama…pero aún así, tembloroso, con los ojos llorosos y antes de caer muerto por culpa del dolor pensó en su padre diciéndole todas esas cosas, Esme llorando…y su madre defendiéndole en la cena.