Después de marcharse Juls teneis que decidir por donde vais.
Nada de liarla , yo solo cumplo con mi deber de proteger al museo y a la gente que está en ella , solo quiero dejar a la loca en un lugar seguro y llamara a la policía para que se la lleve de aquí que , no hace nada solo estorbar, y después ir a donde hemos quedado.
Muy bien señorita, nos vernos en el depósito, usted caballero que va hacer, yo tendré que poner a salvo a esta mujer y llamar a la policía para que se lleven a esta lunática. De que se lleven a la mujer la policía, me ruinaré en el depósito. Tomo en brazos a la mujer y me la llevó a la zona recepción.
Camino hacia la zona de recepción, le pregunto a Lars que hace exactamente en el museo, mientras presto atención por donde vamos, por si acaso algún desaprensivo intenta hacernos algún mal a nosotros tres, o pase algo extraño , que según vamos de mal a peor. Yo ya no me fio ni de mi propia sombra, visto lo visto. Hay días que es mejor no levantarse de la cama. De vez en cuando me fijo en la mujer por si cobra el conocimiento. Cuando estemos en la zona de recepción, acomodo a la mujer en una butaca y le digo a : Lars que se siente a lado de ella, así puede vigilar la mientras yo intento llamar a la policía, para que venga a socorrer a la mujer y de paso que nos ayuden. Lars cuando estemos en una zona segura , me puedes explicar que os a pasado .
Lars sigue a Jack con un poco más de alegría. Por lo menos este guarda de seguridad me protegerá si ocurre alguna otra locura hoy pensó. Bueno, yo trabajo aquí como restaurador. Ahora venía a disculparme por salir huyendo de aquí antes. Pero, verá, le explicaré lo que pasó. Yo estoy trabajando con una tablilla muy parecida a la que nos ha enseñado una señorita. Tenía una superficie porosa de la que emanaba constantemente hilillos de polvo. Yo, para analizar las muestras alcé la tablilla sobre un tarro de cristal y la agité con fuerza para que el polvo cayera en él. Pero no fue buena idea... Mi despacho se llenó de polvo y no podía respirar. Salí de la habitación y ahí es cuando empezó todo. El polvo debió de introducirme en un estado alterado de conciencia o algo así y comencé a sufrir alucinaciones: las caras de la gente se derretían y salían huyendo. Yo, horrorizado me fui a casa a descansar un poco. Cuando me recuperé vine aquí y, bueno... Vd. ya sabe lo demás.
Llegas a la mesa en la entrada y el silencio ya es sepulcral, incluso los sonidos desquiciantes como las risas y los murmullos han desaparecido, te das cuenta de que no puedes dejar a la mujer alli así que decides encerrarla en un armario de las escobas.
Ves que ya ha oscurecido y justo cuando vas a llamar a la policia ves las luces de los coches afuera iluminando el museo.
Bueno, ya hemos cumplido con esta mujer. Llame cuanto antes a la policía y vayamos a por las tablillas.
Dice Lars nervioso, deseoso de salir cuanto antes de todo el embrollo.
Repentinamente LARS te das cuenta de que en la calle se ven las luces de los coches patrulla.
Pero, ¿qué hacen aquí tantos coches de policía? No creo que sea para detener a una sola mujer... ¿Habrán pasado más cosas en el museo? Mirando a Jack Bueno, creo que esto es tarea suya. Vaya a hablar con ellos a ver que ha ocurrido. Yo soy su sombra. Y se pone detrás de Jack, expectante.
Ale Jack chiquillo, te toca actuar
Al ver que Jack no reacciona sino que divaga en su interior, Lars avanza y sale a la calle. Con cuidado, yendo con calma para que no lo tomen por alguien peligroso, se acerca a un policía.
¿Qué es lo que ha ocurrido, agente? Yo no me he enterado de nada.
Ves a 2 agentes con armas apuntandote y diciendote.
Este museo está en cuarentena vuelvan dentro y no salgan hasta que entre personal autorizado.
Volvemos a la escena original.