Lema: «HOEC NUBILA TOLLUNT OBSTANTIA SICUT SOL» (Cabalga como el sol, disipa las nubes a su paso)
El Alcántara aparece de la necesidad de los ejércitos de Felipe IV de aumentar las tropas montadas destacadas en las Diecisiete Provincias, para lo que se autorizó crear varios cuerpos de caballería. Uno de ellos fue el organizado y dirigido por el maestre de campo Juan Francisco Nestién con base en ocho compañías que pasó a sueldo de la región de Bruselas el 19 de febrero de 1656 como Tercio de Nestién.
Su estandarte era de damasco carmesí, orlado y bordado de plata, llevando en el anverso las armas reales y en el reverso el manto coronado y la venera o cruz de la Orden Militar de Alcántara, con el lema «HOEC NUBILA TOLLUNT OBSTANTIA SICUT SOL» (Cabalga como el sol, disipa las nubes a su paso). El primer escuadrón lucía un estandarte de damasco blanco.
Encuadrado en el ejército de Juan José de Austria, en 1656 participó en la batalla de Valenciennes sitiada por los franceses, cargando y acuchillando a 18 escuadrones. Participó en las batallas de las Dunas (1658), Lille (1667), Seneffe (1674), donde peleó todo el día y se retiró victorioso a media noche, Saint-Denis (1687) y Fleurus (1690), donde resistió el choque de la caballería enemiga para luego tomar la iniciativa y destrozarla.
Seis años más tarde se encontraba en España, luchando durante la campaña de Cataluña. Pasó a Italia durante la Guerra de Sucesión, mandado personalmente por Felipe V, se batió en Luzzara frente a los austriacos. En 1710 volvió a España y luchó en Zaragoza, Igualada y Portugal.
En 1769, al frente de su banda de trompetas había un jinete vestido a la turca y batiendo unos palillos de metal. El origen de tal insignia no corresponde al Alcántara, sino al Bramante que en 1720 derrotó al Regimiento de Caballería de Starhemberg, austriaco, cogiendo prisionero, entre otros, al turco que llevaba dichos palillos, y Felipe V para perpetuar tal victoria concedió tal prerrogativa, el cual al fusionarse con el Alcántara en 1731 le transmitió este honor por real orden de 11 de enero de 1769.
En el año 1808 se denominaba Regimiento de Caballería de Alcántara n.º 7 y estaba formado por 42 jefes y oficiales, 589 de tropa y 490 caballos. Tenía dos escuadrones destinados en Portugal; fueron hechos prisioneros por los franceses a consecuencia del Convenio de Cintra y el 25 de octubre lograron desembarcar en San Carlos de la Rápita con el resto de las unidades españolas prisioneras. Los otros tres escuadrones del regimiento estaban en el campo de San Roque y formaron la base del 2.º Regimiento de Caballería Alcántara.1
Participó en la Guerra de la Independencia Española recibiendo las cruces de distinción de Aranjuez, Almonacid y Valls por acciones de destacada heroicidad.2 En 1823 fue disuelto como Regimiento de Alcántara, 7.º de Caballería.
En 1844 vuelve a ser creado como Regimiento de Lanceros de Alcántara, 16.º de Caballería, con guarnición en Alcalá de Henares. Durante años sufrió varios cambios de guarnición, organización y uniformidad, y en 1859, cuando estaba acantonado en Ciudad Real con un destacamento en Almagro, fue transformado en Regimiento de Cazadores de Alcántara, 16.º de Caballería.
Al acceder al trono Alfonso XII, se reorganiza el Ejército, quedando como Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14.º de Caballería, alternando las guarniciones en Reus, Lérida y Barcelona, desde donde embarcó rumbo a Cuba en 1895, donde se batió hasta el final de la guerra.
Con el nuevo siglo el Alcántara fue destinado a Valencia, donde permaneció hasta el 8 de septiembre de 1911, en que se dispuso su traslado a Melilla, donde 10 años más tarde efectuó los hechos anteriormente relatados.
Fuente: wikipedia.org
Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla nº 2
El 30 de junio de 1911 se crean las FUERZAS REGULARES INDIGENAS DE MELILLA, con personal de tropa indígena y tropa española en menor número bajo el mando de oficiales y suboficiales españoles, alistándose los primeros voluntarios en el Fuerte de Sidi-Guariach (hoy de la Purísima). Se inicia, de esta forma, la historia de las FUERZAS REGULARES, nombrándose como primer Jefe de esta singular Unidad al Teniente Coronel de Caballería D. DÁMASO BERENGUER Y FUSTÉ.
Con una organización inicial de un Batallón (Tábor) de Infantería y un Escuadrón de Caballería, fueron concebidas, fundamentalmente, como fuerzas de choque; lo cual demuestra durante sus primeras acciones consiguiendo, el día 15 de mayo de 1912, durante la Campaña del Kert, la concesión de la primera Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando a un componente de las Fuerzas Regulares, el Teniente de Caballería D. JAIME SAMANIEGO Y MARTINEZ FORTÚN, por su actuación en la toma del poblado de Haddu Al-lal u Kaddur.
Las brillantes actuaciones de estas fuerzas, empleadas siempre en los lugares y las acciones de mayor riesgo, contribuyen a asentar su fama y, en poco tiempo, se convierten en imprescindibles, por lo que el 31 de julio de 1914 una Real Orden amplía estas fuerzas a cuatro GRUPOS DE FUERZAS REGULARES INDIGENAS, compuesto cada uno por dos Tábores de Infantería, de tres compañías, y un Tábor de Caballería, de tres escuadrones.
Una de estas unidades es el GRUPO DE FUERZAS REGULARES INDIGENAS DE MELILLA Nº 2, organizado con el personal del Tábor de Policía de Alhucemas y, posteriormente, con el III Tábor de Regulares de Melilla Nº 1; instalándose inicialmente en la Alcazaba de Melilla y con campamento en Nador. Su primer Jefe fue el Teniente Coronel de Caballería D. Antonio Espinosa Sánchez.
Fuente: Ministerio de Defensa
IIIª Bandera del Tercio de Extranjeros - Los tigres de Buharrat
Fuente: Foro de Cultura de Defensa
Aeronáutica Militar Española
El 15 de septiembre de 19173 nace la Aviación Naval mediante un Real Decreto tras un periodo de aprendizaje por parte de pilotos y observadores de la Armada que había comenzado en 1912. En 1920 se estableció la escuela de la Aviación Naval en Barcelona y se cambió la denominación oficial del cuerpo por la de Aeronáutica Naval. Este cambio de nombre se realizó para dar cabida tanto a la especialidad de aviación como a la de aerostación. Esta última se reduciría en 1926 y finalmente sería eliminada en 1930. El capitán de corbeta Pedro Cardona Prieto fue nombrado primer Director y encargado de seleccionar los nuevos hidroaviones con los que se dotaría a la Aeronáutica Naval Española.
En 1922 se incorporaría a la Armada el Dédalo, denominado oficialmente "Estación Transportable de Aeronáutica Naval", con el fin de dotar a la Escuadra de una unidad con plena capacidad para transportar y dar apoyo logístico a los hidroaviones de la Aeronáutica Naval en las zona de operaciones. Una vez más, la Armada Española ponía en práctica las enseñanzas obtenidas durante la Primera Guerra Mundial por los diferentes contendientes con la utilización de buques portahidroaviones.
Al mismo tiempo se adquieren los primeros aviones: 3 Avro 504K, 4 Martinsyde F.4 Buzzard y 2 Parnall Panther.
Desde el 2 de agosto hasta el 15 de noviembre de 1922 el portahidros Dédalo se desplaza a la costa de África para participar en la Campaña de Marruecos. El objetivo consistía en cartografiar y explorar la costa de Beni Urriaguel y los movimientos de tropas de la República del Rif, a la vez de cooperar con los aviones basados en tierra y los hidroaviones de la Aviación Militar con base en Mar Chica. El bautismo de fuego de la Aeronáutica Naval tuvo lugar el 6 de agosto de 1922 con el bombardeo del Morro Nuevo y Azibfazar.
La primera baja, tanto de aparato como de vidas humanas, por accidente ocurrió el 20 de junio de 1923, al estrellarse uno de los hidroaviones Macchi M.18 en la zona conocida como "Los Acantilados del Freus", punto cercano a la fortaleza de la Mola en Menorca como consecuencia de una entrada en pérdida a muy baja cota, resultando muertos sus dos tripulantes, el Tte. de Navío don Vicente Cervera (piloto) y el oficial de Intendencia don Juan Suárez de Tangil (observador). El siguiente, por cercanía en el tiempo ocurrió el 2 de octubre de 1924 al ser derribado uno de los dos hidroaviones Supermarine Scarab durante un reconocimiento de la costa de Gómara y en apoyo de las posiciones de Tiguisas que estaban siendo atacadas por el enemigo. Uno de los aviones recibió varios impactos en los depósitos de combustible cuando realizaba pasadas a baja cota sobre las posiciones enemigas, viéndose obligado a amarar a unos 500 metros de la costa. Mientras el otro hidroavión avisaba al torpedero T-13 una lancha rifeña se hizo a la mar para apoderarse del hidroavión español siendo defendido por sus tripulantes. Cuando el T-13 llegó a la zona se consiguió remolcar el aparato pero el piloto, gravemente herido, murió antes de llegar a puerto.
Fuente: Wikipedia.org