Partida Rol por web

 ¡Hey, ese es el título de una película francesa! ¡Plagio! ¡Farsante!

El metraje se agota, y los actores, empujados por una extraña fuerza invisible, se ponen en marcha hacia el edificio gubernamental. Unos con salero, otros con desparpajo y otra perseguida por un transformer.

Todos menos Akis Tajak.

Él decide que ya es suficiente. La vida como actor tiene sus cosas, llevar un personaje, que la cámara te enfoque y puedas sentirte protagonista, todo eso mola cantidubi. Pero se ha hartado. En el fondo siempre supo que lo suyo era lo de ser crítico, y cuando todos se largan, él, en un primerísimo plano que muestra la melancolía en sus ojos, se dirige a la cámara y dice:

- Casi que paso.

Y vemos como se dirige, en un sobrecogedor travelling que nos pone los pelos de picos pardos,  hacia la cosechadora. Y tras detenerse apenas un instante frente al aparataje pica-trocea-matador rodante que tiene delante el mastodóntico apero de labranza, se lanza de cabeza sobre él, de modo y manera que la cámara puede registrar como se van picando y machacando poco a poco toda su fisionomía: primero la tapa de los sesos (trocitos sanguinolentos oscuros), luego la cabeza como tal (trozos sanguinolentos claros por el cerebro y los ojos), luego el cuello (bella explosión sanguínea al trocear la aorta), hombros (proyección de esquirlas de hueso), el torso (mixto de trocitos de carne, costillar, pulmones y vísceras variadas, con ropa), las piernas (más de lo mismo) y al final los pieses.

Pero ya se sabe, el muerto al hoyo y los vivos a los zombis.

La troupe está ahora en las inmediaciones del edificio gubernamental, que está escandalosamente rodeado por una horda tremebunda y nauseabunda de zombis. En las ventanas del edificio hay algunos no infectados (coño, que potra) defendiéndose como pueden de los no-moridos.

Y liderando al ejército resucitado, un zombi que… bueno, a todos os parece haber visto alguna vez en una camiseta.

El General (aun en su carrito, pero ahora impulsándose con un tubo de escape) decide que es un buen momento para explicar que cojones está pasando.

- ¡Es peor de lo que me temía! Señores, esto que estamos viviendo es un desafortunado accidente que ha ocurrido en una base secreta cercana. Se estaba experimentando para conseguir el soldado definitivo que puede morir dos veces, en lugar de una. Hubo éxitos parciales, y se aprovechó la técnica para poder utilizar a algunos de los enemigos de la Patria en nuestro provecho, como el grupo de zombis nazis que hemos visto antes antes, o ese infecto zombi que lidera ahora a las hordas, y que menudo trabajito nos dio conseguir el cuerpo para que ahora se nos rebele.

- Como esto se hizo sin conocimiento de nuestro Presidente, me dirigía hacia la Capital para darle parte, pero por lo que hemos padecido, ha ocurrido algo grave y el experimento se ha descontrolado. Debemos pararlo, y sólo podremos lograrlo si conseguimos tomar el edificio y asegurar el perímetro, es decir, aniquilar a todos estos putrefactos que nos impiden llegar a la puerta. Luego, podremos recoger material e ir a controlar la situación en la propia base, dónde…

El General mira hacia... detrás de la cámara. Y asiente medio cabreado como si le hubiesen cortado el rollo.

- A ver, que matéis esos zombis. Lo otro ya se verá. Venga, cojones. A repartir estopa.

Poco convencidos, miráis las huestes zombis y nadie se menea de su sitio.

Menos Yoldan, que sin piernas y todo, se encamina el primero a darles la chapa a los zombis proletarios estos que intentan revolucionar el mundo para que sean ellos los buenos.

Y el joputa se pone a soltarles un sermón, ahí, sentado sobre sus muñones. Las imágenes de Yordan sermonenando parecen pasar a cámara rápida… que cojones, si hasta se vé en la esquina de la pantalla “FW”, porque a fin de cuentas el castañazo que cuenta no es otra cosa que todo lo que le ha pasado desde que empezó la película. El maldito beato de los huevos está dándoles el sermonazo a los putos zombis, y todo el rollo de las escenas anteriores es una mierda de bucle temporal como de cine de autor o algo.

La cosa es que estos detalles planificados y estilistas hay que compensarlos con casquería y cutrismo. Así que el Ché zombificado se pone al frente de sus camaradas zombis y decide meterle al beato todo ese rollo evangelista por el recto, como demostrando quien es el que manda en el lugar. Por supuesto, al ser zombi comunista, comparte este hecho con el resto de zombis.

Primero sujetan a Yordan en el suelo. Para que se calle, uno coge una piedra y le golpea repetidamente con ella en la boca: Plaf, plaf, plaf, plaf.
Otro, coge una aguja sucia y oxidada, y empieza a tatuarle párrafos del Manifiesto comunista en la piel del muslo.
Cuando ha terminado, otro coge un pelapatatas y le despelleja el mentado muslo.
Entonces dejan de darle golpes en la boca, y le introducen el improvisado pergamino de propaganda por el gaznate.

Luego, el otro muslo.
Después el torax.
Brazos.
Cuello.
Cuero Cabelludo.

Yordan ya está despellejado, pero sigue vivo. Es que el Señol es peldonoso, pero también un cachondo.

Asi que ahora lo circuncidan, sin distinguir prepucio de glande. Luego le cortan el pack completo de verga y cojoncillos, y, en un alarde de originalidad, se lo introducen por el recto, para lo cual, previamente se lo han dilatado mediante la aplicación de garfios atados a sendos todoterrenos que marchan uno hacia Kansas y otro hacia Minessota.

Al final se muere, pero hasta ese momento, la pantalla ha mostrado cosas como un zombi con un saco de sal, un zombi con un guantelete metálico, el Che-Zombi lamiendo el puro con lascivia, varios zombis vaciando baterías de coche en un cubo, una imagen de Lina Morgan y un peluche. Lo que ha pasado es demasiado largo de contar y tampoco va a mejorar lo que imaginéis.

En fin, que viendo el exitazo que ha tenido el mongol éste, a lo mejor os sale más a cuenta liaros a hostias y no dejar a ningún zombi vivo.

De hecho, como si fuera una muestra divina de que ESE es el camino, al ladito vuestro hay una tienda de souvenirs con un único ejemplar de esta edificante camiseta:

Bueno, u os liais a hostias, o todos esos zombis que ya se han cansado de putear al predicador os apiolan.

[Voz en Off] Ahora que he llegado al edificio gubernamental puedo comenzar a pensar en la merienda. Y la forma más fácil de hacerlo es… ¡Coño! ¡Una camiseta de Check Norris! A ver como me queda… ¡Pues no me queda mal! Ea, ahora a masacrar zombis. No va a ser rápido y tampoco indoloro. Hoy no tengo prisa, voy a recrearme. Ni siquiera tendré que moderarme ya que dormiré calentito y haré bien la digestión en casa con mi señora. Vamos a ello.

Bear cruza la plaza para entrar en el edificio gubernamental caminando despacio mientras saca su pequeño cuchillo. Al primer zombi que se le acerca se lo clava súbitamente en la nuca, profundo, hasta el mango. La hoja llega a penetrar hasta el cuello. Grylls lo mueve bruscamente de lado a lado para destrozarle las vías respiratorias. Fácil, sencillo y para toda la familia. La punta sale por la parte delantera del cuello a la altura de la nuez.

-Podría destripar y despellejado a este zombi. Y después ponerlo un poco al fuego cual brocheta.- relata Bear a la cámara -Pero estoy deseando comérmelo. Esto supone muchas proteínas, y como ya sé, va a estar delicioso.-

Al mismo tiempo que extrae la hoja aprovecha para traer consigo la jugosa lengua. Evidentemente no sin antes trastear un poco entre desgarros y destrozos varios. Se la arranca y la saca por la nuca. El ejemplar queda bastante maltrecho y nuestro protagonista comienza impasible su peculiar menú degustación.

[Voz en Off] Todas las cosas del planeta son comestibles, pero hay que asegurarse de comer verduras una vez a la semana. Es importante cocinar toda la carne por que puede contener parásitos. En este caso estamos tranquilos, al ser el individuo un parásito en si no corremos ningún riesgo. Quizá nos cause vómitos o en el peor de los casos la muerte, pero la verdad es que está delicioso.

-Rico, rico y con fundamento. Definitivamente sabe parecido al pollo, pero más rico. Esto no es muy diferente a lo que hacen los propios zombis. Ya sabéis, toman de la tierra lo que esta les ofrece y nada más. Y en cierto modo yo he hecho lo mismo ¿No? El zombi se cruzó conmigo y me aporta lo necesario para seguir adelante.-

La marcha… quiero decir… la merienda de Grylls sigue adelante. Sin detenerse llega hasta la puerta sin demasiadas dificultades. Una vez dentro va recorriendo sala por sala todo el lugar. A su paso queda una casquería abundante. Uno a uno van cayendo los zombis (y también los que tratan de explicarle que no son zombis). Sus miradas vidriosas no alcanzan a entender por qué ese hombre se los está comiendo a todos sin excepción. Algunos incluso tratan de correr nada más verle, pero es tarde para ellos. Poco a poco las distintas plantas del edificio son visitadas.

-Seguir comiendo en este momento se hace algo difícil por que estoy empapado en sangre. Me siento bastante sucio. Aun así he tenido tiempo para sentarme a reposar y así escuchar. Oigo el ir y venir de los zombis. Hay un pequeño grupo en la planta de arriba. A veces creo oír como les castañetean los dientes. Incluso tengo tiempo para pensar: “Vaya, esto es realmente especial”. Y para mi es un privilegio estar en un lugar tan salvaje y con el apetito suficiente que me permite seguir adelante.-

[Voz en Off] Tan pronto como el helicóptero del gobierno se deja ver en el horizonte siento el sonido de sus hélices. La matanza ya ronda los 32 zombis y sigue subiendo. Pero al menos he traído mi botellita de agua. Es hora de echar un trago.

-Bueno, el plan es seguir las escaleras hacia arriba, porque espero que me conduzca al helipuerto.- Bear bebe con ansia de la botella que muy inteligentemente trajo consigo -Pero subir sin más es peligroso, porque el caudal de zombis se irá incrementando a medida que avancemos, y a medida que nos acerquemos al helipuerto aparecerán zombis más elocuentes en sus razonamientos de por qué no son zombis sino supervivientes. Y los más peligrosos son esos que tratan de hacernos dudar.-

[Voz en Off] Según me acerco a la azotea empiezo a ver zombis más vivos. Y algunas de estos zombis comen hombres. Estoy siguiendo las escaleras esperando que me conduzcan a casa, pero ahora me adentro en territorio de zombis supervivientes. Según asciendo los peldaños, los planteamientos son mejores y encuentro zombis que parecen creerse su historia. Pero a medida que me acerco a mi objetivo las dudas se disipan y el hambre aprieta.

-Ahora todo es muy delicado. Mirad, la puerta de la azotea está ahí delante. Estoy a punto de abrirla, pero lo más probable es que las zombis también quieran llegar hasta la civilización, lo que significa que habrá zombis esperando el helicoptero.-

[Voz en Off] En Revilville se puede decir que hay dos tipos de zombis. Y los que se han cruzado conmigo están en peligro de extinción. Curiosamente ahora solo veo de esos, las otros deben estar bien escondidos, total, para el caso es lo mismo.

-Mirad, mirad. ¡Ahí está! El helicóptero nos está sobrevolando a unos veinte metros. A ver si nos podemos acercar más. Es posible que no descienda hasta tener certeza de que la zona es segura. No te despistes. Ahí va. ¡Mirad! ¡Mirad!-

[Voz en Off] Los zombis supervivientes de la azotea son rápidos. Llegan a caer a 16 km/h en distancias de descenso, así que hay que darles un empujoncito.

-Les gusta esta zona, las azoteas altas para tomar el sol. Por aquí hay muchos zombis supervivientes. Vamos a seguir.- poco a poco Bear va reduciendo uno por uno a los zombis supervivientes para después arrojarlos desde lo alto del edificio hasta el duro asfalto -¿Vale? Estamos en una situación más ventajosa. Estamos en el helipuerto a pocos metros del helicóptero que se dispone a aterrizar y debemos mantenernos atentos frente a cualquier posible imprevisto.-

[Voz en Off] Estos momentos se caracterizan por las idas de olla del guionista que acaba complicándolo todo hasta extremos absurdos.

-Ahí hay otro. Acaba de subir por la fachada.-

[Voz en Off] Los zombis atacan en tres situaciones muy concretas, cuando se ven acorralados, cuando se ven sorprendidos o cuando les da la gana. No me gustaría encontrarme con un zombi con ganas de atacarme. Sin embargo, a medida que avanzo, aumenta la posibilidad de que esto ocurra. Es la época de zombis y eso los hace más agresivos.

-¿Veis eso? Es un genuino “Zombi Final Boss”. A esta distancia es difícil confundirlo. Con estos es con los que hay que tener cuidado. Si me cogiese me mordería. Me mordería y me mordería hasta hacerme daño. Es increíble verlos tan de cerca, pero esto significa que este debe ser el final de mi aventura. Ahora acércate a él y tómale unos buenos primeros planos. Vamos, venga.-

La cámara niega un par de veces moviendo el plano de lado a lado, pero tras valorar el peligro que suponen los dos individuos que comparten tejado, decide alejarse de Bear Grylls. Con paso cauto el encuadre se aproxima a lo que parece ser una versión lúgubre del Che. La criatura aguarda expectante en su mortalidad. El pobre becario acojonado a más no poder alcanzar a dar poco más de dos pasos cuando se produce lo que podríamos llamar un plagio de [REC], seguido no mucho después por el clásico enfoque conocido como “The Blair Witch Project” o cabezazo en la bañera. La cámara se apaga y la imagen se retoma desde la micro-cámara portátil que porta nuestro protagonista en su muñeca.

[Voz en Off] Este zombi reBolucionario tiene la boina más ancha y redonda, y está considerado el zombi más peligroso de Revilville. Es capaz de morder con una fuerza de una tonelada y media por metro cuadrado. Los científicos creen que es incluso más fuerte que los hombres lobo. En América son responsables de más de 60 ataques injustificados al año. Me refiero a los hombres lobo.

En primerísimo plano Bear Grylls nos dedica las que pudieran ser sus últimas palabras, de ellas puede depende que seamos capaces de sobrevivir a una infección de zombis -Los Zombis Final Boss raramente pierden a sus presas. Recientemente un quiosquero vengativo iba caminando por cierto Motel cuando un negro zombi le salió por debajo, le dio la vuelta y se lo fornicó. Nunca se ha de subestimar la sexualidad de un zombi inquieto. Es uno de los predadores más implacables y eficientes del mundo. Por fortuna, yo soy otro.-

De repente, todas las luces se apagan y se enfoca un reflector sobre el viejo Morris, es el momento de gloria, está iluminado. -Lo jabía, lo jabía, ejto es un puto intento de los comunijtas jombies najis poh hacese con el podeh! noh robaron tejnología en el 29, en el apahón del 43, en la herra del 91, en la operaión Hormenta del Hejierto!- el pobre, si no estuviera mueco, estaría dando un verdadero discurso, claro está, con los pantalones abajo, y sus interiores con águilas calvas de caricatura, como si fueran corazoncitos, no daba la imagen más resptable, además estaba su rostro sucio, su perro que cargaba el hueso de un antes zombie. Y nadie le ponía atención claro, estas escenas interiorizadas, eran tan solo un intento por mejorar el argumento, sabiendo que finalmente iban a darle final a la producción.

Se subió los pantalones, mientras el ruido metálico de la correa anunciaba que justamente se estaba acomodando, estaba emocionado, y ahora era el momento del viejo Morris por actuar, toda una vejez seníl preparándose para enfrentar el regreso de los comunistas, y ahora estaban allí, en las puertas de su casa, bien feos si eran, y en forma de Zombies cabrones. Sí, sí, y sí... si el anciano moría, moriría por su país y realizado al menos, si no moría, sería un héroe. Así que sin darse tiempo a nada más, fue hasta una de las oficinas, y buscó tras una de las baldosas sueltas del piso, hasta encontrar una caja metálica.

-Ejcondí ejto hace mucho' año', sabía que cuando los comunihtahs reghesasen, lo necehitaria, porque me acohalahían aquí, juhto aquí.- y la dichosa caja estaba llena de basura, fotografías y recortes de revista, periódicos, tapioca vieja y podrida que el ancianete se metió a la boca y tragó, ya que sin dientes, era lo más sólido que podría comer. Luego un par de jeringas, que guardó en su bolsillo, una vieja lata de frijoles negros marca Señora Pepis, que sin pensárselo metió en su pantalón, pintura negra que usó para hacerse un maquillaje adecuado, un par de topes de madera, y la fotografía de una modelo famosa de la época, que babeó en un amasijo de besos y luego puso en su bolsillo, se quitó la gorra, se arrancó un pedazo de la manga de la camisa, y se la amarró a la cabeza, y con la vieja baldosa se terminó de afeitar, quitándose el bigote. Se puso las gafas para la Miopía. El nuevo Rambo había nacido, Ramborris!

Pero si, el vejete había perdido tiempo, todos se habían ido hace eones, y se quedaba el anciano, salió corriendo con su perro jugueteando con el hueso detrás, pero el espectáculo era deprimente, el maldito inglés estaba dándose un festín mientras el viejo gritaba, todas sus víctimas comunistas ya habían sido derrotadas.

-noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo, putos Aliahooooooooooooooooossssss- gritó mientras se lanzaba en una carga, y no había más que cadáveres. -Lo mihmo me pasó en la gueha pasaa, poh estah limpiando exhostos de enfehmehass...- gruñó, y se rasgaba las vestiduras, mientras solo quedaba uno, si, uno, ese era suficiente, era suficiente. -Los hubanos son una miehhhhhhhhdaaaaa- dice mientras se lanza en cruel embestida en contra del Zombieboss, claro está, él no puede saber que no tiene posibilidad, y mientras pasan unos minutos (porque correr, para el viejo Morris, es como caminar rápido, intercalando espacios para respirar), y volvemos a la escena, el Zombieche, que hace una cara de "que mierdas hace este aquí", enfrascado como estaba en darse de baja al resto del equipo, da un manotazo, y manda al anciano y asqueroso, a volar por los aires.

-Que bhisa hace en estos jitios- comenta, para recordar que estaba... luchando contra los comunistas, y aterriza justamente en el  tope del Transformer Hawking.

-Joer, el pjototipo x391, penjé que lo habíamos ujado para volah Behlín- comentó para sí, a nadie le interesaba, pero ahora que estaba cerca... -Ea, piloto, siga las ójdenejs de un supejioj!- dice, pero no hay respuesta (por obvias razones), así que decide emplear la artillería pesada...

Saca de su bolsillo la lata de frijoles, y cual Popeye local, la aprieta... sin resultados... pero después de todo está montado sobre un enorme Abrelatas! así que puso la lata de frijoles en uno de los ángulos salientes, y con destreza logró abrirla, mientras no había queja alguna (por más obvias razones) y tragó a la velocidad del sonido, todo su contenido...

-Ejtamoj lijtojs? bombas fueeeeeehaaa!- y todo se quedó en silencio, mientras el ruido de un pinchazo, un sonido profundo acompañado de un gas verdoso y tóxico, más peligroso que el gas zombificador, fue expulsado del trasero del Morris, justo sobre toda la armadura del científico, ojos llorosos, intoxicación, aquello era una de las armas biológicas que habían sido usadas en Vietnam y habían sido vedadas, pero el juego no paró allí, el asqueroso del Morris, saca dos antenitas del robot y las dobla cuales ganchos de extracción.

-Hamos, hamos, Papi nejejita una nueha dentahura- y mete su improvisado elemento en las bocas del denigrado físico, para quedarse con su trofeo.

-Amehica paha los amehicanos!!! el vehículo ehte ej mioooooo- gritó, mientras halaba y estaba dispuesto a usar su nuevo robot en contra del maldito zombieche.. y de gryll!!

Un grupo de estrafalarios personajes aparece en escena mirando a su alrededor con ojo crítico y mirando por encima del hombro a toda la creación. O al menos al resto del reparto.

Sus atuendos son similares a los de Rincewind, excepto porque estos tios visten unas túnicas de calidad, con armiño en los bordes, simbolos taumatúrgicos bordados unas 30 tallas superiores a las del raquitico mago(pues si bien estos individuos casi se salen del plano de lo gordos que estan) y unos sombreros cónicos con estrellas, lunas, elefantes y en el caso del que parece que es el jefecillo del grupo, anzuelos y cebos para la pesca.

-¿Está seguro de que es por aquí, Decano?- Pregunta el que tiene los anzuelos en el sombrero

-Errrr...si, Archicanciller Ridcully, es lo que indica al menos el explorador interplanar de Wellingmiaw.- Contesta el aludido, intentando hacer ver que si está equivocado no sería culpa suya si no del invento.

-Que asco, no me gusta la decoración de este lugar-El individuo que a partir de ahora llamaremos "Conferenciante de Runas Recientes" aunque parece que tenga tendencia a ser "Críticos de Decoración de Interiores", se fija en el rastro de sangre,visceras, cadáveres muertos del todo y miebros esparcidos por el interior del edificio gubernamental que Bear Grylls ha dejado a su paso.

-Callese.

-Si, Archicanciller.

-Errrrr...¿Archicanciller?

-¿Si,Decano?

-Pues a mi me parece un asco de decoración, esa lámpara no pega con el estilo de la cómoda donde está puesta. -Siguió murmurando el Conferenciante de Runas Recientes.

-Según el explorador interplanar, Rincewind está muy cerca...

-Si es que las alfombras son a cuadros! pero que los cuadros no pegan con el estampado floral de las paredes!

-De hecho, parece que su situación está evolucionando de muy cerca a "Aquí" a una velocidad preocupante.

-Muy bien, mirad a vuestro alrededor, a ver donde está ese inepto.

-Joder, si es que parece que lo ha decorado Jodido Cabronazo Jackson que tenía peor ojo que Jodido Estupido Johnson.

-Conferenciante de Runas Recientes, callese de una vez y busque.

El estrafalario grupo se pone a mirar a su alrededor, pero son tan patéticos que dan la impresión que no se encontrarián el culo, con las dos manos y con alguien sugetandoles un mapa que lo indicara.

Y así les pasa, que no ven como un baúl de peral sabio con cientos de patitas y un aterrado mago sin sombrero montado encima en dirección contraria a la que lleva el Equipaje se acerca a una velocidad muy superior a la adecuada para parar a tiempo antes de impactar contra el grupillo de magos.

-AAaaaaarggggggh!

Consigue decir el pobre Rincewind en el idioma universal que viene a significar algo así como "Espero que este Equipaje tenga bolsas para vomitar o voy a manchar la tapiceria"

Los magos intentando dilucidar de donde viene ese alarido de ultratumba y Runas Recientes cómo habían puesto ese cuadro impresionista al lado del neocubista no se dan cuenta hasta que es demasiado tarde de que el Equipaje les va a pasar por encima.

-YEeEAAaaAAAaAaAAaaAAaaAAAaaaAargh!!!

Aulla Rincewind cuando nota los sanguinolentos baches que atraviesa el equipaje y ve los restos del claustro de profesores que va dejando tras de sí el Equipaje.

El Equipaje siguiendo el rastro de destrucción, pues áún le quedaban ansias asesinas y creía que al final del rastro se encontraría algo que destruir,matar, pisotear o al menos mirar intimidatoriamente se encuentra que el raastro se acaba. Y que donde se acaba hay un becario destripado y más morido que el jodido enano coñon de Mickey y un zombi con una boina y un aspecto muy reBolucionario. Pero como el Equipaje en su interior llevaba alma de cuervo(Un dia se comió a un administrador) intentó acabar con él chocando con su pierna.

Eso llevó a dos cosas.

La primera, que el Zombi reBolucionario, machote y molón, le ignorara y siguiera fumando su puro.(Purriiiiitos Reina, ooiga, dan un gustirrinin!)

La segunda que Rincewind, debido a la inercia, saliera despedido por encima del Equipaje y se callera de la azotea. pero por suerte , bueno y tambien por las normas de la narrativa universal, un mastil de bandera se inter puso en su caida a los pocos centimetros de la misma. Rincewind con mas suerte que habilidad logró agarrarse a él cual gatito a una rama de un árbol a la espera que los bomberos le rescataran o algún niño le lapidara.

-Errrr...¿Alguien me puede echar una mano?-Y cuando alguno de los supervivientes de la merendola de Bear Grylls le tira la susodicha de un Zombi el mago cambia de Discurso-Gracias, ¿ahora alguien que no sea un retrasado mental me puede ayudar a subir?

Asi que es en ese edificio donde escondes tu arrma secrreta amerrikansky, entonces es mi mision destrruirrla porr el bien del pueblo sovietico, ¡adios camarradas! Tras despedirse del extraño grupo de musica aparecido de la nada, Igor se dirige hacia el edificio gubernamental, pero no como lo haria cualquiera, no. Debido a su sobredosis de patriotismo y a la tontaina mental que le ha causado escuchar tantas veces la dichosa cancion de la escena anterior, no se le ocurre otra cosa que ir a la vez que baila el kasachok:

Tras mas o menos tres horas para recorrer 50 miseros metros, por fin alcanza el edificio, el cual esta lleno de cuerpos tirados por los suelos a esto es lo que nos lleva el consumismo amerrikano, la juventud tirrada porr los suelos porr culpa del botellon, malditos... a mitad de frase, Igor se fija en un tipo barbudo con boina que esta mas adelante (no, no es el tipo con la gorra de "direstor", y es mejor que no sepas donde esta ni que estara haciendo con el resto de los criticos...se me ponen los pelos como escarpias solo de pensarlo) al que parece reconocer, asi que decide acercarse mas para verle mejor.

P-p-p-porr la mancha de Gorrbachov, perro si es el mismisimo "che" Guevarra. Una expresion de inmensa felicidad asoma en el rostro de nuestro querido rojo, mientras corre hacia el entre lloriqueos, joder el tio parece una de esas fans histericas del bisbal ese. Señorr "che", señorr "che", soy un grran admirradorr suyo. Tengo todas sus camisetas, las gorras y los mecherros, y eso que no fumo. ¿Me firrma un autogrrafo? ¿Y que hace en este pueblucho de mierrda un tipo como...? Entonces se da cuenta de la verdad (bueno, de lo que el cree que es la verdad): el "che" no esta muerto, sino que fue apresado por los americanos y encerrado de por vida. Ahora estaba intentando escapar y el general trataba de evitarlo. Una mueca de absoluta rabia llena su rostro mientras grita a los cuatro vientos ¡NO, NO LO PERRMITIRRE! ¡NO LOGRRARRAS TU OBJETIVO AMERRIKANSKY, AYUDARRE AL CHE A ESCAPARR DE TUS GARRAS! Y dicho esto, se mete en el edificio gubernamental en busca de algun arma (a todo esto, el cheZombie esta alucinando pepinillos, cebolletas y alguna que otra aceituna, debe de estar pensando que este tio es mas estupido que los zombies. Efectivamente, tiene razon).

Tras un rato en el que lo unico que se oia era como el rusky estaba poniendo el edificio patas arriba, finalmente se escucha un grito de jubilo (si, incluso por encima del estruendo del helicoptero, es que nuestro querido amigo comunista tiene muy buenos pulmones) ¡JAJAJAJAJA, PORR FIN LO ENCONTRRE, AHORA VAN A SABERR QUIEN ES RREALMENTE SOVIET LA RRESPUESTA! Despues de unos 30 minutos (parece ser que el zopenco se ha vuelto a perder como ya paso anteriormente en la pelicula), el notas nos aparece por la puerta con estas pintas:

¡TEMBLAD, ENEMIGOS DE LA RRODINA, PUES YO SOVIET LA RRESPUESTA ACABARRE CON TODOS! Mientras todo el mundo (incluidos los zombies) se empiezan a descojonar de risa al ver las ridiculas pintas con las que a aparecido el heroe de todos los enamorados del gazpacho y del tomate frito (del ketpchup no, que por muy rojo que sea, no deja de ser americano), Igor observa atentamente buscando una presa. Finalmente encuentra a su desgraciada presa, esa cosa que dice ser mujer (aunque la verdad es que parece mas zombi que los de verdad) llamada Doris, y se lanza a la carga al grito de ¡YO TENGO EL PODERR! mientras de fondo suena la siguiente pieza musical, para añadir dramatismo a la escena:

Corriendo en pelota picá por la avenida principal de camino al edificio del gobierno, cruza Doris la cerda como las balas.

Por el camino se permite ir saludando y dando las gracias (a la par que lanzando besitos con las manos) a todo el público que se amontona contra las vallas de contención para pedirle un autógrafo. Sabe que el final de la película se acerca, y está dispuesta a llevarse a casa otro bonito trofeo en el que se lea: "El prota (otra vez)", con una graciosa estatuilla de un superviviente machacando triunfalmente el cráneo de un zombi (¡y... ¿porque no?!, pisando la cabeza a sus compañeros de reparto.)

Tal es su concentración en el objetivo, que cuando el mandinga en taparrabos aparece corriendo hacia ella como una lagartona envidiosa, decide que no va a perder ni un minuto de su valioso tiempo con un actorcillo de pacotilla (lo siento muchacho, pero algunas ya tenemos el culo pelado en esto de matar zombis), por lo que sin detenerse, abre su misterioso saco y comienza a lanzarle bolas de pelos repletas de grandes zarpas y afilados dientes (vamos, como unos critters o algo así):

Pero no, amigos, no son critters, sino... ¡la docena de mininos de Doris, que lleva toda la puta película recibiendo palos y pasando hambre!.

Ahí estaba Korsakoffy con sus malas pulgas:

También estaba Dragoncito, sufriendo ataques de epilepsia mientras volaba por los aires:

Tampoco podía faltar el bueno de Mickey con sus pequeñas zarpitas de cochinillo:

¡Allí estaba Mancuspi con su gorrito!:

Y mejor no mencionar a Blacky... tan siniestro como siempre:

Todos ellos arañando y enganchándosele de las pelotas al rusky de mierda, que se va chocando contra las farolas y revolcándose por los suelos entre maullidos sobrenaturales.

Y Doris que sigue corriendo hacia el helipuerto, negándose a morir en el multikill que se avecina para convertirse en una zombi chacha (¡dios!, que repeluco...):

[IMG]http://api.ning.com/files/pa1EQhLUMC5TFzuim6J6uy5sBqj4*FDxlWiZBGawcM9JHxAR8mBygonr-*T0DcV4orVGqk1G0NHaP6N8zlbZ3TNrTYzpTUXn/1001073.jpg[/IMG]