Partida Rol por web

Okazaki mantuvo el silencio hasta que todos estuvieron de nuevo reunidos.

- No lo entiendo. ¿Por qué no salisteis al verme?-Recriminó a los dos ninjas de la aldea oculta de la hierba. Para la kunoichi  les habían hecho perder el tiempo.- Casi me hacéis perder la cabeza. Pensé que seríais el enemigo.- No entendía el pro qué habían permanecido escondidos con todos los aldeanos necesitados de ayuda. Era hora de una buena explicación de lo ocurrido.- El molino parece en perfecto estado, no veo por qué no podrían refugiarse allí los supervivientes.

-Mis órdenes eran vigilar y atraer a quien se aproximara, al terreno preparado. +responde en tono neutro la joven genin. Su voz es seria y baja, algo dura para la edad+. No sabíamos quien había recibido la transmisión, o siquiera si alguien lo había hecho. Podían ser shinobis de otra aldea, disfrazados como de la nuestra.

Asiente a la explicación escueta de la genin, puesto que era tal como lo había ordenado.

-De tener sobrevivientes con nosotros hubieran sido un estorbo para luchar otra vez… y eso si hubiéramos sabido que los había.

Mira hacia la casa donde están refugiados, su antiguo cuartel. Sus labios se comprimen levemente. Luego pasa la vista hacia el otro lado, a la aldea destruida…

-Pensé que todos los que no murieron durante la pelea, habrían caído después que nos retiramos. +susurra+ ¿Cuántos lo lograron?

Okazaki relató cómo habían encontrado a los supervivientes y cuántos eran*.

- Contadnos quién atacó la aldea. Ninguno de los supervivientes lo vio claramente. ¿Contra quién luchasteis?- Su grupo no había conseguido nada a pesar de contar con un gran explorador. La kunoichi frunció el ceño pensando en que Sunauto  hacía más caso a las faldas que a su trabajo.- Encontramos unos extraños rastros a las afueras.- Describió lo que Sunauto e Hiroto habían descubierto donde os montones de hojas.- ¿Tenéis idea de qué puede ser?- Si Hamachi y Valea conocían a la gente del poblado podría ser útil que echaran un vistazo entre los supervivientes pro si veía algo raro. Aún no se quitaba de la cabeza las insinuaciones de Sunauto acerca de que podría estar el enemigo aún infiltrado por allí.

La espera estaba comenzando a hacer surgir pensamientos que rozaban la paranoia en la mente de Hiroto. Entre los últimos acontecimientos en la aldea y el tardar de sus compañeros tenían al shinobi preocupado y en alerta constante. Hasta que el reconocible zumbido de la gigantesca cigarra que Oka había invocado consiguió hacer desvanecer la expresión sombría que ocupaba su rostro. 

Hiroto salió corriendo a las calles del poblado esperando encontrarse con el resto del grupo, aunque una parte de sí mismo se mantenía en guardia ante cualquier eventualidad. Y ciertamente la hubo. La sorpresa se abrió paso en el rostro del shinobi al ver que dos nuevas personas venían con ellos. Enseguida los reconoció por sus bandanas y se acercó más rápido. -¡Por fin estáis de vuelta!- No pudo evitar expresar su alivio a la vez que ponía una mano en el hombro de Oka al ver que estaban todos bien. Luego escuchó la breve intervención de Hamachi y Valea. -Los suficientes como para haberse preocupado por ellos.- Le espetó involuntariamente al capitán del grupo destinado a la aldea. -Pero Oka tiene razón, necesitamos saber más de los atacantes. Creo que todavía anda alguien en el poblado.- Terminó la última frase en voz más baja para que solo lo oyesen los allí presentes.

-Ahora les explicare. +sentencia el jonin, suspirando. Con paso lento se aparta, acomodándose contra el carro que el grupo ha estado construyendo. Okazaki nota que al parecer algunos de los chicos continuaron progresando en él y ya está listo prácticamente. Pero ahora es una cuestión secundaria.

Tras unos segundos acomodando sus pensamientos, apoya los brazos a los lados y comienza, en tono calmo.

-Lo primero que deben comprender es una cosa. Estamos muertos. Todos nosotros.