Partida Rol por web

Nevermore: Entre muñecas y granjas

Segundo Arco: Demencia

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19/08/2021, 07:52
Narrador

Segundo Arco. . .


Granja Learmonth. . . 12:17 a.m.

 

El ritmo cardiaco elevado aún se encontraba presente en el alienista Russell en cuanto este entró al baño de la decrépita casa de los Learmonth, sin pensarlo mucho Jettie le había indicado donde se encontraba la habitación anteriormente, de forma que pudiera conseguir la privacidad que en esos momentos necesitaba el hombre. Sin embargo aquella vieja habitación no ayudaba de ninguna forma a calmar los nervios y la ansiedad que en esos momentos tenía encima el alienista, si bien el lugar estaba bastante limpio (Como cualquiera podría suponer teniendo una ama de casa tan dedicada) El hedor a humedad y a madera en estado de descomposición eran bastante palpables en esos momentos, olor que aumentaba gracias a la despiadada y demencial tormenta que estaba cayendo fuera de la casa, los truenos caían una y otra vez a la distancia, causando que la imagen del maldito Nisbet llegará una y otra vez a la cabeza del hombre que se encontraba allí dentro, tratando de encontrar una dosis de opio que sin duda le ayudaría a calmar la ansiedad que en esos momentos se le había disparado debido a los recientes sucesos, aunque todo a su alrededor seguía recordando que no se encontraba a salvo y más bien, parecía que alguna fuerza más allá de todo entendimiento en verdad quería dejarlos varados en aquella granja, sin embargo no era lógico ¿No?.

Sin embargo mientras estaba sacando la dosis de opio correspondiente para calmar sus angustias, de alguna forma inexplicable el señor Russell comenzó a sentir aquella habitación bastante más pequeña de lo que en verdad era, las paredes desgastadas y musgosas que le rodeaban parecían tener cierto aspecto tétrico ante la vista, el sentimiento claustrofóbico era sin lugar a dudas algo que el impacto que había vivido anteriormente había desencadenado seguramente, el alienista era un hombre de mente sin duda alguna, alegar al razonamiento sería su mejor carta en esos momentos para poder controlarse y poder darse aquel viaje que tanto anhelaba.

Su única compañía dentro de aquel baño era su propio reflejo, el enorme espejo que estaba adornando una de las paredes se miraba único y bastante elegante para el pueblo en el que se encontraban, aunque así como el resto de la casa, se encontraba en deplorables condiciones que le hacían ver sucio y maltratado por todas partes.

En cuanto la mirada George pudo concentrarse en su propio reflejo sin embargo, la imagen repentina de tener al propio señor de la casa, Roland, detrás de él causaría una pequeña impresión en el hombre, duraría tan solo un parpadeo aquella visión demencial y producto de solamente la imaginación alterada que seguramente tenía en esos momentos, sin embargo unas palabras parecían llegar a sus oídos de igual forma y con bastante claridad, palabras que parecían querer burlarse del alienista —¿Le dan miedo los truenos señor Russell?— aquellas palabras resonaron como si hubieran sido dichas justo en esos momentos, aunque bien sabía Russell que esas palabras habían sido pronunciadas hace ya un buen rato y que habían llegado a él como en un bastante lúcido flashback.

Sin embargo ¿Como es que en su momento Roland Learmonth logró pronunciar esas palabras? Como si estuviera completamente consciente del miedo que el hombre tenía y que hábilmente logró ocultarlo en su momento, sin duda era mejor olvidar todo aquello en esos momentos y concentrarse en el opio.

Notas de juego

Al tomar el opio contrarrestas la subida de PD que te correspondía por la tirada anterior, por lo que no subire aun la actualización de tu ficha hasta que haya pasado el efecto o en su defecto, una impresión futura ataque x3

Se quitá de tu inventario una dosis de opio !!

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19/08/2021, 07:53
Narrador

Segundo Arco. . .


Granja Learmonth. . . 12:17 a.m.

 

Tan pronto el grupo entró en aquella casa de paredes maltratadas y al borde del total colapso, lograron sentir que al menos un poco de calma llenaba sus espíritus en esos instantes, al menos el hogar de los Learmonth tenía la suficiente fortaleza para proveer un poco de calor y un refugio de la gran tormenta que estaba afuera, principalmente de los rayos que con ferocidad seguían azotando la región en donde se encontraban todos. Russell se había retirado al baño tan pronto como entró y Jettie le indicó donde debía de ir para encontrar el mismo, mientras que el pobre guardabosques se hacía como un niño pequeño en una de las esquinas de la sala, por supuesto el impacto de lo que habían vivido aun seguía firmemente marcado en todos los presentes, como si se hubiera grabado en su propia carne pues la imagen de aquel maldito vigilante seguía apareciendo en sus mentes una y otra vez, y la sola idea de que su cuerpo sin vida iba a tener que pasar quien sabe cuantas horas justo a unos metros de la casa no consolaba en lo más mínimo a nadie, aquella búsqueda parecía haberse tornado en un juego demencial, uno que sin duda no estaban ganando.

Tanto Jettie como su esposo Roland, se encontraban posiblemente igual de impactados debido a lo que había sucedido fuera de su propiedad, se podía ver en el ligero temblor en la mujer y uno todavía mas marcado en el hombre de la casa, seguramente habían visto todo lo que había ocurrido desde la ventana frontal y muy probablemente estuvieran arrepentidos de haber hecho aquello, aunque nadie se hubiera imaginado que aquello pasaría ¡Que destino tan demente! ¡Tan sádico! El pobre hombre había sido fulminado en un parpadeo y todos aquellos que estaban dentro de la decrépita sala habían tenido que observar como sucedía frente a ellos, sin embargo tenían que agradecer que todos estuvieran de pie en esos momentos, marcados únicamente mentalmente por aquellas desastrosas escenas que habían experimentado.

Esto dejaba un miedo todavía más grande, Cornelius, el inspector que de un momento a otro había desaparecido casi como si hubiera sido la propia Pennelope, y bajo el clima en el que se encontraban, no daba más que preocupación al pensar sobre el posible paradero del hombre.

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19/08/2021, 07:54
Jettie Learmonth

Jettie se había apresurado a ir con su esposo en cuanto todos los demás habían logrado entrar sanos y salvos dentro de su hogar, el pobre hombre había visto a un buen amigo morir delante de sus ojos y sin duda el estado en el que había estado no ayudaría mucho como debía esperarse, la mujer se encontraba acariciando tiernamente la espalda de su marido y con tranquilidad parecía estarle calmarlo con leves e inaudibles susurros. Sin embargo aquella mujer que ante todo pronóstico se mantenía fuerte como un roble, seguía al pendiente de las necesidades de todos los demás presentes, aunque un tanto absorbida también por los nervios y el impacto de lo que sus ojos había presenciado, sus manos estaban temblorosas pese a querer disimular firmeza, aun así asintió ante las palabras del doctor Palmer —¿Tila? Seguro tengo aunque deberán darme un momento, en lo que busco y preparo el té para todos... Creo que esta vez si es una necesidad colectiva dado, dado pues lo que sucedió ¿Cierto?— Comentó tratando de contener las lágrimas, seguramente la misma Jettie tenía afecto por el hombrecillo que ahora se encontraba tirado sin vida en su propiedad, bajo aquella demoledora tormenta y sin poder siquiera cubrirlo.

La mujer un tanto distraída comenzó a caminar hacía la cocina, antes de que las palabras de la detective Blanche llegaran hasta sus oídos, causando que volteara a verle y en especial a la muñeca que esta estaba sosteniendo, la mirada de aquella mujer se tornó en una llena de sorpresa y entre pequeñas lágrimas, llevó ambas manos a cubrir su boca.

—Dios... dios santo ¿Qué es? Roland ¡Roland!— La mujer exclamó con total sorpresa y a punto de quebrar en llanto, sin embargo aquella expresión seguramente quedaría profundamente marcada en la memoria de todos los que conformaban aquel equipo de búsqueda y rescate, una expresión que no demostraba un impacto, sino una clara felicidad y esperanza. El hombre de la casa tardó un momento antes de mirar fijamente la muñeca, sus ojos se abrieron como platos por unos segundos. —Ustedes la encontraron ¡Los cielos se abrirán en su gloria para recibirlos a todos! Es mi niña— Se acercó corriendo a Blanche tan pronto dijo aquellas palabras que sin duda, dejarían a cualquier mente sana hecha un enredo, la mujer retiró con amabilidad la muñeca de las manos de Blanche y rápidamente la abrazó con todo el cariño del mundo, casi al mismo tiempo en que llegaba Roland detrás de ella para mirar a la muñeca entre lágrimas y clara sorpresa, como si en efecto estuviera presenciando el milagro de ver de nuevo a su hija desaparecida. La escena que estaban experimentando todos podría haber sido bastante extraña si la estuvieran mirando con sus cinco sentidos intactos, pero en esos momentos, se tornaba en algo simplemente demencial, algo que causaba que sus mentes se retorcieran entre incógnitas y laberintos sin sentido.

Seguramente buscar a Russell sería lo más cómodo para tratar de encontrar una explicación lógica a aquella demencial escena que tenían delante, la pareja de granjeros estaban peinando, acariciando y hablando con pequeños e inaudibles murmullos con aquella muñeca como si en verdad fuera su hija —Son... Son unos santos ¿Lo sabían? Seguramente nuestro señor les puso en nuestro camino para ayudarnos con un milagro de tal calibre— La mujer volvió a decir, mirando tanto a Blanche como a Gregory entre lágrimas (Pues el guardabosques estaba en su propio mundo) Aferrandose a la muñeca con fuerza y entre sollozos que demostraban una clara felicidad. La demencial situación no era buena para las mentes de todos los demás, quienes no solo estaban tocados por la muerte de una persona de forma horrible sino que también, habían experimentado los horrores que sólo un bosque como el de esa región podía ofrecer, aunque si se pensaba lo suficiente, podrían llegar a alguna conclusión lógica. Después de todo aquella pareja había experimentado un shock como ningún otro gracias al vigilante y su rabieta que le había costado la vida ¿Podrían estar frente algún caso de delirio? Era seguro que tenían que calmarse todos.

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20/08/2021, 10:28
Dexter Collins

Dexter se apretaba las rodillas contra el pecho, todo lo que había pasado escasos segundos atrás le habían afectado. Eso, junto a la fuerte tormenta, hacían que el fornido guardabosques pareciese un niño asustado. Estaba algo mojado, aun así sentía su sudor frio recorrer su cuerpo, jamás había sufrido un ataque de tal magnitud.

Escuchó los gritos de la mujer algo distorsionados mientras miraba los dibujos que realizaban las vetas de la madera del suelo. Alzó algo la cabeza para mirar de reojo lo que sucedía a su alrededor. Sintió un leve mareo ante tal movimiento, su cabeza le dolía, pero por suerte parecía que estaba remitiendo algo.

La escena que vio le dejó aún más descolocado. El matrimonio abrazaba y hablaba con la muñeca tal que habían encontrado en el boscoso pantano, como si de su hija se tratase. 

¿Qué está sucediendo? ¿Estoy sufriendo alucinaciones?

Todas aquellas preguntas desconcentraban a Dexter, que instintivamente intentó buscar a sus compañeros con la vista. 
Por suerte, su respiración poco a poco se iba controlando y el fuerte pinchazo en su sien remitía. 
 

Notas de juego

Un pequeño post para ir terminando el estado de nervios de Dexter... En la siguiente podrá interactuar mejor :P

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23/08/2021, 07:33
Doctor Gregory Palmer

- Así es, una necesidad colectiva. - La muerte de aquel hombre me había afectado más de lo que esperaba. No era ajeno a ella, pues había lidiado con aquel estado en varias ocasiones. Incluso visto los cuerpos tras su paso por ellos. Pero jamás vi una muerte tan cruel y aberrante ante mis ojos.

Sin duda soñaría con ella durante semanas.

Vi a Dexter arrinconarse. Un hombre hecho y derecho como él y aterrado. No era para menos, pero yo no me encontraba en situación de calmar a nadie si antes no me calmaba a mí mismo. Sabía que el opio me ayudaría, pero prefería hacerlo en la intimidad de un dormitorio, a solas y así poder dormir tranquilo al menos aquella noche. Ni me molesté en decirle a la mujer que la ayudaría en la cocina pues no quería que volviese a ponerse de aquella manera tan borde conmigo.

Entendía sus motivos, pero las formas no eran las apropiadas. Era lo que nos diferenciaba a los ingleses de los americanos: ellos eran una panda de salvajes sin educación y en aquel lugar más aún.

Pero para mi sorpresa, cuando Blanche mostró la muñeca al matrimonio, estos aseguraron que era su pequeña niña perdida. Eso me dejó completamente descolocado. No tenía sentido. O yo me estaba volviendo loco o los locos eran ellos. Mi rostro reflejó lo extraño de la situación y la incomodidad de la misma, sobre todo al verles felices y llamar "mi niña" a aquella muñeca.

Cuanto más tiempo pasaba allí, más ganas tenía de marcharme, pero el coche ya no existía como tal, así que nos tocaría al menos pasar una noche en aquel lugar. - Si, bueno... ustedes nos llamaron e hicimos nuestro trabajo. No me ha dado tiempo a ver si se encuentra bien, pero preferiría que lo hiciese usted, señora Learmonth y si ve algo raro, me lo indica y se lo curamos. Creo que ya ha sufrido bastante por un día... ¿no creen? - Pregunté al matrimonio y miré a la detective, dejándola claro con mi mirada que les siguiese el juego.

Eso decían de los locos, que lo mejor era seguirles en sus locuras.

Miré hacia el pasillo por donde se había ido el señor Russell. En cuanto se enterase de esto, se iba a querer quedar en esa casa hasta descubrir que le pasaba a esa familia hasta el final de los días. Yo lo tenía claro y cada vez me tentaba más marcharme de allí a pie. Pero después de lo del vigilante chiflado y ahora ese matrimonio, temía al comisario recién despertado. Además, la familia estaba feliz con el reencuentro con su niña y en ese momento éramos sus héroes. Dudaba que esa noche, al menos esa noche, nos hiciesen algo malo.

Ahora sí que caminé hacia Dexter y puse mi mano en su hombro. - Señora Learmonth, sé que no es el mejor momento pero esa tila, nos vendrá muy bien a más de uno. No quiero sedar a uno de los héroes. - Sonreí a la mujer y me agaché junto al hombre. - Dexter, sea lo que sea lo que le pase, está solo en su cabeza, ¿me oye? Tiene que levantarse y estar preparado para lo que va a ver... y no derrumbarse cuando lo haga... vamos amigo, póngase en pie... - Russell lo hubiese hecho mejor sin duda alguna, pero yo no era alienista... así que ayudaba hasta donde podía.

Si con esto Dexter no se levantaba, tendría que ir a buscar al doctor para que le ayudase a él y... a nosotros a entender que estaba pasando con ese matrimonio y aquella inerte muñeca.

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23/08/2021, 13:20
George Russell
Sólo para el director

No podía más y llegar al baño se había convertido en una necesidad para darse esa dosis que ahora mismo le era vital para mantenerse coherente cómo era de esperar. Pero esos ataques de ansiedad, le pulsaron en demasía y su mente reflejaba esa rotura que Joshua mantuvo siempre a raya, pero no todo es estable y bien se sabe que en cuestiones de salud mental, solo falta un evento traumático para que todo se vaya al diablo. Y la verdad es que no hay mejor conocedor de ello que el mismo alienista. 

Por esa razón con las manos temblorosas, buscó en sus bolsillos esa dosis de opio y más hubiera deseado inyectarse algo, aunque sea morfina para quedar totalmente aplacado, pero no podía. Con las manos temblorosas cogió su pipa y comenzó a mezclar el tabaco con el opio mismo, así podía fumarlo. En medio de la preparación, escuchó aquella voz y el gesto de horror se reflejó en Russell, aunque intentó seguir. 

Lo asoció al estrés por vivir su fobia, no quiso pensar que eso era real. No cuando está al borde del abismo y por ello una vez pudo preparar su pipa, se desabrochó el traje y sentado en el inodoro comenzó a encender su pipa. Quería cerrar los ojos, perderse, lo necesitaba. 

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26/08/2021, 01:47
Blanche Williams

Las manos aún le temblaban y cuando Gregory comentó sobre el tila estuvo de acuerdo, porque aunque no era muy dada a los tés como tal, prefería el café principalmente, era un buen momento para algo caliente y que todos pudieran calmarse lo suficiente para poder ver cómo iban a pasar la noche, algo que sinceramente le causaba aprehensión por alguna razón el solo pensarlo. Estaba segura de que no iba a poder pegar un ojo en toda la noche.

Sin embargo, el nuevo hecho que comenzaría a presenciar la dejaría más nerviosa que el cadáver quemado que estaba afuera, después de todo, el vigilante ya no podría levantarse a hacerles ningún daño. En lo que la señora de la casa vio la muñeca, tal cual loca delirante, comenzó a llamar a su esposo completamente emocionada para a continuación, empezar a abrazar y llorar de felicidad porque ‘habían encontrado a su hija’ Aquello lo había visto alguna vez, cuando la madre no soportaba la pérdida de un bebé y se aferraba a una muñeca, pero normalmnete esto solo le ocurría a la madre y no a ambos padres, ni había una histeria colectiva uqe hacía que incluso todo el pueblo pidiera la búsqueda del hijo perdido. ¿Qué rayos estaba sucediendo allí?

Compartió una mirada con Dexter como para demostrarle que no estaba imaginando cosas y aplaudió el rápido pensar del doctor para seguirles el juego, realmente si la familia estaba en un caso de demencia en conjunto, era mejor que se reagruparan y vieran que hacer, aprovechando que por los momentos eran mayoría, por lo menos para saber qué sucedía y si tenían que buscar la manera de mejor irse de allí y dar el caso por muerto.

Sí señora Learmonth, sabemos que volver a unirse con su hija es importante, pero no se irá pronto y ahora está con ustedes, hay que preparar ese tila para los nervios ¿O prefiere que la ayude? — intentaba hacer tiempo para ver si Dexter despertaba con las palabras que Gregory le estaba susurrando o por lo menos, que ella misma pudiera ir a buscar a Russel, el podría decirles si vio algo raro cuando estuvo solo allí adentro y bueno, no quería perder de vista a ninguno de sus compañeros después de aquello y de no encontrar a Cornelius.

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29/08/2021, 23:41
Narrador

Tan pronto como el efecto del opio comenzó a llegar a su organismo, el alienista logró por fin dejar ir todas aquellas sensaciones negativas conforme su cuerpo se iba relajando poco a poco, las paredes a su alrededor pronto fueron dejando de darle ese sentimiento de claustrofobia, regresando a la normalidad al igual que el espejo que tenía frente a él, la imagen de su propio rostro un tanto alterado ahora era lo único que quedaba frente a él, un rostro que sin duda dejaba expuesto que todo lo que había estado pasando en esa granja no era normal incluso para alguien como el propio Russell, quien tenía mucha experiencia y siendo un experto en su materia.

La lluvia seguía azotando la granja con verdadera furia, la única ventana que había en ese cuarto dejaba buena constancia de esto así como los truenos que resonaban alrededor de la granja, seguramente impactando las zonas boscosas y por donde los compañeros del alienista seguramente habían estado explorando antes de que toda la locura con Nisbet se desatara. Aun así la calma gracias a lo que el hombre había fumado se encontraba de su lado esta vez, haciendo que al menos sus sentidos se comenzaran a tranquilizar y a sentir mucho más relajados, algo que era esencial si es que quería entender lo que estaba sucediendo en ese lugar y porque todo parecía bastante extraño alrededor de un caso que en teoría debería ser fácil considerando la experiencia que tenía el grupo con el que había llegado a los terrenos de los Learmonth, aquel pueblo y granja tenían sin duda algo diferente.

Aún quedaba la duda de la desaparición de uno de sus propios compañeros, el inspector Cornelius no había aparecido desde que se habían internado los demás al bosque y cuando regresaron, no se encontraba con ellos. Así mismo la tormenta tan feroz que había en esos momentos causaba que no pudieran salir hacía el centro del pueblo, por lo que tendría el alienista tiempo de investigar mas todas aquellas incógnitas que le habían quedado y que poco a poco regresaban a él después de haber pasado el momento de impacto que había vivido anteriormente, al menos estaban a salvo dentro de la casa de aquellos granjeros ¿No? 

Notas de juego

Por el momento Russell no tiene mucho mas que hacer en el baño pero si lo quieres dejar por allí, puedes hacerlo sin problemas como ya les había comentado anteriormente por el off.

Puedes moverle con el resto de sus compañeros en la sala o aprovechar incluso para explorar un poco la casa, tu decisión <3

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29/08/2021, 23:42
Jettie Learmonth

Jettie asintió a las palabras del doctor Gregory, con una sonrisa aun en sus labios y lágrimas saliendo de sus ojos mientras rápidamente se aseguraba de tomar un trapo limpio —Creo que esta... perfecta doctor, pero mire nada más que sucia se encuentra, debe de ser seguramente por haber estado tanto tiempo en aquel lugar, santo cielo ¿A donde te metiste mi niña? Mira todo lo que nos hiciste hacer ¡Y a nuestros invitados!— Comentó a la par que estaba limpiando aquella muñeca de porcelana, dejándole aún con ese aspecto siniestro pero sin el lodo y las manchas con las que la habían encontrado todos los demás presentes anteriormente en el bosque. Como era lógico, la muñeca no contesto a las palabras de Jettie en lo más mínimo, sin embargo la mujer parecía actuar como si en efecto le estuviera respondiendo, asintiendo un par de veces y soltando una pequeña risa, acciones sin duda perversas y escalofriantes para los demás y es que la mente de todos aun se encontraba intentando sanar de todo lo que habían visto y experimentado no solo con el pobre vigilante, sino también dentro del bosque —¡En efecto te debes disculpar con ellos cariño! Pero dejemos eso de lado ¿Si? Iré a hacer ese té, creo que todos lo necesitamos y qué mejor que relajarnos después de tan buenas noticias— Jettie comentó a continuación, dejando a su "hija" en uno de los asientos de la mesa principal, mientras que invitaba con las manos a los demás presentes a que hicieran lo propio y tomarán asiento, casi parecía que el horrible accidente de tan solo minutos atrás no importara para ella, ahora que se había reunido con aquella muñeca (Su hija para ella) Pero al menos la mujer estaba radiantemente amable.

La mujer caminó tranquilamente hacía la cocina, para comenzar a preparar el té de tila que ya todos habían expresado necesidad de consumir para calmar los nervios y los sentidos después de todo lo vivido, aunque claro aún quedaban muchas incógnitas respecto a lo que estaba sucediendo en esos momentos. La convicción no solo de Jettie sino de su esposo que en esos momentos estaba acariciando el cabello de la muñeca con ternura podía dejar al más sensato de los hombres helado, y es que aunque trataran de utilizar el estado de ebriedad que seguramente aún tenía el hombre de aquella familia para excusar esas actitudes, que la mujer también estuviera igual era o un caso de demencia increíble o una mala broma, una de las tantas que al parecer tenía esa granja guardadas para todos los presentes.

—El señor Dexter seguramente necesita esa tila mas que todos nosotros, así que ¿La primera taza para el? ¿Cuánta azúcar van a querer? — Preguntó la mujer desde la cocina de forma amable y ya con todo lo necesario para ir preparando las bebidas calientes que bien necesitaban todos, aquella escena seguramente era la que cualquier rescatista como ellos quisiera ver; unos padres felices, una familia acogedora y un momento de felicidad por haber encontrado a la persona desaparecida, sin embargo en esos momentos, todo esto se convertía en una escena simplemente distorsionada y oscura, con aquella muñeca sentada justo en medio de todos, sin embargo el momentáneo silencio lo volvió a interrumpir Jettie, trayendo un tema bastante preocupante a juego —Por cierto... ¿No venía una quinta persona con ustedes? No le hemos visto desde que fueron al bosque y la tormenta... bueno la tormenta dios quiera que nos haga otro milagro y se quite pronto, no es bueno estar afuera con un clima así— Casi al tiempo en que terminaba estas palabras, un relámpago impactó muy cerca de la granja, casi como si viniera a juego con lo que ella acababa de decir, y no era para más pues ya todos habían visto aquella ferocidad que tenía esa tormenta, Cornelius no parecía estar en ningun lado y Jettie lo estaba confirmando en esos precisos instantes.

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29/08/2021, 23:43
Roland Learmonth

Mientras Jettie se encontraba siendo una anfitriona diligente y excepcional en esos momentos, el hombre de la casa estaba sentado justo a un lado de donde se encontraba aquella muñeca, susurrando pequeñas cosas como si estuviera hablando con ella y dando una escena bastante macabra, especialmente porque a comparación de su esposa, Roland se miraba como un bebé completamente indefenso y completamente quebrado, cada tanto sollozaba y dejaba pequeños pero cariñosos besos en la cabeza de la muñeca —Ya todo esta bien... Cierto ¿Cierto? Mi pequeña— Aquellas palabras se alcanzaron a escuchar entre sus susurros, como si estuviera tranquilizando a una niña real después de haber vivido un momento de puro terror, aunque de cierta forma, el tono de voz que utilizaba el hombre parecía que el que tenía terror de verdad era él mismo ¿Podía ser posible? Después de todo, el hombre había visto la muerte del vigilante mil veces más impactante que los demás, considerando su estado y que era aparentemente un gran amigo para él.

Sin embargo el mismo Roland parecía haber mejorado mucho desde que lo habían visto por última vez, en cuanto su esposa comentó lo de Cornelius y lo de la gran tormenta que había fuera en esos instantes, el que tomó la palabra fue él —C-cornelius se llama ¿Cierto? Las tormentas en estas regiones son demasiado fuertes como pueden ver, n-no es bueno que esté afuera... Se que no es mucho nuestra morada pero pueden quedarse tanto como deseen ¡Tenemos una habitación extra! Un par, a decir verdad— Comentó tratando de alzar un poco los animos despues de haber dicho que duraban mucho aquellas tormentas, al menos estaban suficientemente cuerdos para buscar soluciones, posteriormente el hombre soltó un largo y fuerte suspiro, mirando hacía la ventana que había en esa habitación —Pobre John... Era, era un buen hombre ¿Saben? No se merecía morir así... P-Porque tuvo que morir asi, que le paso a mi buen amigo— Era claro que Roland se estaba refiriendo a aquella actitud demente y la cual había significado también su muerte, el hombre estaba casi tan descolocado por lo que había sucedido como los demas presentes, mucho mas que Jettie al menos y lo cual era un alivio pues al menos no era indiferente a lo que había pasado.

Mientras el hombre sollozaba un poco, aferrado a lo que para él era su hija, el olor al té comenzaba a inundar la habitación, dando al menos un poco de calidez y tranquilidad a todo lo que estaba pasando, era buen momento de investigar mas, de tratar de aprovechar la ocasión para saber más de la pareja e incluso, para poder explorar un poco aquella casa que aunque decrépita, sería su refugio hasta que la tormenta se despejara un poco y pudieran salir sin miedo a terminar como el pobre diablo que se encontraba tirado fuera.

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29/08/2021, 23:43
The doll...

Mientras el señor Roland regresaba a sollozar y a susurrar cosas a la muñeca, tanto Dexter como Gregory juraron no solo que una de las pequeñas manos de aquella cosa se movía levemente, sino que también una delicada y casi inaudible voz llegaba hasta sus oídos de forma escalofriante —Tranquilo papá...— Aquello sonaba extrañamente a una niña pequeña, sin embargo en tan solo un parpadeo los sentidos de ambos se enfocarían más, encontrando como si aquello no hubiera sucedido, incluso Blanche parecía que no había notado nada en lo absoluto ¿Sería debido a los nervios? Ambos debían tomar sin falta aquel té.

Tal vez incluso estaban siendo víctimas de una sugestión colectiva, sea como fuera tenían que encontrar la calma y dejar pasar todo lo que habían experimentado si querían recuperarse un poco.

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31/08/2021, 15:29
Dexter Collins

Dexter parpadeó un par de veces intentando así enfocar su mirada. Aun sentía aquel fuerte zumbido en su sien, pero poco a poco iba retomando algo la percepción de todo lo que le rodeaba. 

Escuchaba la voz del señor Palmer intentando sacar al guardabosques de aquel trance tan infernal que estaba viviendo. Restregó sus manos sucias por su cara y alzó la vista para buscar al Doctor. Cuando sus miradas se cruzaron asintió con la cabeza, y poco a poco y con ayuda de este comenzó a levantarse. 

— Gracias, amigo… ¿se encuentran bien? — fue lo único que salió de sus labios y boca seca. La sentía pastosa, así que agradeció aquel ofrecimiento de la taza de té. — Sin azúcar… gracias… —intentó alzar algo la voz para que la señora Learmonth.

Había escuchado al matrimonio dirigirse a aquella muñeca como si de su hija se tratase, así que su mirada se fijó en aquella muñeca y en el señor Learmonth, que en aquel momento se dirigía a ella.

— ¿Qué narices está pasando aquí? Es una jodida muñeca… ¿Tiene el zapato también? — susurró a Blanche.

En ese momento Roland desvió la mirada de la muñeca para recordar que Cornelius aun se encontraba fuera. En aquel momento era un suicidio salir a buscar a su compañero, cualquier guardabosques lo sabía, solo podían esperar a que amainara la tormenta y salir a buscarle.

— Tendremos que esperar, espero que nuestro compañero se encuentre bien… — Dexter no quitaba ojo de aquella pálida muñeca. Su cabeza intentó razonar lo que estaba pasando, sin encontrar una explicación coherente, excepto que aquel matrimonio estaba mal de la cabeza.

Agradeció sentarse, tenía delante al señor Roland con la muñeca a su lado, y fue segundos después de sentarse cuando notó un leve movimiento por parte de la muñeca. 

¿Era cosa de su imaginación?, se preguntó. 

Pero lo volvió a ver, y justo después escuchó aquella voz de niña dirigiéndose a su “padre”. No, eso no lo estaba imaginando…

Y como si hubiera escuchado una alarma de aviso, el guardabosques se levantó tal resorte de la silla, arrastrando unos centímetros la mesa, haciendo caer su asiento.

— ¡Que cojones…! ¿Lo han visto? Díganme que fue mi imaginación — se dirigió alterado a sus dos compañeros.
 

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02/09/2021, 13:59
George Russell
Sólo para el director

El viaje sí que era intenso, lo necesitaba por la misma ansiedad que le atenazó todos sus sentidos y el agobio que comenzó a padecer se tenía que diluir bajo el influjo del opio. Tan acostumbrado como estaba a la experiencia, ya con la camisa un poco desabrochada, dejando ese aspecto más desaliñado, más libre, se sintió como una verdadera gozada psicodélica. Era consciente de su adicción, de todo lo que conlleva el tener estos instantes para encontrar su centro nuevamente. 

Pero en medio de tanto viaje, de tanta sensación que anula los sentidos o los despierta del todo, George se dio cuenta de que en esa granja algo sucedía y en la locura misma de la influencia del opio, podía hasta pensar que estaba maldito ese lugar. Nada encajaba, ni la actitud de aquel policía, ni lo que hacía el jefe de la casa. No sabía que conclusión sacar, pero sí que era consciente de lo turbio que estaba siendo todo esto. 

Así que tras darse un buen sacudón de opio, pero haciendo que el tiempo se extinga entre bocanadas, se acomodó un poco la ropa incluso con sus sentidos demasiado alborotados y decidió salir del baño para darse un paseo por la casa. Quería desentrañar secretos, quería mantener la mente ocupada y la influencia de lo que tenía encima iba a ayudar para sacar esa sagaz mentalidad que le permite resolver cada enigma. Lo que en verdad sucedía allí. 

Notas de juego

Gracias corazón, intentaré al menos dejarte un post a la semana y me iré a recorrer la casa. 

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07/09/2021, 12:09
Doctor Gregory Palmer

- Supongo entonces que un buen baño caliente, ropa limpia y una buena sopa serán suficientes, junto con los mimos de sus padres para que la pequeña pueda descansar bien esta noche. - Locos o no, tenía claro que iba a seguirles el juego y más cuando no podíamos irnos de allí.

Mientras la señora de la casa preparaba el té, miré por la ventana. La lluvia caía con fuerza y los truenos resonaban por el lugar. Me preocupaba Cornelius. Iba a terminar calado y quizás con neumía si un rayo no lo atravesaba antes... Pero no podía hacer nada salvo esperar a que todo se calmase.

Sabiendo que ayudar a aquella mujer era algo imposible, opté por tomar asiento.

- No se preocupe por ella, son cosas de niños... - Alegué cuando la mujer dijo a la muñeca que nos pidiese disculpas y miré hacia la puerta por la que se había ido Russell. No sabía lo que estaba haciendo, pero desde luego que se estaba perdiendo el show de su vida. - Además, con que no lo vuelva a repetir, será sucifiente para todos. - Lo que yo no voy a repetir es venir a este maldito lugar en mi vida.

Dexter parecía volver al mundo de la realidad, aunque estaba siendo sorprendido por lo que se estaba encontrando. - Bienvenido de vuelta Dexter. No se preocupe. Todo está perfecto. - Le dije dándole una palmada en la espalda al guardabosques. - Resulta que ella es su pequeña perdida y lo más importante, que está sana y salva. Así que, con esta tormenta y sin coche para volver, pasaremos la noche aquí y... mañana volveremos a casa.

Esperaba que por mi forma de hablar se diese cuenta de el doble juego, porque sino... aquello no iba a ir bien.

- De eso hablábamos, de la imposibilidad de salir en busca de Cornelius. Tendrá que ser cuando escampe un poco o cuando amanezca. - Luego miré a la señora Learmonth. - Para mí dos de azúcar, si no es mucha molestia. - Dije con mi clásico acento inglés y mi estirada educación para mirar a la muñeca de reojo. Como me alegraba de haber tenido un hijo y no una hija. Aquellas muñecas me parecían repelentes y entonces creí verla moverse.

Parapadeé dos veces y clavé mi mirada en ella. Sin duda el estrés, el cansancio del viaje, la muerte de aquel hombre y que aquella pareja la tratasen como si estuviese viva, me estaba afectando. Y aquel leve susurro, con su pequeño gesto. No podía creérmelo. Pero antes de decir nada, fue Dexter quien saltó. Con su estado de nervios era normal.

- Tranquilo Dexter todo está bien... - Me levanté para calmarle, pero me temblaban  las manos y si el hombre se fijaba, vería el miedo en mi ojos. - Debemos mantener la calma... - Me di la vuelta y miré a los anfitriones. - Deben disculparnos, la búsqueda no fue agradable y el señor Cornelius es amigo nuestro, sin dudo mi colega está pasando por un momento de crisis donde necesitaría la ayuda del ¡doctor Russell! ¡Cuando pueda le necesitamos aquí! - Exclamé. No era muy inglés que digamos, pero sí efectivo. - O eso o sedarle, pero prefiero que sea Russell quien se encargue de él. - Y miré a Dexter a los ojos.

- Señor Collins, es normal que una hija le hable a su padre. - Le susurré dándole a entender claramente que, efectivamente, la había visto y oído igual que él, pero que debía serenarse.

 

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09/09/2021, 02:59
Blanche Williams

Se había sentado junto a sus compañeros mientras Dexter parecía estar lo suficientemente tranquilo como para sentarse junto a ellos. Allí sentada observó con morbosa fascinación como la mujer de la casa le seguía hablando a la muñeca, pidiéndole que se disculpara y en general tratándola como una persona real. Nunca había visto algo así y ahora se preguntaba si era algún tipo de estrés compartido por los padres o si todas las personas de ese pueblo estaban drogadas por algún elemento en el agua o algo por el estilo, ahora temía tomar ese té que la mujer les estaba ofreciendo. —Tres de azúcar para mi, gracias. — le respondió a la mujer finalmente, aún sintiendo lo bizarro de la situación y sintiendo que estaban en la dimensión desconocida.

No estoy segura de mostrarle el zapato luego de esta reacción — le respondió el susurro a Dexter, para luego asentir a lo que decía Gregory y seguir viendo como el padre simplemente le susurraba a la muñeca cosas y se lamentaba por la muerte de su buen amigo. —¿Es algo nuevo esa forma de actuar de John? ¿Había tenido algún indicio de actitudes erráticas? — le preguntó más que todo por curiosidad, queriendo saber si el otro hombre ya tenía problemas antes de todo lo ocurrido.

Pero fue sacada de la conversación ante la reacción de Dexter que la hizo saltar un poco asustada, sin entender qué le sucedía ¿Qué había visto? Aparte de un par de padres hablándole a una muñeca como si estuviera viva, no veía nada raro en toda la situación, por muy contradictorio que sonara. Hizo una mueca ante el grito de Gregory y luego verlo susurrarle algo a Dexter ¿Qué vieron? —¿Están bien? ¿Qué está pasando? — les preguntó también en susurros tratando de no llamar la atención del padre.

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09/09/2021, 08:01
Doctor Gregory Palmer

Mi corazón palpitaba con fuerza y mis manos temblaban, pero tratar de hacer que Dexter se serenase me hacía mantener la concentración lo suficiente como para no caer en su mismo estado. - Cálmese, la tila nos irá bien... - Y encontes Blanche preguntó y miré al suelo, poniéndome colorado. Me avergonzaba aquello pues ni yo mismo me lo creía, pero viendo la reacción de Dexter, ambos vivos lo mismo.

- La muñeca... se movió y habló. Fue casi un susurro imperceptible, pero ambos la escuchamos... puede ser todo un ataque de histeria colectiva debido al estrés de la búsqueda, la desaparición de Cornelius, la extraña forma de morir de ese loco muchacho y... ver como los padres tratan a la muñeca como su hija... seguramente se nos ha contagiado la idea. La mente a veces juega malas pasadas. - Le susurré a la mujer dándole la espalda al matrimonio y a la muñeca, esperando que solo ella y Dexter me escuchasen.

- Necesitamos a Russell y ya... o acabaremos todos locos. - Alerté a Blanche.

- Vamos, Dexter, anímese. Seguramente Cornelius haya encontrado algún refugio y esté a salvo de la tormenta. - Dije separándome de él y cambiando de tema, esperando que mi mente no me la volviese a jugar.

Y yo necesitaba irme a la cama y un buen colocón de opio. Mi cuerpo empezaba a gritar y rogar por él.

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11/09/2021, 04:59
Narrador

Ahora que Russell se encontraba mucho más calmado y con aquellas dudas que comenzaban a llegar a su cabeza una a una, las cuales solamente indicarían que sus sentidos volvían a normalizarse, fue cuando por fin pudo salir del baño, aquella habitación a la que había entrado rápidamente y sin prestar ningún tipo de atención a su alrededor debido al estado en que se encontraba conectaba directamente con un largo pasillo, por el cual podía alcanzar la habitación principal de los Learmonth, donde seguramente se encontraban sus demás compañeros con los dos padres de la niña perdida, y así mismo se encontraba la cocina por esa misma dirección, un olor a tila comenzó a inundar la nariz del alienista, indicando que seguramente se habrían puesto todos más cómodos para dejar que los nervios de todo lo que había sucedido anteriormente se fueran quitando.

Casi en esos mismos instantes, una voz claramente familiar resonó en la casa —¡Doctor Russell! ¡Cuando pueda le necesitamos aquí!— Se trataba de la voz del doctor Gregory, el cual parecía estar llamándole en esos instantes ¿Había sucedido algo? Ciertamente parecía que no era nada relativamente importante, pues no se escuchaba ningún caos dentro de la casa y probablemente solo necesitaban de su presencia para algún asunto.

Sin embargo en esos momentos Russell podría regresar con sus compañeros, estando a unos cuantos metros de la habitación principal, o bien podría dar media vuelta y explorar un poco los alrededores, aquel pasillo en el que se encontraba era bastante largo, incluso si uno trataba de enfocar su mirada correctamente parecía que era extrañamente largo ¿Sería solo desde el ángulo en el que uno miraba?

Sea como fuere, el pasillo de igual forma conectaba a otra habitación, posiblemente un segundo "living room" al igual que unas escaleras que subían a un "segundo piso" por lo que si Russell quería, podría rechazar las palabras del otro doctor en el grupo con el fin de investigar un poco la casa de aquellos granjeros que como ya había concluido, no había nada de normal en todo el asunto que envolvía el caso de una simple y aparentemente sencilla búsqueda. Si bien no era del todo correcto o civilizado deambular por la casa sin permiso, era obvio que tendrían que quedarse a pasar la noche allí, siendo la tormenta que había afuera demasiado feroz como para siquiera intentar caminar unos cuantos metros. 

Notas de juego

Pues ahora si ya tienes actualización, perdón la tardanza <3

Como dije ahora tienes oportunidad de mover a Russell a cualquira de las localizaciónes que te mencione, es a tu elección

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11/09/2021, 05:49
Narrador

Ambos padres, tanto el señor como la señora Learmonth no pudieron evitar saltar del susto cuando el guardabosques del equipo salto de aquella forma, totalmente alertado por lo que había visto (O tal vez lo que creía haber visto) Sin embargo de la misma forma parecieron tranquilizarse con las palabras que posteriormente y con bastante habilidad, soltaba el señor Gregory, tratando de tranquilizar a su compañero y por supuesto, tratando de seguirles el juego, algo que sin duda estaba sirviendo bastante bien considerando que ambos padres aunque parecía que estaban teniendo episodios mentales en esos momentos, se encontraban radiantes ahora que su hija estaba de vuelta en esos momentos con ellos, aunque esto no quitaba el hecho de que era una muñeca, la cual sin duda comenzaba a dar cada vez mas mal rollo, ante la mirada de todos los presentes.

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11/09/2021, 05:49
Roland Learmonth

El señor de la casa había llevado una mano a donde se encontraba su corazón, después de que el señor Collins hubiera saltado de aquella forma tan repentina y con un claro tono de alerta, sin embargo pronto se vio distraído por la conversación que pese a todo seguía siendo fluida y más aún después de que la detective Blanche lanzará una pregunta tan acertada en esos momentos, respecto al vigilante que se encontraba sin vida fuera de la casa, Roland dejó por un momento lo que estaba haciendo con la muñeca para enfocarse un poco en la pregunta de la detective —¿Algo nuevo? Por supuesto que sí, John nunca... nunca había actuado de esa manera, jamás, siempre fue un noble amigo, dispuesto a ayudar al enfermo y al necesitado, siempre devoto con nuestro señor y en especial con el padre de la catedral— Comentó el señor Roland, su expresión cambiaba cada tanto a una completamente extraña, una mezcla bizarra entre preocupación por su fallecido amigo y una depresiva y oscura mirada, como si estuviera experimentando un trance cada tanto debido a lo que estaba hablando.

—Debió ser porque lo despidieron... eso dijo ¿Cierto? Era alguien que siempre quiso ser vigilante dentro del pueblo ¿Sabían? Su único propósito, seguro lo destrozó...— Y con esto el hombre terminó de hablar, volviendo su mirada a la extraña muñeca que estaba sentada en la mesa junto con todos los presentes y justo a tiempo, pues su esposa Jettie estaba ya trayendo las tazas ya preparadas con el té de tila, causando que el aroma completamente inundara la casa, trayendo con esto mayor calma al ambiente aunque con la muñeca allí, aún se podía sentir una cierta presión en el aire, una sensación de que todo y nada está bien al mismo tiempo —¡Mira mi niña! Té de tila ¿Te gustaría un poco?— Preguntó el hombre con una sonrisa en sus labios, mirando de forma genuina a la muñeca, sin duda estaban ambos padres seguros que esa cosa era una niña.

Pronto el hombre pareció recordar algo, mirando a su esposa en el momento —Cielo ¿Deberíamos indicarles dónde están las habitaciones extra? Seguramente deben pasar la noche en casa, hasta que se quite la tormenta— Comentó, mirando a la señora de la casa y posteriormente a los demás presentes, con una sonrisa.

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11/09/2021, 05:49
Jettie Learmonth

A pesar de que Jettie también había soltado una pequeña expresión de susto por la repentina reacción del guardabosques, la señora de la casa decidió concentrarse por el momento en hacer la tila que tanto requería el grupo que se encontraba allí presente en su hogar. Dejando que estos hablaran tranquilamente con su esposo mientras ella terminaba, como era de esperarse, la señora Learmonth era muy dedicada al hogar y en esos momentos, ni siquiera había intentado meterse en la plática hasta que todo estuviera hecho a la perfección. Rápidamente llevó una bandeja con todas las tazas de té en esta, poco a poco poniéndolas sobre la mesa. —Sin azúcar para el señor Collins... espero que le ayude el té a relajarse, creo que está teniendo algunos problemas con la tormenta ¿Cierto? No se preocupe por nada, aquí estará tranquilo— Jettie comentó poniendo el té del guardabosques primero, asociando su reacción por supuesto con la que ya había tenido como consecuencia de haber estado en la tormenta y más precisamente, tan cerca de un rayo tan fulminante, por lo cual la sospecha de la mujer era mas que obvia.

—Seguimos con dos de azúcar para el señor Gregory... Y finalmente tres de azúcar para la señorita Blanche ¿Necesitan algo más? No duden en pedirlo, ahora por favor, beban y tranquilicen su espíritu un poco, creo que todos lo necesitamos— Terminó de decir una vez todos los presentes estuvieron con sus respectivas tazas, para ser ella la última en servirse, poniendo dos de azúcar y finalmente, sentándose junto a todos en la mesa. Por supuesto la mujer de inmediato escuchó la explicación que le daba su esposo a los demás, referente al vigilante —Oh cielo, y era un gran amigo tuyo, tendremos que informar tan pronto se despeje el cielo para darle una santa sepultura... El señor Nisbet era un buen hombre como dice mi marido— Comentó ahora ella, añadiendo un poco más a lo ya comentado para tratar de ayudarles a entender un poco lo que había sucedido, pues a comparación de su esposo, la señora de la casa parecía tener un aura no solo de delicadeza y tranquilidad, sino que también de habilidad para siempre estar serena —Seguramente le afectó que lo corrieran, eso es seguro... nuestra catedral lleva registros de todos los empleos que tenemos dentro del pueblo, entonces como ustedes entenderán, una vez que te quitan de tus labores, estas vetado para siempre, es un mandamiento divino— Era claro que el pueblo era controlado completamente por la iglesia de la zona, algo que no era demasiado extraño en pueblos tan alejados sin embargo, el nivel de fanatismo parecía ser elevado en aquella zona tan remota como lo era Craftsbury, mucho más cuando incluso una institución policial la controlaba la religión.

Posterior a explicar todo esto, Jettie de inmediato asintió a las palabras de su esposo, mirando a los demás presentes como si hubiera sido un gran error haber olvidado algo tan importante —¡Es cierto! Santo cielo, por favor perdonen lo descuidada que soy, deben estar exhaustos ¿Cierto? Por favor pueden andar libremente por la casa, en un momento preparare las habitaciónes para que puedan tener su propio lugar donde dejar sus cosas y descansar por la noche, no es mucho pero, dejen que seamos sus anfitriones después del maravilloso servicio que nos han prestado al traernos a nuestra niña— Jettie comentó, sonriendo ampliamente y llevando una mano a una de las extremidades de aquella muñeca, que tan macabramente seguía estando estática, como si vigilara a todos y cada uno de los presentes desde el lugar que ocupaba en la mesa. —Si más tarde baja la lluvia se los haré saber, por precaución hacía su compañero Cornelius, también tengo plena confianza en que esta bien, despues de todo la granja tiene varias zonas donde se puede ocultar— Terminó de decir, mientras se ponía de pie para ir a la cocina nuevamente y poder ir preparando algo mas por si a los invitados se les antojaba.

Notas de juego

Pues ahora si tienen un poco mas de libertad en explorar la casa de los Learmonth, asi como los alrededores adyacentes (Granero, y demas) Asi que si se quieren separar del grupo solo basta con que me lo dejen dicho en notas y el siguiente turno los muevo a la localización que quieran. Por el momento solo tienen la cocina, el pasillo y las habitaciónes de huespedes para moverse <33