Partida Rol por web

Nieve Carmesí [DM 06/19]

La Mansión

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29/06/2019, 11:04
Hans

El soldado Hans se apoyó en una de las paredes, ensordecido por aquel aullido inhumano. Se dejó caer hasta el suelo, tapándose las orejas con ambas manos. Él mismo gritó, en un intento vano de alejar su miedo, terror y angustia de su alma. Agachó la cabeza, la agitó, descompuesto. Y luego, con lágrimas en los ojos, fue testigo de algo tan maravilloso e irreal, imposible de describir. En esos segundos creyó que su cordura al fin le había abandonado.

El demonio y la bruja perdían. Desaparecían. Regresaban al infierno. Se puso a reír, como un orate, enajenado, sobrepasado por los terribles acontecimientos sin explicación.

Le sacó de su ensimismamiento primero la orden perentoria del médico. Luego la voz del espíritu de la abuela. Igual que a cámara lenta intentó ponerse en pie en medio de la cacofonía de gritos, aullidos y chillidos y el estruendo de la mansión hundiéndose en derredor. Recuperó su fusil, miró a un lado y a otro, Grúber huía, Pieter estaba fuera de su alcance, y Grigori seguía paralizado sentado al piano.

Se acercó tambaleándose al ruso- ¡Vamos, Grigori, vamos, maldito ruso! –lo cogió de un brazo para que se levantara-¡¡Pieter!! ¡Fuera, vamos, corre!!

Quizás dios se apiadase de sus almas y consiguieran escapar de la pavorosa pesadilla.

- Tiradas (1)
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29/06/2019, 11:17
Pieter Strauss

No tenía claro si había impactado o no contra el medallón. Todo pasó muy rápido. El caos se había desatado en aquella habitación. Todo pasaba muy lentamente a su alrededor pero a la vez lo hacía a una velocidad vertiginosa.

Si, los acontecimientos se precipitaron y nunca mejor dicho, pues tanto demonio como bruja estaban siendo engullidos por el mismo agujero infernal del que Azhabel había surgido. ¿Lo habían conseguido? ¡Eso parecía!

Pieter no podía creerlo. Se entremezclaba en su interior un sentimiento extraño en el que el más puro terror y la más increíble alegría de difuminaban convirtiéndose en la más pura esencia de la locura. Y fue entonces cuando Pieter comenzó a reír de forma demencial.

Pieter había perdido definitivamente la cabeza. Se reía al ver como los demonios eran tragados por la tierra y de reía al ver a los espectros desaparecer entre luminarias cegadoras. Hubiera continuando riendo sin pensar en las consecuencias de seguir allí parado, pese a las advertencias del fantasma de la abuela, pues aquel soldado ya no era dueño de sus actos.

Sólo una cosa podía lograr sacarle de aquel demente estado en el que se encontraba y esa cosa era su hermano Hans. Bastó una frase para que reaccionara. Bastó que su hermano le ordenara salir de allí para ponerse en marcha y empezar a correr por su vida.

- ¡Vamos! - Gritó en cuanto puedo dejar de reír y se puso en marcha para salir a la carrera de la mansión. - ¡Ésto va a colapsar! - Gritó con todas sus fuerzas y corrió, corrió todo lo que su maltrecha pierna le permitió.

- Tiradas (1)
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29/06/2019, 16:39
Grüber

Corrí lo suficiente para ver desde lo lejos a estos niños liberados, y a la abuela , y  la mujer  que tanto dolor causó destruida

- DESCANSAD EN PAZ, QUE LA LUZ LOS  GUIE, SOIS LIBRES... SOIS LIBRES...

Grite mientras corria. Estaba un poco más adelantado que el resto, y veía que los demás me seguían, pero no sabía si sería suficiente para todos, si todos lograriamos escapar.

-CORRANNNNN

La casa se venía abajo,  la mansión de ricos corrupta por una bruja que mató a sus hijos buscando  favores del demonio se caía,  nunca olvidaría esa escena, eso marcaría mi vida, había sentido el llamado de Dios, y el favor de él, ahora tenía que hacer de mi vida algo distinto, algo digno, volvería a mi pueblo, ahora lo sabía.

 

- Tiradas (1)
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29/06/2019, 18:15
Grigori

-Está hecho...-susurró el ruso cuando terminó de cantar la nana y la última nota salió del interior del piano para, después, quedar este en silencio.

Había sido consciente de que los niños se habían unido a su canto, de las risas de la mujer y de aquella cosa intentando salir, de la casa cayéndose a su alrededor... en algún momento mucho antes. Pero. una vez que había ganado en seguridad tocando y cantando, se había concentrado tanto que nada, salvo el piano y él, habían dejado de existir.

Levantó la mirada justo cuando el demonio comenzó a gritar, cuando la casa comenzó a vibrar con aquel grito. Vio como algo comenzaba a empujarlo de nuevo a las profundidades de las que venía. Vio como los niños, a su lado, sonreían junto a su padre y se desvanecían con él. Sintió en lo más hondo de su ser la desgracia de aquella mujer que veía como sus anhelos se perdían tras el demonio. Lo vio y lo sintió todo bajo el estupor que produce el ver algo para lo que los seres humanos no están preparados, algo que nunca deberían ver, algo que nunca deberían sentir pues pertenecía a otra dimensión, a otro... lugar. Los vivos y los muertos nunca deberían de encontrarse...

Sintió algo en su brazo, algo tiraba de él. Se movió, lentamente, hacia esa dirección. Se sorprendió al ver allí a uno de los alemanes. ¿Qué hacia? ¿Qué quería? Casi como en un sueño, se dio cuenta de que estaba intentando sacarlo de allí... Pero, ¿por qué?

Un cascote de techo retumbó a su lado al llegar al suelo, haciendo saltar este en mil pedazos. Y fue cuando Grigori comprendió lo que pasaba. Vio a los otros dos alemanes gritar algo en su dirección y echar a correr. Ya no era nada sobrenatural lo que los amenazaba, no. Ahora era la propia casa la que quería comérselos vivos.

Fue como despertar de un sueño, como volver a la realidad amenazado ahora por otro peligro. Pero este, real, material, contra el que sí podían luchar. Y sintió de nuevo el ansia de luchar por su vida y no morir allí. Asintió al aleman.

-Vamos, corre con todas tus fuerzas, yo te sigo...-le dijo, sabiendo que él tenía menos posibilidades en una carrera que Hans.

Cogió todas las partituras y echó a correr tras él todo lo rápido que podía, afectado aún por todo lo visto y sentido.

- Tiradas (1)
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29/06/2019, 20:32
Director

Notas de juego

Los que puedan: tirada de espíritu, tirada de agilidad, tirada de vigor.

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29/06/2019, 20:41
Pieter Strauss
Sólo para el director
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29/06/2019, 22:45
Hans
- Tiradas (3)
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30/06/2019, 01:01
Grüber
- Tiradas (3)
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30/06/2019, 09:52
Grigori
- Tiradas (3)

Notas de juego

Toma 1!
O_O

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30/06/2019, 10:39
+Narrador+

A su alrededor las paredes se desmoronaban, los techos se resquebrajaban y caían, el suelo temblaba como si fuera a desaparecer bajo sus pies. El imponente agujero que había dado paso al Azhabel se estaba cerrando, no sin tragarse antes el piano en el que Grigori había estado tocando segundos antes.

Todos corrieron tanto como les fue posible.

Hans, preocupándose del ruso, además de hacerlo por su hermano, apeló a toda su energía para sacarle de allí. Grigori estaba trastornado, en blanco, y fue el vigor y el coraje de Hans los que consiguieron que se moviera, y a su ritmo, corriera también, dirigiéndose los dos hacia la puerta de la casa. Consiguieron salir de ella, precedidos por el espíritu luminoso de la anciana.

Grüber, por su parte, había salido de la Mansión, y corría hacia la reja. Desde allí seguía viéndose cerrada, y el médico sintió un escalofrío al pensar que quizá aunque pudieran huir del interior de la casa, no podrían hacerlo de su Maldición. Los árboles, algunos centenarios, caían ante él, y una de las ramas de uno de ellos le hizo perder el equilibrio, tambaleándose. El árbol se abalanzaba sobre él... Pero el galeno se sobrepuso en el último momento, y siguió corriendo... y rezando.

Pieter se movía con soltura a pesar de su pierna, a pesar de su mente casi desquiciada. Corría, y veía como Grüber se acercaba a la reja cerrada, como lo hacía la anciana abuela, como llegaban hasta allí Hans, de una pieza aunque jadeando, y más lento, desorientado, Grigori.

Y la reja seguía cerrada. 

Y entonces, su espíritu, su alma, gritó, y junto a la puerta, de debajo de la Nieve Carmesí, una luz emanó...

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30/06/2019, 11:21
Espíritu de Diederick

El alma del Teniente brillaba tanto como la de la anciana. Les había esperado, y les ayudaría, justo antes de dormir su sueño final.

-Id en paz, nosotros abriremos las puertas...

Y así lo hicieron. Los dos espíritus abrieron las dos hojas de hierro forjado, dejando salir a los cuatro confusos y extenuados compañeros.

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30/06/2019, 11:49
+Narrador+

Y las puertas ya no se cerraron, un inmenso vórtice, más que tormenta, más que terremoto, envolvió lo que quedaba de la Mansión, y las engulló, rejas, piedras, árboles.

Las partituras ensangrentadas se hicieron cenizas en los dedos de Grigori, y el viento, la nieve y el caos les noqueó...

...hasta que despertaran. Quizá.