La teniente consideró la situación por un instante, luego asintió con la cabeza con gesto decidido y señaló el punto que marcaba al ICC en el holograma.
“Lo del Idiota Cayendo del Cielo no estaba del todo equivocado. Este se está metiendo en el territorio de los Strigs. Tenemos que llegar a él antes de que le hagan un nuevo agujero del culo.”
Se volvió a ver a sus… ¿hombres?
“Caballeros, no hay tiempo para ser dulces y lentos. Tendremos que penetrar duro y rápido si no queremos perder el objetivo. Preparaos para ataque aéreo frontal. Les caeremos con todo a esos hijos de puta. No quiero ponerles presión, pero el futuro de la guerra puede estar en juego en esta misión. Nos enfrentaremos a un escuadrón Tecnomariachi en una misión de búsqueda y rescate. Él o lo que sea que están persiguiendo viene con nosotros, sano y salvo. Necesito que hoy pateemos culos el triple de fuerte que de costumbre. ¿He sido clara? ”
Se dirigió a un casillero y extrajo de allí una enorme shotgun.
Al darse la vuelta, escuchó la conversación entre Rook y Lucius. Se detuvo y miró a Rook de arriba abajo y esbozó una leve sonrisa.
“Off the record: Creo que eres muy dulce, Rook. Realmente aprecio lo que has dicho.”
Martilló su arma y volvió a su habitual gesto hosco.
“On the record: Vete a tomar por culo. No necesito protección de nadie.”
Se puso el arma sobre el hombro
“Tengo una reputación que proteger.”
Las palabras de la Teniente Rose reverberan con furia en el pasillo mientras sus hombres, Rook y Lucius, guardan respetuoso silencio.
En no pocas ocasiones, la Teniente ha sometido a sus hombres a una notable presión. En líneas generales, sabe hasta dónde puede llegar con todos sus hombres. Pero hay una excepción: el soldado Mayhem 1.
La Teniente Rose desconoce el límite del sargento Lucius Sharp. Simplemente, no le ha visto flaquear. Nunca.
-Así se hará, señora-, dice con gesto adusto Lucius. Si considera que la orden de ataque no es la idónea, no lo dice. Sus ojos no dejan lugar a la duda. Ha recibido una orden de su superior. Y las órdenes sólo merecen un trato: ser cumplidas. A la perfección.
A continuación, mira a Rook fijamente. Su mirada resulta penetrante, afilada. Luego le da un suave golpe en el hombro.
-Mayhem 5, cuento con usted, soldado.-, y antes de girarse y encaminar sus pasos al puente de mando, le guiña un ojo verde esmeralda.
Cuando Lucius se dirige a la cabina del piloto, no saluda a Chipp ni a Fitz-Wallace. Su pelo rojo se eriza y sus orejas se retraen. Sacando sus colmillos, Mayhem 1 habla:
-¡ESCUADRÓN MAYHEM! ¡LA SEÑORA HA HABLADO! ¡ESTA NOCHE, OLVIDAD QUE SOIS MUTANTES! ¡OLVIDAD QUE SOIS SOLDADOS! ¡OLVIDAD QUE SOIS GUERREROS!-.
Fitz-Wallace se gira sobre su asiento lentamente, retirando los auriculares de sus oídos y observando con gesto serio al sargento.
Chipp observa a su sargento con ojos desorbitados, la boca abierta de par en par, sus manitas agarradas de emoción.
-¡ESTA NOCHE, MÁS QUE NUNCA, SOIS ANIMALES! ¡LA SEÑORA OS HA PEDIDO CABEZAS DE HOJALATA PARA DESAYUNAR! ¿¡Y QUÉ VAMOS A DARLE?!-.
Fitz, Chipp y Rook sienten una fuerza indescriptible que les encoge el estómago. Gritan a pleno pulmón.
-¡¡¡CABEZAS DE HOJALATA, SARGENTO!!!
-¡¡¡NO OS OIGO!!!
-¡¡¡CABEZAS DE HOJALATA, SARGENTOOOOO!!!
-¡¡¡BIEN!!! ¡PORQUE ESTA NOCHE, HERMANOS, NO SOIS SOLDADOS! ¡ESTA NOCHE...! ¡¡¡SOIS DEPREDADORES!!!-.
Ante el descontrol de rugidos y... -¿¡Qué tipo de sonido estridente emite Chipp!?- el sargento Lucius se gira a la Teniente con gesto satisfecho y, mirándola fijamente, grita:
-¡¡¡LISTOS PARA ENSEÑARLES QUIÉN ESTÁ EN LA CÚSPIDE DE LA CADENA ALIMENTICIA, SEÑORA!!!
No he podido resistirme a mandaros un pequeño mensaje adicional tras la intervención de Ruby.
Dad por concluida la introducción. Mañana abro nueva escena y se lía del todo.