Partida Rol por web

Loren olfateó la habitación, hasta reconocer el característico olor del ollín y el cobre.

"Una amigable cajita del tesoro." la reconoció al instante, justo al lado de un durmiente den den mushi, que parecía muy tentador como un tentenmpié, sin embargo decidió simplemente abrir el cofre. Ya había cenado muchos testículos por hoy.

"OOhhh, brilla... Esto esss!!" se fascinó... Pero al irse todo el misticismo, lo único que quedó dentro del cofre fueron 100 míseros berries.

- Matanga.- dijo el mink y se los guardó en sus pantalones. Acto seguido caminó por la cabaña hasta quedar a un costadito de la chimenea, dió una vuelta. Dos. Quince. Limpió el piso con su cola y se hizo un bollito para dormir allí.

- Grrrr....- ronroneó antes de quedarse dormido.

SOÑANDO

Al soñar fortaleces el alma y te llenas de voluntad. Cuando estes dormido, en vez de esperar a que todos duerman sin hacer nada puedes crear una historia fantastica, obviamente de la mano del director, para ganar puntos de voluntad.

Puedes ganar hasta 4 puntos de voluntad al soñar, pero si prefieres no hacerlo y esperar a la banda simplemente te quedas con 1 punto.

Cabe mencionar que tus sueños seran en dificultad extrema, pero aunque mueras en tus sueños no te pasaria nada en la vida real.

Tu sueño se acaba automaticamente cuando todos los personajes que esten en juego se duerman, y asi pasariamos al siguiente dia.

La casa se alzaba en un pequeño promontorio, justo en las afueras del pueblo. Estaba sola y daba a una ancha extensión cultivable de la campiña occidental. No era una casa admirable en sentido alguno; tenía unos treinta años de antigüedad, era achaparrada más bien cuadrada, de ladrillo, con cuatro ventanas en la fachada delantera y de tamaño y proporciones que conseguían ser bastante desagradables a la vista. La única persona para quien la casa resultaba en cierto modo especial, eras tú y ello sólo porque daba la casualidad de que eras el único que vivía en ella. La habías habitado durante tres años.

A las ocho de la mañana de aquel jueves, no te encontrabas  muy bien. Te despertaste con los ojos turbios, te levantaste, deambulaste por la habitación, abriste la ventana y viste un bulldozer. Que haces?

La casa se alzaba en un pequeño promontorio, justo en las afueras del pueblo. Estaba sola y daba a una ancha extensión cultivable de la campiña occidental. No era una casa admirable en sentido alguno; tenía unos treinta años de antigüedad, era achaparrada más bien cuadrada, de ladrillo, con cuatro ventanas en la fachada delantera y de tamaño y proporciones que conseguían ser bastante desagradables a la vista. La única persona para quien la casa resultaba en cierto modo especial, eras tú y ello sólo porque daba la casualidad de que eras el único que vivía en ella. La habías habitado durante tres años.

A las ocho de la mañana de aquel jueves, no te encontrabas  muy bien. Te despertaste con los ojos turbios, te levantaste, deambulaste por la habitación, abriste la ventana y viste un bulldozer. Que haces?

Kamuz camina tranquilamente en las desoladas y sucias calles en las que viviò algún tiempo.
Mientras camina ve pequeñas personas trasparentes corriendo, eran èl y sus pequeños amigos jugando solos en la calle con tàn solo 5 años. Del otro lado ve a los mismos niños transparentes sentados en circulo.

" -Mi papá fue un bandido muy poderoso, mama me habla mucho de él. Decía un niño.
  -Si... el mío tambien murió. Añadia otro de los niños con los ojos llorosos.
  -¡Pero no hay que tener verguenza! Dice uno de los niños un poco mayor, con 9 años. !Mi papa esta en la carcel desde antes que yo naciera pero lo respeto mucho y sere un gran pirata bandido como èl!
  -!Si!! Yo tambien!!  responden los niños, mas animados. 
  -Oye Kamuz, tu no hablas mucho o si? Cuentanos, donde esta tu papá?.

Kamuz, que tan solo tenìa 5 años, con las ropas sucias y muy delgado debido a la desnutricion, se queda mirando al suelo uno segundos...
-Mi papa esta muerto.-  "

El tatuado continua caminando recordando aquellos momentos cuando recien abandonó su casa, escapando de su padre. Extrañamente las calles esta vez estaban desoladas, ¿es esto un sueño?

Kamuz se detiene a 1 metro del bulldozer, aún recordando esa etapa tan dura para él.

-Vamos Sr. Kamuz. Diría Popeye un poco confundido. En esta ocasión parecía ser el chofer del bulldozer que llevaba el motor prendido pero por alguna razón no avanzaba. –Me haría un gran favor si se quita de enfrente para que yo pueda hacer mi trabajo. Como le comentaba, se le había hecho llegar un aviso del derrumbe de su casa desde hace ya 6 meses.

Al parecer el bulldozer no avanzaba ya que tú te encontrabas justo enfrente, evitando así el avance de la máquina y con ello la caída de tu casa.

-Tenía usted derecho a hacer sugerencias o a presentar objeciones a su debido tiempo, ¿sabe? los planos de la autopista que pasara por este zona han estado expuestos en la oficina de planificación local desde hace nueve meses.

Kamuz se cruza de brazos y gira hacia popeye. 
- Si si si, no soy estúpido sabes? seguro que tienes los papeles y todo eso.

Entonces el pelinegro, que se encontraba al frente del bulldozer. Pone una pierna sobre la parte delantera del vehículo.

- Pero en serio Popeye, no pensarás que voy a dejar que destruyas mi hogar ante mis ojos, o si? ¿Estas jugando conmigo?-  Dice finalmente mostrando los colmillos mientras sonrie.