La historia hasta ahora, tal y como es narrada en las tabernas de Lepidstadt por Edwin Drood, el famoso bardo-detective:
"Muchos han oido hablar de los héroes de Harrowstone, pero pocos conocen su origen y las verdaderas repercusiones de sus aventuras. Acercaos, pues, y disfrutad de un relato de terror, fama y fortuna como no hay otro en todo Golarion.
El grupo comenzó sus aventuras en el pequeño pueblo de Ravengro (Ustalav), al ser convocados para el entierro del profesor Lorrimor, un arqueólogo-profesor de universidad interesado en lo oculto. Lo que parecía ser una muerte casual se reveló como un asesinato perpetrado por los Seguidores del Sendero Susurrante, un grupo que aspira a convertir el mundo en un paraiso no-muerto.
Nuestros héroes consiguieron descubrir a los culpables y exorcizar la prisión de Harrowstone, foco de la actividad no muerta que amenazaba Ravengro y primer objetivo del Sendero Susurrante. Aparentemente estos habían robado la esencia de un fantasma del alcaide de la prisión, que mantenía al resto de los fantasmas de los criminales encerrados en la no-muerte como lo había hecho en vida.
Siguiendo las huellas del Sendero Susurrante y concretamente del asesino del profesor, un nigromante llamado Auren Vrood, nuestros héroes llegaron a la ciudad universitaria de Lepidstadt. Allí se enteraron de que la llamada “Bestia de Lepidstadt” (en realidad un golem de carne dotado de inteligencia propia) había sido arrestada tras una serie de crímenes en la librería del departamento de Ciencias Ocultas de la universidad. De nuevo nuestros héroes descubrieron que la bestia había sido controlada por los seguidores del Sendero Susurrante, que la utilizaron para encubrir el robo de una extraña estatua denominada la Efigie Marina.
Los ya conocidos como héroes de Harrowstone descubrieron que los crímenes de los que la Bestia estaba acusada habían sido perpetrados por un par de psicópatas que mataban para comerciar con las partes de los cadáveres y también usaban a la Bestia para encubrir sus crímenes. Mediante una brillante labor de detectives y una gran defensa en el juicio, nuestros héroes liberaron al gólem inteligente y siguieron la pista de Auren Vrood hasta la morada del creador de la Bestia de Lepidstadt, donde lucharon contra una versión retorcida de la Bestia, que los seguidores de Auren Vrood habían liberado.
Tras la derrota del que el público ya conoce como el Prometeo Aberrante, el grupo persiguió a Auren Vrood hasta un idílico resort de caza en medio de Ustalav, la Logia de Ascaron, lugar que usaban la flor y nata de la nobleza de Ustalav para cacerías amañadas y esparcimiento general. Allí descubrieron que el Bosque de los Escalofríos estaba en plena guerra civil entre hombres-lobo de distintas facciones, puesto que el SS había matado al líder de los hombres lobo y robado un fragmento de su corazón. Sus sucesores luchaban entre sí.
De nuevo el Sendero Susurrante iba un paso por delante y nuestros héroes fueron emboscados en la Logia por el propietario de la misma: Estovion Lazarov y un espíritu lupino que controlaba, llamado Vilkacis, capaz de poseer a sus huéspedes y transformarlos en licántropos. Tras derrotarlos, se enteraron de la existencia de un templo profanado de Desna que era el lugar desde donde el actual líder hombre-lobo (Malthus Modrinarch), promovido por el SS, defendía su liderazgo de la manada contra las facciones que no le eran fieles, que intentaban reconquistar el templo. Los héroes de Harrowstone limpiaron el templo de hombres-lobo hostiles, reduciendo a mínimos históricos la población de licántropos del Bosque en el proceso, y entregaron el corazón de Malthus Modrinarch a otro de los aspirantes, Rhakis Szadro, más benévolo que su antecesor.
Tras haber encontrado pistas que les hacen sospechar que Auren Vrood se dirigía a la ciudad fantasma de Feldgrau, sin duda con el objetivo de levantar un ejército no muerto de las fosas comunes de los ciudadanos que murieron durante la ocupación del pueblo durante la Guerra Sin Rivales, nuestros héroes entraron en Feldgrau con la intención de poner fin a los desmanes del nigromante y sus seguidores de una vez por todas.
Por suerte para los aventureros, los responsables de la Orden del Ojo Palatino, junto a representantes de la Corona de Ustalav y Kendra Lorrimor, reclutaron refuerzos en la forma de un segundo grupo de tres componentes, también antiguos alumnos del profesor, que teleportaron desde Caliphas, la capital, hasta Feldgrau. Tras conseguir reagruparse, los héroes asaltaron la base de poder de Auren Vrood y el Sendero Susurrante en Feldgrau, acabando con la impía existencia del nigromante, aunque el propio mago del grupo falleció en combate. Sin embargo, documentos encontrados en la torre de Vrood revelaron que este no era más que un peón de alguien que firmaba con una sola inicial sus órdenes: “A.” y que el objetivo de éste era revivir a Tar-Baphon, el Tirano Susurrante mediante una fórmula encriptada en un extraño poema.
Actualmente hay noticias de que el grupo sigue la pista de los diversos componentes de la fórmula de la Corona Cadavérica hasta Thrushmoor, en el condado de Versex, en las orillas de la Bahía de Avalon, del lago Encarthan. Si podrán poner fin a tan antiguo mal y salvar a Ustalav en el proceso, sólo Pharasma puede decirlo..."