Aún no logras comprender qué está sucediendo. Hace dos días estabas disfrutando de tu nueva vida, la empresa iba genial y tenias una bonita casa de dos plantas y con jardín, que compartías con tu bella esposa.
Sin embargo ayer las cosas empezaron a torcerse, por la mañana al recoger el periódico viste a tu vecina intentando devorar a su mascota Canela hasta que un grupo de policías lograron reducirla y llevársela en un furgón blindado de cristales tintados. Por la tarde la cosa se puso peor, las noticias no daban más que imágenes de gente escupiendo sangre a borbotónes, polícias desquiciados diciendo barbaridades y algún vídeo casero, completamente pixelado en el que se intuía extrañas criaturas devorando gente por la calle.
Hoy el mundo se ha ido al infierno. Estabas en tu despacho preparando una presentación para futuros accionistas, mientras tu mujer desayunaba en la cocina. Un grito ahogado te ha echo bajar corriendo las escaleras, para cuando has llegado a la cocina un hombre de aspecto desfigurado tenía agarrada a tu mujer a través de una ventana rota y le estaba devorando el cuello. La sangre cubría sus ropas y tenía los ojos en blanco. Al intentar ayudarla la puerta se ha venido abajo y un grupo de tres criaturas más ha entrado en la casa. El pánico ha podido contigo y has huido corriendo por la puerta trasera y luego saltando al patio de los vecinos.
Películas. Cuando era joven vio todas aquellas estúpidas películas de zombis y siempre decía que el protagonista acabaría muerto por no tener cuidado. Tenía que ser más precavido. Nunca se le habían dado bien las armas de fuego así que tenía que conseguir un arma.
Un bate de beisbol sería una buena idea. Pero un coche sería una idea cojonuda. Tal vez en el garaje del vecino encontrase ambas cosas. A su espalda los gritos, probablemente de otros vecinos siendo atacados, se extendían.
Se sentía fatal. Su mujer estaba muerta. Aquellos ojos desorbitados pidiendo ayuda mientras la sangre barbotaba de su cuello. El amor de su vida había muerto. Y él ni siquiera lloraba.
Entró en la casa del vecino, mirando con cuidado a izquierda y derecha. La idea era encontrar algo para defenderse y luego alcanzar el garaje y coger el coche, si era necesario puenteándolo.
La casa de los vecinos está echa unos zorros. Los cajones están abiertos y la ropa de los armarios tirada por el suelo, es como si alguien hubiese huido de aquel sitio a toda prisa llevándose lo necesario. La puerta interior al garaje está abierta, sin embargo cuando entras puedes ver que ya no hay coche y el portón que da a la calle está completamente subido. Sin ninguna duda salieron a toda prisa sin preocuparse por cerrar la casa.
Cuando sales a la calle puedes ver varios coches empotrados unos metros más allá. Puedes reconocer el Dodge del vecino volcado junto a una farola, enorme charco de sangre enmarca la macabra escena.
Hazme una tirada Normal de "Arramplar". En tu caso eres Malo así que la dificultad es Difícil. (2d6)
Maldita sea. Si el vecino se había estampado con el coche ahora probablemente ese coche además de inservible encerraba una trampa mortal muerta con ganas de morderle el cuello.
Se preguntaba si dentro de la casa había algo que pudiese arramplar. Tal vez habría algo de utilidad como la cura para la infección zombi. Ya empezaba a delirar. Pero sabía que si no pensaba chorradas tendría que pensar en su mujer muerta y se paralizaría. Tenía que mantenerse en marcha.
Motivo: Arramplar
Tirada: 2d6
Resultado: 4, 4
Éxito por los pelos.
No hay apenas nada que puedas recoger de la casa, sin embargo en el garaje encuentras una llave de tubo que quizás puedas emplear como arma si se diese el caso.
Recuerdas que no muy lejos de allí hay un pequeño almacén de materiales de construcción, tiene herramientas varias, y suele haber varios vehículos aparcados como camiones y furgonetas. Además, una alta verja cierra el recinto quizás aún puedas encontrar supervivientes.
Recuerda con ironía aquel "manual para supervivencia contra zombis" que no compró. Le parecía de mal gusto. Tenía que ir a por Valeria ...
Se quedó frío por un momento, parado como una estatua. Su mujer había muerto. Lo último que vio fueron sus ojos aterrados mientras le desgarraba la garganta uno de esos hijos de puta. Valeria, la luz de sus ojos, no estaba. No iba a estar nunca.
No te pares. Actúa.
El instinto de supervivencia se adueñó de él. Se dejó llevar. El almacén. Tenía que llegar hasta él. ¿Estaría cerrado? Por supuesto, cuando lo cerraban ponían aquel candado en la verja. Si quería entrar iba a necesitar una cizalla. Pero tal vez, si había alguien allí, le abriesen o le disparasen en la cabeza. Aquello no le gustaba un pelo. Estaba en el garaje. Tenía que haber una cizalla. Los americanos siempre usan los garajes como almacén de herramientas. No tenía intención de perder más tiempo con eso, cualquier bicho podía entrar.
Salió caminando deprisa. No tenía sentido cansarse. Lo hizo por la acera, evitando la carretera y los posibles coches, si alguno le confundía podía atropellarle. Prestaba especial atención a las puertas de las casas y a los cruces. De cualquier lugar podía salir un zombi.
No había nadie por la calle. A lo lejos viste alguna de las criaturas que te habían atacado, andando sin rumbo y distraídas, sin darse cuenta de tu presencia.
Al llegar al almacén te das cuenta de que era demasiado tarde, las verjas estaban tiradas por los suelos y con las juntas de los postes dobladas y resquebrajadas. Lo más probable es que alguien las embistiese desde dentro huyendo a la desesperada, como habían echo tus vecinos.
No han dejado ningún vehículo sin embargo al otro lado del muelle de carga está la caseta de materiales. También puedes ver unas taquillas metálicas que seguramente estén cerradas.
Forzar las taquillas con la Llave de tubo necesita una tirada Difícil de Físico. En tu caso Media. (1d6)
Fue una gran decepción. Allí no había nada que pudiese aprovechar. O tal vez sí...
Jonh se acercó a las taquillas e intentó abrirlas, aprovechó el tubo que tenía haciendo palanca sobre el candado.
Después de esto siguió pensando. No podía permitirse estar quieto. Tenía que mantener el impulso. De modo que pensó. Tengo que ir a un estacionamiento. Allí habrá muchos coches y con algo de suerte podría puentear alguno.
Se dirigió rápidamente a la salida. No le hacía gracia estar allí, si algún engendro de aquellos entraba se quedaría encerrado.
No me entretengo demasiado, si puedo abrirlo y encuentro algo útil bien y sino me piro de allí.
Mientras intentas forzar la taquilla algo suena en su interior, un sonido seco, bastante inteligible, al momento te das cuenta de que se trata de estática. Cuando finalmente abres la taquilla te decepciona bastante ver lo qué hay dentro. Apenas un uniforme de obrero, con un chaleco reflectante y un casco amarillo bastante chillón, sin embargo atado al cinturón que cuelga cruzado del mono hay un walkie.
A pesar del ruido de la estática puedes distinguir algunas palabras así que moviendo suavemente el dial intentas sintonizar la frecuencia exacta por la que están hablando.
C: Al habla Charlie Connors. ¿Me recibe alguien?
R: ¡Charlie! ¿Charlie, eres tu? Aqui al habla Ricky ¿Me recibes?
C: Ricky, soy Charlie, el guardabosques del Parque Nacional de Big Bend. Estoy volando en dirección a Midville, y me dirijo al instituto Seward. En diez minutos aterrizaré en la azotea. Si consiguen llegar hasta aquí les llevaré hasta un lugar seguro. Tengo sitio para otras 10 personas, ¿Vendrá Solo? ¿Está con sus ayudantes?
R: Siento decir que no ha quedado nadie. Esos mierdas han entrado en la comisaria y han acabado con todos... Da igual, si encuentro a alguien lo llevare conmigo.
C: Siento oír eso Ricky. Cambio y corto.
R: Cambio y corto.
¡El instituto Seward! Eso no está muy lejos de allí, Valeria y tu lo habías visto varias veces, podía ser un buen instituto si algún día decidías tener hijos. Mientras piensas cómo llegar hasta allí la puerta del fondo se abre de golpe, de la caseta sale una criatura vestida de obrero, con casco y todo, arrastrando los pies y babeando un líquido viscoso de color negruzco. Con los ojos inyectados en sangre te mira fijamente y se abalanza sobre ti.
Motivo: Forzar
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 5 (Exito)
El zombie aún esta a varios metros, tienes dos opciones:
Esperarle y atizarle con la llave de tubo (Dif Muy Fácil 3d6 1 éxito)
Salir corriendo hacia el instituto. (Mira las reglas de persecución)
10 minutos. Un puto walkie talkie es todo lo que me mantiene la esperanza. ¡El instituto Seward! Tengo que llegar hasta allí pero aparece el puñetero zombi. Aquello parece una serie B pero está sucediendo de verdad. Mierda.
Agarro con fuerza la llave de tubo y me preparo para golpearle. Pienso en el baseball, vaya tontería, tengo que hacer como si batease su cabeza. Con suerte la destrozaré. Y sino ... bueno, no tengo nada más. Es todo o nada.
Dejó que se fuera acercando.
Tirada oculta
Motivo: Golpe al zombi
Tirada: 1d6
Resultado: 1
Tirada oculta
Motivo: Golpe al zombi (perdon eran 3d6)
Tirada: 3d6
Resultado: 4, 1, 6
El golpe arremete contra el zombie, sin embargo a pesar del impacto no logras hacerle suficiente daño para que retroceda y éste te ataca con un manotazo que logra alcanzarte pero sin hacerte nada.
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4(+1)=5 (Exito)
Motivo: Ataque Z.
Tirada: 3d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4, 5, 4
Exitos: 3
Motivo: Daño Z.
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 2(-1)=1 (Fracaso)
Le haces 2 puntos de daño (1 por el ataque +1 por su Físico Malo)
Tienes las mismas opciones que al principio.
Tenía que huir. Además cuanto más pelease más posibilidades había de que le hiriese de algún modo y eso podía ser el final de todo. Puso distancia lo más rápido que pudo y al llegar a las verjas observó que le seguía. Caminaba por las aceras lo más rápido que podía sin correr. No quería tener un mal encuentro de bruces de repente.
Para retrasar al zombi fue tirando todo lo que encontraba al suelo para que se tropezase. Cubos de basura, las revistas de un kiosco abandonado, un puesto de helados, alguna bici ...
No era un gran retraso el que causaría al engendro pero por lo meno no lo tenía en la cara intentando morderle.
¿Qué tiro para poner cosas en medio? ¿Suerte?
Mientras te alejas del zombie puedes ver como sus pasos torpes no logran salvar la distancia que os separa, poco a poco logras alejarte lo suficiente como para perderle de vista sin necesidad de correr.
No estás demasiado lejos del Instituto sin embargo debes dar con él. Esperas no encontrar compañía por el camino.
No hace falta que tires nada. Es un zombie lento
Haz una tirada Muy Fácil de orientación. En tu caso M. M. Facil (4d6 - 1 Éxito)
Y una de media Iniciativa (Agilidad). En tu caso Dificil (2d6)
Me observo por ver si tengo algún rasguño. Tengo que tener más cuidado. He estado a punto de infectarme.
Pero también tengo que darme prisa. Diez minutos no es demasiado tiempo. ¿Voy bien por aquí? ¿Hay más zombies?
Tirada oculta
Motivo: Orientación
Tirada: 4d6
Resultado: 2, 3, 6, 2
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa
Tirada: 2d6
Resultado: 5, 5