Erika entra con el arco preparado.
Solo vale el movimiento.
Asalto normal. Le toca a Maedros.
Maedros dispara contra el bandido que combate contra Aslam, pero sin éxito
Tirada: 1d20(+2)
Motivo: Disparo ballesta
Resultado: 6(+2)=8
Subido a la mesa, el pícaro de Absolom trata de ensartar al bandido que tiene a su lado con el estoque.
Como todavía está desprevenido, son 6pg de daño (2pg del furtivo) si le doy con el 14.
Aslam hiere al bandido, que le respone con un golpe con la espada corta. Luego llega Alfrik a ayudar a su compañero, pero su martillazo es esquivado por el ladrón.
El otro también lo intenta con William pero no lo consigue
6 de daño a Aslam.
Le toca a William
El combate ya había empezado, el bandido que tenía delante William trató de golpearle sin exito. El explorador agarró con fuerza su espada y asestó un golpe lateral que le ocasionó un feo corte en el pecho.
Al parecer se le daba mejor la espada que el arco.
Podría decirles que se rindieran, pero para qué. Luego habría que cargar con ellos. Lo mejor será acabar con todos. Además. Son exclavistas.
Pues si le acierto con un 16 le hago 6 puntos de daño.
La espada hiere al bandido.
Pues le toca a Erika
Apelo al sentido común, han sido sorprendidos y les triplicamos en número, no tiene sentido que pierdan la vida aquí por ganar otra pieza de plata al final de la jornada - Tirad las armas y rendíos, no tiene sentido ninguno que intenteis defenderos
No merece la pena. Vale, vale me rindo. Su compañero hace lo mismo.
-Eso es--se felicita Aslam por la buena predisposición de aquellos dos individuos al tiempo que baja de la mesa--Una actitud de lo más inteligente, sin duda. Ahora, por favor, dejad las armas en el suelo y colocaos junto a esa pared.
-Ah, y ¿dónde está la llave de los grilletes que sujetan a esta pobre gente?
La tengo yo, dice un hombre calvo que sale de una de las habitaciones.
Parecia que la situación se estaba solucionando sin más derramamiento de sangre. Por lo menos de momento. Lo cual a William ya le parecia bien. Si había más guardias aparte de estos no era cuestión de que el sonido de la pelea llegase a ellos.
Al parecer iban a lograr liberar a los esclavos y todo. Por lo menos esa impresión daba hasta que un nuevo jugador entró en escena. Wiliam se quedó mirando al hombre calvo fijamente antes de decir.
Bien. Pues nada. Ya puedes empezar a liberarlos. Deprisa que no tenemos todo el día.
Aun así no quitó ojo al tipo que tenía delante no fuera que se le ocurriera hacer alguna estupidez. Como atacarle.
Pues eso me pongo en ready por si el individuo que tengo delante trata de atacar.
Tranquilos dice el monje No voy a jugarme la vida contra vosostros si habeis llegado tan lejos. os dice mientras os tiende las llaves de los grilletes.
¿Que haceis con los prisioneros?
Al ser la más inútil en combate, recojo las armas de nuestros atacantes y las amontono en un rincón, a los prisioneros les indiquen que guarden silencio mientras les quito los grilletes y procedo a ponérselos al monje y a los guardias - Entendedlo, os damos la posibilidad de vivir porque sabemos que solo estais aquí por dinero, pero esto es más grande que vosotros, cuando salgamos, os liberaremos de nuevo, dejandoos aquí presos no tendreis que dar más excusas por no habernos detenido en el caso que alguien os encuentre.
Después de ponerle los grilletes entorno a algun barrote para que no puedan escapar guardo las llaves de todos y miro bien a los prisioneros. - Ahora mismo no hay guardias ahí fuera, si creeis que podeis llegar al pueblo más cercano solos salid ahora, pero si no os veis capaces esperad que regresemos.... si regresamos, haremos lo que podamos... ¿Hay más prisioneros?
Decidme - digo al monje - ¿Cuantos guardias quedan en este lugar?
-¡No, no, no!--exclama de pronto Aslam Musa cuando Erika les da instrucciones a los cautivos para que escapen por ellos mismos--Eso sería un suicidio. Puede que haya más patrullas de contrabandistas por aquí cerca... Yo me haré cargo de ellos hasta que se encuentren a salvo en Padiska.
Luego el pícaro se vuelve hacia uno de los guardias y le pregunta directamente por aquel que han venido a buscar:
-¿Dónde está Zamir? Tenemos una oferta para él.
¿Veo entre los esclavos a Sananda Florez?
O en el caso que no la conozca, ¿veo a alguien con pinta de chelaxiana?
De entre los magos, solo hay una mujer, es bastante probable que sea ella.
Zamir está tras la sala de entremamiento dice el monje.
Los esclavos están demasiado asustados como para aventurarse sin protección ni guia por la jungla.
William asintió ante las palabras del tipo que les dio las llaves.
Muy bien, pues ahora vosotros os quedais aquí quietecitos, que nosotros tenemos cosas que discutir con el jefe.
La idea de Erika de atar a los guardias había estado genial, al parecer ahora sólo quedaba Zamir. Y no dudaba de que entre todos pudieran con él.
Venga chicos, en marcha.
El explorador se disponia a avanzar, espada en mano, cuando se dio cuena de una cosa.
vale, antes que anda. ¿Por donde se va a la sala de entrenamiento?
- Por una vez coincido con Aslam. Mandar a los antiguos esclavos por la selva sería tanto como sentenciarlos a muerte. - luego parece pensar en algo, y se acerca a la mujer que hasta hace unos momentos era esclava, observándola con curiosidad- Esperad un instante, creo que hay algo de información que nos puede ayudar. Estaré aqui en un instante - le dice a sus compañeros, para luego mirar a la joven y sonreirle con galanteria- Ven un momento conmigo
Sorprendido por la vuelta de tuerca del hechicero, Aslam se queda con cara de póker mientras Maedros parece estar seduciendo a la joven.
-¿Y esto? ¿Será posible?