Aquello me cogió doblemente por sorpresa. Ni esperaba que rectificara, ni que estuviera dispuesto a ceder la gloria a Lorna, lo que como bien decía podría ayudarla, aunque tenía serias dudas al respecto. Tanto la sorpresa como la gratitud se reflejaban en mi mirada a Renzio.
- Muchas gracias, capitán. – asentí con la cabeza esperando a que todos confirmaran que no tenían más temas para despedirme con saludo militar antes de proceder a los preparativos para la partida.