Partida Rol por web

Las palabras de Sean me caen como una jarra de agua fría, me veía capaz de convencerlo, pero todo son negativas y negativas.

Sus palabras me dejan gran cantidad de información. Si que son importantes las reliquias. Pienso según habla. El team magma, ¿qué será eso? ¿Y porque una guerra?

No entiendo el porque de nada de lo que dice, solo se que tengo que ir al volcán y no me va a llevar. Hago un último esfuerzo por ello, le grito mientras se marcha a toda velocidad. No te vayas, tienes que llevarme. ¡¡¡NO TE VAYASSSSSSSS!!!

Me quedo cabizbajo al ver que se marcha sin siquiera girarse ante mis gritos.

Tras la marcha de Sean nuevamente me quedaba a las puertas de ir al volcán y poder ayudar a mi padre. La tristeza me invade y las lágrimas asoman por mis ojos sin llegar a caer. Ya no podía permitirme llorar, además me he endurecido, cada vez me costaba menos plantar cara a la gente y lo hacia con garra. El llanto no va a solucionar nada.

Me quedo cabizbajo y lleno de tristeza. Estoy en medio de un océano medio helado, montado en un Dewgong y con un tipo del que no puedo esperar nada, ¿qué debería hacer? Medito sobre mis posibilidades.

Se me ocurre una idea, me acerco al oído de Dewgong y le susurro unas palabras mientras acaricio su espalda con suavidad. Lo has oído todo, salta a la vista que eres un pokemon inteligente, ¿podrías hacerme el favor de seguir a Sean? Necesito ir al volcán con urgencia.  Intento convencer al Dewgong para que traicione a su entrenador. Mi tono es muy triste y también deja ver cierta desesperación. Ojala ablande su corazón.

La Dewgong cerro los ojos con placer cuando Mike le acaricio la cabeza, y luego paro la oreja cuando este le susurraba al oido. Lo que Mike le decia iba en contra de la naturaleza de un Pokemon: el desobedecer a su innato entrenador. Pero en muchas oportunidades estos pueden hacerlo. Muchas veces saben que es lo correcto y que no. Quizas, esta sea una de esas ocasiones.

Dejando atras a Matt y Mike sobre la Dewgong, Sean y Dimitri iban a toda velocidad navegando las aguas de aquel oceano sobre Walrein.

Durantes unos metros aun se escuchaban los gritos de Mike, pero a la distancia se fueron apagando. Tras unos minutos, se comenzo a divisar una humareada que salia de entre el horizonte, y a medida que se acercaban, un enorme volcan se dejaba ver.

"Pues alli esta. Ese volcan jamas habia mostrado signos de estar despierto. Y ahora, de la nada, junto al resto de los extraños acontecimientos, esta demostrando una violenta actividad. Solo iremos a investigar. Si vas a ayudarme, puedo soltarte. Sino, te arrepentiras. Tu decides, Dimitri".

Dimitri que no podia hacer nada atado, sabia que tenia que ayudarlo.. Esta bien te ayudare.. Mientras espera hacer desatado..

La Dewgong de Matt escuchaba lo que Mike le decia, y tal vez lo comprendia, pero no era suficiente para que ella actuara en contra de su entrenador. No tenia motivos para hacerlo, al contrario, luego de haber visto como Matt era quemado por algo de Mike. Simplemente ladeo la cabeza despacio de lado a lado.

Matt aun estaba algo nervioso y la mano semi quemada le temblaba ligeramente. Miraba a Mike con cierto rencor y si no fueran por odenes de Sean seguramente se vengaria de alguna forma.

Parecia que a Mike no le quedaba otra opcion que aguardar a Sean. Si tuviese un Pokemon de Agua quizas podria ingeniarselas para salir de alli, pero con Charmande como unica compañia y en medio del oceano, no tenia muchas alternativas.

Sin embargo la ayuda estaba en camino. Tan solo debia esperar un poco mas y una vieja amiga llegaria para ayudarlo.

La negativa de la Dewgong me deja por los suelos, ahora si que no tenía ninguna opción, solo me quedaba esperar.

Me siento sobre el lomo de la Dewgong, apoyo mis codos sobre mis rodillas y agacho la cabeza sujetándola con mis manos, la reliquia colgaba de mi cuello pendiendo sobre el aire.

La tristeza me invadía, no podía evitarlo, la única cosa que quería era ir al volcán y no iba a ser capaz de conseguirlo, la suerte no estaba de mi lado.

Pienso en Charmander, en que podría hacer el para ayudarme a ir al volcán. Sabía que era mejor que Sean no supiera que lo tengo, pero aún así ya sabe que tengo afinidad por los pokemon de fuego. Las oportunidades que Charmander podía ofrecerme eran escasas y era mejor mantenerlo oculto.

Las lágrimas hacían por salir, pero lograba contenerlas. Ya no soy un niño, tengo que ser fuerte, no puedo llorar por cualquier problema. Pero cada vez que veía a Matt con su mano quemada y veía como me miraba con rencor y ganas de venganza, hacían que las lágrimas quisieran salir con más fuerza.

La espera iba a resultar eterna y tampoco tengo la esperanza de que la gente que viene vaya a hacer que mejore mi situación. No podía pensar en nada, cada cosa que pensaba me daba ganas de llorar. Al final una sola lágrima consigue brotar de mi ojo izquierdo y resbala por mi cara hasta que precipita cayendo sobre la reliquia que colgaba de mi cuello.

Al golpear la lágrima sobre la reliquia me doy cuenta de la poca importancia que le he dado. Según Sean es importante, será mejor ocultarla. La guardo por dentro de mi ropa, para que no sea fácilmente visible.

Ahí me quedo sentado, triste e impotente pensando en mil cosas que no me solucionaban nada en este momento y encima me hacían entristecer más.