Partida Rol por web

Jan da unos pasos hacia la derecha, alejandose de la salida, pero asegurandose de queda de espaldas a la pared. Aunque... siendo Pokemon Fantasmas que las pueden atravesar tal vez no ha sido la mejor idea. Como sea, esa no seria la intencion de estos Pokemon. O mejor dicho no eran esas sus ordenes.

El Misdreavus seguia riendo por lo bajo y flotando delante de Jan, mejor dicho en un radio reducido tapando la salida. Y desde las sombras, donde segundos antes la cazarecompensas habia estado surgio un Gengar que sin dudarlo comenzo a crear una Bola Sombra. El Gengar parecia ser el mismo que hacia un momento estaba todo lastimado, pero ahora totalmente recuperado, atacaba. A su vez al Misdreavus un humo color lila comenzo a rodearlo, parecia que tambien preparaba un ataque. Los dos Pokemon Fantasma sonreian y reian como si de una situacion muy divertida, al menos para ellos, se tratara.

Finalmente el Gengar dispara su Bola Sombra al suelo. Con una tremendar explosion que termina encapsulada en una burbuja de humo creada por Misdreavus, todo el suelo, salvo unos 20 centimentros bajo Jan, habia desaparecido, quedadon algun que otro pedazo que no faltaba mucho que se terminase de caer. Los Pokemon Fantasma sin poder contenerse estallaron en carcajadas, pero una tercera algo menos audible se escucho desde arriba.

Aterrorizada Jan levanto la vista y se dio cuenta que el joven rubio que antes habia encontrado inconciente, se reia por lo bajo. Estaba de cabeza abajo. Flotando.

-¡¡¡Cabrón!!!-grita la chica al joven sobre su cabeza, en un punto de ira que roza la desesperación-¡¿Por qué me jodes, si te he ayudado antes, puto desagradecido?! ¡Que tengo que llevar a Hike al Centro Pokémon, gilipollas!

Mientras echa una rápida ojeada a la habitación para ver si existe la posibilidad de saltar hacia la salida... o hacia alguna otra parte.

Restos de la explosion provocada por la Bola Sombra de Gengar junto con fragmentos de escombro danzaban dentro de la esfera de humo producida por el Misdreavus. La misma "esfera" seguia girando y explotando en su interior haciendo deliete de un espectaculo sin igual.

Sin embargo aquella masa de gas parecia a punto de explotar en cualquier momento. Y Jan no tenia demasiadas alternativas. Mas que saltar. Sin contar con el hecho de volver a caer unos cuantos pisos. El detalle de algunos sitios con algo de acido. Y claro, la idea de saltar, sobre o por abajo de una masa de gas a punto de explotar.

Los Pokemon Fantasma entonces se hicieron unas lucez rojizas que volaron hacia su entrenador. No habia duda que habia sido guardados en sus respectivas Pokebolas, pero lo raro es que las mismas no habian sido sacadas, ni siquiera presionado el interruptor correspondiente para activar el requerido sistema.

Ante el cabroneo de la cazarecompensas el joven sonrio mas. Y luego con burlon y cierto dejo de ironia agrego, muy sonriente: "Oh... es solo un atajo. Descuida. Y disfruta de las luces".

Entonces con un chasquido de dedos el inestable pedazo de suelo que aun sostenia a Jan se termino por quebrar dejando a la joven caer sobre dicha burbuja de humo, escombros y luces.

Cuando Jan desperto podia sentir la reseca hierba y el quebradizo y rocoso suelo debajo de ella. Abrio los ojos con cierta dificultad. El sol era muy fuerte. Encuanto ella pudiese abrirlos, se daria cuenta que estaba junto a la cazona. Especificamente junto al arbusto de bayas, donde habia visto por primera vez aquella niña.

 Jan se incorpora bruscamente, para quedarse sentada en el suelo. ¿Qué...? Mira a su alrededor: el arbusto de bayas, la casona... el sol... ¿Qué hora sería? Al menos mediodía... Todo parece en orden, y sin embargo aún se siente tan mal... ¿Todo ha sido un sueño? Menos mal... Obviamente, es lo más lógico, lo único lógico, porque las oscuras imágenes que inundan su cabeza no pueden ser más que una febril pesadilla. Pero... ¿cuándo me he quedado dormida?

Saca la pokéball de Hike. Tampoco recuerda haberlo devuelto a ella, aunque no le extrañaría que él mismo se hubiese metido dentro si ella se había quedado dormida al sol. Cuando se quedaba fuera de la pokéball bajo un sol como aquel solía ponerse verdaderamente caliente... es lo que tiene estar hecho de metal. Le da vueltas entre las manos a la lisa bola roja y blanca. En su sueño, Hike se encontraba verdaderamente mal. Debería sentirse aliviada de saber que no era real (¿No? ¿Lo sé?), pero realmente sentía el corazón en la garganta. Sólo quería verlo y comprobar que estaba bien.

Jan saca a Hike de su pokéball.

Con un estallido de luz blanca, Skarmory sale de su Pokebola. Esta duro como una estatua con los ojos cerrados, como si hubiese dormido una larga siesta. Su apariencia es la misma de siempre. Poderosa, intimidante, pero algo en el es frio y aterrador, lo cual, a pesar de lo que sus ojos ven, no tranquilizan a Jan.

Hike abre, con cierta dificultad los ojos. Y luego mueve una pata hacia adelante. Lentamente. A su vez, acompañando el movimiento, estira un ala hacia atras. Entonces un graznido agonizante y lleno de dolor rompe el silencio del lugar, y el Pokemon Metalico/Volador se cae rendido al suelo, no con lagrimas en los ojos, pero si llenos de agua como conteniendo que alguna de ellas se escapara.

 La chica se queda petrificada durante un segundo, mientras el pokémon metálico cae con un estruendo a sus pies. Nota cómo un sudor que no tiene nada que ver con el ardiente sol le corre por la espalda. No era una pesadilla, es real, toda esa mierda es real...

-Hike, yo...-dice, mientras se abalanza sobre él, totalmente confusa. -Yo...-balbucea, sin saber realmente cómo continuar la frase. Imágenes del chico rubio vuelven a su mente, así como del gengar y del misdreavus... esa sonrisa burlona cabeza abajo... Jan aún no sabe si en realidad la ha ayudado o la ha jodido más. No entiende qué ha pasado, y su cerebro es ahora mismo un caos que no podría explicar, ni siquiera ante sí misma. Sin emgargo, sabe una cosa: Hike necesita un Centro Pokémon ya.

Rápidamente mete a su querido compañero en su pokéball y sale echando hostias hacia el pueblo o Centro Pokémon más cercano.

Jan preocupada, angustiada y horrorizada, por solo mencionar algunas sensacion, regresa a Hike a su Pokebola, y hecha a correr hacia el pueblo, hacia el Centro Pokemon. Aun no se habia alejado demasiado de la casona cuando percibio que dos camiones, como de mudanza, paraban a unos metros de alli. Jan no le presto mucha atencion, primera estaba Hike. Pero sin lugar a dudas no seria la ultima vez que se veria envuelta en peligrosas situaciones con esa casa abandonada, y la gente que pronto la tomaria.

La cazarecompensas llega agitada al centro pokemon del pueblo. La enfermera Joy la saluda cordialmente, para dejar enseguida todo tipo de formalidad al captar rapidamente la situacion. Sabia reconocer a un entrenador en apuros. "Rapido, ¿que ocurre con tus Pokemon?"

 Jan le entrega la pokéball de Hike a la enfermera Joy casi tirándose por encima del mostrador. Ante su pregunta se queda mirándola con cara de desesperación durante unos segundos. Parece a punto de echarse a llorar, si no fuera porque Jan no llora.

-Pues... ni siquiera puedo explicarlo...-hace una pausa en la que trata de pensar una respuesta breve y coherente, pero es incapaz de encontrar una que cumpla siquiera uno de los dos requisitos.-Hike se cayó a través de varios pisos y... había ácido... y luego los fantasmas... No lo sé, ¡¿se va a morir?! Por favor, tiene que curarlo... le di una poción, pero no sirvió de mucho...

La Enfermera saco al Skarmory de la Pokebola, lo puso en una camilla y mientras dos Chanseys lo llevaban adentro, ella se encargaba de llenar un formulario. Mas para si que para Jan, repetia: "Cayo de varios pisos... acido... Pokemon Fantasma... pocion... Bueno, supongo que no habra sido en ese orden... Entonces, ¿peleaste con Pokemon Fantasma? ¿Alguno uso ataques de Fuego o uso algun tipo de Maldicion con Skarmory? Todo lo que puedas decirme sera util para su recuperacion. Pero dejame decirte que es mas grave de lo que parece. Tu Skarmory luce bien desde afuera, pero sus huesos estan completamente derretidos por dentro... al menos en la zona del pecho, las alas y el pico. Sin lugar a dudas es obra de un Pokemon Fantasma. Descuida. Tardara en recuperarse, pero lo hara. La Pocion que le diste le ha salvado la vida. Ahora quedate aqui, mientras procedemos la cirujia".

La Enferma le dio un papel a Jan, el cual debia firmar. Era una autorizacion para poder aplicar ciertos riesgosos progresos en la recuperacion de Hike. La Enfermera la miraba con aprension. En momentos asi, siempre olvidaba explicar las cosas a los civiles.

 Jan firma los papeles que le da la enfermera Joy sin molestarse en leerlos. Si ella piensa que será bueno para Hike, ciertamente Jan no tiene el conocimiento en Medicina para decir lo contrario. Y, en cualquier caso, leer requiere una paciencia que Jan no tiene.

-No, no ha peleado. O sí... quiero decir... Ha sido un accidente, se cayó en la casona abandonada, y luego no podía encontrarlo... -la cazarrecompensas sigue farfullando todo lo que se le pasa por la cabeza, sin parar, mientras la enfermera Joy le habla. Al fin y al cabo, le ha pedido que le cuente todo ¿no?-Todo estaba lleno de fantasmas. Y un muk, en la habitación del ácido, aunque no me atacó... Supongo que sí ha luchado, claro, pero, ¡¿cómo han podido hacerle esto a Hike?! ¡Ah! Y esos cabrones de Morti y Sabrina estaban allí-recuerda de repente, recuperando parte de su cabreo. Luego se para un momento, confusa, y se da cuenta de que aún tiene el papel en la mano, un poco arrugado. Se lo tiende a la enfermera.

-¿Qué es lo que le van a hacer? ¿Lo van a operar ya? ¡No pienso quedarme aquí esperando mientras mi amigo sufre, quiero pasar! ¡¡Hike, compañero, estoy contigo, socio, aguanta!!-grita hacia donde los chanseys se han llevado a Hike.

Cuando la camilla que llevaban los Chanseys con Hike arriba paso por el umbral que llevaba a la parte privada del Centro Pokemon, Jan fue corriendo hasta alli, pero la enfermera Joy la detuvo interponiendose entre ella y la puerta.

"Lo siento, pero es zona restringida. Cuando tu Skarmory salga de peligro podras verlo. Antes que haga nada dejame ver si comprendi bien. ¿Un Muk lo ataco con algun tipo de acido? Bien... eso no me preocuparia tanto... su condicion metalica lo hace mas resistente a los ataques venenosos. Pero los Fantasmas que mencionas... Ellos pueden hacer cosas que muchas veces escapan de la comprension de la medicina Pokemon. Vere que puedo hacer. Si recuerdas algo mas por favor avisame". La Enfermera ya se estaba retirando pero luego recordo a las personas mencionadas en lo contado por la cazarecompensas y agrego: "Por cierto... Sabrina... Morty... ¿sabes quienes son? Son lideres de Gimnasio... No me extrañaria que Morty estuviese cerca, buscando nuevos Fanstamas, son su especialidad. Pero Sabrina... ella es Lider de Gimnasio en la region de Kanto, no creo que haya estado por aqui. Descuida, probablemente algun Fantasma uso algun tipo de Confusion contigo. ¿Acaso viste cambios en la realidad? ¿Cosas que aparezcan y desparezcan? Esos son sintomas de influencia fastamasgorica. Ahora come algo y relajate, deja al Skarmory en mis manos. No te prometo una rapida recuperacion, pero con el tiempo tu Pokemon estara bien. Eso te lo prometo".

La Enfermera le dedico una sonrisa de compromiso y entro por donde habian pasado los Chanseys, para luego cerrar la puerta. Un cartel con una jeringa arriba de la misma se ilumino de rojo, indicando que dentro se esta llevando a cabo una situacion de sumo riesgo. Pero ahora no habia nada mas por hacer mas que aguardar.

La niña... la casona... aquel extraño momento en la escalera... la neblina parlante... el niño que lo abrazo... el Muk... Sabrina... Morty... los Fanstasmas... Todo se revolvia en mente de Jan. ¿Seria posible que todo haya sido una pesadilla provocado por algun fantasma? Solo el tiempo lo diria.

En cuanto la puerta se cierra dejando a la enfermera, a los chanseys y a su amigo dentro, la cazarrecompensas se sienta en una de las sillas de la sala de espera de delante, los codos en las rodillas y la barbilla sobre los dedos entrelazados. Fantasmas. Pesadillas. ¿Todo se reduce a eso? Pero el estado de Hike es real. Ha hecho lo que ha podido, lo humanamente posible, pero lo único que puede hacer por él ahora es sentarse y esperar. La chica se levanta inmediatamente y se pone a dar vueltas con las manos en los bolsillos por la sala de espera como un persian encerrado en una jaula demasiado pequeña. Un persian con botas militares.

Si lo que le ha pasado a Hiike es real ¿qué más lo es? ¿Los niños? Quizá no. Pero, ¿y las fichas? Probablemente sí. Olfato de cazarrecompensas. Cruza los brazos. ¿Y los líderes de gimnasio? Demasiado sofisticado para ser una ilusión. No descarta al Team Rocket, pero hay otros grupos. Si sólo pudiera... ¿qué? ¿Volver? Ni muerta, y menos sin Hike. No tiene miedo de usar sus puños, pero ¿qué puede hacer ella sola que Hike no haya podido? Ella ni siquiera tiene una coraza metálica. Mierda. Al llegar a una pared, le da un puntapié. Sólo recordar el estado en el que está hace que se le hiele la sangre. Nunca había pensado que algo así le pudiera pasar a su querido pollo metálico. A la décima o undécima vuelta a la sala, se da la vuelta muy decidida y se dirige al primer mostrador donde haya alguien.

-¡Eh, eh! -golpea el mostrador para enfatizar su llamada de atención- ¿Qué coño le están haciendo a mi amigo? ¿Cuándo lo van a sacar? ¡Hay un skarmory ahí dentro hecho una mierda y ni siquiera me han dicho qué le van a hacer! ¿Por qué no puedo pasar? -sigue gritando en general, a quien haya para escucharla- ¡¿Por qué coño está todo el mundo tan calmado?! ¡¡Hay una puta casa encantada ahí afuera, es peligroso, no es como unas simples ruinas!! ¡Hay que hacer algo, coño, un equipo de acción ciudadano o algo!- Ni se le pasa por la cabeza que existe un cuerpo de policía. Nunca le ha parecido que pueda salir nada bueno de ellos. Y el sentimiento es mutuo.