Partida Rol por web

 Cuando empiezan a alejarse, la criatura levanta el vuelo y los sigue con férrea determinación.

Las criaturas veneno voladoras se van alejando a toda prisa, temiendo no llegar a cumplir con su cometido a tiempo. Despues de todo, si Michelle fuese conciente de su poder, estarian en desventaja. Jan conociendo a la pequeña, puede llegar a intuir el porque de su captura. Despues de todo, en el futuro sera de una las principales figuras de la Fortaleza Violeta. Al igual que la cazarecompensas.

Jan/Hike remonta vuelo abandonando la Fortaleza de Metal para seguir a la bandada de Zubats y Golbats liderados por Crobat. Apenas se habia movido unos metros, cuando se percato que los Pokemon apresores volaban hacia los cielos, para que luego de a grupos desapareciesen entre las nubes. Posiblemente otra especia de portal, como el que atraveso previamente la mente de Jan para llegar a aquel sitio.

A ojo de carnicero, en pocos minutos aproximadamente la mitad del grupo ya habia pasado por el portal. Pero aquellos que llevaban a la niña no lo hacian. Se quedaban suspendidos en el aire, con la pequeña forcejeando. El Crobat tambien estaba alli, y parecia muy nervioso por algo, aunque Jan/Skarmory no llegaba a escuchar lo que decia, se lo notaba muy enojado y al borde de la frustracion.

 Venga, ésta es la mía... Demasiado tiempo sin pasar a la acción. Aprovechando que la mitad de la bandada se ha ido, el impulso natural de Jan finalmente se impone y la criatura se dirige a donde se encuentra el grupo que retiene a la pequeña Michelle, volando con fuerza desde la dirección que menos lo esperen, dispuesta a agarrar a la pequeña y salir de allí volando en el mismo movimiento antes de que les dé tiempo a darse cuenta de qué es lo que les ha robado su presa.

El tiempo apremiaba. Por algun motivo los secuestradores no conseguian hacerse con su presa tan facilmente, algo los detenia. Jan/Hike se acerco pausadamente hacia ellos, volando por lo bajo, entre la Ciudad Metalica, sin ser vista. Cuando llego a un punto perpendicular con Michelle en las alturas, ya no habia vuelta atras. Era ese momento o nunca. Haciendo uso de sus seis alas metalicas e impulsada por sus poderosas patas de hierro, la criatura emprendio un poderoso vuelo vertical a toda velocidad. Un grupo de Golbats terminaba de pasar por el umbral, lo que reducia al numeroso grupo de Pokemon en apenas unos cuatro Golbat, siete Zubats y su jefe, Crobat.

Entonces una rafaja de viento cruzo los aires. Jan no lo sabia con certeza, pero estaba a escasos centimetros de los Pokemon Venenosos y ninguno la habia notado. Claro que son criaturas ciegas, pero en estos momentos hasta un Slowpoke se hubiese dado cuenta de la presencia de aquellas criatura volando a tal velocidad. Sim importar que ocurria, la nueva apariencia de la cazarecompensas estiro sus manos/patas delanteras y tomo por la cintura a la pequeña Michelle que colgaba en el aire, siendo sostenida por dos Zubats.

La suerte brillaba para Jan como si una perla de alto valor en el mercado negro apareciera debajo de su almohada. Sin poder entender lo que ocurria, la pobre niña seguia chillando. Para ella otra criatura, aun menos reconocible seguia apresandola. Mientras tanto los Zubats salieron volando hacia abajo unos metros, hasta darse cuenta que no habian soltado a la niña por accidente como creian, sino que se las habian arrebatado.

Ahora los Pokemon secuestradores podian ver aquella criatura metalica. Y Crobat no perderia ni un segundo: "¿¡Pero que carajos?! ¿¡De donde salio... esa cosa?! ¿¡Que esperan?! ¡A por la niña!"

El pequeño grupo que aun quedaba en aquel Mundo Metalico, apenas entendia lo que ocurria, pero enseguida fueron tras la Jan/Hike y Michelle.

En medio del sobrevuelo, la niña no paraba de gritar y sollozar, piediendo ser liberada. Hacia tanto escandalo que en verdad costaba sostenerla y volar gracilmente.

 La criatura vuela como alma que lleva el diablo, lo más rápido que le permiten sus alas*, en dirección al lugar por el que entró, buscando volver a la Fortaleza Violeta. De alguna forma.

-¡¡¡Estate quieta, coño!!! ¡¡Joder, que te estoy ayudando!! Además, si te sueltas te harás tortilla, tonta-pollas.-la voz de la criatura, chirriante, impaciente y exasperada no suena precisamente reconfortante, pero a sus palabras no le falta razón. Luego añade, mientras forcejea con la niña para agarrarla bien:-Y si nos cogen esos chupasangre... bueno, yo al menos tengo plumas metálicas, pero contigo no van a ser muy amables, parece. ¿No?

Michelle seguia forcejeando en el intento de zafarse de la criatura, sin percatarse que cae desde aquella altura no seria la mejor idea. De todos modos tantos años de vuelo le habian dado una experiencia aerea unica, tanto a Jan como obviamente a Hike. De todos modos aquel nuevo cuerpo y en aquellas circunstancias resultaban complicadas de manejar. En mas de un momento, podia sentir como la niña se le resbalaba de sus garras. Su peso, si bien no era mucho, entre el movimiento y la velocidad con la que a Jan le hubiese gustado escapar de los Golbats y Zubats, hacia que tuviese que elegir entre la seguridad del vuelo o la velocidad del escape.

Cuando sus seguidores estaban a escasos metros de ellas, una rafaga de viento soplo desde atras suyo, suave pero poderoso, y le dio el impulso necesario que necesatiba para recuperar la distancia que habia perdido en la carrera.

Apenas si pudo verlo bien Jan/Skarmory, pero de algo estaba segura: se parecia a aquel pajarrillo, Taillow, pero mucho mas grande, y poderoso. El pokemon Volador agitaba sus alas y le daba un soporte aereo al nuevo cuerpo de Jan. Una vez realizado esto, se dio vuelta y volvio a agitar sus alas para crear un Torbellino que echara hacia atras a los Pokemon Venenosos.

Con la nueva velocidad que Jan adquiria, tambien tuvo que esforzarse para no ser arrastrada hacia adelante. La niña se habia callado un momento sorprendida por el fuerte viento que las movia a las dos, pero cuando este ceso comenzo a lloriquear entre gritos y patadas una vez mas. Entre tanto jadeo, Jan pudo apreciar un collar en forma de reloj cu-cu asomarse por el cuello de la pequeña. El mismo comenzo a tener un brillo verdoso muy claro.

 -¡Gracias, colega! ¡Nos has salvado el culo!-grita a sus espaldas mientras vuela con fuerza, tratando de aprovechar al máximo la ayuda brindada por el taillow. Lo que aún es difícil por el forcejeo de la pequeña-¡Michelle, me cago en la hostia, te vas a caer, pollas!-exclama, mientras la sujeta más fuerte, aún a costa de hacerle un poco de daño con sus garras metálicas. Al mirar para abajo para comprobar si está bien sujeta, se da cuenta del colgante que lleva.-Eso... eso es lo que utilizas para arreglar la Fortaleza Violeta...¿no? Michelle, tenemos que volver allí, normalmente es un lugar seguro, pero cuando me fui se estaba rompiendo. Si no, el mudo entero se irá a la mierda, creo. Todo el mundo. El bicho verde... él puede ayudarnos, ¿verdad? ¡Por favor, no soy tu enemigo, Michelle, ayúdame a ayudarte, coño!-La última palabra de la frase suena más aguda, dejando traslucir un punto de desesperación. Pese a su aspecto extraño, si algo queda claro en la criatura que sujeta a Michelle es que está nerviosa y preocupada, y que tiene miedo de que lo que ha dicho se haga, efectivamente, realidad.

A unos pocos metros de llegar a la Fortaleza Metalica, la criatura liderada por la mente de Jan divisa en el cielo un portal lila, probablemente por donde ella entro, aunque es algo dificil de asegurar. Mientras tanto la pequeña Michelle seguia forcejeando y gritando, lo que le da a entender a Jan que tal vez este sufriendo algun tipo de shock emocional o en verdad ver a Jan como una monstruosidad a la cual tal vez ni siquiera entiende al hablar. Despues de todo, ella ahora podia comprender las palabras de los otros Pokemons, no seria de extrañar que sus cuerdas vocales hayan sufrido una transformacion tambien.

En las alturas, el Swellow creaba varios remolinos y se los lanza a los Zubats y Golbats para mantenerlos en raya. Pero entonces, ya cansado de la situacion, Crobat entra en accion, y comienza a pelear con el Taillow. Los trucos que este venia usando no se comparan con la velocidad del jefe de la manada por lo que tuvo que cambiar su tactica a una ofensiva cuerpo a cuerpo, dejando de lado a los otros Pokemon, que reanudaron la persecucion.

 Luego dicen que el diálogo es siempre la mejor opción... Sujetando fuertemente a Michelle, la criatura híbrida se impulsa decididamente para atravesar el portal morado lo más rápido que puede, sin mirar atrás.

Sin dudarlo Jan se dirije a toda velocidad al portal. Pero la bandada de Zubats y Golbats la interceptan por delante. Ahora que Swellow peleaba mano a mano con el Crobat, no habia nadie que pudiera detenerlos. O al menos eso pensaron ellos. Cuando Jan/Hike tuvo que disminuir la velocidad para no chocar con dichos opresores, los cuales muchos ya preparaban ataques como Colmillo Venenoso o Ataques de Ala.

La criatura estaba a unos 12 metros de distancia del portal, y podia ver el color violaceo detras de los Pokemon Veneno/Voladores. Pero no solo era el portal lo que les resaltaba aquella gama de colores.

Una estrella de varios picos, color morado aparecio y usando sus cualidades Psiquicas formo una barrera alrededor de Jan/Hike y Michelle.

"Adelante. Pasa cuanto antes, no podran acercarte a ti mientras el escudo dure, pero no podre mantenerlo demasiado tiempo. Lamento llegar tan tarde, pero estoy feliz de conocerte. Vamos, ¡anda!"

Jan sabia que si queria atravesar el portal, esta era su unica oportunidad.

 La criatura humana y metálica dedica una amplia sonrisa agradecida al starmie, aunque no tiene ni idea de si su rostro actual puede realmente esbozarla (Justo cuando parecía que todo se iba a la mierda...) y reanudando la marcha y sin perder un segundo se zambulle en el portal morado como un pez que vuelve con avidez al agua de la que nunca debió salir. Sus últimos pensamientos antes de tocar el portal son para el misterioso starmie: ¿de dónde ha salido? "Estoy feliz de conocerte" ¿Por qué? Pero no hay tiempo, no hay tiempo de volver atrás, no hay tiempo para las preguntas, la curiosidad tendrá que esperar, una vez más, y quizá para siempre. La chica ya se va acostumbrando a ello.