¿Al tener que usar dos cartas son acciones simultaneas o juego una, renuevo y jeugo otra?
Bien, rezaré por no morir... Espero que esos tipos solo tengan una punteria media. Juego 5 y 9 de corazones. Y ruego por un trebol para la siguiente ronda XD
(Moucho) Jugadas 2 a la vez, renovada 1. Puedes jugar cartas otra vez.
Que los dioses te guarden, Moucho XD. Juego 9 de tréboles.
(Moucho) Te he respuesto ya la carta, pero de todos modos hasta que venga la jefa el finde no creo que se pueda conectar para seguir.
Moreau fue lo bastante agil para apartarse de la trayectoria de uno de los disparos, pero otro de ellos tuvo mejor suerte o mejor puntería, y el periodista sintió el impacto de la bala. La emoción o la urgencia de la situación en la que estaban hicieron que apenas sintieran dolor, y al principio creyó que se trataba de nada más que un rasguño. Pero el tacto pegajoso de la sangre que empezaba a empapar su camisa contaba otra cosa. No podría resistir mucho más.
Los disparos han sido un Fallo y un Éxito Total, con lo que Jacob recibe 0+5 Heridas
Y puesto que las heridas iniciales de Moreau eran 5 ( las que había recibido en el tren ya se habían curado), una sola Herida más y quedará inconsciente, indefenso y a merced de sus malvados enemigos. Buajajajajaja
Y volveis a ir tú, Knight y Amara. Puedes ir diciendo lo que haces tú.
La herida recibida aun me palpita en los días fríos, pero en aquel momento no le di la importancia requerida. Intuía que mi resistencia era más causa de la emoción que de verdadera capacidad, y que no resistiría mucho sin el certero cuidado médico. Me volví a dirigir a Julius.
- Julius, me temo que no aguantaré otra herida semejante, y no me veo con la suerte de esquivar todos los disparos. Quizás haya sido una estupidez el enfrentamiento directo... Tal vez aun estemos a tiempo de negociar...- Alcé el tono, en pos de dirigirme a Amara, pero sin perder de vista a los matones.- ¡Señorita Amara! Me temo que este enfrentamiento no es si no perjudicial para ambos bandos. ¿Qué le parece si manda a buscar a nuestro colega Jalabar y al amigo de la señorita Miranda y les dejamos solos? Como agradecimiento, podríamos devolverles estas bonitas gemas que hemos tenido a bien recoger de su laboratorio. Sería una pena que se perdieran en el fondo de la laguna, ¿no?
Amara hizo una señal, y el avance de sus subordinados se interrumpió. Tras unos momentos de silencio que parecieron eternos, sonó la respuesta de Amara, en una voz suave como la seda, aunque problablemente con más filo oculto que las que suelen tener las cosas de ese material.
-Señor Moreau, hay cosas con las que es poco saludable jugar. Claro que si usted tiene una oferta, yo puedo hacerle otra. Que le parece si usted nos entrega las piedras y se rinde. A cambio, les prometo que se les dará todo tipo de consideraciones. También les prometo que si lo hacen no traeré aquí a su amigo Jalabar para ejecutarlo delante de sus ojos.
- No sé porque, sospecho que esas consideraciones no incluyen un pasaje para cuatro de vuelta a la campiña francesa. Y honestamente, me da ciertamente igual una jaula de oro que un infecto agujero. Así pues, ¿qué me dice? ¿Hacemos un trato?- Era ciertamente inconsciente por mi parte, y dependía mucho del valor de las joyas y del posible honor de Amara, sobre el cual dudaba. Pero debía arriesgarme para ganar, o al menos para evitar más pérdidas. Con las piedras en mi mano entreabierta, lo suficiente para que su ligero fulgor fuera visible, y con los brazos en alto en señal de rendición, me levanté en la barca, quedando sin cobertura.
¿Debo jugar coraje para exponerme o mi valentía natural me permite hacerlo?
-Bueno, tengo dos problemas con ese trato. El primero es que el "amigo de la señorita Amara" no está aquí. Tendrían que buscarlo en Schwerin. Se ha montado una pequeña reunioncilla y es uno de los invitados. ¿No lo sabían? ¿Y yo que creía que también les habían mandado invitaciones a ustedes. Supongo que se perderían por el camino.-Amara se permitió una sonrisa, a medio camino de la burla y la satisfacción-Y en cuanto a su amigo Jalabar, déjeme que le explique la situación. Puede que antes fuera peligroso intentar algún atentado contra él, teniendo en cuenta sus influencias. Pero ahora puede ser retenido como prisionero bajo el cargo de espionaje. Ni su padre podrá objetar. Aunque estoy segura de que tendrá gran interés en negociar con nosotros. Por el bien de su hijo. Y no olvidemos que, por lo que dicen, es un hombre de gran talento. Algo que tampoco es desdeñable. Como ve es demasiado valioso. Pero no ganamos nada por retenerlo a usted, o a su amigo. Reconozco que preferiría que esto fuese un éxito completo, y que me tienta la idea de una revancha por lo ocurrido en el tren, pero supongo que es mejor no correr riesgos. Así que este es el trato. Dejen las piedras y son libres de marcharse por esta vez. Podrán ir a lamerse sus heridas en paz. Quizás incluso volver a intentarlo, si son tan estúpidos como para hacerlo.
Mmm... ¿De cuanto tiempo disponiamos hasta el baile?
Mmm... ¿De cuanto tiempo disponiamos hasta el baile?
No te preocupes por eso, porque pondré el epílogo en cuanto salgas de ahí o te capturen XD
De todas formas, recuerda que ya están otros ocupándose del asunto por aquel lado.
Contemple durante unos segundos a la espía, la mujer que tenía mi vida en sus manos. En mi cabeza se calibraron miles de suicidas planes de rescate, cada cual mas inconsciente que el anterior. Pero lo cierto era que si habíamos conseguido entrar una vez había sido por suerte y negligencia. No podía esperar otra oportunidad. Por lo que si quería lograr el éxito en la guerra, tal vez debiera perder una batalla. Al fin y al cabo, con el enemigo a buen recaudo, era lógico que los guardias se confiaran. Era más realizable la heroicidad de salir que la de volver a entrar. Bajé la cabeza.
- Señorita Amara, creo que se relaciona usted demasiado con chusma de bajo nivel si cree que un caballero podría abandonar a un amigo en tamaña situación. Le otorgaré su victoria, y podrá tomarse revancha cuanto quiera. Pero sin embargo.- Cerré la mano sobre las piedras.- Estas baratijas no tienen valor alguno si no pueden comprar la libertad de un compañero.- Y con estas palabras, me di la vuelta y hice un movimiento de lanzamiento en dirección al lago.
Por supuesto, no tiré las piedras. Eso habría sido una inconsciencia por mi parte. Mi intentona fue lograr un truco de magia, pero en su forma más simple, prestidigitación. Lo había aprendido, estudiando una crónica sobre Robert-Houdin, el llamado Mago del Pueblo. Pretendía ser capaz de maravillar al mundo sin una gota de poder arcano. Sus espectáculos habían congraciado a los ciudadanos, desconfiados de las artes místicas, si bien no les había parecido tan bien a los verdaderos hechiceros. Por ello, sus artes habían quedado tildadas como indignas de las altas esferas, y en las cortes se le consideraba un bufón.
Sin embargo, a mi me había atraído su planteamiento. No hace falta un poder arcano para hacer magia. Basta con que el público se lo crea. Centra su atención en la derecha y no se fijaran en lo que pasa a la izquierda. Al darme la vuelta, mi mano derecha, oculta por mi propio cuerpo, dejó escapar las piedras hacia la izquierda, recibiendo por ese lado mi encendedor, que fue a acabar al fondo de la negra laguna. Y mientras acababa con toda opción de disfrutar de un buen cigarro, las piedras se deslizaron por detrás del dobladillo de mis pantalones, donde esperaba que el pudor les impidiese realizar un chequeo a fondo. Era un plan absurdo, indecoroso, y por encima de todo, impropio de un caballero. Pero ya se dice, que donde fueres…
En fin, veamos que aquí me he tomado un par de licencias de distinta importancia. En primer lugar, he dado por supuesto que Jacob fuma. Es, al fin y al cabo, una buena costumbre entre caballeros. Eso incluiría un encendedor entre sus útiles básicos (Según me he informado, inventados 50 años antes de los sucesos de esta crónica. :P). Si no tengo encendedor, me tendré que buscar la vida. ¿Reloj de bolsillo, tal vez? (Si no es el del hilo y la aguja claro, que por eso lo pregunto en el Salón XD.)
La segunda licencia, de mayor importancia, es la de la vida del buen Rober-Houdin. Existió, y en fechas del Castillo de Falkenstein. Pero claro, no sé como hubiese influido la magia de verdad en la vida de un ilusionista. Tal vez hasta salga en el manual como hechicero. Yo he preferido darle una visión más romántica: Se dedicó a la magia de mentira en un mundo de magia de verdad XD. No negarás que tiene mérito ^^. Si no es aceptable, se puede cambiar su nombre pro un "inserte nombre de ilusionista desconocido aquí" XD.
En cuanto al desarrollo táctico de mi acción... Bueno, es un truco de manos... Requiere decoro y disimulo. Yo diría que es interpretación, no me pega en ninguna otra. Si es así, juego un par de cartas, 10 y Reina de Corazones XD.
-¡Nooo!-La acción de Moreau fue lo suficientemente inesperada para hacer perder a Amara la calma, que dio unos pasos hacia delante, como tratando de impedirlo, a pesar de que a la distancia en la que estaba era completamente inútil intentarlo. Jacob podía alegrarse de haber logrado su objetivo, había logrado engañarlos completamente. Aunque al ver la rabia reflejada en el rostro de la joven, por un momento dudó de si realmente había sido tan buena idea. ¿Iba Amara a vengarse de él por su fracaso?-Se lo prometo, Moreau. Se arrepentirá de esto-Bien, eso lo aclaraba. La respuesta era que sí.
Era inutil luchar, incluso Knight se dio cuenta de eso y rindió sus armas sin más que un encogimiento resignado de hombros y una sonrisa que parecía decir "a veces se gana, a veces se pierde"
Al menos, Jacob tuvo el consuelo de ser conducido a una celda medianamente confortable, desde la que pudo ver a Jalabar confortablemente dormido en el camastro de la suya, aparentemente en buen estado de salud.
Amara juega su Percepción+5 de Diamamantes
Bien razonado e investigado, así que voy a estar de acuerdo contigo :)
Y éxito completo para Moreau.
Supongo que os rendís entonces.
Si no quieres hacer nada más: unos últimos pensamientos o algo así para cerrar la escena, terminamos con tu parte.
Marsh no está, y me advirtió que no volvería a entrar en Umbría hasta la segunda parte, así que no intentes tener una conversación con Jalabar.
Cuando vuelva Nobolome y terminemos con las cosas por su lado, pongo el epílogo y pauso la partida.
Datos, datos, necesito mas datos. ¿Me han cacheado? ¿Me han quitado algo? ¿He visto donde han metido a Julius? ¿Quienes me han llevado a las celdas? Si tengo la oportunidad de escapar antes de que me metan dentro, de eso que me libro XD.
¿Me han cacheado?
Sí
¿Me han quitado algo?
Todas las armas, evidentemente. Lo mismo que a Julius. Y documentos que llevabas encima. Ropa, pañuelos, etc aún los llevas.
¿He visto donde han metido a Julius?
Sí, está un par de celdas más atrás.
¿Quienes me han llevado a las celdas?
Uno de los matones del tren y el guarda que los acompañó (los que no estaban heridos). Una vez allí os han dejado al cuidado de dos carceleros que no parecen de muy buen humor, vaya usted a saber por qué. Hay dos filas de celdas, con puertas a cada lado del pasillo. No puedes verlo todo, pero por lo que te pareció al pasar, los que están dentro son los contrabandistas desaparecidos. También hay una celda de aislamiento al fondo, pero no puedes ver si hay alguien dentro.
¿Hasta el brazalete? Cachis XD. No he tenido oportunidad de dejarles K.O. antes de que me metieran dentro. Pues nada, ya retomaré en la parte 2 con mi espectacular huida digna del Prisionero de Zenda :P.