Partida Rol por web

El hombre se parecía encorbándose por el agobio de la situación. Vaya mierda de situación. No volvería a trabajar con aficionados nunca más. Durante unos momentos estudió la situación, su viejo conocido Varek, y sus acompañantes y Rittoro, feo. Que le dieran por culo a Enzo.

-Vale. Antes de nada, Sutilidad, no era nada personal. Solo negocios. Pero para que veáis mi buena voluntad, os daré la información de quien quería que os apartara del asunto. Y así quedará todo arreglado. ¿Vale?

La escena era muy extraña... ¿cómo reaccionarían los compañeros? ¿Estaban finalmente sobre el camino para llegar a Lucius?

Que va que va que va! Que yo escucho conaudo alguien lee a Kierkegaard! Cómo voy a tener algo contra ti! Faltaria más! Total, por que hayas intentado meterme medio metro de acero en las tripas usando intermediarios! Solo negocios, ya se sabe. Tu tranquilo Farb que tu supervivencia no peligra. 

En esos momentos con un chasquido doloroso, el borde de la mesa que agarraba Varek cede por la presión que la mano del hombretón ejercía sobre él. Con el trozo de tablón en la mano, con el que empieza a raspar desagradablemente la superficie de la mesa creando un surco en la misma, sigue hablando. 

Eso si, igual la próxima vez no soy tan comprensivo. Y desde luego supongo que como es normal nos darás algun incentivo para que tus secuaces no sugran algun accidente en los proximos dias. Todo desde el respeto y el no tener nada los unos contra los otros, por supuesto. Pero eso ya lo sabes tu. Sólo negocios entre buenos conocidos. Nos debes una Farb. 

 Estaba esperando que estos tíos pudieran acabar con un puñado de forasteros o eso había declarado Enzo solamente que no comento que aquellas personas poseían unas cualidades muy buenas en el combate. Luego de que Farb terminaba de hablar y el grandote dijiera lo suyo dí un paso adelante mirando a estos nuevos extraños.

 Gran señor creo que solo mira los detalles pequeños de nuestro encuentro por error, que tal si les propongo una ronda para reparar esto y nos concentramos en el verdadero objetivo que creo que valdrá mucho mas oro que estos... Como decirlo personas no capaces.

 Me doy vuelta para ver a Rittoro y luego vuelvo a los extraños. Mi nombre es X y me encantaría poder ayudarlos a encontrar a la persona tonta que engaño a mi maestro. Señalo a Farb, extiendo mi mano en forma de saludo tradicional y una manera de declararnos aliados por ahora. ¿Qué dicen?, ¿Vamos por el hombre?

Filippo no se encontraba cómodo en aquella habitación. Eran demasiados, el lugar era estrecho y sólo contaban con una vía de escape. Si el tal Farb quería emboscarlos, sólo necesitaba ubicar algunos otros mercenarios más en la puerta de entrada y ellos quedarían en medio, atrapados desde todos los frentes.

Desconfiando al máximo de quién había intentado hacerlos apartar de su búsqueda, el ladrón se plantó junto a la puerta, dejándola entreabierta. Otra vez no los encontrarían con la guardia baja. Luego siguió sin demasiado interés las negociaciones del pielescarcha con su conocido. Antes o después, el norteño lo haría hablar, así que sólo quedaba armarse de paciencia.

La chica norteña se sentía incómoda ante esa situación. Parecía que ese tal Farb estaba detrás, pero no era ni mucho menos el que andaba detrás de ese feo asunto. No había sido buena idea haber ido al refugio, nunca es buena idea ir a la casa de tu enemigo y más cuando éste está protegido. Ella no era buena con las palabras simplemente vigilaría su espalda y la de sus compañeros. Se acercó a Fillippo que se encontraba cerca de la salida y se procuró un buen lugar para no ser sorprendida por detrás. Sus ojos y oídos estaban atentos y su mirada acechaba cualquier indicio de peligro para reaccionar con bravura, tal como ella sólo sabía.

Parecía que más o menos la cosa parecía cambiar de matiz, el ofrecimiento de Farb y su hombre, Equis, era lo que querían los compañeros.

Acordaron que Equis les llevaría con el enlace... pero que por temas e organizacón ese no era un buen momento. Ya que el contratador, un tal Enzo, era difícil de localizar a esa hora, pasado media noche, ya que por algún motivo a esas horas no estaba ni en el tugurio que frecuentaba ni en su hogar. Podían hacer dos cosa, propuso Equis.

-Podemos ir a su casa esperando a que llegue, o podemos esperar a mañana a que vaya al Nido del Cuervo, y seguirle después.

Haciendo una elocuente mirada a las heridas que algunos mostraban añadió.

-Ciertamente, en cualqueir caso nos viene bien para tomar un descanso, nunca se sabe lo que pueda pasar más una vez tratado con él.

Por su lado, Riotto se entendió con Farb, entregando parte de la recompensa, para cubrir gastos...

Qué eligiría hacer el grupo?

Varek gruñó. No las tenía todas. Farb vivía de su reputación como intermediario de información y negociador de acuerdos. Si había negociado el que les mataran no tenia muy claro que fuera a cambiar los términos originales. Y el tal Equis este no sabias si te podías fiar de él en absoluto. Si trabajaba con Farb era probable que los metiera en otra trampa a la mínima. Sin embargo necesitaban esa información, y Farb era una rata vil, asi que igual decia la verdad; valoraba mucho su pellejo despues de todo. Malditos sureños traicioneros... 

Esperaremos a mañana pues. Dado que podemos descansar, Farb, tu nos devolverás el favor. Vas a informar de que nuestro probelma ha sido resuelto. ya me entiendes. igual asi bajan algo la guardia. Y como algo salga mal, te aseguro de que saldré vivo de sta sólo para venir y aplastar tu sucio peleejo contra esos pinchos oxidados de la calle de la Rata en la que tanto te gusta colgar mensajes semisecretos para tus compinches. 

Tras esa muestra de buena voluntad y buenrollismo obvio hacia la comunidad de rateros de Puertolibre, Varek se dirigió a la puerta y a la posada a descansar. Le dolia el cuerpo, pero nada que un poco de licor norteño (los sureños lo llamaban salfumán o algo asi) no pudiera solucionar. 

El hombre interpelado por Varek asiente, quitando hierro al asunto.

-Claro, viejo amigo, será lo más sensato. Vosotros esconderos... que no sea en la Pluma del Estudiante.- Dice con un tondo como si estuviera de más decir lo obvio.- Podéis quedaros aquí mismo. Mañana mandaré un mensaje de que el trabajo ha sido terminado. Y por el atardecer Equis os podrá conducir hacia Enzo. Y todo arreglado.

Dijo adelantando su mano para cerrar el trato con quien parecía que era el portavoz del grupo.