Partida Rol por web

Vaya, vaya… La cosa había cambiado bastante con la aparición de este gentleman de carretera. Sonrió coqueta cuando preguntó si estaba casada.

 -Divorciada a mucha honra. Disfruto de la vida sin ataduras.

Flirtear y trabajar eran dos cosas que siempre casaban bien. Además, el hombre era educado y caballeroso. Bueno, educado y caballeroso excepto cuando le subió la puja cien dólares. Brittany soltó una risilla coqueta para disimular que le fastidiaba un poco y se ahuecó un poco el pelo.

 -Mira cari, los negocios son los negocios y la diversión es… la diversión. -en su cabeza había sonado definitivamente mejor- Cuando gane una fortuna con estos trasteros puede que me pase por tu tienda.

Al fín y al cabo a Wendy le hacían falta actividades extraescolares en su currículum. Pero mientras pensaba estos asuntos de importancia mundial la puja había subido a mil dólares. Con cara de disgusto Brittany miró al trastero y luego a Laura y le hizo un gesto de que lo dejaba.

 -Me retiro aquí caris. No merece la pena.

Miguel, toma su morral, que hasta entonces no se habia visto... y se ve exageradamente abultado, parece que lleva su casa ahi dentro... es decir, de todo...

-no es una cartera, es un morral de lana para hombre, creo, asi me lo vendieron, ya sabes, como el disfraz de hombre gato de Skinner.- y muestra un gif en una tablet que saca del morral...

-jaja, esa si que es buena X'D...- y asi pasan varias "fotos" en el albun de fotos de los simpsons...

"momentos memorables" -*ejem, coff coff*- siempre tan fogosos ellos... jaja... y tiernos...

 ...

ante la ultima foto que es un dibujo hecho a mano dice: -*ejem*jamas voy a admitir que yo hice ese dibujo, jaja, bueno, fue cuando era joven... antesdiayer... jaja...-

volviendo al tema de los galpones y olvidando para que sacaba la tablet... seguro era para algo importante, pero ya se lo habia olvidado...

-bueno, perdimos este galpon, otro será, no?... anima a Brittany...-su nombre era? creo que no me lo dijo...-

La excitación y el thrill proporcionado por la victoria son efímeros, y pronto dan paso a la frustración y la simple y llana mala hostia con cada nueva bolsa de deshechos de oficina que voy abriendo.

A la quinta ya no me contengo más.

- Fuuuuuuuuuu***!!!!! -

Grito cogiendo un montón de libretas y lanzándolas contra una pared del trastero.

Me siento junto a la roñosa impresora.

- Al rastro directa que vas -

Le digo mientras le amenazo con darle una patada y mandarla a la acequia en lugar de a la compra-venta de baratijas.