Partida Rol por web

Se escuchan sirenas y no tardan en aparecer los bomberos ¿Qué sucede? ¿Tendrá algo que ver ese olor a chamusquina que se percibe? 

Aparece Dan en escena y Laura se retira a empolvarse la nariz - Hola holaaaaaa ¡Me toca a mi, la alegría de la fiesta! Parece ser que el petardo de antes causó un pequeño percance. Pero no os preocupéis, está todo controlado - Dice con una sonrisa congelada en el rostro.

- Por suerte el siguiente trastero está en el otro extremo del recinto, vayamos para allá y dejemos trabajar a los chicos de las mangueras - Para allá se dirige junto con el séquito de pujadores. Hasta detenerse en el lugar apropiado

Llega el operario a abrir el candado, esta vez de forma menos salvaje, usando una enorme cizalla - Chavales y chavalas, nos encontramos ante el último de los guardamuebles de la primera fase. Solo pasarán tres de vosotros a la segunda y última ronda. Afinad bien esas calculadoras, esas intuiciones trasteriles...  ¡¿Estáis listos?! 

Cagüen... No me he podido llevar ni uno solo de todos estos trasteros... Pero ha llegado el momento de dar el Don de pecho...

- ¡Apartad, mindundis, éste en mi momento! - Ya que no me llevo los malditos guardamuebles, al menos seré el mejor inspeccionándolos.

¡Humo y ceniza! ¡Eso dejaba el pelo fatal! Menos mal que se estaban trasladando a la otra punta del lugar, que si no se tendría que gastar la mitad de sus beneficios en dejarse la melena como nueva.

Que volviera Dan a dirigir la subasta le gustó, ese hombre le daba buena suerte. La rubia se coló en primera fila como pudo para examinar el trastero al máximo. Si guardaba tesoros, sería para ella.

 -¡Paso caris, que tengo que investigar!

¡Qué fuego desperdiciado! Si es que claro, se ponen los occidentales a jugar con pólvora.. tenían que habérselo encargado a los chinos, sin ir más lejos, a la subcontrata de Huan Cho de "Fuegos Artificiales My Little China S.L." y a su mascota, "Mongolillo On Fire"

^{Mongolillo porque procede de Mongolia, aunque puedan sospecharse otras razones XD}

-¡Ahola que todo alde.. aplovechalé para milal estando todos distlaídos! -Huan Cho se asoma al trastero y estira el cuello lo más que puede.

Joder, que se quema el alcohol!

Ah no, eso era de mi pesadilla de anoche. En fin, ahora  a lo que nos ocupa, que algo me dice que si no gano este trastero, me puedo ir despidiendo de invitar a rondas al bueno de O'Sullivan esta noche.

- Voy! - digo abriéndome camino hasta el linde de la unidad

Los bomberos controlaron la situación con rapidez y quedó en un simple susto en el que se quemaron unos hierbajos, un arbolito pachucho y el Ferrari de un tal Chemo.

Tras los habituales codazos se posicionó la gente, justo antes de abrirse la puerta del trastero y verse el interior. Se abre la puerta y... horror. Está lleno de telas de araña, polvo, suciedad. ¿Y qué hay a parte de eso? Unas piezas como de museo. Armarios extraños, muchos armarios en pie. Cruces, cosas como garrotes de madera... Hierro...

- Bien chavalitas y chavalotes ¿Quién empieza aflojando los primeros cincuenta? - Mira alrededor con ansia.

Asomarse y ver quincalla es lo que mueve las ansias del Chino. Da un salto para que de le vea bien, gritando:

-¡Pol Confusio y Kwan Chan Caine! SINCUENTA DÓLALES

Estos orientales necesitaban otra lección de arte Chino.

El trastero parece poco interesante. Sin embargo, por cincuenta pavos sí que me gustaría llevármelo; al menos para no ir con el tractor vacío en el camino de vuelta, que gasta mucha gasofa...

- ¡Cincuenta dólares!

¿Cómo? ¿Que el chino ya ha ofrecido cincuenta?

- ¡QUINIENTOS DÓLARES, COPÓN!

¿En la segunda puja y ya se ponían a 500? ¿Pero qué puñetas?

 -¡Seiscientos dólares por aquí! ¡Seiscientos para mí, caris!

Por ese precio aún le sacaría buen beneficio a ese trastero. Se iba a forrar mientras el resto se comía los mocos. Para que luego dijeran que si el sexo débil y bla, bla, bla.

Huan Cho emerge de las sombras para volver a pujar. Es más fuerte que él. Le sobra la pasta..

-¡Seisientosincuenta! -grita, de un salto.

Ya se había llevado trasteros de todo tipo, y se la jugaba con éste, pero.. ¿Qué es la vida sin riesgo? Además sus tiendas de "Todo a un dólar" necesitaban novedades.

Oh, no, no pensaba dejar que el chino se llevase ese trastero, no señor.

 -¡Setecientos por aquí!

Porque esos trastos tenían su nombre escrito y una bonita etiqueta que decía “beneficios”.

La muchacha cuyo pelo le recordaba al de su bisabuela segunda por parte de tía, que lo tuvo blanco desde los 14 al trabajar en una fábrica de harina de arroz pujó también, pero Huan Cho estaba ya en modo "on fire"

-¡Setesientosincuenta!

- Muy bien, muy bien. ¡Si me habéis tenido en vilo al final! - Comenta por las pujas de los últimos instantes - ¡Finalmente es Huan Cho el que se lleva el pollo agridulce al agua! Puede pasar y admirar sus adquisiciones.

Este pasa al interior para ver que.. esos armarios son ataúdes, da un poco de mal rollo, pero hay que abrirlos, los abres y... ¡Mierda un fiambre! ¡¡¡AAAAAAHHHHHHH!!!

Da gusto ver la cara de susto del chino, así que se repite la jugada, como abres el armario y... ¡¡¡AAAAAAHHHHHHH!!!  Pero un momento, no es un muerto de verdad. Es como de cera, es una figura. Y todas esas piezas de hierro y madera son una atracción de Halloween. Puedes venderlo por elementos a 100 pavos cada cosa (total 1400) Ya no dispones de amigo para consultar nada, así que ya está.

-Bieeeeennnn... -Huan Cho dio un leve salto de alegría contenida.Su colección de trasteros estaba quedando de lo más variopinta. Sus sobrinos no estaban tan contentos, con lo que les hacía trabajar. Ellos eran más de triunfar en el mundo de la música, como sus primos Pekineses:

-Vaya, Geoffrey -le dijo a su amigo y rival-. Lamento que tú malchal.. Toma, toma -le dio un carnet de cartulina plastificada-. Pase VIP pala mis tiendas. Tú compla balato allí. También de ofelta bebida hay, pillín -este hombre cada día era más maestro Yoda hablando.