Partida Rol por web

Y al comenzar la quinta noche, fue Étiénne, el Marqués del norte quien fue encontrado muerto. Su cuerpo estaba seco como una pasa, con la piel arrugada y engrisecida signos de que había sido vaciado hasta la última gota. Él, que fue un revolucionario idealista, que gobernó de forma férrea cuando decenas de Ventrue se disputaban su puesto, fue hallado diabolizado por sus compañeros de mesa. 

El problema se agravaba, tras tantas pesquisas no habían encontrado aún a ninguno de los culpables. La suerte les había favorecido y en ningún momento habían sido sometidos a la votación de la caza de sangre. Villon estaba cada vez más nervioso, como un cordero encerrado en el redil oyendo los pasos de los lobos. Pero él podía ver a los lobos, se llevaban sentando varios días en su mesa, delante de sus narices.

-Lamentable la pérdida del Marqués del norte, ello no hace sino que aunemos en la búsqueda de los culpables esta noche...- miró las sillas vacías de aquellos inocentes que se hicieron diabolizar o sobre los que recayó una muerte injusta. -Por los ausentes debemos dilucidar cuanto antes quienes son los culpables de tal carnicería. El amaranto es algo muy serio, estamos hablando de que alguno de los presentes tiene toda la fuerza y capacidades de los que ya no están. Son sanguijuelas, que han atacado el núcleo del gobierno de Francia y que no pueden salir impunes por ello.

La nueva noche trae las noticias esperadas. Para mi la decisión de los diabolistas de dejarme vivir una noche mas es solo un gesto de crueldad.

Con gesto languido hago que uno de los ghouls me sirvan una copa de vitae y hago un gesto a los músicos que he reunido de nuevo empiecen a tocar mientras mi mirada se pierde en la contemplación de los cuadros de la galeria

https://youtu.be/sPlhKP0nZII

-Alea jacta est. Nos habeis engañado bien y ya es hora de que caiga el telon. D'Harcourt, de Kermorek, de Vandreuil, Yvonne todos fueron unos necios que buscaron su perdición por orgullo y nos arrastraron a todos, espero que sus almas ardan en el infierno-

Bebo de mi copa lentamente, pero sin pausa hasta dejarla vacia, y tras esto la arrojo a mi espalda escuchando sin satisfacción alguna el delicado cristal de bohemia romperse

-¿me equivoco al suponer que sois, junto a mi y al príncipe el otro inocente en esta conjura presente Maximo?-

Al ver la muerte del Marqués de Normandía, Villeneuve sentía seguridad pero el hecho de ser un simple vástago cambiaba las cosas notablemente.

Miró a Delacroix y le dijo - ¿Por qué dice usted que Máximo es inocente, Monsieur Delacroix? - le dijo con una leve sonrisa y luego, toma una copa de vitae y se sienta a esperar el momento. Sabía que lo señalarían por la muerte del otro Brujah, ya que él lo había acusado directamente.

- ¿Qué lo hace estar tan seguro? -.

Aquella noche hice una coleta con mi melena, y aunque  no vestí la chaqueta la llevé del brazo para que no se me perdiera. Que gran desastre sería eso. Para variar, aquella noche otro vástago diabolizado y el circulo se cerraba sobre el pescuezo de todos. Éramos cinco en la mesa, seis con Villón, y Delacroix parecía tener muy clasos a sus culpables e inocentes. Mi mirada seria se alterna entre todos los presentes.

- Eso mismo quisiera preguntar yo...- miro a Delacroix- A estas alturas no doy la cara por nadie...¿!Acaso tú no podrías ser uno de los diabolistas que se ha reido en neustra cara esta noche!? ¿!Qué te exculpa!? ¿Ser chiquillo del Villon? ¿Haberte autoproclamado inocente una y otra vez? ¿Sólo por eso estás libre de pecado y fuera de miradas acusatorias? No me hagas reir...

Mientras hablo amaso mis bolsillos, buscando sentir mis enseres que luego recontaré...O ahora mismo. Si, ahora mismo....

Como única respuesta a las intervenciones de Villeneuve y Puissegur me recuesto en mi asiento cerrando los ojos para concentrarme mejor en la música

-claro, por supuesto. Sigamos con el juego. Ojala hubiera hecho caso ayer a Etienne, estuve a punto de cambiar mi voto, pero entonces ese loco de D'Harcourt tuvo que abrir la boca-

Mi mano va siguiendo el ritmo de la música con mas atención de la que dedico a esta conversación

-¿como estoy tan seguro?, intuición supongo, estoy cansado de devanarme los sesos y equivocarme, al menos si me equivoco esta noche no será tras tanto esfuerzo. Y respecto a mi inocencia, cuatro de los sentados a esta mesa la conocen con seguridad, y de todos modos es interesante ver como ha dejado su lapiz labial y manias llegado este momento, deje de jugar Puissegur, por favor-

Me doy una palmada en la frente ante las palabras de Delacroix, para negar después ante sus argumentos de bobo. ¿Qué manias?

- Mi lapiz labial está aqui...!Olor a melocotón!- me lo saco del bolsillo y se lo muestro, y lo huelo. Melocotón...- Sus argumenetos son vanos, señor Delacroix. He creido en tí cada noche y no te he echado mierda, y lo pagas así. ¿Sabes que pienso ahora? - y le digo lo que pienso con un gesto muy visual , levantandome ligeramente e inclinándome en la mesa, en su dirección- Piensa de mi lo que te venga en gana - después me vuelvo a sentar con toda la tranquilidad. Me guardo el cacao, y saco el movil, cartera, llaves....

No sólo habían vuelto a fallar, sino que ahora además una de las acusaciones había caído sobre ella misma.

- Creo que no piensas del todo con claridad, Delacroix, aunque tampoco te puedo culpar. -Miró a todos los presentes, aunque pasó por alto a De Villeneuve.- ¿Qué ganaría yo quitando a Villón del poder? Todo el mundo sabe que ni yo misma me ocupo de los asuntos políticos de Avignon, que para eso están mis varios secretarios y abogados. No me gusta involucrarme en política, teniendo eso en cuenta, ¿por qué querría yo ascender a tal posición? Por no mencionar que Villón pertenece a nuestro mismo clan. Es simplemente absurdo. Él lleva a cabo las tareas de la misma forma en que yo lo haría, y no tengo que ocuparme personalmente de ello. Es perfecto.

Luego miró con cierta sonrisa irónica a De Villeneuve.

- ¿Ha sido divertido? 

Villeneuve escucha el discurso de Delacroix y se sorprende de que Maximo no respondiera, pero entonces la hermosa voz de la Marquesa de Avignon, lo cual roba su atención. Sonríe al ver su sonrisa y levanta la copa en su dirección.

Entonces, la baja y cuando la acerca a sus labios, justo un instante antes, le dice - No sé de qué me habla, Madamme - toma un buen sorbo de vitae y pasa su lengua para recoger los posibles residuos que queden.

Entonces, escucha a Delacroix - Demasiado presuntuoso, incluso para usted, Monsieur -.

La cara mirando al suelo y la copa en la mano, no había podido hacer su trabajo, la noches pasaban y los vástagos caían, el ultimo...el de su clan.

Yo si conozco mi inocencia, o se la de ustedes pero la perdida ha sido enorme, solo uno de ustedes es digno de mi aprecio, el resto ojala se pudra pronto en el infierno.

Apenas tuerzo un poco el gesto cuando habla Puissegur, la pieza está en un momento álgido y no querría perdérmelo

Cuando habla la marquesa de Avignon le hago un gesto para que espere mientras lo músicos acaban de tocar, solo entonces suspiro y vuelvo a mirar a los presentes

-¿me pregunta por motivaciones querida Geneviève? No entiendo las motivaciones de los diabolistas. Ni la suya ni la de Puissegur. De Villeneuve podría tener un pase, pero mas alla de eso no comprendo que buscan los diabolistas. Cuando se sepa lo ocurrido aquí los Justicar declararán una caza de sangre sobre todos los supervivientes, los chacales del Sabbath están esperando un momento así para saltar sobre la joya de europa. De esto solo puede surgir caos y destrucción, no comprendo que buscan los diabolistas aparte de la muerte definitiva-

Tras decir esto hago un gesto a uno de los ghouls para que me traiga otra copa

-por algún motivo siguen jugando, tal vez aun no posean poder para desafiar al príncipe, tal vez aun haya esperanza.- Mi voz no suena muy convencida, no estoy nada convencido, pero reuno los pocos ánimos que me quedan para seguir adelante con esto

-He exculpado a Máximo porque soy fiel a mi palabra, los delirios de Kermorek le señalaban a el y a D'Harcourt, ahora hemos comprobado que eran falsos, al menos respecto a D'Harcourt. Ese necio parece que solo acertó en exculpar a Etienne.-

-mi inocencia. No es un hecho irrefutable desde luego,pero la he demostrado día tras día buscando a los culpables incansablemente. Indagando, creando suposiciones y teorias, manifestandome abiertamente en todo momento. Eso mientras ustedes tres- digo señalando a mis sospechosos -se han dedicado a mantenerse al margen, interviniendo apenas y mayormente para defenderse. Excepto Puissegur que nos ha interpretado su papel de bufon entretenido a la perfección, ha dicho unas cuantas cosas interesantes, pero únicamente para descartar y negar las palabras de unos y otros, nunca para hacer una aportación útil-

Cuando llega la copa contemplo la roja vitae y la filigranas del cristal sin hacer gesto de beber

-Tal vez la cuenta de tres diabolistas estuviera errada, tal vez. Y solo hayan dos entre nosotros. En ese caso creo que deberíamos hacer caso a lo que pidió tan vehementemente ayer Etienne y votar todos a Villeneuve. Parece lo mas sensato-

- En realidad, aunque no hablé demasiado, si que aporté alguna que otra cosa, Delacroix. Pero mis palabras fueron ignoradas. No es culpa mía si otras eran más llamativas que las mías propias. -Se encogió de hombros lentamente.- Aunque admiro cualquier forma de arte, no os preocupéis, que no me dedicaré ni a la escritura ni a la oratoria.

Ignoró las palabras de Villeneuve, que a su parecer, claramente estaba intentando juguetear con ella y afirmó mientras sus ojos se detenían en Delacroix.

- Que sea Villeneuve el siguiente besado por los rayos del sol.

Escucho el blablablabla de Delacroix acerca de su inocencia casi con aburrimiento. Acabo lanzándole un beso cuando me llama bufón. Acabo oliendo mi cacao olor a melocotón y miro al resto ante lo que se deja caer sobre la mesa.

- Que sea Villanueve entonces...- miro al susodicho - El siguiente en ser considerado debería ser Delacroix, entre otros, a mi parecer. El blablabla que acaba de soltar me ha aburrido bastante, además de que son meras palabras. De eso sabemos soltar todos y poner ojillos de perrito fiel. Ser la progenie de Villón no lo exculpa...Todos sabemos que no es imposible traicionar a un Sire...No sería el primer caso, ni el último...A mi me parece la excusa perfecta en la que refugiarse para no ser señalado- me pongo cacao en los labios con parsimonia, aunque solo sea para que me suba el rico olorcillo el resto del tiempo.

Villon no pudo creer lo que decían, ¿su propio chiquillo un diabolista? Pese a todo la mayoría había hablado y no podían equivocarse, claro que podría habérsela dado en las narices todo este tiempo, codiciando su puesto de Príncipe, con todo el poder que ostentaba (o que el mismo Villon creía tener? Su ira fue inconmesurable y cuando la noche acabó, golpeó una vez más la mesa, quién le iba a decir que sería la última.

-Mi chiquillo, tú... ¿Cómo te has atrevido?- dijo con un fingido dolor, pues el corazón de Villon ya no latía más que por las obras de arte que le rodeaban en su palacete del Louvre. -¡Que se lleven a Delacroix! Lo condeno a ver la luz del sol por alta traición y amaranto.

Y así es como se llevaron a su chiquillo, el cual aún no podía comprender lo ciego que había estado su sire con todo aquel asunto. Le parecía increíble, pero su confusión no duró mucho. Ese mismo día vio salir el sol por primera vez en muchos años y por última vez en su existencia.