Las palabras de mis "camaradas" vampiros me hubieran dejado atónita de estar en otros tiempos, pero sabía que la estupidez era congénita a sus años, cuanto más años pasaban muchos de ellos se quedaban embobados en las nimiedades de la vida, y dejaban pasar lo que realmente importaba. Lo que no toleraría lo más mínimo es que además de haberme arriesgado diciéndo lo que había dicho hubiera "camaradas" que me siguieran teniendo en su punto de mira:
- Creo querida Schelling que si tras lo que he dicho sigues sin creer en mi es que tu vestido tiene más inteligencia que vos misma. - añadí con media sonrisa entre mis labios- Pero... como ya desvelé mi capacidad para sobrevivir tan solo creo que hay una forma de que me creas querida Anna, y creeme que con esto último terminarás aceptando la verdad. Me parece increíble que todos vosotros pidáis pruebas y una vez os las ofrezco me tengáis muchos de vosotros en vuestro punto de mira. ¿Cómo demostraré esto?- añadí mientras miraba a Anna sacando levemente la lengua y relamiendo mi labio superior- Desde antaño tuve el derecho a la vida... pero también a la muerte querida. Veo que mi faceta más benevolente sigue sin despejar sospechas sobre mi, no me quedará más remedio que usar la otra faceta más oscura. Así pues, pase lo que pase querida, hoy será tu último día... espero lo aproveches, mi recomendación... disfruta de todo tu ropa de armario mientras puedas- añadí desde la oscuridad donde prefería seguir para no "espantar" a los más perfeccionistas.
Si con todo esto seguían sin confiar en mi palabra, estaríamos todos perdidos, aun así con curiosidad continuaba mirando y analizando todas las palabras de esos bastardos que tenía delante mía que lo único que querían era salvar su propio pellejo ante cualquier cosa, demandaban información pero se negaban a darla...
Poso la mano en mi pecho mirando con falsa angustia a la nosferatu y luego me rió a carcajadas y continuo con un par de aplausos. -!Esto merece celebración!, no solo intenta desviar las culpas de ella y guiarlos a quienes la votamos, si no que ahora me da sentencia de ¡muerte!- la miro con desprecio.
-Queda en evidencia que ella puede matarnos, ¿ahora continuareis creyendo que es inocente?, si su palabra se cumple esta noche, no creo que sea por ese "poder", si no por que eres uno de los que cometió amaranto con el Gangrel y por ello debes pagar- miro al Príncipe dándole una reverencia con la mano en el pecho, inclinando lo necesario la cabeza -Si para proteger vuestros interés, debo caer, con agrado lo haré, solo espero que tu mano sea dura en castigar a los que osan profanar tus dominós, Príncipe.-
Volví a mi postura recta, con una sonrisa en los labios y con rabia contenida contra esa rata, que mas asco me provocaba al mirarla.
Alcide aplaudió las palabras de del Marqués de Normandía, tres aplausos exactos y la más genuina de las sonrisas. Satisfecho con sus palabras como si acabara de actuar la Prima Bailarina en el Lago de los Cisnes. Y tras el mayor aprecio que sabía entregar, se abocó a otra mención.
- Os ruego disculpas. – Comentó sin verdadero sentimiento el Marqués de Lyon, dejando que aquellas palabras le escurrieran en la conversación de Eugene Puissegur – Algunos lloran de alegría, otros ríen de horror. – clavó su sonrisa como un punto y final a su argumento.
Hundió los dedos en el bolsillo izquierdo de su americana y extrajo del mismo una barra de cacao con olor a albaricoque – He oído vuestra preocupación. – extendió hacia él la barra de labios en un gesto lo suficientemente corto para no desdoblar el codo, ya se encargaría algún ghoul de hacérsela llegar – Es cierto que no es melocotón, pero creedme, solo un loco notaría la diferencia.- “Le dijo la sartén al cazo” – volvió a visitarle el viejo recital de frases hechas de su abuela comparando su maldición con las manías de un vejestorio.
- ¿Disculpad? – volteó su rostro hacia la Nosferatu atónito, y esta vez mostro más pasión en esa palabra de la que había fingido en su disculpa inicial – Si lo he entendido bien, ¿vuestra idea para probar que habéis sido atacada y que, en consecuencia, no practicasteis diablerie sino que sois la víctima es justamente cometer amaranto? O, con supuesta autorización por ser vos, faltaría más. – repiqueó los dedos de la mano derecha en la mesa – Vuestros celos deben ser tan gordos como vuestros gatos. – Meditó en voz alta antes de seguir con sus dudas – Y si la deliciosa Marquesa del Este es extinguida, ¿tendremos que creer que has sido tú solita? ¿Tendremos que creer que a pesar de una declaración pública de intensiones poco nobles eres inocente? Que conveniente, ¿verdad, Monsieur D'Harcourt?
vaya, me has pisado para lo mismo xD
- Sí, conveniente. Totalmente- dijo, con cierta hilaridad- Vamos Yvonne, la creía a usted más curtida en estos menesteres. ¿Va a alterarse así por un par de comentarios? Deje a la señorita Schelling existir, y resuelva sus diferencias con ella de otra manera menos definitiva, porque ¿a quién iba a despreciar si no después?- preguntó, con aparente gravedad.
- Le aseguro que no tener a alguien a quien odiar es bastante aburrido. Mejor concentre su rabia en algo más útil que acabar con la Cenicienta de nuestro Eliseo y con sus vestidos. -volvió a señalar entonces a Kermorek, regalándole a continuación un guiño a Yvonne- ¿No le parece que él es mucho más desagradable? Con ese ceceo constante y sus poco creíbles pataletas de neonato hambriento no hace sino hacer parecer este Elíseo una pantomima mayor que el brillo labial del señor Puiseggur.
Miró entonces al interpelado, Puiseggur, con un aparente gesto de disculpa- Metáforas, monsieur. Era la más apropiada.
El marques del norte espero a las palabras de la nosferatu para contestar y poder hablar con tranquilidad, aunque sus ultimas palabras para nada le tranquilizaban, ya que apenas entendió lo que quiso decir. De todas maneras había gente a quien contestar delante de ella.
-Siento decir que me guardare mi opinion hacia ti, hasta que se sepa de que lado estas, no pretendo buscar alianza en enemigos, si es que al final llegas a serlo.-Contestado el Ventrue se dispuso a aclarar la confusión con Anna.
-Querida, creo que mis palabras han sido mal interpretadas o mi acento a hecho que no se comprendan mis oraciones, pero mi postura es totalmente contraria, por eso hable de la posibilidad de que este mintiendo aprovechando este día en blanco.-No quiso seguir hablando del tema, pues Yvonne no hacia mucho había vuelto a defender su inocencia.
Las palabras dedicadas de su persona por parte de Monsieur Alcide De Vandreuil, no llego a comprender si eran a favor o en contra de sus palabras, así que simplemente asintió a sus opiniones, como otras muchas ocasiones hacia, en anteriores tratados, dejar hablar y ser paciente.
Y entre unas cosas y otras, llego el momento de la nosferatu y la consecuente ira de quien estaba siendo amenazada.
-Haz el favor de aclarar esto Yvonne, ¿Acabas de amenazar delante de todos nosotros? ¿En eliseo?-Miro al resto en especial a su primogenitura.-Como debemos comprender esto.
Tranquilízate, estás llamando demasiado la atención! pensaba Kermorek mientras se dejaba acariciar por Anna Schelling.
Los vástagos, más recelosos en la primera noche aprovechan la segunda para atacarse unos a otros, más o menos veladamente, dependiendo de las gansa de un ataque frontal o de la inteligencia en sus parlamentos.
Yo miro, observo, estudio cada palabra, cada movimiento.
La noche sigue su curso y las acusaciones suben de tono en torno a dos figuras.
La Nosferatu por su “ataque” nocturno sin pruebas evidentes y el señor de Kermorek hambriento y ansioso.
Las palabras pasan a mayores con una pelea de gatas entre Yvonne y Anna Schelling.
Rápidamente me levanto y toco levemente la espalda de Étiénne, el único con el que comparto clan y aunque no soy muy bien mirado entre mis iguales, se que respetan mi primogenitura.
No tengamos en cuenta palabras dichas en el fragor de la batalla dialéctica. ¿no quiso decir exactamente eso ¿verdad? Yvonne
Yo intento escribir todo lo que puedo, esta semana ha sido dura como para alguno de los compañeros, soy administrador de fincas, no digo mas. Cuando alguien vecino le da por hacer el tonto y manipular el agua porque se la han cortado y te quedas con una finca de 5 alturas sin ascensor....es una semana mortal
Ya que lo tengo fácil cambio yo también de vestuario (avatar) esta noche no me he afeitado. jejeje
- Messieurs, messieurs, s'il vous plait... no perdamos la calma... es cierto que zon momentos tenzos pero no debemos dejar que nos lleve el Frenesí a atacarnos entre nozotros. Mme. Yvonne, os lo ruego, no amenacéis a Anna. Bordeais peligrozamente la violación de las Tradiciones y no quisiera que tuviéramos que vernos envueltos en la ejecución de un inocente... como empiezo a convencerme de que es vueztro cazo.
- No conozco a ningún Ventrue con un mínimo de etiqueta que presente semejantes descuidos. A menos, claro está, que el Hambre no sea sino una excusa para justificar la agitación de la Bestia, que bien podría responder a otros estímulos... qué opina, señor Kermorek?
- Opino que la juventud va pareja a la ozadía, en mortales y en cainitas, y que lamentablemente las décadas en la noche no siempre traen zabiduría a los que no la tuvieron en vida. Nada que alquien como usted no sepa, desde luego. Pero dejando de lado preguntas triviales sobre las coztumbres dietéticas ajenas, que entran en el terreno de lo perzonal y sólo importan a quienes no tienen nada mejor en qué penzar o no les da la cabeza para más... messieurs, medammes, no deberíamos estar muy preocupados por la desaparición del marqués de Aquitania, M. de Morsac? Hace ya un buen rato que dezapareció y se acerca la hora de nueztro sueño. No me guzta nada ezta coincidencia...
Por Caín, qué pasión de viernes por la tarde! Más mensajes en las últimas tres horas que en los tres días anteriores juntos! :-D
Yvonne dice que es el Cazador y yo la creo. Tengo una pregunta para ella: cuando dice que la atacaron por la noche, es puro atrezzo o se refiere a que fue atacada y la salvó la Bruja?
Por cierto, Kermorek no cecea, habla francés con restos de acento medieval. No sabía como representar esto en español, si aspirando las haches (como en el conocido "non fuyades" del Quijote) o adelantando las ces pero me decanté por eso último (evitando las s finales y algunas de las iniciales). ;-)
Ya que lo tengo fácil cambio yo también de vestuario (avatar) esta noche no me he afeitado. jejeje
A los vampiros no les crece el pelo (salvo bajo el efecto de un conjuro Tremere). ;-)
Feliz finde!
Ey chicos, no es en mal rollo, pero podemos dejar de poner notas, esta sera la ultima mía.
Kermorek, creo que tu pregunta esta demás, dediquemos a averiguar que rol tiene cada uno ON-ROL y no por fuera.
Gracias. ^^ paz y vitae para todos.
Efectivamente, averigüen on-rol messieurs et mesdames.
Si bien sabía que esas... cosas, como la Marquesa de Avignon llamaba a los Nosferatu, eran realmente inteligentes, dudaba mucho, demasiado, que ella pudiese ser culpable y que hubiese inventado todo aquello. ¿Por qué? Yvonne, de todos los de su clan, le parecía de las más impulsivas. Su envidia (entendible, por otro lado), siempre parecía hacer que actuase de forma precipitada. Ayer había acusado sin ningún tipo de cuidado a aquellos que eramos más favorecidos en ciertos aspectos, y hoy, amenazó directamente a la Marquesa del Este.
- Creo... -Comenzó, mirando a Yvonne con el ceño levemente fruncido, como si le costase mantener la mirada en ella y con la barbilla ligeramente levantada.- Que no te estás haciendo ningún favor. Si realmente has sido atacada y tienes en tus manos el poder de deshacerte de alguien, úsalo contra alguien de quien sospeches de verdad. No contra alguien que te haga sombra, porque entonces te acabarías quedando sola -hizo una pausa- casi sola.
Y pensar que su clan únicamente puede aferrarse a la inteligencia de sus miembros y que ella la está dejando por los suelos...
- En cuanto a la razón de mi voto... Es simple. Máximo colocó de forma muy irrespetuosa sus piernas sobre la obra de arte en la cual estaba sentado. Tendría que sentirse halagado de poder dejar sus posaderas sobre un objeto así y sin embargo ni con eso parece estar contento. Aquellos que desprecian el arte seguramente no estén demasiado contentos con el modo de llevar las cosas que tiene nuestro Príncipe, porque, al fin y al cabo, todo gira alrededor de ello.
Siento revivir lo de las notas, pero es para pedir disculpas por mi tardía respuesta. Hace un par de semanas tuve los examenes finales y ayer, por desgracia, tuve una recuperación. De ahí que no hiciese acto de presencia hasta hoy.
Habiendo dicho eso, si alquien quiere votarme por ello, que así lo haga, no entraré a dar mi opinión sobre ello.
Las discusiones se suceden mientras unos y otros lanzan sus dardos con mayor o menor idea y yo escucho momentaneamente en silencio hasta que Villeneuve repite su estúpida acusación, como lo indico -es una acusación estúpida. Todos hemos visitado el Eliseo en innumerables ocasiones. Puede que yo lo conozca mejor pero eso no me deja en una posición mucho mejor a la de cualquier otro para realizar estos crimenes. Y además, precisamente yo soy el que menos motivos tiene para debilitar la posición del Principe. Deberíamos pensar mas en motivos y menos en los dones de cada clan o en horas o en saber hacia donde apuntan las camaras de seguridad que la mitad de los presentes pueden evitar con facilidad-
Cuando Alcide vuelve a hablar es para molestar con su risa irritante y sus sandeces
-"El Principe"- digo subrrayandolo con un instante de silencio tras el título para dejar claro quien es el responsable último de los preparativos de esta reunión y por tanto a quien está insultando -se ha ocupado de preparar esta reunión hasta el último detalle.. protocolado. Eso incluye por supuesto vitae para todos, teniendo en cuenta los multiples gustos y limitaciones de los Ventrue presentes. Por supuesto conoce la "debilidad" de su clan y los gustos de cada uno. Si por desconfianza algunos no beben es su problema-
Tras esto estalla la bomba con Yvonne, la cual no alcanzo a comprender como ha sobrevivido tanto tiempo, varios le indican lo inadecuado de sus amenazas en el Eliseo, pero si su conducta me ofende la de la Marquesa del Este me intriga
-Proferir amenazas en el Eliseo es casi como ejercer violencia física, le recomiendo que se contenga o la justicia del Principe caerá sobre usted- aquí miro de reojo al principe esperando un gesto de aprovación de su parte, pero sigue con el papel que ha elegido para todo esto de obserbador silencioso hasta el final
-Por otra parte señorita Schelling, todos los presentes tenemos la capacidad de matar. Usted parece empeñada desde el principio en acusar Yvonne, primero por sus dones, luego por su declaración de haber sobrevivido, ahora retuerce sus palabras para intentar que encajen con el modo de actuar de los diabolistas. Yo tampoco creo totalmente la historia de la primogénita nosferatu, pero usted cambia la duda razonable por la persecución, y eso es sospechoso cuanto menos-
Dicho esto hago un gesto a un ghoul para que me acerque una copa de vitae con la que quitarme el mal sabor de boca de tener que defender a una criatura tan desagradable
Todos reconocían la amenaza de Yvonne como una ofensa contra el Eliseo y el Príncipe y esperaba que actuaran en consecuencia, si su palabras eran ciertas o no, Anna no temía ante esa amenaza, si su cuerpo al anochecer no volvía a levantarse, ¿qué más importaría?, nada, ni sus planes para continuar enriqueciendo sus tierras y los proyectos que quería presentar a Villon al acabar la velada, ni mucho menos el guardarropas finamente cuidado que esperaba en su habitación.
Su mente volvía calmarse por aquel arrebato inicial a las palabras de la rata, incluso molesta con ella misma por prestarle atención a tal escoria, pero ahí aparecía en escena Gustavito, el niñito consentido del Príncipe.
Sonrió ante su insinuación de persecución contra la fealdad presente. -Aclaremos algunos puntos, ni persecución ni nada, como tú que teniendo disposición de las cámaras y de la seguridad del Príncipe no has logrado encontrar al culpable, yo solo doy teorías de quienes podrían ser y como explique anteriormente están basadas en las artes de cada clan y también explicando que teniendo dos sospechosos, elegí al que menos afinidad sentía- señalo a Yvonne -por favor, si hasta a ti te da asco verla, apenas toleras sus olores y su presencia, pues yo tampoco-
Acomode el bordillo de mi chaqueta, corrigiendo los pliegues de la blusa, -Ella luego indica que los que votamos por ella podríamos ser lo diabolistas- una sonrisa se dibuja en mis labios moviendo la cabeza en señal de negación a modo de burla por la acusación -lo que es demasiado absurdo, ósea, si muere con las votaciones, luego nos cercioramos de que sus polvos estén bien muertos por el día, ¡por favor! es absurdo, muy absurdo, posteriormente ella se dirige a mi directamente haciendo alusión mi vestido que de seguro le encantaría lucirlo - observo a la nosferatu -querida lamentablemente la rata aunque se vista de seda, rata y fea será siempre- le sonrió -disculpen que no oculte mi desprecio por ella, no después de amenazarme de muerte- agrego con seriedad en mi mirada, hago una pausa acomodando el par de anillos en mis manos y relajando mi semblante –Que le responda o que no sea una falsa en fingir que me agrada, no significa que sea una persecución de mi parte, estamos todos en ascuas y sin saber quién demonios está cometiendo diablerie y así como Élizabeth fue sentencia siendo inocente por los votos, seguiremos sentenciando inocentes hasta que tu dichoso sistema de seguridad arroje una prueba de quien mato al Gangrel- observo la copa y me decido a beber un trago, percatándome de una gota escurridiza por la comisura de mis labios y antes de que manche el blanco de mi traje la recojo con el pulgar lamiéndolo son sensualidad, al menos el elixir carmesí calma mi molestia –si analizas bien mis palabras y las de Ynonne, notaras que cada vez que abre la boca lo hace dirigiendo al menos una palabra hacia mí y yo no vivo pendiente ella- dejo la copa en la mesa.
Alcid soltó un sonoro y teatral suspiro, viéndose secundado por la propia Anna, solapando sus voces e ideas como uno solo. - Bueno, como mínimo habéis tenido la decencia de presentar la flor de amaranto de antemano, a la vieja usanza. - Apoyó las manos en la mesa y se impulso con ellas para levantarse, arrastrando la silla para provocar el molesto chirrido de la madera al fregar el suelo. - Eso da para un último polvo. - guiñó un ojo a la Marquesa del Este divertido.
Adecentó de nuevo su chaqueta, poniendo especial hincapié en el margen blanco del puño y la correcta posición de los gemelos en él, abrazó el cuello de la copa de cristal que contenía la vitae acorde a su gusto, aunque cada vez menos ansiada, y dio un largo trago antes de abandonar su posición para dirigirse hacia la dama de blanco.
- Princesa. - la saludó al llegar a su altura, con la entonación propia de quien pide la mano a una dama para sacarla a bailar, pero lejos de esperar la seña de su amada, tomó su rostro y la besó con la pasión reprimida de demasiadas noches. Con la fuerza de quien defiende sus dominios. Y el descaro del feudo de Lyon entero. Poco a poco aflojó la intensidad del beso, deslizando sus manos a la espalda de la Marquesa, hasta detenerse en el último milímetro en el que la espalda conserva su nombre y en ese momento separó sus labios y apoyó su frente en la de ella. - Disculpad, sé prometí comportarme.
Se esforzó a borrar su sonrisa bobalicona antes de encarar a la Nosferatu de nuevo - Tocad a Anna, y pasaremos cuentas en el infierno. Pronto. - sentenció atrapando con la lengua una gota carmesí de su amada que se había negado a abandonar sus labios.
Contemplé en unos instantes el jolgorio que había armado con mi último ataque, por fin había llegado al punto donde quería llegar desde un principio, todos aquellos mojigatos bien vestidos puestos a cuatro patas insultándose los unos a los otros, desprovistos de toda máscara que antaño les servía para protegerse y que ahora parecía que les pesaba y la retiraban con rápidez para poder escupir palabras desprovistas de significado alguno y que por supuesto, no parecían añadir nada nuevo a la trama que teníamos entre manos, nadie absolutamente nadie decía nada de interés, era todo mera palabrería.
-Oh vamos, Anna, tienes ya mucha edad para ser tan idiota de poner en mis labios algo que jamás dije. Yo nunca dije que los que me votaron con anterioridad fueseis diabolistas. Me parecen diabolistas los que aun dando más que detalles de que mis habilidades son otras muy distintas siguen poniéndome en entredicho.- dije seria cargando contra la sinrazón.
-¡Qué ironía! ¿No os parece? Que para demostrar que no soy diabolista como no dejas de repetir seas tú quien a través de tu cuerpo muerto y desintegrado me des la razón y pongas de manifiesto que jamás lo fui. Sin embargo no lo hago al azar, pues creo que eres una de las diabolistas que andan detrás de todo esto- dije mientras respondía a Geneviève- Es la que más a dudado de mi y ha tratado de como bien dijo Gustavo, "retorcer mis palabras" para hacerme parecer una traidora que jamás fui, cuando fui la única que os dijo lo que estaba pasando de verdad...
Finalmente tuve que estallar en una carcajada como años no lo hacía y es que la afirmación de Anna sobre mis olores era la guinda del pastel:
-Por mi reloj cuento no más de una hora que tardarás en oler si no peor al menos igual que mi putrefacta piel, así que te recomiendo que disfrutes de tu ignorancia y tus perfumes mientras puedas- añadí mientras con mis dedos los movía alternativamente a lado y a lado mientras de forma casi exasperante murmuraba- TIC, TAC, TIC, TAC. - contando cada segundo que restaba para la muerte tan horripilante que le esperaba a Anna, ¿consecuencias?, casi seguro que las tendría, mi problema era la falta de sutileza, jamás la había tenido y después de todos estos años ese error sería difícil de enmendar, tan solo esperaba acercar con Anna o si no... estaríamos realmente perdidos.
Tuve una última mirada para Alcide:
-OH, casi me entran ganas de vomitar- dije con unas pequeñas arcadas imitadas pues no tenía nada para vomitar en mi interior- ¿Infierno? No hay más que esto. No necesito tocar a Anna, pues ella... YA ESTÁ MUERTA- dije mientras mis carcajadas resonaban en todo el recinto.
Sabía que aquello era una prueba para muchos de los allí presentes, muchos de ellos me votarían por rabia aunque sabían que no era diabolista, pero... ¿y si acertaba con Anna? Y si ella era una de ellos...
El Príncipe, casi acabando la noche, perdió la paciencia. Aquel debate se había convertido en una jaula de grillos y habían acabado con amenazas. ¿Cómo era posible que se hablaran así en su Elíseo? No, no, claro que no lo podía permitir, había escuchado suficientes cacareos para decidir quién creía él que podía ser el culpable.
- Oh lá lá... ¡Silencio! ¡Silencio todos!- alzó la voz y sus ojos recorrieron la sala, allí iba a declararse otra caza de sangre e iba a recorrer sobre uno de ellos. Miró a Kermorek, demasiado loco para afrontar la realidad, pero quizás estaba aún lo suficientemente cuerdo para conspirar contra él... No, no era a él a quien ajusticiarían esa noche. Sus ojos acabaron sobre De Morsac. -Edouard De Morsac, declaro sobre vos la caza de sangre, sois un traidor en este país y en cualquier lugar civilizado donde las Tradiciones aún son sagradas. ¡Os condeno a ver el sol como ya lo hizo la bruja Élisabeth!
Y como la noche anterior, los lacayos del Príncipe entraron en la sala, bajo sus órdenes, y se llevaron al marqués de Aquitania. El cual sufrió la peor de las muertes, viendo por una última vez el sol.
-Y el resto... No olvidéis que aún quedan traidores entre nosotros, mañana continuaremos- sentenció Villon antes de abandonar la sala.