Partida Rol por web

Regreso al Hogar.

Regreso al Hogar.

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18/09/2021, 15:43
Cécil Steadman

En Capítulos anteriores...

Me llamo Yakshini Krasue. Soy la hija menor de la casa Krasue. -Dije mientras hacia una leve reverencia con mi cabeza por mera formalidadMe duele decirlo pero puede que requiera sus servicios por la desaparición de mi hermano, pero el no debe estar muerto aun, así que si es familiar con los tramites necesarios para comenzar una búsqueda estaría dispuesta a contratarlo.

Cécil ladeó la cabeza levemente cuando la súcubo comenzó a hablar con su sedosa y cantarina voz.

Oh, My! ¡Una noble! ¿La menor de la casa Krasue, decís? Interesting... Veeeeery interesting. No temáis, Lady Yakshini de la casa Krasue. Aun suponiendo que vuestro hermano... ¿Balthus? Sí, aun suponiendo que vuestro hermano mayor haya desaparecido tras un fenómeno potencialmente apocalíptico como es el caso que nos ocupa, debéis saber que disponéis de un plazo de tres meses antes de declararlo oficialmente... deceased.

Cécil tomó con galantería la mano de Yakshini y dio una rítmica palmadita a la albina diablesa en su dorso para consolarla por su pérdida.

Tres meses es un tiempo considerable, milady. No desfallezcáis. Cécil Steadman y sus hombres os ayudarán a dar con él. Ya lo creo. Y ahora... Sobre mis honorarios...

La parte favorita de Cécil Steadman. El androide introdujo su mano en el bolsillo interior de su casaca, mas nada sacó de ella. No todavía. Suspense. Misterio.

Encuentro previsible que el dinero, al igual que la civilización, haya perdido parte de su valor conceptual en este horripilante lugar en el que nos hallamos, peeeero desde los albores de los tiempos han existido innumerables formas, mucho más creativas, de cerrar un trato justo. Así pues, Lady Yakshini, os preguntaré: ¿Qué vale para vosotros un hallazgo notorio sobre el paradero de vuestro hermano Balthus?

* * * * *

 

@Jim:

Once años, señor — contestó a la única pregunta que entendió por completo. Su acento no era de Halden, ni de ninguno de los territorios circundantes. Su voz temblaba ligeramente, insegura, sin el falso aplomo de la adolescencia. 

Todavía no puedo votar.  Pero eso ya lo sabe ¿Verdad? —miró con suspicacia al abogado, sin estar muy seguro de estar siendo víctima de una broma. 

Yo me llamo Jim —dijo finalmente, una sonrisa genuina y luminosa que se oscureció al instante  —O... eso creo.  

Cécil escudriñó al jovenzuelo durante un opresivo silencio, escaneando sus reacciones faciales, su tono vocal, comparando variables en su base de datos.

En efecto. No elegirás Alcalde hasta dentro de varios lustros, joven. Una lamentable pérdida, sin duda. ¿Has valorado introducirte en el apasionante mundo de las Juventudes Halderianas? Puedo introducirte como reponedor de carteles publicitarios. Pasarás a engrosar ese leviatán que denominamos en el argot callejero La Bestia Propagandística. ¿Qué me dices? Por cierto, O*pausa dramática*esocreo es un apellido harto singular. Requiere para su pronunciación de una filigrana tonal de cierta sutileza, no al alcance del vulgo, desde luego. ¿Quizás sois el descendiente amnésico de algún noble? —inquirió el androide usando el 2% de empatización artificial del que disponía su programación.

¿Os importa si os llamo...?

Generando nombre aleatorio para potencial aliado...............................................................

JIMMY VELVET-THUNDER

(94% de afinidad detectada)

Jimmyyy... Velveeet... —Según pronunciaba el nombre con la gravedad y el suspense que el momento requería, Cécil pareció convencerse no solo de lo idóneo del apodo que acaba de generar su CPU, sino también de la potencia desmesurada que tenía aquella denominación para aquel diminuto ser amnésico-autista. —THUNDERRRRRRRR...

Notas de juego

Me queda pendiente una intervención a Sir Joric, pero como he dicho que no quería pasarme la dejo pendiente de que el resto vayáis respondiendo o de que Raggie nos actualice ^^

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19/09/2021, 05:58
Jim

Jim abrió la boca un par de veces, intentando introducir algún 'pero' en el torrente de palabras y términos legales que dejaba escapar el misterioso abogado metálico.  Había algo de cirquense en Steadman y su ocurrente nuevo apellido para Jim le arrancó una prístina carcajada.

Noo —dijo entre risas —seguro que nadie tiene ese apellido. Aún reverberaban en la mazmorra los últimos ecos, ERRRRrrrRRRrrr de la ocurrente propuesta. —Me acordaría seguro, Cécil.  Tuteó al ¿androide? con inocente naturalidad. Estaba mucho más relajado, más suelto. Pero incluso sus risas sonaban algo tristes, como si fuese incapaz de recurrir a esa corriente de alegría que discurre bajo la piel de la mayoría de niños. RRRrr.  

El hombre ese de las plumas, ese de antes —movió nerviosamente las manos —me suena de algo. De un cuento que me leyeron, de pequeño. No recordaba la voz, ni el rostro, de quien lo hizo.  Pero recordaba una ilustración: el mismo cuerpo delgado, las plumas multicolores, la máscara, las luces volando a su alrededor.  —Tenía un nombre... No me acuerdo. mmm

Su mirada volvió a ausentarse.  Miró a Joric, había algo en él que no le gustaba, ¿Algo en su voz que le recordaba su vida anterior, quizás? ¿Algo en ese estudiado altruismo, como si hubiese previsto de antemano la reacción de sorpresa del carcelero?

- Tiradas (2)

Motivo: Saber sobre ByM

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 19 (Exito) [19]

Motivo: Oculto

Tirada: 1d100

Dificultad: 75-

Resultado: 19 (Exito) [19]

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19/09/2021, 23:55
Director

Jraxas se presentó. Momentos después estaba alzando el vuelo, perdiéndose entre las sombras del techo de la caverna. Su aleteo se apagó y su figura se ensombreció hasta desaparecer por completo igual que una pesadilla se evaporaba ante la llegada del amanecer.*

 

Kelgar inspeccionó las paredes de la mazmorra. No encontró oquedad, pasaje o puerta alguna. La caverna carecía de accesos, al menos a simple vista. En su búsqueda se topó con bastante inmundicia, alguna reciente y otra podrida hacía tiempo; restos de cuerpos, vísceras, huesos y tripas, armas oxidadas y retorcidas, escudos chafados, piezas de armaduras hendidas, dobladas o agujereadas. Todo el lugar era el escenario de una horrible carnicería. Un gran vertedero lleno de casquería y restos. El hedor, incluso para alguien como él acostumbrado a vadear el río de la guerra, resultaba insoportable.

 

Cécil Steadman decidió hacer algo más útil; repartir sus tarjetas. Alguien había mencionado que darse a conocer podría ser útil para el grupo. Él lo hizo de la mejor manera. Allanah tomó su tarjeta, mostró una sonrisa condescendiente y luego la arrojó al barro. Cuando se la entregó a Jhafar** ni siquiera la miró.

—Creo que no será necesario —se la tendió —. El nombre propio tiene poder, señor Steadman. Recuerdo una cultura en concreto en la que conocer el nombre secreto de otro ser vivo podía otorgarte poder sobre él. El nombre propio nos da fuerza, voluntad y esconde fuerza, no debe menospreciarse. No vaya entregando su nombre tan alegremente, señor Steadman. Es mejor que yo no lo sepa con tanto lujo de detalles —volvió a insistir, devolviéndole la tarjeta.

 

La voz de Sir Joric poseía un tono magnético que atraía la atención de todos. Había hablado bien, con el temple y el tono adecuado, sus palabras resonaron en la caverna con humildad y poder, dos conceptos antagonistas que casaban muy bien en su lengua. Allanah fue la primera en responderle, su voz era tan ácida como el sabor de una manzana que no ha madurado a tiempo.

—No ha sido una victoria, estamos vivos porque no suponemos una amenaza.

Resultaba difícil de creer, había hombres armados y otros que parecían poder esgrimir poderes oscuros. Y sin embargo la apreciación de su carcelero les había reducido a menos que polvo.

—El Foso de la Carne  podría ser un burdel para sodomitas o lo que su propio nombre indica, un foso donde arrojarnos como simple alimento —miró a su alrededor —. Aunque bien podría llamarse así este lugar.

Mirase a donde mirase solo encontraba focos para aumentar su repulsa. La suciedad, los restos, provocaban en ella desagrado y eso era palpable no solo en su rostro, sino en su espalda tensa y en sus cuidados movimientos al moverse.

—Yo no buscaría un enfrentamiento directo. Utilizó la gema azul para conocer nuestros secretos y la púrpura para moverse de un lugar a otro. Si la amarilla posee un poder ofensivo, ya son tres esferas mágicas las que es capaz de dominar. Y la esmeralda, tenía brillo desde un principio. ¿Un elemento defensivo quizás? Ya serían cuatro esferas diferentes bajo un mismo cetro. Y eso nunca se ha visto en el mundo conocido —teorizó, sus ojos brillaron con la chispa de la inteligencia —. A no ser que su esfera esté relacionada con las piedras preciosas en sí. En cuyo caso sus poderes serán tan extraños que un mago veterano tampoco sería rival para él, por no hablar de simple acero ¿Sois vos un hechicero, Sir Joric? Aquí ha poderes que requieren de entendimiento y estudio.

 

Jim terminó sus particulares observaciones con su nombre. Cécil no tardó en asediarlo con su confusa verborrea. Jhafar se acercó al niño colocando su firme mano sobre su hombro, su oscura figura adquirió un cariz defensivo.

—A dicho que se llama Jim. Jim será suficiente. Un nombre otorgado por otro carece de valor cuando se hace de forma tan…—intentó encontrar una palabra adecuada, no lo logró —…tan a su manera, señor. Puede que el chico no recuerde su apellido, pero seguro lo tiene. No es como si viniera de la nada.

Hizo un gesto en señal de haber terminado con el abogado. Se giró hacia Jim.

—¿Todo bien? —se agachó para ponerse a su altura —. Jim has dicho ¿Verdad? La memoria a veces nos juega malas pasadas. Ha sido un mal día. Primero el fuego, ahora este lugar. Yo no soy muy bueno con las armas ni con los puños. ¿Te parece que me quede cerca de ti? Podemos cuidar el uno del otro —se puso en pie—. Si a todo el mundo le parece bien, claro.

Accediera o no, no se separó mucho de él.

—Yo no estaba en Halden, pero vi el fuego igual —aseguró el hombre del desierto, por si aquella información podía ser de ayuda a Sir Joric.

 

Se presentó Ilia, ahora más cómoda con algo de ropa encima.

—Si te retuvieron en Halden, también te retendrán aquí —dijo Allanah hablando con demasiada contundencia —. Cielos, el carcelero tenía razón. No valemos mucho la pena.

 

Notas de juego

*A partir de ahora no citéis a nuestro amigo Jraxas en las respuestas.

**No es un anciano, rondará los 30 y largos.

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19/09/2021, 23:56
Director

Algunas hechicerías eran más fáciles de detectar que otras. Después de tantos años cazando herejes y practicantes de magia resultaba sencillo identificar a unos y a otros. Lo cierto era que no había dos esferas mágicas iguales. Muchas estaban relacionadas entre sí; dejaban rastros similares, lo que le podía dar una pista de la clase de persona que estaba cazando. Identificar a un lanzador de conjuros era la parte más crucial de su trabajo; podía evaluar la amenaza y actuar en consecuencia. No obstante cuando uno trataba con magia siempre había un componente ignoro y misterioso. Ni los propios místicos conocían la verdadera naturaleza de sus hechizos.

Lo que encontró en la piedra fue otro tipo de revelación. Para empezar la piedra estaba caliente al tacto. Había magia allí. No como la que poseía un lanzador de conjuros. Aquella magia era antigua y desconocida para ella. Ya había sentido algo similar hacía años, cuando se encontró frente a frente con un golem de engranajes, aunque entonces la magia había sido algo más joven y más artificial. La magia podía insuflarse dentro de objetos inanimados para otorgarles el don de la vida. La conclusión resultó bastante evidente para ella; el muro estaba vivo.

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19/09/2021, 23:57
Director

Sus sentidos, capaces de captar lo que el ojo normal no podía ver, no captaron nada excepcional en Sir Joric. Un hombre, ni más ni menos, cuyo poder y habilidad no iban más allá de su mera carne.

 

Intentó recordar alguna historia o mito. No tenía mucha información de la que partir, solo un par de nombres huecos y una figura extraña. Fue la figura extraña de su carcelero la que consiguió traerle a su memoria una historia, aunque no supo muy bien porque.

El plumón colorido de su capa le recordó a lo que se decía del plumaje de las aves del paraíso. Dichas aves exóticas eran animales preciosos y raros de ver, acostumbrados a climas cálidos. Avistar uno en alta mar significa una travesía de buena suerte. Se les atribuía poderes mágicos. Entre ellos la eterna juventud. Se decía que si podías capturar uno y encerrarlo en una jaula, sus colores terminarían marchitándose hasta desaparecer. Con el tiempo, el pájaro moriría y dejaría tras de sí una pluma dorada que servía para preparar un elixir que otorgaba una juventud eterna o una vida longeva. En otros mitos el ave nunca llegaba a morir, pues podía reencarnarse en sí misma una y otra vez. El mito siempre había estado ligado al mito de la vida eterna.

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19/09/2021, 23:57
Director

Ocho patas eran mejor que dos. Aunque no eran mejor que dos alas. El túnel que estaba recorriendo no era para nada interesante. Ascendía, retorciéndose sobre sí mismo, de forma abrupta. Era irregular, aunque mantenía el tamaño. Sus once ojos miraban en todas direcciones mientras sus poderosas patas de insecto devoraban la distancia. Era un canal de ventilación, elucubró, uno tan bien hecho que era imposible que no fuera natural pero al contemplar las paredes irregulares estaba claro que su manufactura era arbitraria. Una contrariedad.

Prosiguió un buen rato. Era imposible medir el tiempo en un lugar así. Ya no oía las voces de los otros prisioneros, solo el rascar de sus patas contra la dura piedra. La oscuridad a su alrededor era total. Caminaba por ella como amo y señor. Estaba solo. Mantuvo la marcha. No supo durante cuánto tiempo pero llegó a aburrirse. Y cuando empezaba a asomar el primer indicio de desesperación una luz le cegó. Tardó unos momentos en acostumbras sus ojos a la claridad, en esa forma no tenía párpados.

Cuando la luz se volvió menos dañina, caminó hacia ella. Se detuvo al borde de otro agujero. Era una salida.

Notó la brisa, cálida, de un mundo que era nuevo para él. Se encontraba a varios metros por encima del nivel del suelo, puede que treinta o treinta y cinco, la altura de una torre de asedio. Abajo se extendía un desierto como un lienzo anodino sin ninguna mácula ni mancha. Solo arena marrón, tostada como los granos de arena de un café.

Al agujero lo rodeaba la piedra. Había más roca a los laterales y arriba, sobre el peñasco, le pareció ver un par de torres y una cristalera. Un palacio de blancas paredes. Desde su posición no veía gran cosa. Podía cambiar de forma, extender sus alas y obtener una visión mejor. O escalar, hacia arriba, donde la roca se pronunciaba. O a un lado y a otro. Abajo, la piedra desaparecía como si no tocase el suelo.

Lo que le desconcertó por completo fue el cielo. No es que tuviera un color anormal o estuviera oculto tras algo. Es que, simplemente, no había cielo y en su lugar, había algo que sus sentidos no podían identificar y que su mente no podía procesar. Una gran ausencia, nada más.

Notas de juego

Mientras caminas por el túnel puedes escuchar las palabras de tus compañeros. Como ya te has alejado bastante, ahora responde solo para nosotros. Ten cuidado, que vas solo compañero ;-)

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20/09/2021, 13:27
Kelgar Stalsson

Kelgar no pudo encontrar nada en su paseo por la celda, ni siquiera una puerta. ¿Cómo les habían metido ahí dentro? Quizás había alguna pared deslizable o el propio techo lo era… aunque comenzaba a pensar que era obra de la asquerosa Magia. El tipo raro enmascarado le interrumpió dándole un trozo de papel que Kelgar pudo leer gracias al tiempo pasado junto al Padre Lerwig. ¿Abo… qué? preguntó confundido. La rápida verborrea del extraño individuo casi le puso nervioso y optó por ponerle una mano en el hombro y hacerlo callar. No necesito nada más que salir de aquí. Y creo que a ti también te interesa abandonar este agujero… le contestó antes de marcharse mirándolo de reojo. ¿Qué clase de humanoide era? Volvió al lado de Ilia y escuchó sus tímidas palabras. Sin añadir nada más, analizó las esposas que llevaba, calculando la longitud de la cadena. En caso de ser corta, su espadón podría ser un peligro, por lo que usaría alguna de las armas oxidadas que había visto o bien algún trozo de roca para romperlas. Una vez liberadas sus manos, se desajustó una de las dagas que llevaba en su cinto y se la tendió a la joven. No dejes que nadie vuelva a humillarte jamás. le dijo como respuesta a su agradecimiento. Escuchó entonces la conversación entre Joric, Jafhar y Allanah. Fue precisamente esta última la que soltó unas palabras que sonaban a burla hacia Ilia. Conteniendo su enfado, Kelgar contestó. Nadie la retendrá aquí. la miró desafiante. Y si no tienes nada más interesante que decir aparte de lamentarte, mejor cierra la boca; estás más guapa. le espetó. Se acercó a los inquisidores, y continuó hablando. No parecen haber salidas de ningún tipo. Nos metieron aquí con Magia imagino… así que asumo que no hay manera de huir… al menos hasta que vuelva el emplumado y nos hagamos con sus piedrecitas… sugirió con una sonrisa perversa. Esperaba que alguno de los allí presentes supiera usarlas.

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20/09/2021, 17:37
Jraxas el Mancillador

Había prometido volver  salvo que aquel agujero llevase a exterior y efectivamente lo hacía, pero que leches era ese exterior. Mirando al cielo estaba claro que no estaban en el mundo del que habían salido, salvo que la explosión lo hubiese cambiado tanto. Lo primero que se le pasó por la cabeza era que estaban en otro plano, pero ese vacío que había sobre su cabeza era demasiado extraño, un espacio extradimensional era lo que más le cuadraba, como su propia bolsa de pergaminos, aunque no le sonaba haber oído hablar de algo tan grande.

Volvió a su propia forma y buscó por alrededores una piedra que fuera lo más redonda posible, sacó la tinta de su bolsa y se puso a escribir sobre ella, “he salido, no parece nuestro plano”, la información no era mucha, pero al fin y al cabo era una piedra, tampoco iba a escribir en ella un ensayo sobre el movimiento entre dimensiones. Después arrojó la piedra por el agujero del que acababa de salir, cierto era que podía descalabrar a alguien con ese sistema de mensajería, si eso pasase sería una pena no estar abajo para verlo.

Al volver a echar un vistazo todo parecía desierto, pero era mejor no arriesgarse, así que se volvió invisible y echó a volar hacia arriba. Al parecer lo tenía fácil para escapar, ¿pero hacia donde iba a ir en ese mundo extraño?, mejor sería echar un vistazo a los alrededores, valorar sus opciones y posiblemente buscar una forma de sacar al resto de idiotas allí encarcelados. Varios de ellos le matarían en cuanto pudiesen y el resto no parecían demasiado útiles, pero su carcelero parecía peligroso y era mejor que hubiera objetivos más grandes a los que atacar que él mismo.

Notas de juego

Voy a echar un vistazo por los alrededores a ver si veo alguna estructura o algo que pudiera estar conectado con la mazmorra donde estábamos.

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20/09/2021, 20:01
Uther Brannagan

Las voces se alzaban en uno y otro lado, y él escuchaba. Y pensaba. Aquello era otro rompecabezas, otro delicado balance que había que mantener. Nada nuevo. El peligro rondaba en cada mirada, lo mismo que la desconfianza. Bastaría sólo una chispa para hacer arder aquel variopinto grupo, y él había tomado para si la tarea de que aquello no ocurriese. 

El diablillo había desaparecido y el ser metálico parecía ajeno a la situación, pero la mayoría se mantenía alerta. La desesperanza afloraba también de algunas bocas, como la de Allanah, pero también sabiduría, y ganas de resolver aquel enigma. Lo mismo el llamado Kelgar, que buscaba salidas en la roca.

Había que pensar. ¿Cual era la naturaleza de aquellas gemas mágicas? El chico parecía recordar algo.

- Trata de recordar el nombre, Jim, podría ser últil -le pidió con calidez.

Así que muchos estaban en Halden, pero no todos. La coincidencia seguía siendo un dato interesante, no obstante. Asintió con mesura a la chica semidesnuda por el dato, y le ofreció su capa, por si lo que tenía no alcanzaba.

Fue hacia el rostro en la roca. ¿Tenía algo que ver con el lugar donde estaban, era una pista? Intentó recordar si había visto algo parecido en algún lado, u oido alguna historia. Tenían que estar preparados para cuando volviesen. Era obvio que sus armas sólo servían hasta cierto punto, pero estaba convencido de que aquella sería una batalla de sus mentes. Inspeccionaría el rostro, tocaría sus ojos, su boca, su nariz. Tal vez hubiera algo allí de utilidad.

- Tiradas (1)

Motivo: historia - rostro

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 16 (Exito) [16]

Notas de juego

*Intento utilizar la habilidad historia para ver si recuerdo algo relacionado al rostro en la muralla.

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20/09/2021, 23:52
Yakshini Krasue

La intervención de Cécil me pareció de lo mas interesante. Sigo sin comprender que clase de ser es, pero definitivamente parece ser alguien de lo mas interesante como mínimo y sin duda es una persona de negocios. Cuando tomó mis manos entre las suyas metálicas, le regale una pequeña y elegante sonrisa, me parece muy entretenida la forma en la que habla. No perdió la oportunidad para preguntar por el pago. No dejo claro que es lo que está pidiendo pero alguien en mi posición jamas se quedara corta de cosas que ofrecer.

- Mi hermano y yo somos los representantes principales de la casa Krasue, así que el no es solo mi miembro mas amado de la familia si no también una persona invaluable para mi casa como el actual heredero en la linea de sucesión. Si usted dice que le puede encontrar, estoy dispuesta a pagar con lo que sea que esté en mi poder, a excepción de mi vida u honor. Usted solo mencione lo que le interesa.

Se como reconocer a un lobo en piel de oveja cuando veo uno. Por mas que Cécil sea un caballero refinado e interesante, puedo notar que es una persona de tener cuidado, no es como el resto de los gusanos, el es inteligente, y eso lo hace peligroso. Es imposible que el mundo entero halla sido destruido como dice Cécil. Es cierto que no cabe duda de que Halden y muy probablemente otros pueblos cercanos hallan sido destruidos por el mar de llamas, pero no creo que eso halla destruido absolutamente todo. Aun debe quedar civilización, y mientras lo halla, siempre va a haber alguien que se arrodille ante la casa Krasue, ya sean humanos o demas seres de las tinieblas, y mientras eso sea así, yo podré sacar provecho de mi nombre.

Mientras estoy derivando en mis pensamientos escucho las palabras de la sirena. ¿Ella me vio en Halden? Entonces sin duda es la sirena que intenté comprar del circo. La verdad justo ahora no tengo interés en ella, no con esta situación, pero si me llamo la atención lo que mencionó sobre nuestro carismático abogado. ¿a que se refiere con que lo vio de otro modo? Mas adelante intentare preguntarle, pero este no es el momento adecuado.

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21/09/2021, 14:50
Cyriack Voared

Estaban sucediendo demasiadas cosas... la mente de Cyriack todavía no estaba centrada al 100% y necesitaba tiempo para digerir todo esto... Por lo que optó por ir a recoger algo de ese agua maloliente con su cantimplora... - Esto nos será útil más adelante... - pensó el inquisidor mientras pensaba en la más que segura falta de agua y comida que tendrían si no encontraban la forma de salir de allí...

El diablillo fue el más rápido, se elevó y trató de buscar una salida por alguno de los agujeros... pobre diablo, posiblemente terminase en las fauces de algo más grande que él... y el resto se dedicaba a hablar... un hablar que sonaba en la mente del inquisidor como un continuo martilleo... ¿Es que no eran conscientes de todo lo que acababa de suceder? Los oía hablar de forma casual, cosa que lo enervaba... pero si en algo estaban de acuerdo era en que el niño debía permanecer a salvo...

Luego se acercó al grupo... y así responder a la pregunta de Joric: - Sí... así es... y temo que todos los que estamos aquí debíamos estar allí... ¿verdad Inphie? - comentó a su compañera. Estaba claro que había algo extraño, sobre todo en el hecho de que todos los supervivientes estuviesen en la misma ciudad...

- Lo que si tengo claro es que nos tienen de momento a su merced, así que si queremos darle la vuelta a esta situación debemos ser rápidos y usar el elemento sorpresa... quizás haya alguna forma de escapar de aquí... - dijo mientras echaba un trago al agua que acababa de recoger....

Luego fueron las palabras del hombre del desierto las que lo descolocaron... no todos los presentes se encontraban en Halden... pero entonces... ¿por qué? ¿cual era el propósito de todo esto?... Aquello cada vez era más misterioso, pero ahora debía centrarse en buscar alguna forma de salir de allí, así que se puso a investigar por toda la estancia, tratando de encontrar algún resquicio o punto débil de alguna pared....

- Tiradas (1)

Motivo: Advertir/Notar

Tirada: 1d100

Dificultad: 75-

Resultado: 28 (Exito) [28]

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21/09/2021, 16:10
Cécil Steadman

En Capítulos anteriores...

@Jafhar—Creo que no será necesario —se la tendió —. El nombre propio tiene poder, señor Steadman. Recuerdo una cultura en concreto en la que conocer el nombre secreto de otro ser vivo podía otorgarte poder sobre él. El nombre propio nos da fuerza, voluntad y esconde fuerza, no debe menospreciarse. No vaya entregando su nombre tan alegremente, señor Steadman. Es mejor que yo no lo sepa con tanto lujo de detalles —volvió a insistir, devolviéndole la tarjeta.

Cécil se dispuso a alzar la mano para detener a Jafhar, a reiterarle su obsequio. Estaba programado para ello.

Por otra parte, reconocía a un rival a la altura solo con escucharle hablar durante un minuto.

Modere su entusiasmo, míster. Solo le he dado acceso al 20% de mi nombre. —dijo el androide en su tono melodioso y algo críptico. —Por otra parte, considérelo un ejercicio de reciprocidad. Usted previamente me ha dado el suyo. Sería de mala educación no corresponder. Y, además, estoy programado para adular. Así pues... Permítame que insista.

Cécil cerró con delicadeza su mano sobre la del hombre de las arenas.

Algún día, y puede que ese día no llegue, quizás necesite mi ayuda. He conocido a otros antes que usted. Otros que pensaron que no necesitaban ni querían nada de nadie. Gente contra natura. Ustedes, en realidad, todos nosotros, necesitamos a alguien, en algún momento. Somos seres sociales. Interdependientes. Está en la base de su programaciónCréame. Más tarde o más temprano, quizás me necesite. Y cuando ese día llegue, usted recordará mi nombre gracias a esa tarjeta, no a ese frágil almacén que llama memoria. Entonces, le asistiré... Y también le diré cuáles son mis honorarios. Quid pro quo, Mr. Jafhar. Quid... pro quo. —dijo en lengua de leyes inclinándose sobre el hombre. —Hasta entonces, acepte esto como un regalo.

Pausa dramática.

Por cierto, hace usted alusión a una fascinante cultura afín a ocultar la denominación interpersonal... ¿Pertenece a ella, por casualidad? Según dice, usted no es nativo de Halden. ¿De dónde procede? ¿A qué se dedicaba usted antes del Día Cero? Si no es indiscreción, claro. —Recordar es una forma muy sutil de enmascarar la verdad.

Este tipo, Jafhar, era como poco perspicaz. Cécil procedía a elaborar un perfil psicológico del sujeto al tiempo que charlaba con él.

—A dicho que se llama Jim. Jim será suficiente. Un nombre otorgado por otro carece de valor cuando se hace de forma tan…—intentó encontrar una palabra adecuada, no lo logró —…tan a su manera, señor. Puede que el chico no recuerde su apellido, pero seguro lo tiene. No es como si viniera de la nada.

Hizo un gesto en señal de haber terminado con el abogado. Se giró hacia Jim.

—¿Todo bien? —se agachó para ponerse a su altura —. Jim has dicho ¿Verdad? La memoria a veces nos juega malas pasadas. Ha sido un mal día. Primero el fuego, ahora este lugar. Yo no soy muy bueno con las armas ni con los puños. ¿Te parece que me quede cerca de ti? Podemos cuidar el uno del otro —se puso en pie—. Si a todo el mundo le parece bien, claro.

Accediera o no, no se separó mucho de él.

Veo que tiene una más que intrigante obsesión por los nombres, Mr. Jafhar. Un observador cauteloso diría que no es... casual... 

Pausa dramática.

Cécil hizo tamborilear los dedos en el cabezal del bastón.

También tiene un claro déficit en marketing, es evidente. Decirle al joven Jimmy V.T. que carece de destrezas marciales le aleja del puesto de escolta personal, si es lo que desea. ¿Acaso no ha visto la competencia que hay para proteger a nuestro más joven superviviente? —Cécil dio una palmadita al jovenzuelo en la testa. El androide sabía detectar a un ídolo de masas con rapidez y Jimmy ya estaba considerado influencer potencial en aquella escuadra.

Quizás puedas emplear al buen Jafhar como consejero espiritual. Parece haber alcanzado el Nirvana un par de veces. —dijo a Jim empleando un metálico sarcasmo. El hombre de las arenas había tardado poco en evidenciar que también buscaba a alguien que cuidase de él. 

Dígame, Mr. Jafhar... ¿Si el carcelero hubiese elegido a otro ser en esta celda... A otro individuo diferente del joven Jim... Cree que los presentes le habrían ofrecido idéntica ayuda?

Incómoda cuestión.

Cécil, por supuesto, había evidenciado con su actuación algo que los pellejudos pasaban por alto.

Todo el mundo es un cliente potencial.

¿Pueden los humanos decir lo mismo?

¿Sueña Cécil con ovejas eléctricas?

Estas y otras cuestiones metafísicas flotaban en el éter en el fragor de la conversación.

@Jimmy: —El hombre ese de las plumas, ese de antes —movió nerviosamente las manos —me suena de algo. De un cuento que me leyeron, de pequeño.

Cécil ladeó la cabeza mientras observaba al pequeño.

Cáspita. El joven Jimmy es todo un prodigio de los Servicios de Inteligencia. ¿Un cuento? ¿Qué cuento? Tell me more, kiddo...

* * * * *

@Yakshini: - Mi hermano y yo somos los representantes principales de la casa Krasue, así que el no es solo mi miembro mas amado de la familia si no también una persona invaluable para mi casa como el actual heredero en la linea de sucesión. Si usted dice que le puede encontrar, estoy dispuesta a pagar con lo que sea que esté en mi poder, a excepción de mi vida u honor. Usted solo mencione lo que le interesa.

Entiendo. —dijo Cécil analizando la situación familiar de la Casa Krasue al tiempo que la súcubo exponía sus preocupaciones.

Resulta evidente que sois una clienta inusual. Lo más frecuente en estos casos es acelerar el procedimiento de sucesión para beneficiarse de la potencialmente funesta desaparición de vuestro amado hermano. Esto, claro, suponiendo que no haya otro... obstáculo en la línea sucesoria de vuestra familia. Se conoce como la Doctrina Lannister. Fue muy popular en tiempos, sí. Con todo, no os juzgo, milady. Si deseáis encontrar a vuestro hermano, os ayudaré a buscarle. Y no temáis... No me interesa tomar vuestra vida ni privaros de vuestro honor. Muy al contrario, debo añadir.

>> Si os place, formalizaremos un contrato al salir de aquí y comprobar que nuestra esperanza de vida excede de un día. ¿Estáis conforme? —preguntó extendiendo su mano a la heredera natural de la casa Krasue.

* * * * *

@Kelgar: ¿Abo… qué?

No necesito nada más que salir de aquí. Y creo que a ti también te interesa abandonar este agujero… le contestó antes de marcharse mirándolo de reojo.

Cécil negó despacio con la cabeza.

Ese tipo, Stallson, se había escapado de algún reformatorio de montaña, estaba seguro.

He aquí a un entrañable «bárdbaro». Todo un poeta de las estepas, no hay duda. Qué dicción. Qué desagradable acento. —comentó para sí el androide observando el comportamiento del guerrero humano asistiendo ahora a la sirena. Qué curioso. Protegía a los más débiles, a aquellos cuyo salario mínimo interprofesional les permitía solicitar asistencia jurídica gratuita en un estado utópico en el que existiese derechos garantizados a los ciudadanos.

De tener rasgos faciales Cécil habría quedado anonadado al concluir que aquel bárbaro analfabestia tenía algo en común con él.

Ambos eran héroes pro bono.

Bueno, casi.

Notas de juego

He intentado contestar a todo ^^

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22/09/2021, 00:13
Director

Jraxas escribió su mensaje en la piedra y lo lanzó por el túnel que había recorrido, sabedor de que había pocas probabilidades de que el mensaje llegase a su destino*. Al menos ya era más de lo que ninguno de los otros prisioneros había hecho por él. Volvió a recuperar su forma, rasgando su piel de insecto para desplegar las alas, explotando los ojos que tenía de más, colocando de nuevo todos sus afilados dientes dentro de su boca. Un espectáculo que tenía algo de majestuoso a y mucho de horrible.

Se hizo invisible y comenzó su vuelo.

En cuánto ganó algo de altura, y distancia, pudo ver el lugar donde había sido aprisionado. Era un palacio de blancas paredes y grandes cristaleras, con enrevesadas torres y techados azulados, zonas ajardinadas, varias torres del homenaje, puentes y pasarelas, algunas acristaladas. El lugar era una mezcla entre prisión, castillo y palacio. Predominaba lo último; buen gusto en la estética, composición, equilibrio en los colores y las formas, y el cristal que le daba un aspecto extraño. Olía a magia. Una construcción de un demente.

Jraxas había visto alguna construcción parecida: catedrales en el Infierno, o construcciones de locos edificadas en nombre de oscuros dioses. El palacio blanco poseía algunos ángulos imposibles y pasos a diferentes alturas que confluían en el mismo punto. Su arquitectura invitaba a la locura, incluso a él.

Era enorme, con veinte torres, plazas, jardines, diversas entradas, puertas de caoba negra. No vio guardias.

Se sostenía sobre un peñasco de roca. Bajo el palacio, en la tripa de la roca, era donde se encontraba la mazmorra. Los agujeros servían de ventilación por lo que, intuyó, no había un acceso directo. Al menos, físico. El lugar hedía a magia. Una que no podía identificar. Estaba cargado totalmente, en parte le excitaba, en parte le mareaba.

La roca, a su vez, estaba sostenida sobre un fino pilar de piedra. El pilar, tan ancho como el cuerpo de un hombre obeso, descendía hasta el suelo, hundiéndose en las arenas del desierto. Por supuesto era imposible que una construcción tan basta se sostuviera sobre un solo pilar de no haber magia de por medio. Una magia poderosa.

Había cientos de sitios a los que poder ir. Podría tardar días en registrar todo el lugar. En cambio, tras él, y sobretodo, sobre él, no había nada. Nada.

 

 

 

Notas de juego

*El túnel es bastante largo, es irregular, no tiene pendiente siempre, tiene algún giro. No es un tobogán perfecto por el cual una piedra pueda deslizarse. Eh, pero la idea de descalabrar a tus compañeros con tu mensaje es buena...XD

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22/09/2021, 00:14
Director

El muro  principal de la Biblioteca de Alexandra, la Perdida Ciudad del Conocimiento, poseía un muro con un rostro que, según se decía, recitaba los libros que alló se guardaban, uno a uno, de forma incansable. Otros aseguraban que el muro era poseedor de la sabiduría de todos los libros que albergaba la biblioteca y que uno podía hacerle preguntas para obtener ansiadas respuestas.

En el sótano de la mansión de la casa Karmak se decía que había un rostro grabado en la roca, el cual podía contar historias de tiempos perdidos y remotos y que servía como bálsamo para los pobres desdichados que terminaban en aquel lugar de horrores. Los Karmak habían sido una familia noble con extraños apetitos por la carne y la sangre.

La Gran Muralla del Imperio Xin, desaparecido hace miles de años, tenía un rostro que miraba siempre al enemigo y que vigilaba aun cuando la noche era cerrada.

Había cientos de historias, todas ellas que hablaban de rostros, o incluso cuerpos enteros, grabados en las paredes, a los cuales se le atribuían propiedades mágicas, incluso se decía que algunos estaban vivos. Por supuesto era parte de la historia apócrifa que Gorgorius le había contado en ocasiones, esa que la iglesia no quería dar a conocer.

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22/09/2021, 00:16
Director

Allanh Von de Rhae no tenía intención de quedarse callada. Las palabras de Kelgar habían sido bruscas y con igusl brusquedad contestó ella.

—Con rapidez defiendes al niño y a la joven. ¿Es eso lo que te gusta bárbaro? ¿Niños y jovencitas? ¿Una mujer de verdad como yo no es merecedora de tu gran espada protectora? ¿Te intimido, quizás?—afiló la sonrisa, hizo un ademán con la mano —. Me callaré cuando consiga salir de aquí. Nuestra supervivencia está ligada precisamente a ese hecho. Quedarse a esperar solo nos lleva a la muerte. Y tú deberías verlo, eres precisamente el más vulnerable de todos.

Para llevar un vestido de cortesana no hablaba como tal, había genio y fuerza en su voz.

El bárbaro había logrado encontrar una espada mellada, suficiente para quebrar las cadenas de Ilia de un solo golpe. El metal se partió en dos mitades, la espada también. Los grilletes de la mujer fueron forzados mediante la daga del bárbaro, los cuales cayeron inútiles a los lados. No se atrevió con el collar, era una pieza más complicada, con extraños grabados que indicaban magia. Como remate, Kelgar le tendió su arma.

Ilia se sintió liberada del peso de las cadenas por primera vez en mucho tiempo. A cambio, el hombre cubierto de metal había colocado algo más pesado aún en su mano. Un arma.

—Creo que sería oportuno abandonar los sentimentalismos por hermanos perdidos, padres, amantes, esposas, hijos…—señaló Jafhar ante el comentario de Yakshini —. Estando encerrados  aquí no debemos preocuparnos de aquellos que pueden estar esperándonos fuera. Le hará un gran favor a su hermano si no se deja embaucar por un mercader de palabras como el señor Steadman. Algunos hombres parecen querer sacar tajada en cualquier situación.

El hombre del desierto mantuvo la pugna con el constructo, una charla sobre su tarjeta. Un nombre no valí tanto ¿O sí?

—Como usted quiera, pero no diga que no se lo advertí —dijo Jafhar guardando la tarjeta entre los pliegues de sus ropas, se le vio preocupado por unos momentos. Steadmam volvió a la carga, más preguntas —. Recibí una herencia familiar cuando era joven, así que me he dedicado a viajar por el mundo. No he adoptado una cultura única, ya que he conocido bastantes y no creo que el hombre deba cerrarse a una sola idea. Pero ¿De qué sirve eso? Le contaré mis viajes si así lo desea, pero no creo que sea el momento.

Cyriack, el inquisidor, menos pródigo en palabras pero más generoso en acciones, se dedicó a inspeccionar la cueva. Puede que él tuviera más suerte que el norteño. Su ojo, acostumbrado a cazar al mentiroso, al hereje, al impuro, podía ver aquello que se ocultaba. Si bien tuvo que hacer su inspección con la charla de esos dos fondo.

—Puede que carezca de destrezas marciales, como dice, señor Steadman, pero no de determinación —dijo, obviando todo lo demás.

Ante su último dilema, el hombre no dudó en responder.

—No conozco a los presentes, pero me gusta pensar que en una situación desesperada como la nuestra, habría habido igual número de defensores. Pero claro, es un caso hipotético. Si nos centramos en lo que ocurrió de verdad, no le vi a usted tratando de proteger a nadie. Y ahora que el peligro ha pasado parece querer ofrecer su mano, y su nombre, a todo el mundo. Eso tampoco es nada…casual.

Hubo más palabras, pero pocos hechos. Finalmente Cyriack encontró algo. Llevaba unos minutos palpando una pared. Era evidente que había una parte hueca. Los mecanismos que abrían pasajes secretos no solían ser muy complicados de activar. Su secreto estaba en su ocultarlos bien. Palpó una palanca, tiró de ella y se apartó. Una porción de pared de abrió delante del inquisidor, revelando una boca negra que descendía mediante unos escalones irregulares. Ni una sola luz. Un nuevo hedor llenó la sala. Más cuerpos en descomposición, pensó. Bastantes más, en un ambiente más cerrado.

—Vos si parecéis útil —dijo Allanah, acercándose hasta su posición, falda al vuelo, para echar un vistazo. Solo había oscuridad —. Las mazmorras se sitúan en las partes bajas de los castillos, igual que las cárceles y prisiones. Esas escaleras bajan más aún. ¿Cree que es prudente aventurarse más abajo?

 

Notas de juego

Hablar es bueno, pero actuar es más divertido. Id hablando entre vosotros, conoceos, haced amigos, o negocios. Puede que no tengáis más ocasiones. Dado que estamos en mitad de un turno conversacional, os cuelgo este miniturno para animaros un poco más.

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22/09/2021, 07:20
Jraxas el Mancillador

Mientras daba una vuelta de reconocimiento, cada vez estaba más seguro de que no estaban en ningún mundo conocido. La magia rezumaba por todas partes y la física parecía tener un lugar secundario allí, fue cuando vio el pequeño pilar que sostenía la magnífica construcción cuando lo tuvo claro, entonces se acordó de esas esferas de cristal que contenían agua y muñeco, un paisaje o un castillo. Su teoría de que estaban en un espacio extradimensional parecía ganar fuerza, porque no parecía haber gran cosa a parte del castillo, mejor dicho no parecía existir gran cosa.

Obviamente no tenía muchas posibilidades de hacer gran cosa por sí mismo, con el poder que tenían sus captores seguramente le descubrirían antes de encontrar la forma de salir de allí. La opción de suplicar y ofrecer sus servicios a sus captores siempre estaba ahí, pero no tenía garantía alguna de que le fuesen a escuchar porque ni siquiera sabía que querían de él, así que mejor sería dejarla como recurso secundario e intentar sacar a los escudos humanos de abajo.

Nuevamente alzó el vuelo, pero a pesar de ser invisible, prefirió moverse entre las estructuras evitando estar a plena vista, el diablillo no era poderoso pero si lo suficientemente astuto como para no subestimar las capacidades de sus enemigos. Si hacían experimentos con los prisioneros, los torturaban y demás, lo más normal es que lo hicieran en alguna mazmorra, ya que aquel palacio estaba hecho con demasiado buen gusto como andar manchándolo de sangre y tripas. Lo más normal es que la mazmorra al igual que las celdas estuviesen debajo, pero como el pajarraco parecía ser capaz de abrir portales o algo parecido, no tenían por qué estar juntas. Lo mejor sería sobrevolar la parte inferior y buscar otras aperturas o respiraderos, a ver si tenía suerte y encontraba otras salas.

Notas de juego

Por eso he escogido una piedra redonda, porque tenía más posibilidades de darle a alguien, digo... de que les llegue el mensaje quería decir.

Busco aperturas o entradas en la parte inferior de la estructura.

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22/09/2021, 14:23
Inphie Lightborn

Al menos yo, también estaba en Halden— confirmó ante las palabras de Cyriack —Puede que usted sea el único que no— le comentó a Jafhar mientras pensaba para sí misma que podría ser sospechoso por ello.

El diablillo se había marchado, lo que relajó parte de la tensión; aunque el dichoso ser de hojalata no paraba de moverse de un lado para otro repartiendo papelitos y diciendo sandeces. Le estaba dando dolor de cabeza, pero trató de concentrarse tanto como pudo en el rostro del centro de la estancia. Tras inspeccionarlo durante unos segundos, Inphie retrocedió un paso desconcertada. El rostro del muro no pareció inmutarse al ser manipulado pero la mirada de la inquisidora hacia él cambió por completo. —Esto está mal— murmuró mientras retrocedía un segundo paso para verlo con perspectiva.

Se acercó al grupo que había encontrado una salida de la sala. —No, no creo que eso nos lleve a ningún lugar seguro. Uno no pone las llaves de la celda dentro de la celda. Pero no querría estar aquí cuando eso despierte— Señaló a la cabeza del centro de la sala transmitiendo su preocupación al resto. —Además, tampoco tenemos muchas más opciones ahora mismo. Parece mejor plan que esperar aquí a que vuelva el tipo ese de las gemas

Tomó aire un segundo y planeó cómo salir de ahí. —El grandullón de la armadura y Joric delante. Cyriack y yo cubriremos la retaguardia, el resto en el centro de la formación. Bajaremos lento pero seguro. Dejad al menos cuatro peldaños de distancia con la persona que tengáis delante, tendréis tiempo de reaccionar si pasa algo.— Se acercó a tomar una de las antorchas que iluminaban la sala. —Vamos— insistió de forma imperativa, como si diese por sentado que todo el mundo estaría de acuerdo con ella.

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22/09/2021, 17:24
Uther Brannagan

Se había detenido frente al rostro, intentando recordar historias, pero también escuchaba lo que sucedía a su alrededor. Lo más alentador fue que Cyriack había encontrado un pasadizo. No estaban tan atrapados como parecía. Los inquisidores lo estaban sorprendiendo, dejando de lado la animosidad que podrían haber tenido con varios de los presentes, y buscando soluciones concretas y prácticas a los problemas que tenían. Lamentablemente, no todos compartían aquella practicidad y se lamentaban de su suerte, o simplemente divagaban.

La inquisidora Lightborn ya trazaba un plan de acción, lo que se agradecía, pero él pensaba que debían reflexionar sólo un poco antes.

- Esperad un momento. ¿Alguno ha oído hablar de Karmak? Hay varias historias de rostros en muros, pero la de Karmak es la que me resulta más familiar, dadas las circunstancias. Se cuenta que se trataba de una familia noble, con extraños apetitos por la carne y la sangre. Creo que coincide lo suficiente con nuestra situación actual. El rostro en la roca se supone que contaba historias de tiempos perdidos y remotos a los desdichados que terminaban en aquel lugar.

Observó y escuchó si alguien tenía algún comentario al respecto.

- Debemos compartir información, si no, estamos perdidos. Sabemos que nuestro carcelero vendrá, y lo hará acompañado. No sabemos, es verdad miss Allanah, cual es el destino que tienen planeado para nosotros. No sabemos si hemos sido elegidos de alguna manera especial o ha sido aleatorio, pero creo que sería bueno que empecemos a confiar los unos en los otros, o al menos compartamos la información que tenemos. Daré el primer paso, por supuesto. Cuando el emisario habló de máscaras se refería a que no estoy utilizando mi nombre verdadero, estaba viajando de incógnito ya que tengo muchos enemigos, tal vez alguno entre vosotros, pero es tiempo de dejar de lado las máscaras.

Se paró frente al muro que había estado mirando.

- Rostro, despierta. ¿Estamos en la mazmorra Karmak? Te habla Uther Brannagan, rey de Edrinor.

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22/09/2021, 17:55
Jraxas el Mancillador
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Percepción

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 53 (Fracaso) [53]

Notas de juego

Si es percepción a pelo la fallo, si puedo usar la habilidad de buscar la pasaría. 

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22/09/2021, 18:42
Ilia

No quería hablar, tampoco tenía ganas de replicarle nada a nadie por lo que no dijo nada ante las palabras de la mujer y se dejó desencadenar por Kelgar quien de algún modo la defendió y le dio defensa, una daga... ¿Por qué tanta caballerosidad?
-Gracias...Nunca entendería esas cosas y menos en un lugar tan pútrido como ese, aunque no sería ella quien se quejara del buen trato, claramente. Todos hablaban algunos intentaban descubrir algo y el diablillo hacía unos escasos minutos que había desaparecido por un resquicio. Volvió a acomodarse el grillete con runas que le rodeaba el cuello con clara molestia sabiendo que el chico no había podido liberarla de la misma y miró a Allanha. -Siento no ser lo suficientemente fuerte como para romper mis grilletes por mi misma, señora. Igual que vos me habéis dado vuestro chal para tapar mis partes más nobles, él ha ofrecido su espada. ¿Qué diferencia hay? Hace burla pero actúa igual. Odiaba hablar, todos solían acabar cautivados por una voz tan melodiosa y por ello murmuraba casi siempre o se limitaba a callar pero... Sentía que debía defender al único ser en años que se había dignado a intentar salvarla y a defenderla ahora. Lo que la hizo girarse por el estruendo y mirar hacia la pared fue la hedionda entrada (o salida más bien) que ahora se apreciaba. Empezaron a hacer planes y a planear si era allí adonde debían ir o no. Tampoco tenían mucha mayor opción pero no le gustaba el hecho de que bueno, en general pudieran caer todos en una trampa sin retorno peor aún que aquella celda en la que se encontraban.

Se terminó acercando al agujero negro para escuchar atentamente qué es lo que se escuchaba de ahí abajo. ¿Roedores? ¿Agua? ¿Aire? cualquier pequeña cosa le valdría para hacerse un esquema mental del lugar al que podrían descender pero hablaban demasiado y el ruído de sus voces le martilleaba la cabeza así que decidió dejarlo por el momento.

-Si vamos a bajar, debería quedarse alguien en la celda por si se nos cierra el pasaje a las espaldas... Miró a Jhafar antes de poner su atención en Joric, quien se revelaba como Rey de un reino. Estaba sorprendida la verdad, ¿Pero qué más daba? Ahí en la porquería era uno más junto a todos, nadie allí era especial y todos deberían lidiar con lo mismo.

 

 

 

- Tiradas (1)

Motivo: Percepción Oído

Tirada: 1d100

Resultado: 81 [81]

Notas de juego

Maldito dado, solo tenías un trabajo D: