Partida Rol por web

La Puerta del Bosque, el lindero del Bosque Negro se encuentra a pocos días de camino del pozo donde fuisteis sorprendidos por un grupo de trasgos. El tibio calor de un sol de noviembre os parece una bendición tras el largo viaje por los oscuros rincones del bosque. Baldor no ha recuperado completamente la memoria, sigue muy desorientado pero ha ido asumiendo algunos aspectos de su vida. Belgo, su hijo, se ha vuelto un niño algo más reservado de lo que era al principio. Los sucesos que ha visto y vivido estas semanas han hecho mella en él, os parece evidente.

- Muchachos, ha sido un intenso viaje, me atrevo a pensar que más de lo que recuerdo. Belgo y yo tenemos intención de dirigirnos hacia el sur para comerciar con los beórnidas y los hombres del bosque, más al sur. Estas tierras están protegidos por Beorn así que podemos seguir solos. Gracias por vuestro servicio, aquí tenéis el pago que os prometí y os aseguro que siempre tendréis el agradecimiento eterno tanto mío como el de mi hijo. ¿Qué planes tenéis?

Tras el largo viaje y lo brutal del último combate, Holdin solo puede pensar en una cosa: descansar.

- Mis compañeros y yo debemos deliberar. ¿Qué hemos de hacer? ¿Separarnos ahora, y vernos cuándo acabe el invierno? ¿O quizá mantenernos juntos? Por mi parte, tengo claro que he de hacer: volveré a Valle lo antes posible. Hay cosas en la ciudad que me son importantes, y no quiero desaparecer en el Nuevo Año. ¿Qué queréis hacer vosotros?

- Lo más seguro es que pasemos el largo invierno en el valle del Anduin. Dicen que pronto se celebrará en Valle un importante encuentro entre héroes que tomaron parte en la Batalla de los Cinco Éjércitos, hace cinco años. Puede ser una interesante velada donde encontrar nuevas aventuras.

¡Así es muchacho! Aunque vos y vuestro señor padre estaréis muy bien aquí. Tanto los hombres del bosque como los beórnidas son grandes pueblos. Estaréis bastante seguros con sus grandes guerreros protegiendoos. Y tampoco os faltará de nada.

Por mi parte, a este señor enano de aquí podréis encontrarlo en la misma ciudad del lago de la que le visteis salir. Dijo Thror en respuesta. Aprovecharé el inicio de la estación fria para investigar la germinación de los brotes de Caléndula. Así como los posibles métodos de reproducción y su utilidad en materia sanadora de la Espadaña silvestre. En ese momento, se percato de lo extraño que aquellas palabras estaban sonando a sus compañeros.

¡Y por supuesto, fortalecer estos enormes brazos estrellándo mi mazo contra el yunque! Solto una risotada sorda. Supongo que eso implicará que vayamos juntos. Dijo a Holdin. Al menos, la mayor parte del camino.

Poco a poco, las figuras de Baldor y Belgo se alejan dirigiéndose al sur por el amplio valle del Anduin. A un lado, el Bosque Negro, al otro, lejanas, las Montañas Nubladas. De vez en cuando, Belgo se gira y os saludo agitando el brazo en el aire. Finalmente, con el atardecer, sus sombras teminan por confundirse con la caída de la noche hasta que se os hace imposible diferenciarlos del entorno.

Y es así como os encontráis al final del camino. Cada uno de vosotrs decide qué va a hacer ahora. Si bien es cierto que el invierno se acerca es apremiante llegar a vuestra casa. Por distintas razones no es una buena idea estar de viaje en la estación fría. Y menos para los habitantes del norte puesto que se acerca una importante celebración: los cinco años de la Batalla de los Cinco Ejércitos. Los pueblos de las Tierras Yermas han sido convocadas a la celebración: medianos, enanos, humanos de los más distintos lugares. Incluso los elfos han confirmado su asistencia y parece que van a abandonar sus estancias del interior del Bosque.

Una ráfaga de aire frío atraviesa los Valles del Anduin. Es buen momento para buscar un lugar para dormir puesto que a la mañana siguiente empezará el viaje de regreso.

Me giro hacia mis compañeros, sonrisa en los labios.

- Compañeros. Ahora nos esperan unos meses de descanso, pero el viaje no ha terminado. Quizá ahora que no tenemos a un comerciante que vigilar, podamos avanzar más deprisa. Así, os sugiero que nos veamos el día del solsticio de primavera en la posada Legado de Selas en Valle. ¿Qué os parece?

El trabajo ya estaba hecho, ahora sólo quedaba volver a casa, algo que tenían bien merecido por todo lo que habían pasado.

Más nos vale llegar cuanto antes, no me gustaría que nos pillase el invierno aquí... además, ¡se acerca una gran celebración y hay que estar preparado, ¿verdad Holdin? ¿Nos deleitarás con nuevas canciones? Sonrió Brann.

¡Sea pues, entonces! Nos veremos en el solsticio de primavera compañeros, cuando mi pueblo acuda para las celebraciones.

La elfa se despidió con un caluroso abrazo de los dos hombres, y decidió que eso sería demasiado efusivo para maese Brazo de Plata, así que en su lugar le saludó con una leve reverencia, en señal de respeto, y la mejor de sus sonrisas. Que tus Caléndulas crezcan tan fuertes como tus brazos, mellon nîn. 

Yo esperaré hasta la hora de nuestra próxima reunión en los salones de mi señor Thranduil, donde espero que las canciones y la poesía apacigüen mi castigado espíritu. Que los Valar guien vuestro pasos hasta nuestro próximo encuentro.

Sabía que debían volver cuanto antes, no convenía que el frio les cogiese en mitad del camino. ¡Bueno, pongamonos en marcha! Ya cada uno irá desmembrandose por el camino.

Por el camino, Sarunniel se despide de él. ¡Erh! Si, bueno... este... Dijo tras el acercamiento y los buenos deseos de la elfa. Gracias. Terminó.

Luego continúa con los hombres hasta Esgaroth, donde Holdin se despide continuando el camino hacia el Norte, rumbo a Valle. ¡Que os vaya bien, lenguaraz! Espero veros para la celebración.

Y así se recoge nuestro enano, dispuesto a pasar los días de frío en la bulliciosa y, a su juicio cada vez más, confortable ciudad.

Sarunniel, eran dos empresas por ser fin de año.

Y no sé cuántos puntos de sombra tienes en total porque no anoté nada en la anterior partida.

Era otra fría mañana de invierno, pero tras varios días de nubes y nieblas, en esta mañana el sol resplandecía en lo alto y el cielo de un intenso azul aparecía totalmente despejado. La elfa decidió que no era un día para quedarse en las Estancias del Rey Elfo escuchando poemas y canciones, a menudo tristes, de otras edades. En lugar de eso se puso su ropa de viaje y se dirigió al noroeste, al encuentro del viejo Roble Centinela.

El árbol, que había visto pasar muchas edades, carecía de su habitual corona de hojas doradas, pero no por ello era menos impresionante. La escarcha cubría las desnudas ramas, y reflejaba con gran belleza la intensa luz del sol invernal.

Sarunniel pasó la mañana en el lugar, donde muchos acudían a venerar al viejo árbol, incluso algunos, conocedores de la lengua de los árboles, mantenían animadas conversaciones. Antes de marcharse, dando las gracias a los Valar por una espléndida mañana, recitó un breve ruego en élfico, pidiéndole al viejo Roble que guie sus pasos si sus asuntos la llevan a recorrer los senderos del Bosque Negro próximamente.

Me acabo de dar cuenta que los puntos de experiencia y avance van antes de la empresa. Es igual, vamos al tema y ya estará. Ya os puse en la tabla los puntos de avance que tengo anotados de esta partida. La mayoría aún tenéis de la anterior. Por otro lado, concedo 8 puntos de experiencia. No preguntéis por qué, como le decía a Holdin un día, lo hago al tuntún según la cantidad de capítulos i/o páginas que ocupa la aventura escrita. Lo mismo, la mayoría tenéis aún puntos de experiencia de la anterior aventura.

El otoño se cierra sobre las Tierras Ásperas mientras comitivas de los más diversos pueblos se acercan a Valle en los últimos días de noviembre a celebrar los cinco años transcurridos desde la Batalla de los Cinco Ejércitos. Humanos de los más distantes pueblos, hobbits de la Comarca (incluso os parece ver al bueno de Falco Guardacercas y os cuenta qué le sucedió desde que lo dejasteis en los salones de Thranduil), beórnidas del otro lado del Bosque Negro, enanos, águilas gigantes sobrevolando el nublado cielo al amanecer.

Gloin, Oin y Balin son invitados de honor a la fiesta. Los llegáis a ver algún día entre la multitud. Os reconocen y os saludan, ganandoos el respeto de los aventureros, nobles y artistas que os rodean.

Pero uno de los momentos más esperados de la celebración es el Conciclio del Norte. En él se dan reunión representantes de todos los pueblos de las Tierras Ásperas. No son actos públicos pero rápidamente corre el rumor que, a pesar que todos los pueblos celebran la desaparición de la Sombra cinco años atrás, Beorn no parece muy contento y, por su lado, ningún representante de los Hombres del Bosque Negro, al sur, llega para dar mensaje alguno al respecto.

Pocos días después, las celebraciones se dan por acabadas y el frio invierno cae lentamente sobre las Tierras Ásperas cubriendo las montañas, los bosques y los poblados.

- Fin -