Partida Rol por web

Haciendo gala de la proverbial agilidad de los elfos, Sarunniel logra alcanzar la bolsa de seda en la que está atrapado Baldor, y dejarla con delicadeza sobre el suelo. Tras unos segundo sopesando sus opciones, carga sobre uno de sus hombros el fardo y comienza un peligroso camino de vuelta, trepando nuevamente por el muro en dirección al suelo donde el resto de la compañía les espera, vigilantes ante cualquier peligro.

A pesar de su apariencia débil, la elfa no parece tener muchos problemas en cargar con el inmovilizado Baldor mientras desciende apresuradamente, determinada a poner a salvo al hombre y regresar al campamento. A punto de dejar caer a Baldor casi al final del recorrido, reaccionó ágilmente y sin perder pie consiguió equilibrar el peso y terminar el descenso con un pequeño salto hasta el suelo.

"¡Rápido, hay que irse de aquí! He visto a media docena de las criaturas justo ahí, a sólo unos pasos tras aquel recodo en el muro. Son grandes como un sabueso..." - dice a los compañeros mientras señala a una esquina donde el muro dobla en forma de L. "Será mejor que liberemos a Baldor de las telarañas que lo envuelven y nos alejemos de aquí sin mayor demora"

Sarunniel descuelga el bulto que representa Baldor y consigue bajarlo al suelo con proverbial habilidad. ¡Incluso nada parece indicar que las arañas hayan detectado vuestra presencia! No os cuesta demasiado deshacer las hebras que tienen atrapado al viejo mercader, que parece algo confuso.

Con el fuego encendido, Thror comenzó a quemar todo entramado de tela que pudiese suponer un peligro para sus compañeros, tanto en la huida como ante un posible enfrentamiento.

Comenzó limpiando las escaleras de subida de la torre, tocando con la antorcha cada escalón y pared por donde discurrieran las hebras. Planteando que en caso de tensión, cualquiera pudiese tropezar.

Mientras, Sarunniel comenzó a preparar su ascenso hasta Balor. El enano la acompañó hasta la cima, donde aguardo a que esta regresase. Tras lo cual, prendió fuego al entramado de telarañas que servían de puente entre las dos edificaciones.

-Me descubro ante vos, jovencita. Eso ha sido todo un recital de equilibrio y agilidad.- Dijo con una ligera reverencia.- Ahora será mejor que nos vayamos antes de que alguien se de cuenta de que le hemos robado la cena*.

Las llamas hacen mella en las fibras de las telarañas y estas parecen retorcerse ante la proximidad del fuego. Se retuercen y se rompen como almas atormentadas. No estáis seguros de ellos, pero sabéis que allá donde estén, las arañas estarán notando vuestra presencia. Y así es, cuando conseguís reunieros de nuevo bajo el muro, con Baldor sano y salvo, las veis a lo lejos, asomar por los muros de la tore, perezosas con abdómenes blandos y ojos adormecidos.

Corréis sin mirar atrás hasta llegar, sin demasiado problema al claro donde os aguarda Belgo con los ponis y el resto de la caravana.

Baldor parece algo sosprendido. Su mirada parece algo volátil.

- Gracias señores, no sé muy bien cómo he llegado al lugar del cual me rescataron. Ni siquiera creo recordar quiénes son ustedes. Si fueran tan amables de decirme sus nombres, estaré siemrpe agradecido de su ayuda, así como la de ese joven que va con ustedes y les ha vigilado el equipaje en el claro. Han sido ustedes cinco muy valientes.

Holdin parpadeó estúpidamente durante unos segundos.

- Este... ¿joven? ¿Belgo?- "Se ha vuelto loco".- Pero... Belgo es... Su hijo... ¿No? Quiero decir... Nosotros somos sus guardianes, Baldor. Sarunniel, Brann, Thror y Holdin...

Miró a sus compañeros.

- ¿Qué le pasa?

Ya devuelta en el campamento, Baldor parecía haber perdido completamente la memoria sin ni siquiera reconocer a su propio hijo.

¿Serán los efectos secundarios del agua que bebió? Comentaba Brann mirando al hombre aún aturdido. Le convendría descansar, pero no se yo si las arañas aparecerán por aquí.

- No sé a qué se refieren. No sé cómo he llegado aquí. Recuerdo que unos enanos han despertado al dragón. Al viejo Smaug de la Montaña Solitaria. Debo hacer algo para regresar a la Ciudad del Lago y salvar a mi mujer y a mi pequeño hijo, ¡apenas tiene cinco años! El dragón puede estar debastando la ciudad.

Sarunniel asiente a las palabras de Brann

Yo también creo que puede estar aún bajo los efectos del agua del arroyo encantado, pero no sabría decir cuánto durará ni qué es lo que le pasa exactamente... pero es evidente que está desorientado y aparentemente viviendo en el pasado reciente en su mente.

Os parece evidente que Baldor actúa muy extraño desde que le rescatásteis de las arañas. A pesar que aceptar que sois sus vigías y que Belgo es su hijo, especialmente esto parece turbarle especialmente. Tampoco reconoce hechos recientes, como la muerte de Smaug, la guerra de los Cinco Ejércitos o los cambios que han afectado al Bosque.

Pasan algunos días y la situación no mejora. Por suerte tampoco empeora y acabáis por tomar como normal que Baldor haya olvidado por completo los últimos cinco años de su vida. Lo que es evidente es que haya sido el agua del arroyo, algún veneno de las arañas o lo que fuera, el viejo mercader ha sido afectado por la traicionera magia el Bosque Negro.