Partida Rol por web

- Ugh... esto es peor de lo que esperaba... - se queja, manteniendo un ojo cerrado al notar que el veneno actúa más rápido de lo esperado.

- ¿Princesita del pant...? - , cae en que la están confundiendo con la pequeña maga. ¡Eso juega mucho a su favor! En cuanto la pequeñaja con pintas de hechicera se entere de que hay revuelo, quizás pueda ayudarles.

- Creo que voy a necesitar un poco de ayuda~ - le dijo a la princesa guerrera con un tono juguetón y alegre, incluso ante la gravedad de la situación. Sí, ella sabe que están en problemas y que se confió demasiado. Súbitamente, ¡tira la brocheta hacia el rostro del peludo dependiente y se dispone a huir con Astrid!

-Deberías aprender un poco de historia...mi amo nunca ha hecho nada malo, está reclamando lo que es suyo por derecho...si no fuera por esa estúpida diosa y sus engaños y mentiras...-Gruñó apretando un puño con fuerza.-Me pone furiosa solo de pensarlo...eh...¿no estás subiendo muy deprisa?, estás dejando al resto de gente atrás.-Murmuró confusa, al menos hasta que se percató de algo que le hizo apretar los dientes y murmurar "imbécil".

Al mirar hacia atrás pudiste fijarte de que empezaba a haber una pequeña reyerta. Un conocido bajito, peludo y disfrazado de lo que parecía ser un chef, acababa de recibir un brochetazo de fruta en la cara mientras Atelie y Astrid empezaban a comer. 

Parecía ser que los problemas empezaban pronto...

Farnad escuchaba a medias el monólogo de la muchacha sobre las bondades del Rey Demonio... lo que le faltaba oír a estas alturas... pero lo que si fue útil para él fue ver el gesto de molestia al ver que algunos de sus planes se torcían...

Al parecer el chef que mencionó antes ya estaba en marcha, tratando de embaucar a Atelie y a las princesas... aunque parece que alguna se dio cuenta del engaño... concretamente parecía ser Blair, pero Atelie y Astrid parecían estar listas a dar un bocado, cosa que el caballero no pensaba permitir...

- Que interesante... cuéntame algo más sobre las mentiras de esa diosa... - dijo Farnad con intención de distraer a la muchacha de sus intenciones...

Para ganar algo de concentración, desaceleró algo su ritmo... y acto seguido abrió los ojos con fuerza, concentrado su magia en la comida que pretendían comerse las chicas, e intentando hacer que ardieran antes de que pudieran metérselo en la boca...

Te sentiste un poco más tranquilo de ver como las chicas huían de aquel chef peludo y albino al cual parecía seguirle un carromato con patas. Comenzó a perseguirlas y al doblar una esquina les perdiste de vista. Fue entonces que seguiste con tu propio plan, llevar a aquel siervo del mal arriba del templo para arruinar así sus planes.

-¿Mentiras?...¡JA!, pues todo lo que os han contado desde luego son mentiras.-Dijo frunciendo el ceño.-Tienes pinta de ser un poco santurrón…por lo que habrás escuchado sobre la famosa “reliquia robada”, ¿no es así?

Aquello si que te sonaba de algo…los sacerdotes y paladines solían hablar a veces de esa reliquia, algo por lo que en el pasado se enfrentaron los dioses.

-Fue vuestra diosa quien robó esa reliquia y trató de hacerse con el control de todo.-Siseó.-Si yo te robara algo ahora mismo te enfadarías, ¿no es así cachas?

Astrid no comprendía mucho que ocurría, pero se dejó llevar por ti mientras aquel chef solaba un fuerte gruñido y daba saltitos de dolor.-¡Me has dado en el ojo bueno, idiota!, ¡Ahora si que la has hecho buena princesa del pantano!.-Terminó por decir furioso y loco de ira, dando saltos enfadado en el lugar mientras señalaba hacia tu dirección.

-¡A por ellos, ve a por ellos zoquete!.-Ordenó a su carromato, del cual salieron dos patas con apariencia de reptil que empezaron a perseguiros...o bueno, lo intentaba, a fin de cuentas era un puesto de brochetas con patas, así que se chocaba con todo lo que no estaba en su campo de visión, al menos eso os daba un margen de tiempo.

La gente apenas se enteraba de lo que ocurría, demasiado absortos en el festival y como los porteadores subían a gran velocidad aquellas escalinatas, siendo Farnad quien encabezaba la marcha.

-¿Q...que es lo que ocurre?, ¿por que huimos?.-Preguntó y es que Astrid no parecía ser muy avispada.-¿Son enemigos?...entonces tendríamos que luchar y...-Trató de empezar, pero tal vez era demasiado peligroso para la princesa, ¿o podría ser que las dos juntas erais más que suficiente para terminar con aquel carromato y el chef tuerto?

- ¡A mi ambos me parecen bastante malvados! - le responde al chef mientras corre con Astrid. ¡Diablos! Siente la lengua entumecida y le cuesta sostener firmemente la mano de la princesa, ¿solo un pequeño trozo y ya le hizo tanto efecto? Si hubiese comido más, ya estaría en el suelo sin duda.

- ¡Claro que tendríamos que luchar! - responde a Astrid, riendo de cara al peligro~ - Pero seguro tiene cómplices, ¿no? ¡Vamos a buscar a Blair! Cuando estemos reunidos, ¡les damos una paliza entre todos!

Asumiendo que el efecto del veneno paralizante no empeora, ¡ay, que problema! Ya se ocupará de encontrar algún antídoto en cuanto tenga el tiempo (y la motricidad) para ello.

Efectivamente aquella historia le sonaba a Farnad, pero no conocía suficientes detalles sobre ella... seguramente el Rey Demonio poseyera esa reliquia para hacer daño a la humanidad... pero lo que lo dejó más tranquilo fue ver como las chicas huían con facilidad de esa bola peluda... que terminó reconociendo como aquel individuo que atacó Shateen pero su montura fue para el lado opuesto... Farnad creía que no tenía por lo que preocuparse...

- Bueno, va siendo hora de ir terminando con esto... - Farnad que en realidad tenía fuerzas en la reserva gracias al sake especial del tabernero, intentó acelerar rápidamente para llegar lo antes posible al templo... y... ¿quién sabe? Quizás la chica demoniaca sería llevada a los cielos como la nueva elegida de la aldea... aquello sería un espectáculo digno de ver...

Te seguías sintiendo algo adormilada…pero al menos controlabas tus piernas con bastante soltura, por lo que no te pasaba como aquel puesto ambulante que seguía chocándose con todo tipo de cosas mientras os perseguía y de cerca estaba aquel pequeño y maligno ser peludo, gritando obscenidades y ordenando que volvierais ante el o sería peor.

Avisaste a la princesa que un buen plan sería encontrar a Blair…¿pero donde podía estar esa bruja?, no había rastro de ella por las calles en las que os estabais perdiendo. En todo caso os alejabais del núcleo de la ciudad y de la enorme escalinata que subía al templo.

-No…no se yo…tal vez deberíamos darle una paliza…uff…solo son dos.-Gruñó la princesa que iba embutida en una armadura a pesar del calor, era normal que se estuviera agotando ya a esas alturas de la carrera.-Eres una druida, ¿no?, transfórmate en un oso gigante y no tendremos problema para enfrentarnos a ellos.-Sugirió.

Aunque pobre ilusa…ojala pudieras transformarte en animales.

Decidiste dar fin a aquella conversación, haciendo un último sprint antes de llegar arriba del todo, momento en el que sin problema alguno dejaste grácilmente y con facilidad a tu acompañante, la cual bajó y se cruzó de brazos un tanto molesta.

No había rastro de los monjes en ese mismo momento y aquello tranquilizó a la supuesta monja, que se soltó un poco más.

-¿No has subido como a toda pastilla, chico?...-Preguntó asomándose levemente a las escaleras para ver como subía el resto de palanquines.-Bueno, estos tampoco tardarán, así que…no habrá ningún problema en esperar un minuto o dos más.-Comentó volviendo al palanquín y sacando una larga pipa que encendió  con una llama formada en su dedo índice, entonces empezó a fumar.

-Por lo que veo sigues reluctante a unirte a los mios, ¿eh?.-Dejó caer con media sonrisa.

Ahora que habían creado una pequeña distancia, y sin tener pista alguna de donde podría estar aquella condenada bruja, Atelie se detiene y se frota el mentón. Asiente a Astrid, aceptando su propuesta de darle una paliza a ese loco.

- No creo que yo pueda luchar muy bien tal y como estoy pero... ¡Puedo hacer algo! -. La joven druida mete mano en un bolsillo especial de su macuto de viaje, uno donde solo guarda sus famosas pócimas mágicas. ¡El líquido es rojo y tiene un aire misterioso! Tal y como toda buena pócima ha de tener. - Para ti, ¡hasta el fondo, y a darles una tunda! -

Su codiciada Poción Mágica tiene la capacidad de hacer más fuerte a quien la beba durante un cierto tiempo, ¡perfecto para una guerrera que lleva una armadura pesada! ¿Qué tanto mejor se podrá mover y hostiar si aquello pasa a 'pesarle' la mitad?

Por otra parte y asumiendo que con tanto correr hicieron suficiente tiempo, la druida pega un fuerte silbido al aire y saluda con la mano a unos cuervos que pasaban por ahí. - ¡Caw, caw! ¡Caw, caw! -, imita ella: ¡Le pide a los cuervos que vayan a picotear al malévolo vendedor aquél!

Al final la carrera fue bastante más fácil de lo esperado... quizás en el fonde se sentía algo defraudado, el posadero le había puesto el evento como algo más competitivo... pero al final apenas hubo tensión... más allá de ser el porteador de una sierva del Rey Demonio... que parecía tener muchas ganas de charla...

- ¿No hablas demasiado para ser una sierva del mal? Y la verdad es que no... no estoy demasiado interesado en unirme a vosotros... Me interesa más ver ese ascenso a los cielos que le reservan a la ganadora de este festival... - dijo Farnad, siendo él en esta ocasión el que esbozaba una media sonrisa... aunque le sorprendió ver que la sierva del mal dominaba también la magia de fuego al igual que él...

En el peor de los casos lucharía con ella cuerpo a cuerpo si hacía falta, pero esperaba que Blair hiciese aparición en algún momento para revelar donde había ocultado su espada...

-¿Y que pasa por hablar demasiado?.-Preguntó arqueando una ceja.-Estoy en mi derecho de hablar…si no quieres unirte a mi señor…no pasa nada, no tengo nada en contra tuya.-Dijo encogiéndose de hombros.-Ya cambiarás de idea tarde o temprano.

No había rastro de Blair, tampoco de tu espada…pero no tardaste en dejar caer que esperabas ver el ascenso a los cielos de la ganadora y la mujer pareció quitarle importancia.-Sea lo que sea…ocurrirá.

Faltaba poco para que los demás llegaran a la cima, tendrías que aprovechar ese ultimo momento para terminar o hacer lo que necesitaras.

Le ofreciste una poción a la princesa, la cual se la tragó de una sentada y no dudó en girarse para enfrentarse a vuestros enemigos con los puños alzados…y es que la princesa Astrid podía con cualquier enemigo, con o sin arma.

Por tu parte, pediste ayuda a unos cuervos para que fueran a picotear a tus enemigos…¿pero ya surgiría efecto? (Tirada de carisma Dificultad 16)

Al deteneros pronto llegó aquella caseta que finalmente terminó de romperse mostrando a una especie de lagarto a dos patas y con pinta de alelado y tras el…a aquel peludo y albino bicho.

-Muy bien princesas, fin del camino…entregaos ahora mismo o preparaos para la paliza de vuestras vidas. -Tras eso sacó de su delantal un pequeño bastón el cual al golpear el suelo se extendió, convirtiendose en una lanza. 

Tras acabar su llamado, la druida se alista con su cayado de druida y se prepara para defenderse. No se siente muy cómoda moviéndose aún así que espera que la princesa sea más que suficiente.

- Creo que quien debería prepararse para una paliza es usted. - dice mientras alza la vista al cielo.

Farnad sencillamente se apoyo contra el palanquín y se cruzó de brazos... - ¿Y estás segura de que todo os saldrá bien? antes parecías molesta como si algo se os hubiese torcido... ¿quién querría unirse a un grupo así? - dijo con un claro ademán de provocar a la muchacha y seguir distrayéndola...

Tarde o temprano aparecerían Blair y las demás, o eso esperaban... Farnad no podía hacer nada sospechoso mientras la muchacha siguiese allí, y su presencia también hacía de distracción para que la falsa monja no se fuese detrás de ellas... así que de momento la mejor opción era seguir esperando...

El extraño ser albino esquivó a aquella bandada de cuervos que bajaron en picado a atacar a su objetivo, dando una grácil voltereta y manteniéndose sobre su lanza mientras su mascota/lagarto daba un par de mordiscos al aire, pero incapaz de coger un solo pájaro. Tras eso el único ojo de aquel ser se clavó en ti.

-¡A LA CARGA MI FIEL CORCEL!.-Y con aquel simple orden, el lagarto bípedo se lanzó a por ti con raudeza.-¡Sentid la furia del Merodeador Albino!

Astrid abrió exageradamente los ojos ante aquel enemigo frente a vosotros.-¿Porque parece un peluche?.-Gruñó molesta.-Como sea...¡merodeador o no te voy a dar una buena tunda!.-Terminó por decir con molestia mientras se ponía frente a ti para protegerte de aquella carga, lista para dar un buen puñetazo al cabezón del reptil. 

El puño dio de lleno en el blanco, justo en el centro del cráneo de aquel animal, el cual no tardó en dar un par de gorgoritos y menear la cabeza para tratar de recomponerse...pero de repente viste que el bicho albino saltaba sobre el lagarto con su lanza justo en tu dirección.

-¡AJÁ ATAQUE SORPRESA DEL MERODEADOR!

-Pues porque nosotros estamos en lo correcto…y a pesar de fallar, seguimos intentándolo y nadie nos recrimina nada.-Aquello sonaba extraño, ¿pero ya sería verdad?, aún así era normal que el enemigo buscara convencerte de que te unieras a el fuera como fuera.

-Y claro que saldrá bien…uno de los lugartenientes del señor oscuro está peleando ahora mismo contra dos princesas…y  otra lugarteniente está frente a su guardián.-Sonrío de lado, tras eso se giró para encararse a ti.

-¿Qué?, ¿pensabas que no me daría cuenta de que eres el guardia de las princesas?...es inevitable caballero…pronto las princesas caerán una a una, como en Schwindra...