Partida Rol por web

Farnad agarró una lámpara de aceite mientras Eikatsu preparaba una poción somnífera, todo estaba preparado…incluso el enano mantenía su hacha entre esas enormes manazas que parecían ser capaz de abrir a porrazos una puerta blindada. Fuera como fuera…era el momento de entrar por esa grieta. El enano os miró a ambos frente a ella.

-Ha sido excavada de dentro hacia fuera…hmmm…con picos, algo muy rudimentario, ¿Quién va a ir primero?, ¿el de la máscara o el caballero?, ¿o queréis que yo esté delante?...vamos, vamos, no hay tiempo que perder.-Exclamó dando una fuerte palmada que resonó por toda la bodega.

El honor de caballero de Farnad le impedía permitir que otro que no fuese él estuviese en la vanguardia... Así que lideró la incursión a las cuevas y empezó a adentrarse en ellas...

- ¿Puede averiguar si es obra de los propios kobold que le dieron el mapa? ¿O es más antigua? - preguntaba el caballero mientras seguía descendiendo... - De todos modos, el mapa al final parece más una trampa para incautos que la señal de un tesoro... - Farnad sabía que todo esto era una trampa, pero el tabernero no hacía mucho que había bajado a la bodega... si podían rescatarlo, ahora el momento...

El enano nos avisó un que eran túneles excavados desde dentro con picos, ¿el tabernero era un loco del tesoro de verdad? era raro, pero bueno, Farnad tomó la delantera con una de las lámparas, en mi caso me quedé en la retaguardia.

-Yo no tengo mucha idea sobre que hacer en estas cuevas, tendré algunas pociones listas, pero, bueno, haré lo que pueda cubriendo las espaldas, lo mío son las curaciones y pociones. Mmm, también algo de cocina, aunque no sirva aquí mucho- divagué un poco pero estaba atento a lo que pudiese pasar

-Farnad decidió preguntarle respecto a los túneles, sobre si eran obra de los kobold o algo más antiguo. El se quedó unos segundos pensativos, no parecía muy convencido y en realidad…bueno…tampoco estaba muy cuerdo.

-No sabría decirte hijo…los túneles se cavan con picos, estos no parecen muy “sofisticados”, lo que significa que lo ha podido hacer un humano, goblin, kobold, duende, troll, trasgo, elfo, mediano, mujer…pero un enano no, un enano ve un túnel como algo artístico y esto no lo parece mucho.-Explicó encogiéndose de hombros.

-Pero no creo que sea una trampa…es un dibujo muy logrado.-Tampoco era un criterio muy bueno a seguir en verdad...

El caballero continuó atravesando los túneles... - Tranquilo, tus pociones serán útiles como de costumbre... confío en ello... - de todos modos al ser túneles tan angostos aquella situación jugaba a su favor... en caso de enfrentar a muchos enemigos, estos se verían casi obligados a atacar de uno en uno...

- ¿Dónde cree que puedan conducir estos túneles? - dijo algo impaciente ya por llegar a alguna parte...

El túnel parecía que era tosco ¿el notaba la diferencia? porque a mi me parecía exactamente igual que a cualquier otro túnel que me pudiese encontrar, imaginaba que sería cosas de enanos pero bueno, fuera como fuese la cosa parecía ir dirigida directamente a las profundidades de aquel lugar.

Farnad me dijo que mis pociones podría ser útiles como siempre, una leve sonrisa se me escapaba por debajo de la mascara, -eres demasiado bueno conmigo, pero haré lo posible, no tengo una espada, pero no dejaré que nadie muera- lo decía tranquilamente, poco a poco confiaba más en Farnad por su forma de ser, ahora solo quedaba seguir andando en aquel estrecho túnel

Fuera como fuera, el camino por los tuneles era un tanto…”extraño”…notabais que estaban un tanto empinados, lo que significaba que ibais descendiendo lentamente…¿Dónde estabais?, ¿tal vez bajo la posada?, ¿bajo el bosque?, ¿o más allá?

Durante el recorrido, el caballero le preguntó al enano a donde podían conducir los tuneles.-No tengo ni idea hijo…el camino sigue descendiendo, lo que significa que posiblemente encontremos pronto el tesoro.-Sonrió maliciosamente.-O eso creo claro…-Aquellas no eran palabras muy…”persuasivas” que digamos.

Después de esas sabias palabras, proseguisteis adelante hasta encontraros una pequeña cámara con un puente de madera sobre un gigantesco foso.

-Huh…al menos sabemos que esto lo ha hecho alguien inteligente…-Exclamó con tranquilidad.-¿Quién será el primero en cruzar?-Preguntó acariciandose la barba.-¿A mi me parece un puente seguro...¿quieres ser tu el primero caballero?

Farnad miraba el puente con cierta inseguridad... pero no quedaba más remedio que seguir adelante... y si el tabernero... o aquellos que lo secuestraron lo habían cruzado, debería soportar su peso fácilmente...

Comenzó a cruzar el puente dando gracias a los dioses por haber dejado la armadura metálica en la ciudad y haberse llevado para el viaje solo su armadura de cuero...

El enano seguía caminando y diciendo que no terminaba el camino, además seguía totalmente empeñado en que había un tesoro, cosa que no creía que fuese cierta, al menos no donde estábamos ya.

Pero llegamos a un puente, estaba claro que no era normal aquello, alguien lo hacía muy concienzudo. -Ve con cuidado- le dije cuando comenzó a pasar Farnad, -de uno en uno, no os agolpéis mucho- estaba preocupado, si no podía luchar demasiado bien contra los enemigos, contra las caídas menos, pero en este caso, yo era quien menos pesaba de los 3 (soy bastante escuálido y solo llevo ropa y la mochila/bolsa), iría el último para que el puente se dañase al final lo mínimo posible

Farnad fue el primero en cruzar el puente…seguido del enano el cual se impacientaba por los pasos cuidadosos del caballero.-No te preocupes, esto es de madera, resistente como una roca.-Sonrió.-Estamos cerca del tesoro…lo presiento muchacho.

Eikatsu iba en la retaguardia y una vez Farnad y el enano consiguieron cruzar…se escuchó un ruido seco y el puente desapareció y junto a el Eikatsu…pero no había caído no…simplemente ya no estaba ahí, ¿tal vez fue un espejismo?, ¿un encantamiento?, ¿Dónde estaba el peliblanco?

Apresado, cubierto de cadenas mágicas…y con una lanza pinchándote en el culo, fuiste avanzando por aquellos túneles desiertos que parecían ser la morada de cientos de Kobolds. Pero el que te llevaba apresado…no era ningún kobold, ni siquiera un goblin, no…era “El Merodeador Albino”…un roedor al que el gran señor del mal le tenía estima…o al menos eso decía el.

Era más viejo que el pecado y tan astuto como el hambre…por eso logró capturarte.-¿Penaste que te ibas a salir de rositas, eh?...ya te dije que nadie se me escapaba…¿a quien se le ocurre intentar “algo” con la princesa demonio?...tu te buscas la ruina chaval.-Exclamó con voz cascarrabias mientras te daba otro pinchazo en el trasero.

De escolta tenías a ese encantador personajillo…y cuatro demonios bien armados, con una armadura pesada de obsidiana y enormes espadones…lamentablemente esas cadenas te mantenían atrapado y no podías intentar nada raro…si no…ya le valía correr a ese conejillo.

El camino era lento, pesado y molesto, muy molesto, y no es para menos. Tantas cadenas encima, por muy mágicas que sean, no es poca cosa, haciendo que caminar pues… bueno, cueste un poco, ya sabéis, caminar y tal. El problema, curiosamente, no era ese, sino tener que estar aguantando a un enano peludo y tapón que todavía no sabía si era un perro parlante, una zarigüeya, o una bizarra unión de ambos. Si me pedís mi sincera opinión, apostaría por lo último.

“Je… ‘Penar’ sí que le quería mostrar a ella, sí…”, respondo al viejo cascarrabias cuando se le traba la lengua. “¿Pero qué querías que hiciera? Ah, vale, ya entiendo… Lo que pasa es que tienes envidia porque eras tú el que quería tener algo con la princesa…”, añado, riéndome, divertido. “Sí, tiene que ser esa la razón de que estás tan obsesionado con pincharme el culo todo el rato. Yo que tu tendría cuidado, no sea que algunos se piensen que gusta mucho ‘el palo’, ya me entiendes…”.

Aunque mi risa, ahora más sonora, era sincera, la verdad que yo sí que tenía ganas de coger esa lanza y metérsela por el culo en cuanto tuviera ocasión. No sólo me había chafado los planes y mis merecidas vacaciones, sino que encima se escondía tras éstos dos carretones empotrados de guardias. ¡Injusticia!

Farnad se quedó perplejo al ver como Eikatsu se había volatilizado... y no pudo evitar gritar su nombre en un acto reflejo esperando recibir una respuesta... pero no solo no la hubo... sino que fue consciente del error... si había criaturas viles morando en la cueva... acababa de advertirles sobre su presencia...

- Siento haber alzado la voz... posiblemente ahora sepan que venimos, si hay alguien morando estas cuevas... - Farnad lamentaba el error... pero lamentaba aún más la misteriosa desaparición de Eikatsu... primero Galvan y Fir... y ahora él... el grupo empezaba a flaquear... y su misión apenas había empezado... Farnad puso su mirada al frente y terminó de cruzar el puente... adentrándose aún más en las cuevas...

Pediste perdón por alzar la voz, pero el enano negó.-No…desde luego es…raro, ¿Cómo ha desaparecido así como así?...incluso el puente…-Murmuró extrañado.-Aquí hay algo raro muchacho, magia negra…estoy 100% seguro.-Dicho eso te agarró levemente del brazo.

-Se dice que aquí abajo…además de tesoros, está la guarida de un poderoso ser, fue encerrado hace cientos de años, pero sigue vivo, así me lo contó mi madre cuando yo no era más que un bebé de teta.

El maldito enano tapón con cabeza de gremlin sarnoso se pasó, ¡ya lo creo que se pasó!, lo suficiente como para hacer que por dentro ardiera de pura furia y volviera a forcejear, por un momento, con las cadenas. Como lo pillase sin cadenas de por medio, lo despellejaría vivo.

“¿Veis? Me la ha clavado en el culo, lo que yo decía…”, respondo, sin perder mi humor aparentemente, dirigiendo mis comentarios a las moles. “Yo de vosotros tendría cuidado, ¿eh? Que cualquier día os lleváis una sorpresa… Si es que se nota que le gusta tener un ‘duro palo’ en la mano, ya me entendéis…”.

Aquel canijo te estaba poniendo de los nervios…pero lamentablemente las cadenas te retenían y no podías hacer nada al respecto. De todas formas cuanto más descendíais…más calor comenzabas a sentir.

Aunque con tu advertencia, el Merodeador no dudó en reírse de ti.-¿Una sorpresa?...la tuya si que va a ser una buena sorpresa, ¿sabes que les pasa a los demonios traidores?, se les cuelga…pero cuando El Merodeador Albino te atrapa…es otra historia…-Ante eso sonrió malignamente.-Este no es mi primer rodeo “Rojito”…así que espero que me guardes en alta estima cuando todo esto acabe.

“Uuuuh... Que miedito… Y ahora se pone a hablar de rodeos, montas y demás…”, añado, riendo. “Asegurad bien la chapa que os protege el culo, chicos, ¡que a éste friki le va mucho…!”.

Pero bromas aparte, lo cierto es que me ponía de los nervios no poderle dar la lección de su vida, la definitiva, al tapón peludo y engrifado. Para colmo de males, cada vez hacía más calor, que si bien siempre es de agradecer, en remojo en una bañera y con agradable compañía, pues… ahora mismo no se daba ese caso, por lo que muy agradable no era.

Farnad solo miraba hacia delante... aunque la historia del senil enano había despertado su curiosidad... ¿y si Eikatsu hubiese sido capturado al igual que el tabernero por aquel ser que mencionó el enano? Con una determionación renovada continuó el avance por las cuevas... pero ahora tenía un nuevo objetivo, descubrir si realmente su compañero había sido capturado o no...

- Sigamos entonces... cuanto antes lleguemos al final de todo esto mejor, usted tendrá su tesoro y veremos si encontramos al tabernero y mi compañero... - dijo según avanzaba más y más profundo...